La contaminación del aire, es la presencia en éste, de sustancias o partículas que implican riesgo, daño o molestia para el ser humano, la flora o la fauna. La principal fuente de contaminación atmosférica son los gases ozono troposférico (O3), óxidos de azufre (SO2 y SO₃), óxidos de nitrógeno (NO y NO2), benzopireno (BaP) y las partículas en suspensión (PM). Estos gases se derivan principalmente de las emisiones provocadas por la quema de combustibles fósiles (incluidas las emisiones generadas por el transporte), los procesos industriales, la quema de bosques, el empleo de aerosoles y la radiación.
La quema de combustibles fósiles para el transporte y la generación de energía, tanto a nivel industrial como doméstico, produce miles de toneladas de contaminantes que diariamente se quedan en la atmósfera. Los vehículos son la principal fuente de emisión de contaminantes del aire en las ciudades, le siguen la industria, los hogares y las emisiones de fuentes naturales.
Todo esto impacta en el cambio climático que es considerado uno de los problemas ambientales más importantes de nuestro tiempo.
La pandemia por COVID-19, como mencionan los expertos, se convirtió en una suerte de respiro para la naturaleza… Entre Comillas… Algunas ciudades tuvieron mejoras en la calidad del aire y las medidas de aislamiento permitieron hacer conciencia sobre el impacto de las actividades humanas sobre la contaminación del aire y los efectos en la salud humana.
Con el retorno gradual a las actividades en varios países aparecen nuevos retos como el transporte masivo en tiempos de COVID-19 y el impacto de los incendios forestales que han sido brutales.
Urge que los gobiernos implementen soluciones integrales para tener sistemas de transporte sustentables y así evitar viajes innecesarios en modos de transporte motorizados.
4 soluciones en corto:
1.- Utiliza transporte sustentable para llegar a tu destino.
2.- Adopta el uso de energías renovables y ecotecnias.
3.- Cuida los árboles que están en tu colonia.
4.- No quemes tus residuos, separa en orgánico e inorgánico.
Fuente del video: Canal de You Tube de EfectoNaim COVID-19 y la salud del planeta:
¿Le ha dado la pandemia un respiro al medio ambiente?
Una persona necesita cerca de 22 árboles para respirar. Una hectárea de árboles plantados apenas abastece de oxígeno a 18 personas al día.
Un árbol de aproximadamente 12 metros de altura, produce poco más de 100 kg de oxígeno al año. Un ser humano respira unas 9.5 toneladas de aire en el mismo tiempo.
La contaminación del aire afecta al cerebro de los infantes. La exposición diaria a dióxido de nitrógeno y hollín dos de los contaminantes asociados al tráfico afectan el desarrollo cognitivo.
En los tiempos que corren, con los enormes problemas de contaminación que tenemos en nuestro país, cada vez se antoja más y más necesario tener un medio de transporte ecológico y sostenible con el medio ambiente.
Es por esto que cada vez más empezamos a ver vehículos eléctricos en nuestras calles. Empezando por el famoso patinete eléctrico y acabando en el cada vez más económico coche eléctrico.
Sin embargo, una opción que se tiene poco en cuenta es la moto eléctrica, con una popularidad muy por debajo de los modelos de gasolina.
Es cierto que gran parte del romanticismo de los moteros se pierde por completo, pero sin embargo ganamos otra serie de cosas muy importantes que repercuten, no solo en el medio ambiente, sino también en nuestro bolsillo de forma directa.
En un entorno dominado por enormes coches y camiones, con infinitas emisiones de CO2 a la atmósfera, merece la pena probar una alternativa no contaminante que igualmente nos sea de utilidad.
Menos contaminación
Con las motos eléctricas reducimos en gran medida las emisiones de CO2, lo cual hará que nuestro aire esté mucho más limpio y que vivamos en un entorno saludable.
Ahorro de gasolina
Como ya habíamos dicho antes, los beneficios no son solo para el medio ambiente, sino también para nuestro bolsillo.
Con la moto eléctrica ahorramos dinero a la hora de repostar, dado que recargar la batería de nuestra moto sale considerablemente más barato.
Ahorro en reparaciones
Las reparaciones son infinitamente más baratas, dado que una moto eléctrica carece de tubo de escape, bomba de gasolina, filtros, etc.
Únicamente un motor eléctrico y piezas de fácil sustitución y reparación. Esto implicará menos gastos y menos visitas incómodas al taller.
Evitamos ruidos y olores
Por si fuera poco, cuando adquirimos una moto eléctrica decimos adiós a esos molestos ruidos de su motor y a los olores que este emite.
Vale, casi todos estaremos de acuerdo en que los potentes ruidos de las motos son una parte fundamental de su encanto, pero si tu objetivo es desplazarte siendo lo más ecológico posible… no debería importarte mucho.
Sencillas de conducir
Las motos eléctricas carecen de marchas, por lo que son tan fáciles de conducir como un scooter básico. Simplemente hará falta acelerar y frenar, sin necesidad de coordinar pies o manos.
No más restricciones
Como es evidente, con las motos eléctricas podremos acceder a cualquier parte de las grandes ciudades. En los últimos años se ha empezado a restringir el acceso a cierto tipo de vehículos especialmente contaminantes.
Como ya has podido comprobar, hay muchas razones para comprarse una moto eléctrica. Encuentra la tuya y empieza a desplazarte por la ciudad de la forma más ecológica.
El fabricante alemán de automóviles deportivos Porsche invertirá más de 6,000 millones de euros en electromovilidad hasta 2022, de los cuales empleará unos 500 millones en las variantes de su primer modelo 100% eléctrico, el Taycan.
Según detalló la compañía en un comunicado, otros 1,000 millones irán destinados a la electrifcación e hibridación de la gama de la marca, varios cientos de millones a la expansión de sus instalaciones y alrededor de 700 millones a nuevas tecnologías, infraestructura de carga y movilidad inteligente.
“Para una empresa de nuestro tamaño es un gasto considerable. En la sede de Porsche en Zuffenhausen (Alemania) hemos invertido 1,000 millones de euros en la construcción de una nueva planta para coches eléctricos. Este es probablemente el proyecto más ambicioso y arriesgado que hemos emprendido.
Una fábrica dentro de la fábrica, con 1,200 nuevos puestos de trabajo”, señaló el consejero delegado de Porsche, Oliver Blume.
Según explicó Porsche, desde una perspectiva comercial, el Taycan tendrá unos “elevados” volúmenes de producción y supondrá un “alto” porcentaje de las ventas de la gama.
“El Taycan será el primero de una gama de automóviles eléctricos y el abanderado de todos los modelos electrificados de la compañía”, subrayan desde la empresa.
“El Taycan representa la entrada de Porsche en una nueva era y es mucho más que un automóvil, pues su influencia se extiende a todo un ecosistema: infraestructuras, redes de carga, fábrica, trabajadores, proveedores y clientes, que también contribuyen a un mundo más limpio a través de este modelo”.
Esta simple acción ahora permite que los estudiantes se trasladen a sus escuelas sin comprometer su seguridad y economía.
Por: Ecoticias
La ciudad de Querétaro se ha tomado muy en serio la seguridad de sus jóvenes estudiantes, y también ha privilegiado a la educación en su agenda. De hecho, ambas cuestiones van de la mano, aunque a primera vista pudiera parecer que no tienen nada que ver.
Transporte Universitario Gratuito: seguridad y movilidad que cultivan educación
Con el programa de Transporte Universitario Gratuito para estudiantes de preparatoria y universidad, el municipio de Querétaro ha demostrado que garantizar un transporte público seguro y con congruencia, es una manera en la que una ciudad puede comprometerse con la calidad de vida de sus habitantes.
La primera etapa de esta iniciativa arrancó con 19 rutas en seis delegaciones; estas rutas benefician principalmente a estudiantes: 3,000 de ellos de preparatoria y universidad, que han podido trasladarse durante la noche hasta sus hogares y con toda seguridad. Así, la ciudad de Querétaro es ahora un lugar mucho más accesible y económico para todos los estudiantes. Y tampoco conllevará riesgo alguno, pueslas 16 unidades del programa de Transporte Universitario Gratuito cuentan con vigilancia, esto es, cámaras con sistema cerrado.
Además, esta medida derrama otros beneficios, por ejemplo para el medio ambiente, al potenciar la educación de los más jóvenes y en cuanto a la movilidad de los mismos. Y es que el programa de Transporte Universitario Gratuito busca, sobre todo, brindarles todas las facilidades a la juventud para que ni la inseguridad ni la falta de ingresos comprometa sus estudios, y así hacer que el transporte público sea su primera opción para trasladarse en toda la ciudad.
Además, en la ciudad de Querétaro, la cantidad de tráfico ha disminuido un 12%.
Una combinación de políticas bien guiadas y participación ciudadana representa un progreso hacia una movilidad más fluida en el futuro. Así, la ciudad de Querétaro está haciendo que sus estudiantes que se preparan para ser profesionistas vean al transporte público como una opción confiable y económica.
Para julio de este año entrarán en circulación nuevas unidades más y se harán convenios con más institutos universitarios y de educación media, lo cual contribuirá a cubrir más rutas para así llegar a la meta deseada… De hecho:
El Transporte Universitario Gratuito brindará cobertura al 80% de los institutos de educación media y superior.
De esta forma, la ciudad de Querétaro se ha convertido en un inspirador ejemplo de que los ciudadanos pueden mejorar su relación con sus vialidades -con su espacio-, así como con los servicios de uso colectivo desde formas muy simples, mientras contribuyen a mejorar las condiciones de seguridad, salud y educación de toda la población. Un aplauso para la ciudad de Querétaro que está generando civismo y forjando seguridad, desde acciones muy valiosas.
¡Nuestra vida sobre ruedas es más fácil de lo que imaginas!
Por: Ecoosfera
Cada día al despedirme de mi familia y mis amistades estoy consciente que puede ser la última vez que les vea. Las cifras y la experiencia son la base de esa postura realista. Cada día hay un accidente vial en el que un o una ciclista sale afectada; pérdidas materiales, raspones, fracturas, traumas cráneo-encefálicos o la muerte, son escenarios posibles.
Las ciudades son de todas las personas que las habitamos. Todas queremos llegar a nuestros destinos, en tiempo; asumimos que nuestras preocupaciones y necesidades son las únicas que importan, ¿si no es así, entonces por qué navegamos la ciudad sin siquiera mirar a quienes están a nuestro lado? ¿Si no es así por qué ni siquiera notamos que hay más personas a nuestro alrededor?
Hay una confusión enorme, tanto de automovilistas, como de ciclistas y de peatones en cuanto a los comportamientos que deberían tener en las calles.
La problemática es amplia y arraigada en nuestras sociedades, no sabemos usar la calle: peatonas/es cruzando en cualquier punto, automovilistas superando el límite de velocidad y ciclistas circulando en sentido contrario. A ello sumamos la deficiente planeación por parte de autoridades, lo que acentúa el conflicto de la coexistencia urbana.
Pero, dentro de esa gran problemática hay una especie altamente vulnerable: el o la ciclista. Nuestra vida peligra cada vez que decidimos subirnos a nuestra bicicleta y pedalear la ciudad. Muchas veces lo hacemos por un alto compromiso social: modificamos nuestros hábitos por el bien común, y otras lo hacemos porque la bicicleta significa libertad y felicidad. Pero, es triste reconocer que hay personas conduciendo sin conocimiento, responsabilidad y educación.
Las ciclovías son altamente inseguras por el diseño o por conductores que no las respetan. Nuestro camino está plagado de puertas que se abren sin precaución, giros a la derecha o a la izquierda sin mirar por el espejo y sin direccionales; por andantes que se atraviesan porque no dimensionan que quienes corren más riesgo somos quienes vamos arriba de la bici, si un accidente sucediera.
Ni que decir de conductores iracundos que probablemente no leyeron el reglamento de tránsito y por ello tienen la falsa creencia de que el arroyo vehicular les pertenece, o quizá no saben descifrar el significado de la señalética (cuando la hay) y piensan que líneas verdes (como las de la imagen de abajo) son para dar un toque de frescura a su estacionamiento.
Para coexistir armónicamente en las ciudades, todas debemos hacer concesiones y todas debemos actuar con respeto. La convivencia segura entre peatona/es, automovilistas y ciclistas en la vía pública depende de los comportamientos que adoptemos consciente o inconscientemente. Además, es necesario que existan instrumentos legales y operativos cuyo objetivo es regular esa convivencia, ya que muchas veces el sentido común no es tan común como se necesitaría. Y por supuesto, una vez que esos instrumentos existen, su aplicación es imperativa.
Pero mientras eso pasa, les dejo un par de consejos a quienes conducen automóviles:
Usa direccionales
Rebásanos con 1.5 m de distancia
Cuando te estaciones abre tu puerta una vez que hayas revisado que no estamos cerca de ti.
Pero, sobre todo, recuerda que ¡existimos!
Querides ciclistas, también un par de comentarios para ti:
Usa tu casco, siempre.
También usa luces y reflejantes
Y por amor a lo más sagrado ¡No circules en sentido contrario!
Y tú, mi peatona o peatón: no seas temeraria/o. Si te nos atraviesas, nuestra vida está en más riesgo que la tuya; hay muchísimos factores que dificultan nuestras maniobras.
Para concluir te comparto una duda existencial que últimamente no me deja dormir: ¿por qué es tan difícil soñar con una ciudad donde la movilidad sustentable sea una realidad, donde la coexistencia entre formas de vida sea armónica? ¡No queremos más muertes por accidentes viales! Quiero ser libre cuando monte una bicicleta, no una mártir. ¡No es posible que nuestra felicidad pueda costarnos la vida!
Todavía son desconocidos los modelos que tienen la capacidad de funcionar con energía solar sin utilizar la red eléctrica.
Por: Crónica Ambiental
Al hablar de vehículos, hoy en día ya es común incluir aquellos que son eléctricos y a los que se mueven impulsados por energía proveniente del Sol. Sin embargo, todavía son desconocidos los modelos que tienen la capacidad de funcionar con energía solar sin utilizar la red eléctrica.
Ford anunció el lanzamiento, este febrero, del prototipo C-Max Solar Energi. Es un vehículo único en su tipo; cuenta con paneles solares equipados con un concentrador especial, que intensifica en una magnitud de ocho la potencia de los rayos de luz. Además, integra una lente especial Fresnel que detecta y sigue el movimiento del Sol, maximizando la energía.
Con tan sólo un día de luz, los paneles solares logran una recarga igual a la que se alcanzaría si se conectara a la energía eléctrica durante cuatro horas, y con una recarga total de las baterías, el vehículo completa 1000 kilómetros. Sus diseñadores aseguran que con el C-Max Solar Energi se eliminan cuatro toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero al año.
La aplicación efectiva de la iniciativa ‘Cielo Único Europeo’ y una mejora de la arquitectura del espacio aéreo europeo contribuiría a reducir al menos en un 10% de las emisiones de CO2, según el ‘lobby’ aéreo A4E (Airlines for Europe), lo que permitiría que el transporte aéreo fuera “aún más sostenible en el futuro”, por ello la industria reclama su puesta en marcha, al tiempo que pide “políticas inteligentes” e iniciativas para mayores progresos en la investigación de combustibles sostenibles, entre otras alternativas.
La asociación A4E, que engloba a las cinco grandes compañías europeas –Lufthansa, Ryanair, IAG, Air France-KLM y la británica easyJet– entre otras aerolíneas, ha celebrado hoy en Bruselas su tercera cumbre anual en la que se han comprometido a fijar metas de sostenibilidad para apoyar los objetivos de la Unión Europea (UE). La A4E, junto con la industria del transporte aéreo de la UE, se encargará de elaborar una hoja de ruta para definir la manera en que “una combinación de medidas y políticas adecuadas” podrían ayudar al sector aéreo a cumplir dichos objetivos.
La industria aérea ya cuenta con soluciones para reducir el impacto climático de la aviación en los próximos 10 a 15 años, como una “mayor utilización de carburantes sostenibles y la modernización de la flota, que según la A4E, deben acompañarse de la resolución urgente de los actuales problemas de ineficiencia del espacio aéreo para “sacar un mayor partido” a las medidas que ya vienen aplicando las compañías aéreas. “Estamos convencidos de que las compañías aéreas en la UE, y Europa en general, pueden ir más lejos para dirigir el desarrollo de una hoja de ruta para una aviación sostenible”, ha afirmado hoy el director general de Airlines for Europe, Thomas Reynaert.
Iniciativas a la investigación.
Así, considera que aunque los niveles de eficiencia del combustible de aviación han mejorado en un 2% al año en Europa, se “podrían realizar más progresos significativos de este tipo si actuales iniciativas de investigación y desarrollo, como las tecnologías de motores eléctricos e híbridos y los combustibles sostenibles alternativos estuvieran mejor financiadas y si se tomaran las decisión políticas apropiadas para eliminar los obstáculos existentes”.
Las compañías aéreas europeas han ahorrado 20 millones de toneladas de emisiones de CO2 desde el año 2014, lo que equivale a 1,6 millones de vuelos dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) o a cien días de vuelo, según se desprende de un nuevo estudio, publicado por SEO Economics en febrero de este año, sobre el impacto medioambiental de las interrupciones al tráfico e ineficiencias en el espacio aéreo europeo.
La A4E, junto con la industria del transporte aéreo de la UE, se encargará de elaborar una hoja de ruta para definir la manera en que “una combinación de medidas y políticas adecuadas” podrían ayudar al sector aéreo a cumplir dichos objetivos.
Desde la A4E se considera que las perturbaciones del tráfico aéreo y un sistema ineficiente está socavando los esfuerzos actuales y representan “obstáculos” para los futuros objetivos de la sostenibilidad de las compañías aéreas de la UE, que “deben ser resueltos urgentemente”. “Los gobiernos comparten la responsabilidad y deben permitir que se establezcan nuevos conceptos operativos más eficientes. La industria necesita más apoyo en cuanto a los esfuerzos realizados para reducir la dependencia a los combustibles fósiles”, ha concluido Reynaert.
Nos encanta movernos en coche. Así lo refleja un sondeo de la Fundación PONS sobre los españoles ante la nueva movilidad de 2018, en la que el 71 % de los encuestados escogió el automóvil como su principal modo de transporte para acudir al trabajo y el 52 % lo nombró como alternativa favorita a su medio de movilidad habitual.
Por: ecoticias
Aunque se empiezan a observar nuevas tendencias como el ‘carsharing’, el uso de la bicicleta o los vehículos de movilidad personal, el vehículo privado motorizado, continúa encabezando la lista de medios usados en España para trasladarse de la vivienda a la oficina. Como indican los datos del Observatorio de Movilidad Metropolitana (OMM), más de 60 % de los trabajadores de 22 áreas españolas decide subirse al coche y moto cada mañana. Esta pasión por el motor ha hecho de nuestras ciudades grandes paisajes de asfalto congestionados por un tráfico constante.
Tanto la OMS como la Comisión Europea consideran ya que el transporte urbano y su impacto en la salud suponen un problema de primer orden mundial. Nuestro país ha sido señalado en numerosas ocasiones por seguir vulnerando los límites de contaminación durante los últimos años, pero se nos ha dado una última oportunidad para tomar las decisiones adecuadas y sufragar el daño causado por las emisiones.
Durante el último año, nos hemos dado por aludidos y algunas de nuestras ciudades han puesto en marcha ordenanzas algo más restrictivas para limitar el tráfico y gestionar los picos de contaminación. Sin embargo, resulta contradictorio que, mientras se comienzan a implementar estas nuevas políticas, no haya síntomas de de que la ciudadanía quiera superar la dependencia diaria del coche.
Teniendo a disposición alternativas más recomendadas como el transporte público o la bicicleta, ¿por qué nos seguimos aferrando al uso del automóvil a la hora de ir a trabajar?
Tanto la OMS como la Comisión Europea consideran ya que el transporte urbano y su impacto en la salud suponen un problema de primer orden mundial.
Una mala costumbre
“Cada día se compran más coches y quien compra uno no asume los costes reales que tiene su uso, por lo que, ya que lo tiene, se va a trabajar en él”, comenta a Sinc Carlos Cristóbal-Pinto, experto de la Asociación Profesional de Técnicos en Movilidad Urbana Sostenible. Efectivamente, pese a haber estado inmersos en una profunda crisis económica, las matriculaciones no han parado de subir desde 2013, según la DGT.
A su vez, la venta de alternativas eléctricas también se ha disparado. El Observatorio Europeo de Energías Alternativas revela que la flota total de turismos de combustible eléctrico incrementó en un 30 % solo entre 2017 y 2018. Aun así, los datos no son comparables a los obtenidos anualmente por el combustible, pues el coche eléctrico supone todavía una opción insatisfactoria para muchos y resulta inalcanzable para una parte importante de la población. Menor autonomía, precios más altos y falta de puntos de carga son algunas desventajas, según las respuestas recogidas por la Fundación PONS.
Ahora bien, priorizar el transporte eléctrico en las ciudades sin duda conseguiría mejorar la calidad del aire, pero “no debemos ignorar que la contaminación generada por las baterías, el ruido y el rozamiento de los neumáticos, al igual que las congestiones, la ocupación del espacio público y los accidentes seguirían existiendo”, matiza Cristóbal-Pinto.
Del mismo modo, el protagonismo del transporte público aún está lejos de alcanzar los índices de popularidad del coche. Como indica el OMM, únicamente el 14 % de los trabajadores utiliza estos medios cada día para ir al trabajo. Según una encuesta del IDAE sobre hábitos y actitudes de los no usuarios habituales hacia el transporte público colectivo, tres millones de personas rechazan ir en metro o autobús por el bajo número de frecuencias, la lentitud del desplazamiento y el precio elevado del abono.
La mayoría de las distancias recorridas son de menos de cinco kilómetros, por lo que muchos de estos trayectos podrían hacerse a pie o en bicicleta. Así lo demostraron expertos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de su centro de Investigación del Transporte (TRANSyT), quienes determinaron en 2018 que entre un 30 y un 40 % de los viajes en automóvil podrían hacerse en bicicleta. ¿Y por qué esto no sucede? Seguridad personal, falta de aparcamientos adaptados y de carriles bici, así como la propia condición física fueron las respuestas que recibieron en las encuestas.
A pesar de la lista de argumentos que empujan a los trabajadores hacia el coche, Cristóbal-Pinto muestra una opinión contraria: “Cada día hay un transporte público de mayor calidad, de uso más fácil y con vehículos más accesibles” señala el experto, y añade que, en cuanto al ciudadano, “falta concienciación de los efectos negativos del coche y de los efectos positivos en su salud de moverse a pie o en bicicleta”.
Ciudades que asfixian
La evidencia ha demostrado que la contaminación atmosférica nos afecta incluso antes de nacer. “Se sabe que las embarazadas más expuestas tienen mayor probabilidad de un parto prematuro y de dar a luz a niños con bajo peso”, explica a Sinc la Bénédicte Jacquemin, que investiga los efectos de la polución en la salud en el ISGlobal. Acorde con Jacquemin, su compañera Natalie Mueller señala que “las personas más susceptibles de sufrir las consecuencias del aire contaminado son las de mayor y menor edad”.
Niños y ancianos padecen más enfermedades cardiovasculares y respiratorias, déficit en el desarrollo cognitivo y cánceres por culpa de los picos de contaminación y con mayor intensidad por culpa de una mala calidad del aire constante. El efecto es devastador y se refleja en la cifra de fallecimientos atribuidos, que asciende a un total de 44.154 muertes al año en España en 2015, según el último informe de calidad del aire en Europa.
Algo parecido ocurre con el ruido del tráfico. “Los niveles constantes de contaminación acústica se asocian con estrés, molestias, trastornos del sueño, alteraciones cognitivas y enfermedades cardiovasculares”, constata María Foraster, especialista en ruido y salud del ISGlobal. Según las estimaciones de su instituto, el ruido en las urbes es culpable de unas 72.000 hospitalizaciones y 16.600 muertes prematuras anuales en Europa.
Las tres investigadoras insisten en que gran parte de estos problemas se ven, además, agravados por la ausencia de espacios naturales y la falta de actividad física, ambos factores beneficiosos para la salud mental y física. “La cantidad de infraestructuras que precisa el tráfico –añade Mueller– no deja lugar a zonas verdes y azules (lagos, ríos y costas)”. Según la experta, la carga de enfermedad en las ciudades se debe principalmente a la relación que tenemos con el transporte y el trabajo, que ha dado lugar a un estilo de vida sedentario.
Naciones Unidas, ante la situación de alarma, comunicó hace unos meses el estado de alerta por alta contaminación en diversos centros urbanos. Advirtió de que se prevé que las ciudades sigan creciendo y, con ellas, las consecuencias de un sistema urbano y de transporte deficitarios. En definitiva, según resume a Sinc Isabel Marín, presidenta de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, “si lo que queremos es un futuro con ciudades más saludables, ha llegado el momento de tomar medidas efectivas para la reducción del tráfico”.
Salvemos las distancias
¿Quién debe hacerse responsable de dirigir al trabajador hacia un medio de transporte más sostenible: administraciones, empresas o individuos? Marín cree que “la decisión última recae sobre el ciudadano”. Sin embargo, varios de los expertos consultados coinciden en que, por desgracia, la buena voluntad individual no siempre se ve apoyada por el entorno. Un gran defecto de las recientes políticas ha sido separar los lugares de residencia de los parques empresariales, creando áreas dónde el espacio de tránsito del peatón se ha reducido al mínimo.
Cerca del 40 % de los centros profesionales se encuentran en un municipio distinto al de la vivienda de sus empleados, un porcentaje que es aún más alto para los habitantes de las áreas metropolitanas, según los datos de la última encuesta Movilia del Ministerio de Fomento.
Isabelle Anguelovski, investigadora en justicia ambiental urbana de la Universidad Autónoma de Barcelona, insiste en que se deberían tener más en cuenta fenómenos como la gentrificación. “Familias enteras –explica– no pueden acceder financieramente a la vivienda y se ven obligadas a vivir en el extrarradio, alejadas de los núcleos de trabajo”. La experta culpa de este problema a malas políticas y sugiere que estas áreas deberían estar apoyadas por un sistema de transporte público más denso.
La experta en urbanismo de la Escuela Superior de Arquitectura de la UPM Sonia De Gregorio coincide con Anguelovski en que se debería incentivar más el uso del transporte común y la bicicleta. Sin embargo, considera que “el camino hacia la sostenibilidad urbana es una ciudad de proximidad que localice a distancias razonables la residencia de los servicios”.
“El protagonismo que ha tenido el coche en las últimas décadas –añade– tanto en la planificación de la movilidad como su presencia en el espacio público, está siendo revisado en la mayor parte de las ciudades”.
Por ello, se han puesto en marcha iniciativas como el Plan A de la Ciudad de Madrid que priorizan la peatonalización de los centros urbanos e impone regulaciones más restrictivas al aparcamiento y protocolos frente a los picos de contaminación. El problema es que aun habiendo llevado a cabo estas medidas, pocas han resultado de gran calado en la tendencia del uso del automóvil para ir a trabajar.
El responsable de transportes del IDAE, Ángel Cediel, considera que esta falta de implicación se debe a que “no existe obligatoriedad ni alicientes para hacerlo en las empresas”. Sencillamente, se recomienda a las compañías tener un plan de movilidad al trabajo y un coordinador que gestione este eje a partir de los 400 empleados. El experto insiste en que parte de la responsabilidad recae sobre estas entidades, quienes no están dando el suficiente apoyo a los empleados para escoger el medio de transporte más sostenible a la hora de acudir a la oficina.
Aunque se empiezan a tener en cuenta propuestas como el teletrabajo, el incentivo al uso de la bicicleta y el coche compartido, esta realidad se reduce a una minoría. “Es un problema de desconocimiento”, señala Cristóbal-Pinto. “Ahora, son las administraciones las que tienen que liderar y, con el paso del tiempo, las empresas deberán integrar este aspecto en su responsabilidad social”.
El dilema de los patinetes eléctricos. ¿Por acera o asfalto?
La llegada de los patinetes eléctricos ha supuesto un desafío emergente en muchas ciudades, que no están adaptadas para su circulación. Según responde a Sinc Samir Awad Núñez, doctor ingeniero de caminos de la Universidad Europea, “la falta de espacios para el estacionamiento de este vehículo de tan reciente eclosión ha supuesto que invadieran las aceras, resultando una incomodidad para los peatones, especialmente para los más vulnerables como los invidentes y personas con movilidad reducida”. Este riesgo ha sido el motivo de su retirada en ciudades como Valencia y Madrid.
Ante la falta de regulación, lo suyo sería asimilar estos vehículos a los peatones cuando sean patinetes convencionales y a los ciclos cuando sean eléctricos. Esto se debe a que un patinete normal no es mucho más rápido que un peatón, pero uno eléctrico puede llegar a los 20 o 25 kilómetros por hora. Además, “circular a esa velocidad por la acera es también peligroso, pues el ángulo de visión en los cruces es peor que si circularan por la calzada”, explica.
Para el ingeniero, el patinete supone una ventaja si este hace cambiar a algún conductor su decisión de usar únicamente el coche. “Sin embargo, no sería tan sostenible si este captase trabajadores que antes realizaban el trayecto caminando o en bicicleta”, concluye.
Esta es una gran noticia para todo el país. Mira por qué…
Por: ecoosfera
En México existe un territorio tan vasto que es hogar de cientos de especies silvestres. Se trata del estado de Chihuahua, cuya extensión (la más grande del país) abarca ecosistemas tan variados como la pradera, la sierra y el desierto. Ahora, según reporta la organización no gubernamental Wildlands Network, estas especies estarán protegidas, pues se acaba de aprobar una reforma que exige la creación de pasos de fauna en todas las carreteras de Chihuahua.
Pero, ¿qué son los pasos de fauna? Son estructuras construidas sobre o debajo de las carreteras, para que los animales como el jaguar, el oso negro y el venado de cola blanca crucen sin arriesgarse a ser arrollados. Son una medida tremendamente exitosa que ayuda a reducir la pérdida de la biodiversidad. Además, garantiza que los animales permanezcan conectados a su fuente de alimento y refugio.
Esta es una noticia genial porque respeta un precepto básico de la fauna: el movimiento. El instinto de varias especies las lleva a querer cruzar y dispersarse. Las construcciones humanas, como las carreteras y los muros fronterizos, interrumpen el flujo esencial de la naturaleza. Soluciones como las que aprobaron los diputados de Chihuahua deberían repetirse en otros estados de México y el mundo.
El diputado Alejandro Gloria González, presidente de la Comisión de Ecología del Congreso del Estado, expresó a Wildlands Network su fe en el proyecto:
Los impactos que tienen los caminos y carreteras sobre el medioambiente son innegables. Por lo tanto, es necesario generar estrategias que marquen un cambio sustancial de la política que hemos tenido hasta el momento.
Soluciones como esta revelan un cambio de estrategia política, guiada no sólo hacia el beneficio del progreso, sino al de la conservación. Y es que realmente no hay una cosa sin la otra: el éxito de las sociedades depende de un equilibrio entre ambos. Los cambios positivos que se reflejen en el medioambiente también se verán en las ciudades. Por eso, esta acción es digna de celebrarse. Sólo queda esperar que otras legislaciones sigan con el ejemplo.
El próximo 24 de enero, Flipflopi, el barco de vela multicolor de 9 metros de eslora y fabricado con 10 toneladas de residuos plásticos reciclados, zarpará desde la isla de Lamu, en Kenia, y pondrá rumbo al archipiélago de Zanzíbar, en Tanzania, con el objetivo de dar voz a la campaña “Mares Limpios” de ONU Medio Ambiente; una iniciativa a la que ya se han sumado muchos países, entre ellos nueve de África, y con la que se pretende poner freno a los desechos plásticos, toda vez que a nuestros mares llegan cada año 13 millones de toneladas de basura.
El barco ilustra, tal y como manifiesta ONU Medio Ambiente, la necesidad de cambiar los patrones de producción y consumo, y con el mismo se pretende promover la reflexión de la ciudadanía acerca de un problema, la contaminación marina, con graves consecuencias sobre la fauna, los ecosistemas, la pesca, la economía, el turismo y la propia alimentación humana. El confundador del proyecto Fipflopi, Ben Morison, quiso crear una campaña visualmente atractiva tras tomar buena nota de las grandes cantidades de plástico que había en las playas de Kenia, donde pasó parte de su infancia.
El navío fue construído con recursos locales disponibles y tecnología básica. De hecho, un grupo de constructores de los tradicionales dhows fundió, formó y esculpió los residuos plásticos como si fuesen madera, y la cubierta fue decorada con coloridas láminas provenientes de sandalias recicladas y recolectadas durante las jornadas de limpieza de la playas de Lamu, donde son uno de los artículos más encontrados.
Se pretende así inspirar a la gente de la costa de África, ya que la pesca da trabajo a más de 12 millones de personas que sufren directamente las consecuencias de la contaminación. Se espera que el barco llegue el 7 de febrero a la ciudad de Piedra, en Zanzíbar, tras una expedición de 500 kilómetros.
Fecha de caducidad para los plásticos de un solo uso
El Parlamento Europeo abogó en su momento por prohibir, en el año 2021, el plástico de un solo uso. Una línea de acción que ya han materializado desde el pasado 1 de enero un total de ocho países del Caribe, esto es, Jamaica, Belice, Bahamas, Barbados, Costa Rica, Dominica, Granada y Trinidad, y Tobago.
El confundador del proyecto Fipflopi, Ben Morison, quiso crear una campaña visualmente atractiva tras tomar buena nota de las grandes cantidades de plástico que había en las playas de Kenia, donde pasó parte de su infancia.
En un reciente informe, ONU Medio ambiente constató que en 127 de los 192 Estados revisados han adoptado algún tipo de medida para regular el uso y gestión de las bolsas plásticas y que 27 países han promulgado leyes que prohíben productos específicos de un solo uso tales como platos, cubiertos, pajitas y envases.