Por: Ecoticias
Adoptar a un perro mayor no es algo que suceda con frecuencia. Y menos aún adoptar a un perro mayor enfermo, pero para Tommy Bull, de Crowley, Texas, no hay nada más gratificante. El hombre, que ya tiene otros perros, adoptó a una perra de 14 años con artritis y lombrices que fue abandonada en un refugio por sus antiguos dueños justo después de Acción de Gracias pidiendo su eutanasia.
Cuando el cruce de labrador de color gris y negro llegó a Dallas Animal Services lo hizo con una expresión confusa en su cara. Su aspecto indicaba una desnutrición significativa y su mirada parecía dejar claro que se había rendido. Tenía sólo dos dientes y caminaba cojeando debido a su artritis. Su caso conmovió a animalistas y rescatistas que comenzaron a mover su ficha por redes sociales.
Cuando Tommy Bull se topó con ella, decidió ir a conocerla. Fue la decisión más satisfactoria de su vida, según contó este hombre a The Dodo. La perra se fue con él hasta su casa donde la esperaban otros perros rescatados y la mujer de Tommy, con quien hizo buenas migas de inmediato. Le pusieron Ettie, diminutivo de Henrietta, le dieron de comer y se preocuparon por llevar el tratamiento médico que requerían sus dolencias.
Ahora Ettie es una perra feliz, que adora los paseos, ya no cojea, ha aumentado de peso, y se lleva estupendamente con los otros miembros de la manada. En cuanto a la adopción de perros mayores, Bull quiso compartir este mensaje: “Lo que te devuelven es tan increíble. Podemos dar fe de lo agradecida que está por cada comida, cada caricia. Si puedes abrir tu corazón e intentarlo, estarán muy agradecidos. Es muy gratificante”.
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