Nuestro planeta necesita que le liberemos de esa carga tan pesada, de ese crecimiento y ese consumo desenfrenado que le está llevando a una agonía a la que todavía podemos ponerle freno. De ahí la obligación de implantar aquí y ahora las seis erres: Reducir, Reutilizar, Reciclar, Reparar, Rechazar y Regalar.
Por: Diana
Conciencia Eco
La economía circular que poco a poco va instalándose en la sociedad, está alimentándose de estas mismas acciones para reconstruir y dar vida a una nueva forma de estar en el mundo. Ya no nos vale con el reciclaje únicamente, nos tenemos que involucrar de forma más firme y permanente en intentar salvaguardar nuestro ecosistema que es la Tierra. Eso conlleva una consciencia imprescindible para avanzar y mejorar, y solo se podrá lograr si ese espíritu de capacitación y resistencia frente a las adversidades penetra en nuestras mentes.
Si nuestros recursos son finitos, no podemos vivir como si no lo fueran. Esa capacidad de regeneración de nuestro planeta está llegando a límites extremos, que terminarán siendo insostenibles o insoportables, algo que ya está comenzando a suceder. Por eso, no hay excusa para olvidarse y pensar que nada influye en nuestra vida diaria, si miramos para otro lado, nos cruzamos de brazos y seguimos con nuestra idílica existencia, pronto nos daremos de bruces con una realidad no tan complaciente.
El cambio climático ya ha llamado a nuestra puerta, tenemos que actuar ya si queremos seguir conservando nuestra casa. Cuánto más conocimiento e información tengamos sobre sus consecuencias, más dispuestos estaremos a cambiar nuestros hábitos de reciclaje. ¿Te has parado a pensar en todos lo que consumes y en todo lo que acumulas sin sentido?
REDUCIR
A la hora de adquirir más enseres plantéate si realmente es indispensable tenerlos. Nos han educado en que se es más feliz con más, pero hemos estado equivocados, el bienestar no proviene de lo material, sino de lo inmaterial. Así que reflexiona si necesitas todos esos objetos que inundan tu vivienda. También con lleva evitar la sobreutilización de los recursos disponibles: ahorra en papel de cocina y papel higiénico, por ejemplo, no necesitas medio metro para limpiarte en el baño o usar en la cocina; o no despilfarres los folios en el trabajo o en tu hogar, vuelve a usar esos trozos de papel que tienes sueltos para notas.
REUTILIZAR
Empieza a pensar en dejar de utilizar artículos de un solo uso, asegurándote que en tus celebraciones o fiestas, por ejemplo, no se usen plásticos de «usar y tirar». Es mucho más rentable y mejor para el medio ambiente comprar objetos que duren y sirvan para un largo tiempo. Además, intenta prestar atención de tus acciones cotidianas: desde lavar menos la ropa, a utilizar en la cocina y en la mesa servilletas de tela en vez de de papel, o conseguir un desodorante o un cepillo de dientes o un cosmético que se pueda recargar. ¡Pequeños gestos que con millones de personas en el mundo causan una repercusión enorme!
RECICLAR
Rediseña tu mente e imagina nuevos usos de esos artículos olvidados. Seguramente puedan emplearse de nuevo con una pequeña transformación, investigas la posibilidad de apuntarte a la multitud de talleres que existen para darles otra vida. Y si finalmente, no les sacas ningún provecho, introdúcelos en los contenedores específicos o llévalos a un punto limpio para su correcto reciclaje. Haz presión en tu ciudad o pueblo para que instalen este tipo de lugares, y sobre todo, que se involucren en ir cada vez incluyendo más artículos y materiales.
REPARAR
Parece que se nos había olvidado que se pueden reparar la mayor parte de los objetos que usamos a diario: ropa, zapatos, electrodomésticos, móviles y equipos informáticos, muebles, y un largo etcétera. El problema es que nos hemos acostumbrado a «tirar y comprar» antes que a recapacitar y reflexionar en su daño en el hábitat. Los residuos electrónicos nos invaden y suponen una de las más graves fuentes de contaminación. El último estudio realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones subraya que para el año 2021 los desecho electrónicos excederán los 52 millones de toneladas en el mundo. ¡Reacciona y párale los pies al calentamiento global reparando, no podemos seguir manteniendo una industria que no para de producir! ¿Vamos a acabar con la obsolescencia programada!
RECHAZAR
Aprende a rehusar adquisiciones temporales, para fijarte en aquellas con una prolongación temporal mucho más larga. Así como al uso de plásticos o productos sobre embalados, coches hipercontaminantes, artículos que tengan una impactante huella de carbono, como los que provienen de países muy lejanos, promoviendo el consumo de productos locales y de km 0. El consumo responsable es un arma que puede utilizarse para cambiar la realidad económica y social.
REGALAR
Esta es la más increíble de todas las erres, porque puedes hacer feliz a otra persona sin cargarte el planeta.¡Lo que no ya no quieras, regálalo! Puedes hacer un favor a otro ser sin proponértelo, porque puede ser que no pueda adquirirlo por cuestiones económicas. Se pueden regalar o intercambiar artículos con amigos, familiares o vecinos en tu círculo más próximo. Pero, de cualquier forma, siempre se puede usar Internet o las Redes Sociales para conseguir un nuevo dueño para ellos. ¡No lo dudes!
Fuente: www.concienciaeco.com