LAS TENDENCIAS FUNERARIAS

LAS TENDENCIAS FUNERARIAS

La evolución de nuestros servicios, en el inicio de la década de los setenta las soluciones funerarias que buscaban los consumidores eran de continuar con la tradición familiar donde prevalecían los servicios funerarios al momento de la necesidad, o sea de emergencia y que consideraban como destino final un lote en un cementerio de la localidad donde vivieran las personas, en el cual con cierta regularidad fuesen visitadas las tumbas o monumentos realizados en memoria de los familiares fallecidos, por los deudos.

En ese mismo tiempo surgió una solución que no existía en el mercado de los servicios funerarios, el concepto de LA PREVISIÓN; el poder adquirir a través de un contrato de compraventa de bienes y servicios, pagadero a plazos que se establecían al momento de formalizar la operación con el consumidor.

Se presentaba al público en general la opción de resolver sus servicios funerarios y su destino final pagadero en parcialidades que no le significaban una descapitalización, como suele suceder si no tienes previsto actualmente estos gastos finales.

Precisamente Jardines de Tlalnepantla, S.A de C.V., concesionaria del cementerio-parque ″jardines del recuerdo″®, fue el pionero en ofrecer los planes de previsión y que básicamente en un inicio era un lote a perpetuidad para cuatro inhumaciones en su cementerio vertical y sus correspondientes servicios funerarios, opción que vino a revolucionar el mercado de los servicios funerarios.

Posteriormente en los siguientes años y ya con el camino andado, fue creando una diversidad de soluciones funerarias que lo han caracterizado como la solución integral en servicios funerarios, todo en un mismo sitio: opciones como, Contrato de lote con servicios, Contratos de Paquete, Contrato de Paquete Especial y cuando se publicitó la apertura de la iglesia en la década de los años 80’s con relación a la cremación de los restos humanos, se crearon las opciones: Cremaciones con Nicho y servicios, Cremación con servicios funerarios y Nichos.

Sabemos que La Cremación se ha convertido en la solución funeraria con mayor demanda en la actualidad y en el área metropolitana de la Ciudad de México y Municipios conurbados reportan un incremento que oscila entre un 40% y 60%.

Esta demanda obedece a la falta de espacios para cementerios en la zona descrita y a un impacto emocional menor y muy especialmente a los precios con relación a la inhumación.

Actualmente ante la preocupación cada vez mayor con relación al tema Ecológico, la protección al medio ambiente y el cuidado de las áreas naturales protegidas, “jardines del recuerdo” ha creado su División Sustentable en donde ofrece soluciones integrales con un alto contenido ecológico.

“jardines del recuerdo” en su división sustentable, en nuestro cementerio ecológico contamos con una superficie de 266 hectáreas, en la cual estamos creando un bosque a través de la recuperación del suelo y de la reforestación, definiendo espacios naturales propicios para el depósito de urnas biodegradables en los lotes ecológicos, esto de acuerdo con el objeto establecido por las autoridades de protección ambiental, debido a que esta superficie pertenece al Parque Estatal Sierra de Guadalupe que es un área natural protegida.

¿Que es un Lote Ecológico?

Se trata de nuestra más novedosa solución funeraria, que cumple a cabalidad con proporcionar un responsable y digno destino final a los restos cremados de nuestros seres queridos.

Es el espacio donde después de la ceremonia de despedida que los deudos decidan realizar, se depositarán las urnas biodegradables que contendrán las cenizas de nuestros familiares y que con el paso del tiempo y absorbiendo la humedad propia del lugar se desintegrarán de manera natural y las cenizas se integrarán y nutrirán el subsuelo de reforestación, transformándose en una nueva vida.

De esta manera nuestro nuevo servicio no solamente cumple de manera poética al homenajear la memoria de nuestros seres amados, sino también cumpliendo con absoluto respeto y compromiso hacia el medio ambiente.

Ventajas del Lote Ecológico

Permite la disposición digna de los restos cremados en un ambiente natural lleno de paz y tranquilidad y acorde a nuestra Misión a un precio accesible y 100% sustentable.

Urnas Biodegradables     

jardines del recuerdo® es una empresa  comprometida con el medio ambiente, por esto nuestras urnas están elaboradas utilizando materias primas de origen vegetal y mineral, adecuadas para las diferentes opciones de disposición de los restos cremados de nuestros familiares y de absoluto respeto a la naturaleza.

Con este simple gesto de utilizar las urnas biodegradables usted y nosotros colaboraremos de manera digna al mantenimiento de un mundo más habitable y sostenible para las generaciones futuras.

Ceremonias de Despedida

Ofreceremos diferentes opciones para despedir a nuestros seres queridos y ceremonias que honrarán su memoria, como son: Ceremonia de los Pétalos, Liberación de Mariposas, Liberación de Palomas, reforzadas con temas de Tanatología Verde.

Primera etapa de venta y operación del Cementerio Ecológico

El cementerio ecológico en su primera etapa en el Jardín de La Energía contará con 1,000 lotes ecológicos con una superficie de 3 metros cuadrados cada uno (1.73 m. x 1.73 m.), 3 espejos de agua para ambientar el área y con una constante actividad de reforestación y desarrollo del bosque.

El inicio de la venta y operación del cementerio ecológico de Jardines del recuerdo está previsto para los últimos meses de este año 2017.

Finalmente “jardines del recuerdo” está como siempre a la vanguardia, para ofrecer al público en general las soluciones funerarias integrales, que siempre van enfocadas a la satisfacción de las necesidades de sus clientes y sus familias.

Miranda,  J. A. y Chávez,  J. (2017).

LAS MIL Y UNA FUENTES

Las mil y una fuentes

Por Elizabeth Palacios

Dos  décadas había dedicado François a ser consultor de negocios en un gran corporativo en Francia, su país natal, cuando descubrió que dejaba pasar todo lo que era realmente importante. Años atrás, había adoptado a dos niños en Colombia, pero jamás tenía tiempo de verlos ni estar con ellos. Por eso, para sorpresa de todo su entorno laboral y familiar, decidió romper por completo con el mundo que hasta entonces conocía y dedicarse a la educación de los pequeños por los que había cruzado un océano entero. No quería que la palabra padre fuera sinónimo solamente de una cuenta bancaria.

Aquella fue una misión de tiempo completo. Cuando los niños crecieron y François tenía 52 años, reflexionó sobre qué futuro le deparaba a él. Fue en 2004, durante una comida informal, que su antigua compañera de trabajo, Victoria, le presentó a Chay Lo, un joven ingeniero nacido en Camboya, proveniente de una familia muy pobre, quien tras haber  destacado en la escuela más importante de ingeniería en su país, logró ir a estudiar a Francia en la Escuela Nacional de Ingeniería Rural de París (ENGREF, por sus siglas en francés).

Mientras comían, François escuchó los relatos del joven y supo todo lo que la gente tenía que pasar con el propósito de obtener el bien más preciado en la lejana Camboya. No hablaba de oro, carbón, diamantes o petróleo. El joven hablaba de agua potable.

En Camboya el agua abunda, nadie podría pensar que allí la gente vive igual que si estuviera en un desierto. Pero lo verdaderamente relevante es que esa agua no tiene la calidad necesaria para el consumo humano. La mortalidad infantil es de 20 % debido a que los habitantes beben agua estancada y contaminada.

François no podía creerlo y decidió tomar medidas. Todavía no tenía idea de cómo, sin embargo, sabía que no podía quedarse de brazos cruzados tras conocer semejante realidad. Si bien él no es ingeniero, tenía el talento de un buen consultor de negocios: saber rodearse de las personas adecuadas a fin de alcanzar sus objetivos. Así, puso manos a la obra.

De ese modo nació la primera idea de la organización 1001 Fontaines (Mil y un fuentes), creada por el ingeniero camboyano Chay Lo y los franceses Fançois Jaquenoud y Virginie Legrand, con la intención de concebir una solución para potabilizar agua y hacerla accesible a las familias en Camboya de manera sostenible; su principal foco son las comunidades rurales más alejadas.

Su objetivo es contribuir a mejorar la calidad de vida, el acceso a la salud y reducir la mortalidad infantil con algo que para muchos podría parecer simple y de fácil alcance, no obstante, a ellos les parecía un sueño inalcanzable: beber agua limpia.

EL IMPACTO SOCIAL

Hoy François tiene 65 años y es considerado uno de los emprendedores sociales más inspiradores de Europa. Aunque su proyecto inició en Camboya, actualmente también opera en Madagascar e India, con lo que 350 000 personas radicadas en comunidades altamente marginadas sacian su sed diariamente.

Sin embargo, el problema todavía es muy grande, pese al esfuerzo de los fundadores de 1001 Fontaines. Según la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad 800 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso garantizado al agua potable. Por ello continúan en busca de apoyos, donativos y fondos para ampliar su impacto y llegar a más países. Uno de sus reconocimientos más notables fue por parte de Google, quien premió su innovación con medio millón de euros a fin de acelerar el crecimiento de este emprendimiento social. Con este dinero, ellos pudieron ampliar su impacto y llegar a 15 aldeas más.

Actualmente, en Camboya –donde el proyecto va más avanzado– se instalan dos plantas por mes en diferentes pueblos, así distribuyen hasta 2 500 000 litros de agua mensualmente.

LA INNOVACIÓN

La tecnología utilizada con el propósito de limpiar el agua en este proyecto realmente es simple y se usa desde hace más de treinta años, pues es a través de filtros ultravioleta. La innovación es de visión y negocio, más que tecnológica, ya que lo importante es que las mismas comunidades se involucren con la finalidad de participar en el proceso de purificación, embotellamiento y venta a bajo costo del agua, mediante un modelo de franquicia social. Esto permite que el agua ya no tenga que ser traída desde los puntos urbanos, sino purificada en cada una de las comunidades, con sencillas plantas potabilizadoras operadas por los mismos habitantes.

François y Chay vieron claramente que la reducción de los costos de transportación sería determinante para la sostenibilidad del acceso al agua, por ello era importante que las plantas no fueran vistas como algo externo, sino que los pobladores se apropiaran de estas plantas, pues se construye una en cada aldea.

Así, la verdadera innovación de este proyecto es al mismo tiempo la que llega a ser la mayor área de oportunidad de los emprendimientos sociales rurales: asegurar la sostenibilidad.

1001 Fontaines, no lleva agua a las comunidades marginadas, más bien les enseña a construir plantas con la finalidad de que ellos mismos purifiquen el agua que está ya ahí, en su ecosistema. Un emprendedor social responsable es elegido en un consenso con la comunidad, para ello toman en cuenta los usos y costumbres, y también consideran la opinión de la organización. Así, se firma un contrato tripartita donde el franquiciatario no sólo se compromete como si hiciera una compra-venta, sino que la persona encargada de la planta adquiere el compromiso de mantener sus promesas de calidad y precio, el cual es establecido por la organización y constituye un estándar en cada país donde opera: 1 centavo de dólar por cada litro.

MIRAR A FUTURO

La organización consigue el financiamiento a través de fondos humanitarios y donativos, ya que cada planta tiene un costo aproximado de 20 000 euros. Durante un año, el equipo de 1001 Fontaines se encarga de instalar la estructura de la planta, proporcionar los cilindros donde se envasa el agua y capacitar a la persona responsable que la comunidad ha designado.

Pasado ese primer año, el encargado ya es autónomo. Su trabajo consistirá en filtrar el agua, lavar y desinfectar los envases, rellenarlos y volverlos a entregar a los aldeanos. 20 % de sus ingresos son reintegrados a 1001 Fontaines para que le sean repuestos materiales y se garanticen siempre las operaciones de control de calidad del agua, que es muy estricto. La lógica de este modelo de negocio comunitario y participativo siempre es la sostenibilidad, pues el tener una población que se involucre 100 % con el proyecto permite crear estructuras a largo plazo. Esto fue clave debido a que en Camboya, igual que en otros países pobres, la gente está acostumbrada a esperar ayuda asistencial y humanitaria. François y sus socios saben con certeza que la única solución viable a largo plazo para alcanzar el desarrollo humano es la reactivación de la economía local.   

Para mayores informes:
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Col. Lomas de Chapultepec México
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Fuente: www.revistacambio.com.mx/mundo/las-mil-y-una-fuentes/

HUMEDAL EN RESISTENCIA

Humedal en resistencia

POR ELIZABETH PALACIOS

La memoria hídrica es infalible. Esta ciudad sabe que los ejes viales y autopistas urbanas alguna vez fueron ríos. Nada podrá evitar que al haber sido una urbe construida sobre un lago, la megalópolis mexicana siempre esté en riesgo de inundación.

Sin embargo, el desarrollo urbano desordenado que ha convertido en asfalto lo que alguna vez fue suelo fértil y permeable, que ha entubado los antiguos ríos y que ha sustituido tupidos bosques por enormes complejos habitacionales, hace que en el presente el agua no tenga salida y termine, como es de esperarse, estancada e inunde una u otra zona de esta gran ciudad.

La antigua Tenochtitlan tenía un aliado, que le ayudaba a contener parte de esa agua y la aprovechaba con el propósito de cultivar alimentos y conservar vivos los ríos y lagos que sostenían a la civilización mexica y otras del Valle. Los capitalinos de hoy estamos a punto de perder ese aliado, que jamás entendimos ni cuidamos: el humedal.

¿QUIÉN SE LLEVÓ LA ESPONJA?

Más allá de ser Patrimonio de la Humanidad, orgullo cultural para los mexicanos y un lugar de esparcimiento de fama turística, Xochimilco es un humedal de importancia internacional que provee incontables bienes y servicios ambientales a más de ocho millones de personas. El ecosistema único de este complejo lacustre, con sus chinampas, ahuehuetes, canales;  aves migratorias y ajolotes, entre muchas otras especies, tiene una función casi imperceptible de la que poco se sabe. Gracias a los humedales de la Ciudad de México, ubicados sobre todo en las delegaciones Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco, se puede regular la temperatura, mitigar el cambio climático y sus efectos, e incluso prevenir las inundaciones que padecemos constantemente los capitalinos.

Daniel Revollo, integrante de la organización ciudadana Natoure, economista e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, me lo explica con manzanas:

“Un humedal es como una esponja natural, y cuando llueve succiona toda el agua y la lleva a la parte profunda, donde están los mantos acuíferos y los recarga. Conforme avanza el deterioro de Xochimilco, que es un humedal, se va perdiendo ese servicio ambiental y entonces cuando llueve, es más el agua que llega hacia el centro del valle y por lo tanto, aumentan las inundaciones”.

EL AGUA DE TODOS

Uno de los servicios ambientales más importantes de este ecosistema, según explica Rodolfo Salinas –director del documental Reflexión y fundador de Natoure– es la disponibilidad del agua en la ciudad. Y es que dos tercios del agua que se distribuye en todo el territorio capitalino son extraídos de pozos ubicados en el sur de la ciudad, principalmente entre Xochimilco y Tláhuac. La vegetación de estas áreas no sólo regula el microclima, también mejora la calidad del aire, ¿acaso no te has preguntado por qué el sur de la ciudad suele tener menos contaminación atmosférica?

Sin embargo, nuestra gran urbe es una de las más pobladas del mundo; como consecuencia, la demanda de agua parece imparable, igual que la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México.

Xochimilco ya no es lo que era hace 500 años. Lo que conocemos ahora cuando llevamos a nuestros amigos extranjeros a pasear en trajinera al son del mariachi, no es más que un sistema artificial que sobrevive gracias a la incorporación de agua tratada proveniente de tres plantas que, lamentablemente para todos los que recibimos después esa agua en nuestros grifos, fueron construidas hace casi medio siglo y no reciben el mantenimiento adecuado.

Pese a toda el agua de lluvia que cae en la ciudad, Xochimilco se está secando, esto debido a las construcciones que han deforestado la zona, a las chinampas que han sido vendidas como terrenos habitables y al crecimiento desordenado de la ciudad, que se suma a la extracción exagerada de agua del subsuelo. Así, la realidad es que el nivel del agua ha descendido un promedio de 1.5 metros en los canales durante la última década.

Esto también afecta la soberania alimentaria de la ciudad, puesto que la zona más dañada es la de San Gregorio, que aún centra su economía en la producción agrícola de las chinampas. Allí, cada año escacea el agua para el riego de los cultivos, y en la temporada de secas muchos canales son intransitables.

Eso no es lo peor: hay al menos 1 400 puntos de descarga de aguas negras, derivados de asentamientos irregulares que incrementan la actividad orgánica y favorecen la proliferación de fauna nociva y especies invasoras, como el lirio acuático, que también seca los canales. Además, por supuesto, siempre existe el riesgo latente de que los alimentos se contaminen.

#SOYXOCHIMILCO

Octubre de 2016 fue un mes clave para Xochimilco porque unos jóvenes investigadores universitarios, así como activistas y pobladores de la zona, presentaron en el EcoFilm Festival 2016 el documental Reflexión, con la finalidad de dar a conocer información sobre este sistema lacustre y su importancia. No ganaron el premio, sin embargo, lo importante comenzó a ocurrir: la gente empezó a involucrarse con la problemática de este ecosistema, el cual se denunciaba en la película.

Así fue que estos jóvenes, integrantes de Natoure, apoyados por diversos investigadores y especialistas, decidieron ir más allá y lanzaron una petición dirigida a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en la que no se limitaron a denunciar la problemática y exigir soluciones generalizadas: diseñaron 8 estrategias concretas que podrían rescatar a Xochimilco.

Hasta el cierre de esta edición, únicamente se necesitaban poco más de 12 000 firmas para alcanzar la meta y llegar a reunir 150 000 voces que pedían al unísono el rescate de esta fuente de vida, oxígeno, alimento y agua.

8 acciones estratégicas

  1. Poner en condiciones óptimas la operación de las plantas de tratamiento de agua del Cerro de la Estrella, San Luis Tlaxialtemalco y San Pedro Atocpan.
  2. Regular el bombeo de agua de los mantos acuíferos subterráneos del sistema lacustre con el propósito de evitar el hundimiento y sequía de Xochimilco.
  3. Implementar un sistema de conducción y tratamiento para los más de 1 400 puntos de descarga de aguas negras que actualmente son vertidos hacia los canales.
  4. Implementar un programa de control de especies invasoras, sobre todo Tilapia, Carpa y Lirio; un Programa Integral de Restauración Ecológica –con la finalidad de proteger las especies endémicas en riesgo crítico de extinción, como el Ajolote– y la rehabilitación urgente de los canales.
  5. Impulsar la reactivación productiva de las chinampas mediante incentivos y capacitación a los agricultores, además de promover el comercio a fin de rehabilitar uno de los sistemas agroecológicos más antiguos y sostenibles del mundo.
  6. Apostar por modelos de turismo sostenible de alto valor, armónicos con el entorno.
  7. Prohibir más asentamientos irregulares y cumplir la normativa de planeación urbana, así como garantizar el respeto de los polígonos definidos para el área protegida y la zona de conservación.
  8. No permitir la fragmentación del ecosistema de Xochimilco por la construcción de la Supervía (Autopista Urbana Oriente).

Si quieres involucrarte en este rescate, puedes firmar la petición en Change.org (búscala con el hashtag #SoyXochimilco). Además, moderar tu consumo de agua, evitar el desperdicio y convertirte en un consumidor responsable de productos locales también son formas de apoyar.

Más información en:

SoyXochimilco

@SoyXochimilco

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
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Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/humedal-en-resistencia

EL ORO DE LA PESCA

El oro de la pesca

TEXTO E ILUSTRACIÓN Antonio Garcí

El pepino de mar es una babosa marina que los científicos han catalogado como holoturia. Es pariente de los erizos y estrellas de mar y se alimenta de los desperdicios marinos –es el servicio de limpia del océano. Se encuentra en aguas someras y profundas; en edad adulta llega a medir unos veinte centímetros y se parece a uno de esos pepinillos rugosos que se le ponen a las hamburguesas, pero a lo bestia.

Desde tiempos remotos, los chinos le atribuyen al pepino de mar poderes afrodisiacos para propiciar o potenciar las erecciones, es su Viagra, tanto por su función como por su elevadísimo precio. La pregunta obligada es: ¿realmente comer pepino de mar produce esos efectos? No hay ninguna evidencia, sin embargo los chinos no lo dudan, y así como se dice que “querer es poder”, en cuestión de erecciones “crecer es poder”, por lo que en el sentido más amplio, el pepino de mar es un alimento para comer con palitos chinos. La fe en el poder sexual de esta especie se debe a su forma fálica y a que cuando es amasado se esponja y endurece arrojando al final un chorro de agua. Esta alegoría directa con la eyaculación masculina le ha dado al pepino de mar su reputación afrodisiaca, y también lo ha convertido por siglos en el platillo principal del festival de la primavera de China, un festejo milenario relacionado con la fertilidad y la reproducción.

Con 1 500 millones de habitantes, hasta hace pocos años lo que menos quería el Gobierno chino era que sus ciudadanos tuvieran sexo, sin embargo, la prosperidad económica que vive hoy una buena parte de esta sociedad ha provocado que el sexo vuelva a ser una actividad fomentada por el Estado. En 2015 China abandonó su famosa política de un solo hijo y puso como máximo dos, además dio facilidades a los matrimonios que deseen tener otro hijo con un sistema de solicitud simplificada, que me imagino además llenan a la luz de las velas y con música romántica.

Paradójicamente, según un estudio de sexología de 2012, hecho por la Universidad de Oxford, en Inglaterra, sobre las relaciones sexuales entre matrimonios heterosexuales en el mundo, China y Japón fueron los países donde los casados tenían menos cópulas en el mundo, con promedio de sesenta y dos contactos sexuales al año, es decir, poco más de una vez a la semana, y aunque la frecuencia sea menor a otros países, el volumen los pone muy por encima de la media mundial. Sólo en 2014 se registraron en China trece millones de matrimonios, que al menos tienen que hacerlo de perdida una vez por semana… pues eso nos da: setecientas dos millones de copulas al año, esto nos ofrece una idea de la cantidad de pepino de mar que se necesita sólo para atender la demanda que se generó ese año en ese país. Los chinos tienen la razón, si lo hacen poco, por lo menos que cuando toque sea memorable, y el pepino de mar es el medio tradicional para lograrlo. Cuando China era pobre su necesidad no afectaba a esta especie, pues sólo unos cuantos podían comerlos, pero en esta era del “merezco la abundancia” y del calentamiento sexual global en la que vivimos, el pepino de mar está a punto de la extinción, ya ha desaparecido de las costas orientales y los chinos han tenido que salir por el mundo a fin de cubrir la demanda de este fabuloso mercado, lo cual que ha ocasionado que la tonelada de pepino de mar se cotice en unos 900 mil dólares, y esto es recién pescado; ya deshidratado y seco, en empaques de cincuenta o cien gramos, que es como se vende al consumidor final, su precio se eleva mucho más. (También se come en Japón, Corea, Singapur y Taiwan.)

El pepino de mar es el oro de la pesca en la actualidad y, como al oro, donde lo encuentran, lo sacan y lo sacan, hasta que ya no queda nada. En Campeche, abundaba esta especie, pero entre 2010 y 2014 fue completamente exterminada por la pesca voraz. El pepino de mar fue la manera fácil de obtener mucho dinero para los pescadores locales, pues se encontraba en todos lados y literalmente a la mano. Cuando se acabó el pepino “fácil” de la zona rivereña, fue necesario ir a buscarlo en lo profundo del mar, y con el delirante arrebato que generan las ganancias rápidas se metieron a bucear sin entrenamiento ni equipo, lo que provocó que varios pescadores murieran por no descomprimirse. Aun así, los pescadores campechanos lo sacaban como locos –y a lo loco– para venderlo a los barcos chinos que merodean el litoral de la península yucateca. Finalmente, tras dos años de pesca frenética, el pepino de mar se acabó en Campeche y esto ocasionó un gran problema, pues el ecosistema marino se alteró: sin los pepinos ya no había quién hiciera la limpieza. Esto afectó a varias especies, incluyendo algunas de las que suelen vivir los pescadores, así que, a la larga, una de las especies más afectadas por la extinción del pepino de mar resultó ser el pescador campechano.

El Gobierno mexicano reaccionó tardíamente (como siempre), y prohibió la pesca del pepino de mar con cárcel y multas, y con ese entusiasmo mexicano de penar que todo se resuelve con leyes. Pero ahora, cuando se da el remoto caso de que pesquen algún pepino de mar y, después, si se da el aún más remoto caso de que los capturen haciéndolo, los pescadores hacen protestas para sacar de la cárcel al compañero detenido, los políticos campechanos no aguantan la presión y, para sacar del bote al pescador que violó la ley, ellos terminan pagando la multa para liberarlo legalmente;  desde luego, no lo hacen con su dinero, sino con la lana de nuestros impuestos. ¿Y qué es lo que hace el pescador una vez que recupera su libertad? ¡Exacto! Se va a buscar más pepinos de mar.

La única solución a la crisis del pepino de mar es cultivarlo en granjas, pues así se mantiene el negocio sin extinguir a la especie. El Instituto Tecnológico de Lerma, Campeche, en colaboración con la empresa mexicana Acuacultura 2000, en un proyecto liderado por el Oceanógrafo Roberto Aguilera, han generado ya un paquete tecnológico para el cultivo de pepino de mar en México. Yo tuve la oportunidad de visitar sus laboratorios y vi los jóvenes pepinos de mar por miles, en una saludable, tranquila de feliz engorda, un estilo de vida muy campechano. Este será el remedio que salvará a la especie, volverá a limpiar el mar mexicano y de paso producirá riqueza y empleos para el país, el inconveniente es que estas granjas requerirán mucha seguridad, pues me comentan que cultivar pepino de mar es como tener una joyería. Como siempre, toda solución genera un nuevo problema.

Precios en dólares del kilo 
de diferentes alimentos acuáticos en 2016
Especie Precio
Tilapia 3
Camarón 12
Salmón 21
Langosta (sólo la cola) 45
Pepino de mar 900

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SABIDURÍA DE LA BELLEZA

Sabiduría de la belleza

Por cientos de años la cultura japonesa han tenido un lugar privilegiado dentro de la historia de la cosmética por la belleza de su piel, gracias a un constante cuidado de su cutis por medio de rutinas de limpieza diaria.

Eishodo se crea para compartir los secretos de oriente, aplicados a los requerimientos de las pieles occidentales. Nuestros productos contienen toda la sabiduría de la belleza japonesa en el tratamiento de pieles infantiles, femeninas y masculinas que llevan al camino de la fuente de la eterna juventud. Línea de productos elaboradas con elementos naturales (plantas, flores y semillas) usados ancestralmente en Japón para el cuidado de la piel facial, hoy adoptados a la piel occidental. La formulación zen, con pocos ingredientes, altamente efectivos y poderosos para el cuidado del cutis en equilibrio perfecto. Aseguramos los mayores beneficios para la piel con productos libres de tóxicos y parabenos. Eishodo hace un verdadero efecto Detox, perfectamente equilibrados para el cutis occidental.

Nuestros productos destacados:

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  • Exfoliantes
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CORAZÓN LACANDÓN

Corazón Lacandón

POR JULIETA SÁNCHEZ

Son las seis de la mañana y el calor ya se siente en todo el cuerpo. Viajamos por carretera hacia el municipio de Ocosingo, donde se encuentra Frontera Corozal, en el estado de Chiapas. El aire acondicionado resulta insuficiente con una humedad del 65 por ciento.

A lo largo de los 163 kilómetros de recorrido, la vegetación exuberante se combina con zonas áridas y deforestadas. En algunos puntos a la orilla de la carretera, se levantan pequeños poblados con escuelas y tiendas donde ofrecen hasta gasolina, un bien escaso y preciado por estos caminos desconocidos para muchos mexicanos.

Después de casi tres horas, llegamos a la orilla del río Usumacinta, donde hay pequeñas construcciones de madera y techos de palma. Se deben pagar 20 pesos en la “Caseta de Cobro Ecoturística”, más 65 pesos por la entrada a Yaxchilán, y después 200 pesos por persona por la renta de una lancha.

Aquí por fin hay buena señal de internet, pero nuestra conexión con el mundo exterior apenas durará lo que tarden en asignarnos la lancha.

Unos minutos más tarde, navegamos por el río Usumacinta, que separa a México de Guatemala. De hecho, sólo 200 metros de río nos separan de Bethel, un poblado que está al otro lado de la frontera. Dejamos atrás las pequeñas chozas y nos internamos por una exuberante zona de vegetación; el conductor detiene la lancha y la acomoda en el margen izquierdo del río. Nos pide guardar silencio. De repente, algo emerge del agua y se vuelve a sumergir; enseguida un golpe sacude la lancha desde abajo. Es un cocodrilo que se camufla entre el color de ramas y el agua con tierra. Tras golpearnos, se aleja.

Cuarenta minutos de recorrido pasan antes de que lleguemos a Yaxchilán, donde la vegetación tiene diferentes tonalidades de verde. Nos sentimos envueltos por helechos, bromelias y musgos. Nos piden observar detenidamente las copas de los árboles (ceibas, cedros), que se elevan entre 20 y 40 metros.

Un alarido rompe el silencio. El sonido es fuerte y atemorizante. Si es tu primera vez en la selva seguro te provocará un sobresalto. Después verás que se acercan algunos monos zaraguatos, a quienes les gusta gritar desde lo alto de los árboles; aunque son animales inofensivos, su sonido es impresionante. Pronto varias criaturas lo imitan; llegan más monos, que se columpian entre las ramas.

Una sensación nueva, tal vez un poco claustrofóbica, nos invade. Los rayos solares prácticamente no pueden atravesar el denso follaje de las copas de los árboles. Entre las sombras, vemos pasar a una madre zaraguata cargando a cuestas a su cría. Debemos seguir nuestro camino porque aún no hemos llegado a nuestro destino. Nos dirigimos al “edificio 19”, conocido también como El Laberinto, dentro de la Zona Arqueológica de Yaxchilán, aunque podemos recorrer en la oscuridad sus cuartos donde habitan pequeños murciélagos inofensivos, pues su dieta es a base de frutas.

Llegamos al edificio de la Gran Acrópolis, lugar estratégico de la cultura maya, y luego volvemos a tomar camino rumbo a Bonampak.

Cuarenta minutos después estamos en la localidad Lacanjá Chansayab. Este lugar pertenece a una comunidad lacandona integrada por 11 familias. Aquí viven 263 personas. 80 % de ellas participa del turismo, por lo que podría decirse que es su principal actividad económica. El resto se dedica a la agricultura.

En esta comunidad conocemos a Elías Chan Bor Yuk, presidente de la Cooperativa Jaguar Ojo Anudado II, quien nos lleva en su camioneta hasta Bonampak. Todavía faltan nueve kilómetros más por una vereda rodeada de árboles de cedro y palo de rosa. También hay caoba.

“Estamos reforestando esta zona”, explica Elías. Y es que la tala de árboles ha sido por años una de las principales amenazas para la conservación de la Selva Lacandona, de la cual apenas quedan unas 420 000 hectáreas. La depredación fue voraz sobre todo por que la caoba es considerada una madera preciosa; uno de los árboles más valiosos de América Latina.

Pero otras actividades humanas, como la agricultura o la ganadería extensivas, introducidas sobre todo por pobladores de comunidades aledañas a la Reserva de Montes Azules, cerca del pueblo de Chajul, fueron también un factor determinante en la destrucción de este patrimonio natural.

Por ello, los lacandones de esta zona, que antes sembraban maíz, ahora ven el turismo de naturaleza como su única oportunidad de manutención.

Los lacandones necesitaron 15 años de planeación para consolidar esta propuesta ecoturística y que fuera sostenible. No sólo se trata de organizar excursiones para turistas, sino de trabajar a fin de mantener el entorno natural saludable y, por tanto, rentable. Han recibido capacitación como prestadores de servicios ecoturísticos y además, explican esto a quienes los visitan, transmiten esa conciencia y responsabilidad también al viajero.

Finalmente llegamos a Bonampak, que se encuentra cerca del río Lacanjá, y nos dirigimos al campamento, donde un sonido envolvente de agua nos hace voltear. A unos cuantos metros hay una cascada cuya brisa nos refresca el rostro. Pero vamos hacia el comedor, donde una sopa, un guisado acompañado de tortillas de maíz y agua de fruta nos saben a gloria. Las mujeres de la comunidad se encargan de cocinar. Y es que cada habitante de este terreno comunal tiene una labor en el campamento.

Por ejemplo, Daniel Chankin nos llevará a practicar rafting y a pasear por el río Lacanjá. Para ello, tendremos que adentrarnos más entre la densa vegetación selvática y cruzar algunos puentes hechos con madera. Si tenemos suerte, veremos algunos animales endémicos. Este lugar es el hogar de las guacamayas rojas, especie que tras haber estado en peligro de extinción hace 20 años, hoy se ha recuperado gracias a que los pobladores aledaños a la Reserva de Montes Azules participaron en programas de conservación y crianza a finales de los años 90. Pero cuidado, aquí también vive una de las serpientes más venenosas que existen en México, la nauyaca, por lo que debemos siempre tener mucho cuidado y mirar dónde pisamos.

Por desgracia, algunas especies todavía están amenazadas, ya sea por el impacto ambiental y el deterioro del ecosistema, como por el saqueo de traficantes de especies de fauna. Entre las más vulnerables se cuentan el hocofaisán, el quetzal y el jaguar.

Los pioneros

En los años cincuenta, el arqueólogo danés Frans Blom y la horticultora suiza Gertrude Duby fundaron en San Cristobal de las Casas un centro de investigación dedicado a la conservación del patrimonio cultural y ecológico de Chiapas. A partir de este, diseñaron un proyecto de investigación en torno a la selva y la cultura lacandona. Ellos fueron de los primeros extranjeros en entrar al territorio lacandón y se volvieron amigos de los indígenas. En los años ochenta este proyecto se convirtió en una asociación civil, y la que fuera su casa hoy en día es el Museo Na Bolom, donde además de promover la cultura lacandona y exhibir las piezas que los fundadores obtuvieron en sus expediciones de investigación durante años de viajes a la selva, también se ofrece hospedaje, estancias de investigación y se organizan viajes a la selva.

Tal como hacían los fundadores cuando llevaban investigadores y exploradores a la selva, en la asociación civil se organizan y venden estos viajes con un enfoque más académico que turístico. Los interesados pimero se hospedan en el hotel y luego son llevados a un campamento también operado por lacandones, en la selva. Con el dinero generado mantienen otros proyectos; resaltan el de reforestación, el Fondo Médico Lacandón y un programa artesanal maya que enseña a los artesanos a comercializar sus productos, mismos que incluso pueden adquirirse directamente con ellos, pues los ofrecen en el museo.

Las expediciones a la selva son encabezadas por Beatriz, o mejor dicho, doña Bety, como todos le dicen con afecto y respeto, por haber sido como una hija adoptiva para Fans y Gertrude. A sus 87 años, esta mujer sigue viajando al corazón de la selva, para compartir con los visitantes ese mundo que a ella misma la maravilló desde que era apenas una adolescente y que le hizo echar raíces tan profundas como las de las ceibas, esos árboles sagrados que velan por la paz y la supervivencia de los mayas lacandones.   

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/corazon-lacandon/

REGENERACIÓN DE LA PIEL – ESPONJAS KONJAC

Esponjas Konjac Skincare

Las esponjas Konjac están hechas a base de raíces de una patata llamada Konjac originaria de asia, Konjac es 100% natural y biodegradable.

Limpia con un suave efecto exfoliante que elimina las células muertas, las bacterias, la suciedad y la grasa. Además, deja tras de sí una película para nutrir y mejorar la barrera protectora de la piel.

Estimula la circulación y la regeneración de la piel, dejándola limpia y fresca sin ningún tipo de irritación.

Tiene un alto contenido en fibra, además de fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio y vitaminas A, E, D y C

Tenemos 7 tipos de konjac para cada tipo de piel.

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Teléfono: (33)161-17904

CHINAMPA EN LA CIUDAD

Chinampa en la ciudad

POR ALEJANDRA DEL CASTILLO

Don Dionisio Eslava está parado de manera firme como un ahuejote frente a la estación Xochimilco del tren ligero; con la mochila al hombro espera a los voluntarios que vendrán este día a trabajar. Cuando el grupo está reunido, avanza por los laberintos de los barrios xochimilcas hasta llegar al embarcadero.

No es un embarcadero turístico y pronto los ojos lo descubrirán. Es un embarcadero de barrio para la gente que se transporta de sus hogares en las chinampas a tierra firme.

Cuando todos están abordo encaja su remo autóctono hasta el fondo y abre camino hacia el canal. Rema y platica. Espera conocer a sus visitantes, quiere saber de dónde vienen y qué esperan de la experiencia del día de voluntariado.

El camino es una estampa de lo que es la vida en las chinampas. Las casitas y la música que emana de cada una de ellas. Las familias que trabajan en sus tierras flotantes y saludan al pasar. La flora y la fauna del lugar.

Todos están ahí por los axolotes, esos seres únicos de esta región que aunque no parezca, todavía es parte de la gran Ciudad de México. Han venido porque saben que estos animalitos están en peligro de extinción, y lo están desde hace mucho tiempo.

Los axolotes son el corazón del proyecto Umbral Axochiatl, la organización que preside don Dionisio, junto con otros campesinos del lugar.

El axolote es una especie endémica exclusiva de la zona lacustre de Xochimilco, lleva información genética de la salamandra pero su característica principal es que se conserva en estado larvario toda su vida. Mantiene su cola y sus branquias, no sale a la tierra porque ha preferido permanecer en el fondo de estos canales.

EFECTO TILAPIA

En el orden del mundo, tal cual lo cuenta el efecto mariposa, basta batir las alas de ese pequeño insecto, para provocar un huracán en otra parte del planeta y justo así sucedió con la tilapia.

Es un pez africano mejor conocido como ‘mojarra’. Su introducción a los canales de Xochimilco sucedió en la década de los 70,  lo cual no tenía una mala intención, por el contrario, se había pensado que su presencia podría contribuir a limpiar los canales. Se creyó que incluirla en el ecosistema tendría beneficios comerciales, sin embargo generó un caos en el orden natural de Xochimilco. Así fue que la paz y el equilibrio ecológico se rompieron.

La tilapia y la carpa se convirtieron en los principales depredadores del axolote. Mientras dichas especies encontraron un gran lugar para vivir, alimentarse y reproducirse en ausencia de su depredador natural, la población de axolotes comenzó a disminuir al formar parte de su alimento.

Sin embargo, no es sólo ese el problema pues la tilapia, en busca de mejores condiciones para su reproducción, ha desgranado y erosionado las paredes de las chinampas al construir cuevas en sus límites, por lo que ya atenta asimismo contra la preservación de la chinampería.

AXOLOTE GUERRERO

Don Dionisio viene de una familia de campesinos hasta donde la memoria le da para recordar, tiene 64 años y en sus recuerdos todavía puede ver cómo corrían los hilos de agua entre los zurcos de la chinampa cuando sembraba junto a su padre. Un poco más atrás escucha las palabras de su abuela quien le decía que lo tenían todo, cuando en las noches salían a cuidar sus tierras. Entonces podía oler la vida y contemplar las chinampas blanqueadas de nube.

Él sabe que era diferente y que volver los pasos atrás requiere tiempo. El mismo tiempo que le da a una semilla para germinar y esperar que ofrezca una respuesta en la tierra. Don Dionisio también siembra conciencia. Quiere compartir la tierra, su magia y el sentido de pertenencia, sabe que el camino para volver es largo, pero como un hombre sabio que rinde tributo a sus ancestros está dispuesto a esperar.

Para que el axolote recupere y regrese a su hábitat no sólo hay que cuidar de él, controlar a la tilapia y la carpa; para devolverle su entorno natural se requiere trabajar la tierra y el agua, y muchas, muchas manos.

Cuando Dionisio atranca en la chinampa de educación ambiental, está listo para compartir que aquella chinampa estaba dormida, pero ya no. Que el trabajo con la tierra empezó cuando retiraron los montones de basura que la cubrían. Que prepararon la tierra con la desintegración de la vegetación acuática para comenzar a sembrar. Que el mejor lodo para sembrar no es ni güero ni muy negro, es cremoso. Que ya tienen un baño seco para generar fertilizante. Que todo crece natural, sin químicos ni fertilizantes externos. Que todo ahí es importante: las lombrices, los caracoles, las abejas y que esas pequeñas plantitas que se ven, pronto darán chile chinampero. Que también hay maíz, cebolla, margaritón, coliflor, brócoli y que trabajan en la conformación de un banco de semillas.

Explicará que la importancia de las chinampas es que sirven de filtros para que el agua llegue al subsuelo y que se convierten en sumideros naturales de carbono y por tanto son liberadoras de oxígeno. Y en todo este proceso, también generan alimento.

Pero la explicación y el conocimiento no bastan: hay que empezar a trabajar.

Nadie se queda sin hacer nada y para cada visita hay una actividad designada: preparar la tierra, sembrar, regar o limpiar el agua del canal a fin de que los axolotes vuelvan a ella en espacios reservados.

Don Dionisio no desperdicia ni un par de manos y aunque sabe que el campesino se siente abandonado en sus procesos, parece que los voluntarios inyectan en él la fuerza para trabajar todavía más duro.

En su labor, no sólo trabaja por el axolote y la chinampa, trabaja porque quiere que los voluntarios se lleven la chinampa a la ciudad. Entonces tiene conciencia de cuando la gente que lo acompaña hace contacto con los elementos: la tierra, el aire, el agua, el sol y a veces los invita a que se quiten los zapatos para que sientan el cosquilleo que produce la tierra cuando la planta de los pies se siembra en la chinampa.

Voluntarios van y vienen. Grupos escolares, activistas, boy scouts, universitarios o personas que se presentan por iniciativa personal. Algunos han hecho del trabajo en la chinampa un hábito, como una familia que vuelve cada quince días y que ha preparado la tierra, sembrado maíz y lo ha cosechado en dos ocasiones. Dice don Dionisio que ha visto cómo se organizan y estrechan un lazo fraterno entre la familia y con la tierra. También sabe que después de que los voluntarios vuelven tres o cuatro veces y comienzan a preguntar, están listos para que la chinampa se vaya a sus jardines, a los árboles de la banqueta o a sus macetas, porque parte del aprendizaje corresponde a la apropiación del conocimiento y a la conciencia de la biodiversidad.

La última parada del voluntariado es la estación biológica, ahí están los axolotes que se preparan para poblar de nuevo los canales. La visita es para conocerlos y hablar de ellos, reconocer su importancia y lo que representan en la identidad de un pueblo xochimilca orgulloso del camino que significa volver a sus raíces.

Parece que la visita al pequeño axolote es para decirle que hay mucho trabajo por hacer con la tierra si queremos que ellos vuelvan a los canales y a vivir de las chinampas.

Sembrar un árbol en la vida no es suficiente, la organización Umbral Axochiatl tiene un ejército de 11 mil ahuejotes para reforestar. Los ahuejotes son los árboles que anclan las chinampas en los bordes del canal.

Se necesitan muchas manos para el voluntariado y la reforestación.

Si estás interesado en participar, llama a don Dionisio: 044 55 6882 0974.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/chinampa-en-la-ciudad/

SÚPER ALIMENTOS BIO

SÚPER ALIMENTOS BIO

UNA REVOLUCIÓN DENTRO DE LA NUTRICIÓN

Cada vez tenemos más productos en el mercado para cuidar nuestra alimentación y nuestra salud, los Superalimentos Bio o Supralimentos Bio son una de las mejores opciones para ello dentro del mundo de la nutrición.

Una de las marcas que sobresale por su trayectoria, variedad y calidad y que comercializa este tipo de complementos nutricionales, es El Granero Integral. Especializada sobre todo en productos ecológicos, es líder en el sector bio por sus productos de alimentación, complementos alimenticios, productos refrigerados, cosmética y aromaterapia.

 

Con su nueva gama de Supralimentos Bio podrás obtener todos los beneficios concentrados de los ingredientes crudos en polvo de las diferentes variedades específicas para cada problema o utilidad concreta. Con estos Superalimentos o Supralimentos Bio provenientes de cultivo ecológico certificado y elaborados con las mejores materias primas  y cumpliendo los más altos estándares de calidad, conseguirás con los Superalimentos Bio, una revolución dentro de la nutrición, aportando un extra de nutrientes necesarios para seguir tu ritmo de vida con una mayor energía y vitalidad.

El kale es una col rizada perteneciente al grupo de las plantas crucíferas, con la que se pueden realizar muchas recetas de cocina o incorporarla en crudo a los famosos smoothies verdes, ya que de esa manera no pierde ninguna de sus beneficiosas propiedades. Puedes buscar dentro de la página web de El Granero Integral alguna receta que se adapte a tus comidas o probar otras nuevas para añadir este Supralimento Kale Bio.

Esta verdura destaca por su composición, que aporta una gran variedad de nutrientes:

Rico en calcio, aporta una mayor cantidad de calcio 100 g  de esta verdura, que los 100 ml de un vaso de leche. Además, se asimila mejor por su bajo contenido en ácido oxálico.

Fuente de hierro, 100 kcal de kale nos suponen 3 mg de hierro, mientras que 100kcal de carne de vacuno equivalen a solo 1.3 mg de hierro.

Con una gran concentración en ácidos grasos omega-3 y omega-6, que favorecen la acción antiinflamatoria.

Una “bomba” antioxidante, que está presente en las hojas de color verde y que protegen de la oxidación de los radicales libres.

Vitamina A, para mantener una buena visión.

Vitamina C, para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

Vitamina K, esencial para mantener los huesos sanos, nivelar los niveles de azúcar y ayudar a la actividad arterial.

Su riqueza en enzimas sulfurosas promueven la regeneración y purificación del hígado, además de estimular la producción de bilis.

La acerola es otro de los superalimentos que deberíamos a incorporar a nuestra dieta diaria para conseguir esa cantidad de vitamina C que de otra manera sería imposible obtener. La encontramos junto a la Rosa Mosqueta y al Maqui, en el Supralimento Antiox Bio. Un cóctel perfecto que hará las delicias de los más exigentes, indicado para aquellos que requieren un gran aporte de alimentos antioxidantes.

Se trata de un pequeño fruto, parecido a una cereza, que sobresale además por su acción antibacteriana debido a los compuestos fenólicos que contiene. Posee una gran proporción de antioxidantes, imprescindibles para un cuidado “antiaging”. Pero no se quedan ahí sus maravillosas características: tiene efectos cardiosaludables y antihistamínicos, ayuda a regular los niveles de glucosa y luchar contra la anemia ferropénica  (la vitamina C aumenta la absorción de hierro) y la artritis (formación del colágeno).

Empieza ya a cuidarte por dentro con estos productos concentrados, como son los Supralimentos Bio de El Granero Integral que con muy poca cantidad dan mucho beneficio y los resultados saltan a la vista.

Fuente: http://www.concienciaeco.com/2016/07/13/superalimentos-bio-una-revolucion-dentro-de-la-nutricion/

 

BUSCADOR DE DRAGONCITOS

Buscador de ‘dragoncitos’

Por Miriam Canales  

Hurgando entre lotes baldíos de la colonia capitalina Del Valle en busca de lagartijas, sapos y ranas junto a constantes viajes familiares a Cuyutlán, Colima, fue que desarrolló una afición hacia los reptiles desde la infancia, nutrida con lecturas didácticas. Lo que comenzó como un juego de niños se transformó en una actividad profesional adulta que ha contribuido en proyectos trascendentes. Walter Schmidt, investigador mexicano de origen alemán, es más conocido por su perfil periodístico, por dirigir la revista Sonido y como músico experimental con grupos como Decibel o Size desde hace 40 años; sin embargo, su labor para proteger a los reptiles Abronia es otra de sus facetas destacables.

“Una señora vecina mía era maestra de biología; me invitaba a sus clases y me mostraba libros de animales, me regaló preparaciones para microscopio y otras cosas. A unas cuadras de mi casa había un depósito de materiales para laboratorio y ahí compré tubos de ensayo, bisturí, etcétera, para hacer mis primeras disecciones”, menciona como parte de la génesis de esta labor independiente de investigación que lo ha llevado a colaborar con la UNAM y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) en estudios más acuciosos. Es tanto su interés hacia estos saurios que tomó su nombre a fin de bautizar un sello musical independiente. De este modo también logró una mayor afinidad con el fallecido cantante Jaime Keller (alias Illy Bleeding y vocalista de Size), quien también se interesaba en ellos y que tuvo en su haber una colección de iguanas.

En México se divulgan otros conflictos ecológicos como incendios forestales, talas inmoderadas o se promueve la protección de otras especies más mediáticas. En cambio, Schmidt ha abogado por el género Abronia –se le ha llamado coloquialmente “escorpiones” o “dragoncitos”– y su preservación. Se trata de un reptil propio de América Central, arborícola, que se encuentra en árboles hasta de 40 metros de alto, a punto de la extinción y codiciado por el tráfico internacional. En México abundan más de veinte especies de “dragoncitos” que no existen en ninguna otra parte del mundo. No hay informes acerca de muchas de ellas, pues se conocen únicamente por uno o dos ejemplares en colecciones científicas. Durante cuatro años participó en varios proyectos de lagartijas como Sceloporus, Gerrhonotus, Xenosaurus, lo cual lo llevó a recorrer todos los estados de la República Mexicana y colaborar con el herpetólogo norteamericano Hobart M. Smith, pionero y padre de la herpetología mexicana poco antes de su muerte en 2013.

“Yo me considero más bien una especie de naturalista a la antigua, aunque trabajo con profesionales de la Herpetología”, revela Schmidt, quien no se define a sí mismo como un “protector de fauna”. No obstante, dentro de su trabajo ha destacado como recolector de ejemplares en el Museo de Zoología de la UNAM, ha contribuido en el hallazgo de diversas especies de lagartijas de géneros como Xenosaurus, Barisia y en la descripción del Xenosaura mendozai durante una expedición en la Sierra Gorda de Querétaro junto a Fernando Mendoza Quijano.

Por otro lado, manifiesta que los esfuerzos en México han sido lentos y que el camino para la protección ambiental ha sido sinuoso: “En México aún falta mucho por explorar. Existen grandes áreas del país que son prácticamente desconocidas para la ciencia como la Sierra Madre del Sur de Guerrero o la región de los Chimalapas en los límites entre Oaxaca y Chiapas. Muy probablemente muchas especies que se han extinguido o desaparecerán sin haber sido descritas, y no sólo reptiles o anfibios, sino toda clase de animales y plantas”.

En México, el mundo de las abronias todavía es un misterio que espera ser revelado. Entre las mayores desventajas que encuentra para la conservación ecológica en general son los presupuestos, y que otras especies han recibido más atención tanto de medios como del Gobierno –el borrego cimarrón, las tortugas y aves como guacamayas y pericos. “Ni siquiera contamos con una protección efectiva de nuestras áreas naturales protegidas por falta de personal y presupuesto. Tampoco conocemos con exactitud su estado de conservación o deterioro. Es muy difícil hacer un programa de conservación que incluya todos los diferentes ecosistemas que están amenazados por la actividad humana. En este sentido el estado de Chiapas merece mención especial por los esfuerzos que realizan por conservar la naturaleza”.

Considera que se requieren más estudios para conocer el tamaño de sus poblaciones y descubrir las nuevas especies que en muchos casos se encuentran en zonas de conflicto o áreas remotas de difícil acceso: “No se conoce el tamaño de las poblaciones de la Abronia. Yo participé en la evaluación de una Abronia gramínea en Puebla-Veracruz y se calcularon diez mil ejemplares, pero muchas especies tienen una distribución restringida a un sólo cerro y además son raras en su hábitat natural”.

Mientras tanto, otros países más pequeños, como Guatemala, han pugnado más por la conservación de los “dragoncitos”. En 2014 se les incluyó en una serie de sellos postales y hasta se les ha llamado “los nuevos embajadores de Guatemala” como una novedosa carta de presentación a nivel mundial, lejos de estereotipos y lugares comunes. México y Guatemala comparten algunas especies, como la venenosa Heloderma o los Coritofánidos. Sus discrepancias radican en diversos factores. “Las políticas y los proyectos de cada país son distintos e independientes”.

Aunque México se desenvuelve entre polémicas políticas y otros escándalos sociales, su vasta biodiversidad no puede soslayarse, un tema a considerar dentro de las agendas electorales y los medios de comunicación. “La riqueza faunística de México es gigantesca, somos un país con una megabiodiversidad. Nosotros tenemos una realidad más compleja y más problemas que atender”.

 

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
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Fuente: www.revistacambio.com.mx/tecno/buscador-de-dragoncitos/