La tecnología verde es el diseño de soluciones y/o dispositivos basados en la ecoeficiencia, es decir que garantizan seguridad de fabricación y funcionamiento reduciendo al mismo tiempo su impacto medioambiental. La clave es “producir más con menos”.
No obstante, lo “verde” se ha transformado también en un excelente gancho publicitario para atraer consumidores que quieren ser conscientes con el medio ambiente, entonces: ¿cómo saber si lo que compramos es verde o no?
Claves de un producto verde
Para poder saber con certeza si un producto cumple con los requisitos de la tecnología ecológicamente amigable, debes tomar atención a las siguientes características:
- Menor consumo de electricidad: Los nuevos aparatos consumen menos electricidad. Esto es especialmente importante en países donde la electricidad es generada en centrales eléctricas que usan el carbón como combustible base. Usualmente suelen traer una etiqueta o dejarlo claro en su publicidad.
- Reducción en el uso de elementos tóxicos: esto es fundamental al momento de hablar de un producto verde.
Podemos estar frente a un dispositivo de bajo consumo energético, no obstante ser fabricado con materiales altamente peligrosos para las personas y la naturaleza. De ser así, cuando desechemos ese producto las toxinas irán al medio ambiente. Por ello, fíjate en que lo que compras no esté elaborado con plomo, mercurio, cadmio y bario, de lo contrario serás propietario de E-waste o basura electrónica (residuos peligrosos que han sido consumidos o descartados).