¿Sabes realmente qué caracteriza a un producto verde?

 

 

WhatMakesGreenProduct_v2La tecnología verde es el diseño de soluciones y/o dispositivos basados en la ecoeficiencia, es decir que garantizan seguridad de fabricación y funcionamiento reduciendo al mismo tiempo su impacto medioambiental. La clave es “producir más con menos”.

No obstante, lo “verde” se ha transformado también en un excelente gancho publicitario para atraer consumidores que quieren ser conscientes con el medio ambiente, entonces: ¿cómo saber si lo que compramos es verde o no?

Claves de un producto verde

Para poder saber con certeza si un producto cumple con los requisitos de la tecnología ecológicamente amigable, debes tomar atención a las siguientes características:

  • Menor consumo de electricidad: Los nuevos aparatos consumen menos electricidad. Esto es especialmente importante en países donde la electricidad es generada en centrales eléctricas que usan el carbón como combustible base. Usualmente suelen traer una etiqueta o dejarlo claro en su publicidad.
  • Reducción en el uso de elementos tóxicos: esto es fundamental al momento de hablar de un producto verde.

Podemos estar frente a un dispositivo de bajo consumo energético, no obstante ser fabricado con materiales altamente peligrosos para las personas y la naturaleza. De ser así, cuando desechemos ese producto las toxinas irán al medio ambiente. Por ello, fíjate en que lo que compras no esté elaborado con plomo, mercurio, cadmio y bario, de lo contrario serás propietario de E-waste o basura electrónica (residuos peligrosos que han sido consumidos o descartados).

 

Material para construcción a partir de desechos de plástico y agave

AGAVE (640x429)Una pequeña empresa en Jalisco ha comenzado a producir material para cimbra en la construcción elaborado de residuos plásticos y bagazo de agave. Los tabloides obtenidos tienen en promedio la misma resistencia que los materiales convencionales.

Plastinova busca ofrecer un producto de la misma calidad al ya conocido pero a un costo menor. Además, su producto tiene la ventaja de ser fruto del reciclaje. Los tabloides que se producen están fabricados con un 10% a 35% de fibra de agave y el resto se completa con los desechos plásticos.

Aunque la zona en la que está asentada la empresa es tequilera, conseguir el bagazo no es tan fácil porque, por suerte, algunas compañías lo reutilizan para generar combustible. Sin embargo, Plastinova logró amarrar convenios con 2 empresas que les proveen el desecho necesario.

El proceso de elaboración de tablones consta de 3 partes. En la primera se separa la fibra del agave, se retira el azúcar, el alcohol, la cáscara y la médula. En la segunda, la fibra se muele y pulveriza hasta alcazar una consistencia como la de la harina y se añade un agente compatibilizante que la hará más resistente al combinarse con el plástico. Por último se fabrican los tablones de 1.20 m de alto por 1 m y 10 cm de espesor.

La maquinaria que utilizan tarda cerca de 36 horas en procesar el bagazo del agave. Toma un día transformar la fibra en una tonelada de pellets con el plástico reciclado. Plastinova planea seguir creciendo y realiza experimentos para sustituir la fibra de agave con fibra de coco, que haría el producto final más resistente.

La granja interior más grande del mundo

saladheroEl enfoque futurista de una empresa agrícola japonesa podría revolucionar la manera en que cultivamos nuestros alimentos.

Una fábrica abandonada de Sony en la provincia japonesa de Miyagi ha sido transformada en lo que muy bien podría ser la granja del futuro.

Shigeharu Shimamura, fisiólogo vegetal y CEO de Mirai, como se llama esta corporación, ha construido la mayor planta agrícola techada del mundo ?un huerto futurista de 2,322.6 metros cuadrados que es alimentado por 17,500 luminarias LED en un ambiente libre de pesticidas y libre de bacterias. ¿El resultado? Una cosecha diaria de alrededor de 10,000 cabezas de lechugas frescas.

La singular “fábrica de plantas” es tan eficiente que ha reducido el desperdicio de alimento, del 30 a 40% que se presenta en el cultivo al aire libre de esta hortaliza, a menos del 3% en el caso de la lechuga sin corazón.

National Geographic conversó recientemente con Shimamura sobre la innovadora fábrica de alimentos y sobre las granjas interiores como una posible solución a la crisis alimentaria mundial.

¿En qué se inspiró este proyecto empresarial?

Japón ha tenido un gran interés en la investigación y el desarrollo en el ámbito de la agricultura de fábrica durante unos 40 a 50 años.

Nuestra compañía construyó un centro de producción en un lugar devastado por el terremoto de Tohoku y el tsunami en el 2011, debido a la preocupación general en Japón por la decreciente oferta de verduras domésticas y con el fin de solucionar la fuerte dependencia de las importaciones.

La razón por la que elegimos este lugar en particular es porque queríamos probar que las verduras se pueden producir en cualquier momento. En segundo lugar, deseábamos ayudar a reiniciar el desarrollo económico en esa zona de desastre. Por último, mirando hacia el futuro, si podíamos tener éxito allí, podríamos también ver la posibilidad de exportar la tecnología que desarrolláramos en todo el mundo.

¿Qué impacto podría tener Mirai en el futuro de la producción de comestibles y como una posible solución a la escasez de alimentos?

Actualmente contamos con una población mundial de 7,000 a 7,200 millones de personas. De ella, de 800 a 900 millones sufren de hambre o están a punto de padecerla. Personas de todo el mundo se preguntan cómo podríamos producir más alimentos para mitigar esta grave situación.

Sabemos que el agua juega un papel fundamental en esta circunstancia, y la tecnología desarrollada por Mirai usa menos del 1% del vital líquido que comúnmente se utiliza en el cultivo de hortalizas convencional ?así que producir vegetales en una fábrica permite conservar H2O que es posible aprovechar para cultivar más granos en otros lugares.

Con este método, si pudiéramos construir fábricas de vegetales alrededor del mundo, podríamos apoyar la producción alimentaria para nutrir a la población de todo el planeta. Esto es realmente lo que nos proponemos.

¿Cómo le hacen para utilizar tan poca agua?

Con el método convencional de cultivo, una gran cantidad de agua se desperdicia al filtrarse por el suelo y al evaporarse. En el ambiente cerrado de una fábrica, no se escurre a través del suelo.

También podemos recoger la humedad que la propia planta emite a la atmósfera. El agua se recicla; esto es similar a cómo funciona nuestro planeta. La humedad que los seres vivos liberan se acumula, forma nubes y cae de nuevo a la Tierra en forma de lluvia. Este es el sistema de reciclaje natural terrestre. Nuestra fábrica funciona tal cual. Se recoge agua, se filtra y se recicla en un espacio cerrado.

Carrusel ecológico generador de energía

5101cca3b3fc4b51300000d2_dordrecht-energy-carousel-ecosistema-urbano_carousel5 Si hay algo que a los niños les sobra, eso es energía. Y cuanta energía utilizan para mover esos carruseles que se encuentran en los parques públicos.

Una idea similar ya se ha puesto en funcionamiento en el Reino Unido, con la diferencia que es un gimnasio para adultos, pero el concepto es el mismo. Viendo esto como una buena fuente energética para crear electricidad el diseñador industrial Andre Harley ha propuesto un concepto para aprovechar dicha energía.

Se trata de un carrusel que funciona como generador de energía, los chicos de ecolosfera lo explican:

Este juego infantil ha sido conformado de tal forma que logra acumular cierta cantidad de energía tanto a través de la rotación como de los rayos solares. Esta energía sería utilizada para iluminar las luces situadas en la base del juego que se encenderán una vez que el sol se oculte. Al igual que sucede con otros dispositivos, el movimiento de la rotación es convertido en electricidad para así cargar un sistema hi-tech del carrousel que se ocupa de encender las luces en forma automática.