Se ideó un inédito método que convierte el contaminante lactosuero en ácido láctico, que a su vez puede transformarse en plástico biodegradable
Por: Ecoosfera
Es curioso, pero muchos de los desechos orgánicos pueden emplearse para fabricar productos sintéticos. Ahora que el plástico derivado de hidrocarburos ha inundado nuestra vida cotidiana y con ello contaminado nuestros mares, ríos y entorno en general (sobre todo por su larga vida), poco a poco van emergiendo nuevas fórmulas gracias a alternativas para generar plástico biodegradable. ¿Quién dijo que todo lo desechable habría de ser contaminante?
Un grupo de mexicanos de la empresa de biorefinería Xeiba Nutraingredients ha ideado una forma inédita para generar plástico biodegradable, entre muchos otros productos. El aliciente es inesperado: se trata del lactosuero, un desecho contaminante de la industria quesera que, como su nombre alude, proviene de la leche. 90% del total de la leche usada por la industria quesera en México es eliminado en forma de lactosuero, el cual retiene cerca de 55% del total de ingredientes de la leche como la lactosa, proteínas solubles, lípidos y sales minerales; por ello, también es una fuente rica de nutrientes que sirven para elaborar suplementos alimenticios.
Aunque se trata de un desecho orgánico el lactosuero es altamente contaminante, pues altera las propiedades del suelo y contamina el agua, disminuyendo las posibilidades de vida en ella. En México cada año son eliminadas, sin tratamiento alguno, 6 mil toneladas de lactosuero. Por esta problemática la empresa de biorefinería Xeiba Nutraingredients descubrió este año, para un concurso de empresas verdes, cómo transformar el lactosuero en ácido láctico, el cual, además de servir para usos como fabricación de ropa (funciona como el nylon), cubiertos, productos con aplicaciones médicas como prótesis, tornillos y agujas, así como prototipos en 3D, también es útil para suplementos alimenticios, barras energéticas, probióticos, conservadores naturales y plástico biodegradable (PLA).
Sobre todo la última alternativa, el plástico biodegradable (PLA), ha resultado en una opción que suena atractiva no sólo para la industria, sino vívidamente positiva para el medio ambiente. Antes de este invento el ácido láctico se extraía del almidón de maíz, de la yuca o de la caña de azúcar, pero ahora se ha encontrado una manera de evitar dos tipos inminentes de contaminación: el derivado del lactosuero y el del plástico tal como lo conocemos.
La aplicación efectiva de la iniciativa ‘Cielo Único Europeo’ y una mejora de la arquitectura del espacio aéreo europeo contribuiría a reducir al menos en un 10% de las emisiones de CO2, según el ‘lobby’ aéreo A4E (Airlines for Europe), lo que permitiría que el transporte aéreo fuera “aún más sostenible en el futuro”, por ello la industria reclama su puesta en marcha, al tiempo que pide “políticas inteligentes” e iniciativas para mayores progresos en la investigación de combustibles sostenibles, entre otras alternativas.
La asociación A4E, que engloba a las cinco grandes compañías europeas –Lufthansa, Ryanair, IAG, Air France-KLM y la británica easyJet– entre otras aerolíneas, ha celebrado hoy en Bruselas su tercera cumbre anual en la que se han comprometido a fijar metas de sostenibilidad para apoyar los objetivos de la Unión Europea (UE). La A4E, junto con la industria del transporte aéreo de la UE, se encargará de elaborar una hoja de ruta para definir la manera en que “una combinación de medidas y políticas adecuadas” podrían ayudar al sector aéreo a cumplir dichos objetivos.
La industria aérea ya cuenta con soluciones para reducir el impacto climático de la aviación en los próximos 10 a 15 años, como una “mayor utilización de carburantes sostenibles y la modernización de la flota, que según la A4E, deben acompañarse de la resolución urgente de los actuales problemas de ineficiencia del espacio aéreo para “sacar un mayor partido” a las medidas que ya vienen aplicando las compañías aéreas. “Estamos convencidos de que las compañías aéreas en la UE, y Europa en general, pueden ir más lejos para dirigir el desarrollo de una hoja de ruta para una aviación sostenible”, ha afirmado hoy el director general de Airlines for Europe, Thomas Reynaert.
Iniciativas a la investigación.
Así, considera que aunque los niveles de eficiencia del combustible de aviación han mejorado en un 2% al año en Europa, se “podrían realizar más progresos significativos de este tipo si actuales iniciativas de investigación y desarrollo, como las tecnologías de motores eléctricos e híbridos y los combustibles sostenibles alternativos estuvieran mejor financiadas y si se tomaran las decisión políticas apropiadas para eliminar los obstáculos existentes”.
Las compañías aéreas europeas han ahorrado 20 millones de toneladas de emisiones de CO2 desde el año 2014, lo que equivale a 1,6 millones de vuelos dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) o a cien días de vuelo, según se desprende de un nuevo estudio, publicado por SEO Economics en febrero de este año, sobre el impacto medioambiental de las interrupciones al tráfico e ineficiencias en el espacio aéreo europeo.
La A4E, junto con la industria del transporte aéreo de la UE, se encargará de elaborar una hoja de ruta para definir la manera en que “una combinación de medidas y políticas adecuadas” podrían ayudar al sector aéreo a cumplir dichos objetivos.
Desde la A4E se considera que las perturbaciones del tráfico aéreo y un sistema ineficiente está socavando los esfuerzos actuales y representan “obstáculos” para los futuros objetivos de la sostenibilidad de las compañías aéreas de la UE, que “deben ser resueltos urgentemente”. “Los gobiernos comparten la responsabilidad y deben permitir que se establezcan nuevos conceptos operativos más eficientes. La industria necesita más apoyo en cuanto a los esfuerzos realizados para reducir la dependencia a los combustibles fósiles”, ha concluido Reynaert.
El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, ésta es importante porque contribuye a la sustentabilidad, la productividad, la competitividad, a reducir la contaminación y a mejorar la salud pública, a una mayor prosperidad y la reducción de la huella de carbono (GEI emitidos por individuos, empresas, transporte, etc., medidos en CO2).
Por: Secretaría de energía
Aprovechar sustentablemente la energía a través de la eficiencia energética requiere un cambio de comportamiento para mejorar la calidad de vida en los hogares, en las empresas, en los edificios fomentando el uso de nuevas tecnologías. Actualmente, el Gobierno de la República trabaja en las siguientes acciones:
a. Sustitución de focos por lámparas flourescentes compactas en zonas rurales.
b. Promoción de uso de electrodomésticos con estándares de eficiencia energética a través de las Normas Oficiales Mexicanas.
c. Implementación de sistemas de gestión de la energía, para generar ahorros en edificios de la Administración Pública Federal, empresas, hospitales, hoteles, grandes usuarios de energía, sector residencial, así como pequeñas y medianas empresas.
d. La obligatoriedad para que se construyan viviendas con envolventes adecuadas, aislamientos térmicos, ventanas, así como otros sistemas que reduzcan los costos del uso de acondicionadores o calentadores, evitando el subsecuente aumento en las tarifas de luz, a través de la promoción de estándares de eficiencia energética a través de las Normas Oficiales Mexicanas
e. Sustitución de tecnologías ineficientes en materia de iluminación y acondicionamiento de espacios en las pequeñas y medianas empresas
f. Generación de capacidades y sustitución de tecnologías ineficientes de alumbrado público, bombeo de agua y acondicionamiento de edificios en ciudades.
Todas estas acciones nos permiten reducir nuestro consumo energético y enfrentar los efectos del cambio climático y contribuimos para tener un planeta más seguro y limpio.
Producir una camisa de algodón implica consumir lo suficiente para cubrir las necesidades de hidratación de una persona durante dos años y medio, reportan Elizabeth Reichart y Deborah Drew.
Por: Ecoosfera
Piensa en todas las prendas de vestir, como suéteres y bufandas, que fueron regaladas durante la temporada navideña pasada. ¿Cuántas veces serán usadas antes de ser desechadas?
Probablemente menos veces de las que crees. ¡Tan sólo lo equivalente a un autobús lleno de ropa es incendiado o depositado en algún vertedero cada segundo! El consumidor de ropa promedio compró 60 por ciento más prendas en 2014 que en el año 2000, y además conservó cada pieza menos de la mitad del tiempo que 14 años atrás.
Lejos están los días en los que las personas adquirían una camisa y la utilizaban durante varios años. En un mundo con una acelerada demanda de ropa, los consumidores pueden, cada vez más, permitirse adquirir ropa nueva después de haber usado otras prendas unas cuantas veces. Hay modelos de negocio enteros cimentados bajo la premisa de la “moda rápida”, que abastecen al mercado de ropa barata y rápida para que los consumidores la usen durante cortas y efímeras temporadas.
Este modelo lineal de comprar, usar y desechar rápidamente la ropa, afecta negativamente a las personas y a los recursos del planeta. Presentamos aquí un vistazo a algunos de los impactos económicos, sociales y ambientales de la moda rápida.
Impactos económicos
De acuerdo con la Fundación Ellen McArthur, la producción de ropa se ha multiplicado al doble durante los últimos 15 años, impulsada por el crecimiento de la población de clase media en todo el mundo y el aumento de las ventas per cápita en los países desarrollados. Se estima que para 2050, el Producto Interno Bruto global aumentará un 400 por ciento, lo que significará una mayor demanda de ropa.
Sin embargo, esto podría ser también una oportunidad para mejorar. Un reporte informa que, si se abordaran los problemas ambientales y sociales creados por la industria textil, habría beneficios económicos globales de hasta 192 mil millones de dólares para el año 2030. El valor anual de la ropa desechada prematuramente es de más de 400 mil millones de dólares.
¿Qué podemos hacer?
¿Cómo es una industria de ropa más sostenible y cómo llegamos a ella? Estamos empezando a ver algunos signos tempranos de una transición en la industria. Los modelos de negocio enfocados en extender el ciclo de vida de la ropa, como Rent the Runway y Gwynnie Bee, son los inicios de una industria que busca promover la reutilización en lugar del consumo rápido e irresponsable. Al igual que Netflix reinventó los servicios tradicionales de alquiler de películas y Lyft fue disruptivo en el sector del transporte, estamos empezando a ver opciones para que los consumidores arrenden la ropa en lugar de comprarla y guardarla en sus armarios. Idealmente, una especie de “fin de la propiedad” de la ropa podría ser implementada, si se consideran los impactos de esta inmensa industria en los empleos, las comunidades y el medio ambiente.
Las opciones actualmente disponibles que van en contra de la moda rápida, son sólo el comienzo del cambio radical que el mundo requiere. Pronto, las cadenas dedicadas a la industria textil deberán encarar este inmenso problema y separar su crecimiento financiero del uso excesivo de los recursos mundiales.
Para satisfacer de manera innovadora la demanda de ropa del mañana, las empresas deberán hacer lo que nunca antes han hecho: diseñar, probar e invertir en modelos de negocios que reutilicen la ropa y maximicen su vida útil. Para las compañías de ropa, ha llegado la hora de ser disruptivos.
La ONG y el modelo y actor bilbaíno han unido fuerzas para una campaña de concienciación sobre el efecto de los microplásticos en el mar y los animales que lo habitan.
Por: eitb.eus
La ONG Greenpeace, en colaboración con el modelo y actor bilbaíno Jon Kortajarena, ha llamado a participar en una recogida de plásticos que ha organizado para el próximo domingo 10 de marzo en la playa de Ereaga (Getxo, Bizkaia), dentro de una iniciativa que planean extender a más playas del Estado español.
El objetivo, además de la propia limpieza del arenal, será la concienciación sobre el efecto de los microplásticos en el mar y en los animales marinos. Para ello, están previstos talleres y diversas actividades durante la jornada, en horario de 11:00 horas hasta las 15:00 horas. Greenpeace reclama una reducción en la producción de plásticos a nivel mundial, y una legislación más restrictiva para aquellas empresas que contaminan.
Además de prestar su imagen para difundir la iniciativa a través de las redes sociales, Kortajarena ha anunciado que él mismo estará ese domingo en Ereaga. Asimismo, diversas entidades políticas y sociales han mostrado su apoyo a la iniciativa, entre otras, el Ayuntamiento de Getxo, Ekologistak Martxan, Surfrider y Ondarroa12 Milia.
Los microplásticos y su impacto en el entorno marino son una preocupación creciente. Nunca se degradan del todo, los peces se los tragan y acaban en la cadena alimentaria humana a través de la pesca. Ya hace dos años expertos internacionales contabilizaron 40 toneladas de plásticos en el Mar Ártico, alrededor del Polo Norte.
“Lágrimas de sirena” puede sonar adorable, pero en verdad son una enorme amenaza para el medioambiente marino.
Por: Claire Gwinnett The Conversation
También conocidos como “nurdles” en inglés, estas pequeñas bolitas son materia prima en la industria del plástico.
En lugar de convertirse en artículos para el hogar, muchos de estos gránulos de plástico terminan en el océano, donde van capturando toxinas y siendo consumidos por la fauna marina.
No son tan adorables ahora, ¿verdad?
Los nurdles son los ladrillos con los que se construyen la mayoría de artículos de plástico, desde botellas de agua hasta televisores.
Estas bolitas —que normalmente miden entre 1 y 5 mm— son un tipo de microplástico creado así de pequeño a propósito, tal como sucede con las microperlas usadas en productos cosméticos.
Es decir, son distintos a los microplásticos que se desprenden en los océanos de aquellos residuos plásticos más grandes.
El tamaño de los nurdles los hace fáciles de transportar como materia prima, que luego las fábricas funden y moldean en todo tipo de productos plásticos.
Desafortunadamente, la mala gestión de estos pequeños gránulos durante el transporte y procesamiento hace que miles de millones se liberen involuntariamente en los ríos y océanos a través de tuberías de efluentes, que se vuelen de los contenedores o se expandan por medio de derrames industriales.
Un océano de lágrimas de sirena
El mote de “lágrimas de sirena” es apropiado cuando consideramos su daño potencial para la vida marina.
Su tamaño pequeño, su forma redonda y su variedad de colores los convierten en alimentos atractivos, que se confunden fácilmente con huevos de peces y presas pequeñas.
Este “alimento” tiene un problema adicional: incluye sustancias químicas nocivas.
El hecho de que los nurdles tengan una gran área de superficie en relación a su tamaño y estén compuestos de polímeros permiten que los contaminantes orgánicos persistentes (COP) en el agua de mar se acumulen en sus exteriores.
Estas toxinas luego se transfieren a los tejidos de los organismos que los comen.
El problema está descrito en el propio nombre: los COP son “persistentes”, lo que significa que no desaparecen fácilmente y pueden permanecer en la superficie de los nurdles durante años.
También pueden ser colonizados por microbios que son peligrosos para los seres humanos.
Un estudio que investigó los nurdles en cinco playas habilitadas para baños en East Lothian, Escocia, encontró que todas tenían estas bolitas y que las mismas estaban cubiertas con E. coli, la bacteria responsable de la intoxicación alimentaria.
Los nurdles pueden ser tan nocivos que se aconseja a las personas que limpian playas o a los que los manipulan en estudios científicos que no los toquen sin protección, lo que hace que tomar sol en muchas playas se convierta en una idea poco atractiva.
Pero ¿cuántos nurdles hay en los océanos y en las costas?
Se estima que solo en Reino Unido la industria del plásticolibera hasta 53.000millones de nurdles anuales. Esa es la misma cantidad que se necesitaría para hacer 88 millones de botellas de plástico.
Entonces ¿por qué los nurdles rara vez se discuten en el debate sobre la contaminación plástica?
Cacería de nurdles
Afortunadamente, hay organizaciones que crean conciencia sobre las nurdles y su prevalencia en la contaminación marina.
Por ejemplo, la iniciativa Gran Cacería Global de Nurdles iniciada por Fidra (una organización benéfica con sede en Escocia que aborda problemas ambientales) y la Sociedad de Conservación Marina de Reino Unido alientan a las personas a convertirse en científicos ciudadanos y recopilar datos sobre qué tan comunes son estas bolitas en las playas de todo el mundo.
La recopilación de datos ayuda a identificar a las principales fuentes decontaminación, lo que luego puede utilizarse para mejorar la gestión del problema.
Y como hay tantos nurdles presentes en el medio ambiente, se necesita de un ejército de personas para recopilar información sobre ellos. La caza tiene lugar durante diez días en febrero de cada año.
Los científicos ciudadanos registran sus hallazgos en un mapa global que muestra el alcance de la contaminación en todo el mundo y cómo ha cambiado con el tiempo.
Desde 2012, el número de playas alcanzadas ha llegado a 1.610 en 18 países de los seis continentes, con más de 60 organizaciones involucradas.
Este año, el Grupo de Investigación de Fibras Microplásticas y Forenses de la Universidad de Staffordshire, Reino Unido, participó en los esfuerzos para estimar la concentración de nurdles en la playa de Hightown en Liverpool, Inglaterra.
Se encontraron un promedio de 139,8 nurdles por metro cuadrado. Eso es alrededor de 140.000 a lo largo de 1 km de línea costera.
Las pajillas para beber y las bolsas de polietileno pueden ser las más afectadas por las nuevas alternativas, pero el verdadero flagelo de los plásticos desechables es nuestra absoluta confianza en ellos.
Desde el transporte hasta la fabricación y los servicios de alimentos, el plástico está en todas partes, y combatir esta “contaminación blanca” requerirá un cambio radical del material en sí mismo.
Afortunadamente, los científicos, los ingenieros y los diseñadores están transformando su enfoque hacia alternativas ecológicamente amigables que sean capaces de crear ecosistemas circulares, de pocos residuos.
Estamos hablando de alternativas como la madera líquida, el aislamiento de algas y los sustitutos de polímeros hechos de almidón de plantas fermentadas como el maíz o las papas, por ejemplo.
Su utilidad va más allá de detener la creciente presencia de desperdicio plástico.
Garantizar viviendas seguras para una población en crecimiento, reducir las emisiones de carbono y devolver nutrientes a la tierra podrían ser metas alcanzables con estas nuevas tecnologías.
Lana mineral
Para transformar uno de los recursos más abundantes en el mundo en algo con utilidad y sostenibilidad, se necesita un tipo especial de alquimia.
La lana mineral proviene de la roca ígnea natural (la que se forma después de que la lava se enfría) y de un subproducto de fabricación del acero llamado escoria de soldadura.
Estas sustancias se funden y se convierten en fibras muy similares a las del algodón de azúcar.
A diferencia de las fibras de vidrio aislante (obtenidas a partir de vidrio reciclado) o la espuma plástica (el material conductor que se usa a menudo para bloquear la transferencia de calor en los áticos, techos y entresuelos), la lana mineral es capaz de ofrecer propiedades únicas como la resistencia al fuego, la capacidad acústica y térmica, la repelencia al agua y la durabilidad en condiciones climáticas extremas.
En los últimos años, este material ha ganado popularidad entre arquitectos y diseñadores respetuosos con el medio ambiente. Es el resultado de una búsqueda de materiales de construcción más sostenibles, pero sin perder los criterios de rentabilidad y estética.
The Rockwool Group es uno de los principales fabricantes y tiene instalaciones de producción en Europa, América del Norte y Asia.
La compañía ha empleado este material en edificios comerciales e industriales en todo el mundo, incluyendo el O2 Arena de Londres y el aeropuerto de Hong Kong.
A medida que los incendios forestales y las inundaciones aumentan en frecuencia y gravedad, la lana mineral brinda a las personas una medida adicional de seguridad en caso de desastres naturales.
Micotectura
Los hongos no son solo un sabroso ingrediente para los raviolis y la pasta ragu.
En poco tiempo estos organismos que crecen sobre los árboles o en el suelo del bosque podrían reemplazar materiales como el poliestireno, los empaques de protección, los materiales aislantes, los muebles, los materiales acuáticos e incluso los artículos de cuero.
MycoWorks, un equipo de ingenieros creativos, diseñadores y científicos, está trabajando para extraer los tejidos vegetativos de los hongos y solidificarlos en nuevas estructuras, trabajando los hongos de la misma manera que otros materiales orgánicos como el caucho o el corcho.
Evocative Design, otra compañía con sede en Nueva York, utiliza el micelio como agente de unión para mantener pegados los paneles de madera, así como para el embalaje ignífugo.
Los hongos están conformados por una red de filamentos llamados hifas. Cuando las condiciones de crecimiento son adecuadas, los cuerpos fructíferos (las estructuras especializadas para la producción de esporas) a menudo aparecen de repente.
De esta manera, es fácil lograr que los llamados productos miceliales germinen y crezcan. El micelio se puede cultivar en casi cualquier tipo de desperdicio agrícola, por ejemplo el aserrín y cáscaras de pistacho.
Los hongos crecen juntos dentro de estos ambientes y se les puede dar la forma deseada para formar polímeros naturales, que se adhieren como el más fuerte de los pegamentos.
Al hornear los hongos a temperaturas precisas, estos se vuelven inertes, lo que garantiza que el hongo no brote repentinamente durante una tormenta.
Si bien los rebozuelos, el shiitaki y el portobello pueden mezclar mejor con la pizza que en una masa de pegamento, una cosa está clara: el futuro son los hongos.
Ladrillos de orina
El cemento, el ingrediente principal del concreto, representa aproximadamente el 5% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.
Por eso, investigadores e ingenieros están trabajando para desarrollar alternativas que consuman menos energía.
Entre ellas se encuentran los ladrillos hechos con los granos sobrantes de la industria cervecera, el concreto modelado a partir de antiguos diques romanos (los romanos fabricaban concreto mezclando cal y roca volcánica para formar un material altamente estable) y ladrillos hechos de…, bueno, orina.
Como parte de su proyecto de tesis, el estudiante del Edinburgh College of Art, Peter Trimble, estaba trabajando en una exhibición que se suponía que contaría con un módulo sobre sostenibilidad.
Casi por accidente, el estudiante creó “Biostone”: una mezcla de arena (por cierto, uno de los recursos más abundantes en la Tierra), nutrientes y urea, una sustancia química que se encuentra en la orina humana.
Al bombear una solución bacteriana en un molde relleno de arena, Trimble ideó cientos de experimentos en el transcurso de un año hasta que modificó la receta.
Los microbios eventualmente metabolizaron la mezcla de arena, urea y cloruro de calcio, creando un pegamento que unía fuertemente las moléculas de arena.
El diseño de Trimble ofrece una alternativa a los métodos de uso intensivo de energía con un proceso biológico de baja producción de microbios.
Biostone no produce gases de efecto invernadero y utiliza una materia prima ampliamente disponible.
Si bien el material de Trimble requeriría que el refuerzo fuera tan fuerte como el concreto, podría convertirse en una forma económica de construir estructuras temporales o mobiliario urbano.
Como mínimo, Biostone ha generado una discusión sobre las formas de hacer más sostenible la fabricación industrial, en particular en el África subsahariana y otros países en desarrollo donde la arena está fácilmente disponible.
Sin embargo, estos ladrillos biológicos tienen un inconveniente ambiental: el mismo metabolismo bacteriano que los solidifica también convierte la urea en amoníaco, que puede contaminar las aguas subterráneas si llega a estar en contacto con el medio ambiente.
Tablones de partículas más ecológicos
A pesar de su sofisticado nombre, los tablones de partículas (esos paneles rígidos hechos de astillas de madera comprimidas y resina, utilizados en muebles y gabinetes de cocina en todo el mundo) no aportan nada a la construcción ecológica.
Esto se debe a que el pegamento que une las fibras de su madera contiene tradicionalmente formaldehído: un químico incoloro, inflamable, de olor fuerte y conocido por irritar las vías respiratorias y causar cáncer.
Eso significa que tu estante de Ikea que imita madera está “desgasificando” toxinas hacia el aire, silenciosamente.
La compañía U Green creó un material hecho 100% de fibra de madera reciclada, llamado “Uniboard”.
Uniboard salva árboles y evita los vertederos, a la vez que genera muchos menos gases de efecto invernadero que los tablones de partículas tradicionales. Y no contiene toxinas.
Esto se debe a que el producto ha sido pionero en el uso de fibras renovables como tallos y lúpulos de maíz, y resina sin formaldehídos en lugar de pegamento.
No es ningún secreto que la extracción de petróleo, que se requiere para producir plástico, tiene consecuencias ambientales devastadoras.
Peor aún es deshacerse del plástico: los químicos tóxicos contenidos en este material a menudo se filtran hacia los alimentos, las bebidas y el agua subterránea.
Para sorpresa de muchos, el reciclaje simplemente ralentiza el viaje de los plásticos a los vertederos u océanos, donde el material simplemente se fragmenta en trozos cada vez más pequeños que nunca se biodegradan por completo.
Algunos informes predicen que, para 2030, 111 millones de toneladas métricas de plástico terminarán en vertederos y océanos.
El reciclaje es un paso en la dirección correcta.
Sin embargo, para revertir verdaderamente los efectos negativos del plástico, debemos buscar alternativas en otros recursos renovables que puedan ser garantes de un futuro sostenible.
Un análisis de una cohorte de nacimientos con 51 recién nacidos seguidos desde la infancia hasta los primeros 3 años de vida ha relacionado las mutaciones en los anticuerpos con un mayor riesgo de enfermedades alérgicas como el eccema. Los resultados ofrecen una visión detallada de cómo las variables ambientales determinan el desarrollo de las células B en los niños, abordando una pregunta de larga duración en el campo de la investigación de alergias.
Las poblaciones de células B humanas (productoras de anticuerpos protectores del cuerpo) contienen un repertorio diverso de receptores de células B (BCR), que se someten a un proceso de maduración conocido como hipermutación somática (SHM, por sus siglas en inglés) durante la exposición continua a las moléculas que activan el sistema inmunológico o los antígenos.
Los científicos sospechan que la exposición a patógenos y factores ambientales pueden determinar la forma en que se desarrollan las BCR y las variantes de anticuerpos (o isotipos) en bebés y niños pequeños, lo que a su vez influye en el riesgo de desarrollar afecciones alérgicas. Sin embargo, siguen sin estar claras las relaciones exactas entre la exposición ambiental, la maduración de anticuerpos y la alergia.
Más infecciones respiratorias y eccema
La investigadora Sandra Nielsen y sus colegas de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, examinaron varios tipos de anticuerpos y la composición de BCR en niños pequeños criados en diferentes entornos domésticos. Siguieron a 51 niños desde el nacimiento hasta los 3 años de edad, recolectando muestras de sangre de los sujetos en uno o varios puntos temporales anuales.
La secuenciación genética reveló que los niños con mayores frecuencias de SHM en dos isotipos de anticuerpos (IgD e IgM) mostraron tasas más altas de infecciones respiratorias, y los niños con eccema o alergias mostraron frecuencias elevadas de SHM en el isotipo de IgE, fundamental para las reacciones alérgicas.
Los científicos sospechan que la exposición a patógenos y factores ambientales pueden determinar la forma en que se desarrollan las BCR y las variantes de anticuerpos (o isotipos) en bebés y niños pequeños.
Curiosamente, los niños que crecen en hogares con productos de limpieza que contienen los químicos triclosán y triclocarban presentaban frecuencias más altas de SHM en los anticuerpos IgE, IgD e IgG. Nielsen y sus colegas dicen que se deben realizar estudios adicionales con grupos de pacientes más grandes para confirmar sus hallazgos y discernir otras influencias potenciales en el desarrollo de las células B.
Hoy celebramos el Día Internacional del Oso Polar, una fecha especial para concienciar sobre el impacto del cambio climático en las poblaciones de osos polares. Estas fotos de nuestro archivo muestran la belleza del que es el carnívoro más grande que habita en la Tierra, así como las amenazas a las que se enfrenta.
Algunos curiosidades sobre los osos polares que podrían interesarte son:
Los osos polares pasan la mayor parte del tiempo en el mar (su nombre científico es Ursus maritimus).
Tienen un gran sentido del olfato y unos 10 cm de capa de grasa para mantenerlos calientes.
Los machos suelen pesar entre 351 y 544 kg.
Cazan focas desde plataformas de hielo.
El pelaje de estos animales es transparente para que la luz solar atraviese su capa de pelo y la piel pueda absorber la mayor cantidad de calor posible.
Un oso polar descansa en las gélidas aguas de Svalbard en 2016.
Osos polares vistos desde la cubierta del Arctic Sunrise, mientras estaba amarrado a un témpano de hielo en el estrecho de Fram, en los límites del océano Ártico en 2011.
Osos polares vistos desde la cubierta del Arctic Sunrise, mientras estaba amarrado a un témpano de hielo en el estrecho de Fram, en los límites del océano Ártico en 2011.
Una madre oso polar y su cría sobre el hielo marino, al norte de Svalbard en 2013.
Una madre oso polar atrapada en tierra junto a sus dos crías en Kaktovik, Alaska, en 2011. A medida que se pierde el hielo marino del Ártico, a más de mil kilómetros de la costa, los osos polares tienen que dirigirse hacia el norte o nadar hacia el sur para llegar a tierra firme, ya que el hielo se derrite y rompe, disminuyendo la cantidad de tiempo que pueden pasar buscando alimento en el hielo marino.
Un hombre vigila cómo un oso polar llega a la costa, a las afueras de la aldea de Kaktovik, en la isla Barter, Alaska.
Científicos y científicas están utilizando el ADN de las muestras de pelo recogidas para determinar qué osos polares aparecen y durante cuánto tiempo. Esta información puede ayudar a minimizar los conflictos entre humanos y osos, y entender cómo es la situación actual de estos animales. El cambio climático reduce la cantidad de tiempo que pueden pasar en el mar cazando su presa favorita, las focas, y este análisis permitirá también saber si están cambiando su comportamiento para adaptarse a la pérdida de hielo marino.
De hecho hace 15 días, en el archipiélago ruso de Nueva Zembla, se declaró el estado de emergencia por una invasión masiva de osos polares. Unas imágenes de decenas de osos buscando comida en el basurero del pueblo que dieron la vuelta al mundo.
Una madre oso polar y sus dos crías cruzan las islas de Kaktovik al atardecer para alimentarse de un cadáver de ballena cazada por los inuit.
Tres osos polares sobre el hielo en la Bahía de Hudson en 2008.
Osos polares vagan sobre la nieve. Cabo Churchill, Bahía de Hudson, Canadá en 2008.
Dos osos polares se enfrentan en el hielo en la Bahía de Hudson en 2008.
Un oso polar sobre un bloque de hielo marino a la deriva en la cuenca Kane, en 2009. Los osos polares no pueden sobrevivir sin hielo marino, es necesario para alimentar a sus crías, para viajar y como plataforma para cazar focas, su principal fuente de alimento. Este oso parecía estar en condiciones saludables, sin embargo, la especie está en peligro de extinción debido a que el cambio climático está causando que su hábitat se derrita a gran velocidad. En los últimos 45 años, su población se ha reducido en al menos un 30%.
Un oso polar adulto que se acercó al Arctic Sunrise es fotografiado en el hielo al oeste de Svalbard en 2011. Los osos polares son cada vez más curiosos y, a menudo, se acercan a los barcos rompehielos. Este oso pertenece a la población del mar de Barents, que está en condiciones relativamente buenas (aunque otras poblaciones de osos polares en el Ártico se están viendo gravemente afectadas por la pérdida de hielo marino).
Un oso polar vaga en el hielo en la bahía de Hudson en 2008.
En 2009, un oso polar vaga por el hielo marino a la deriva en la Cuenca de Kane.
La increíble historia de por qué la India se comprometió a plantar millones de árboles es inspiradora…
Por: Ecoosfera
Reforestar siempre se asocia con algo bueno: una acción altruista (y relativamente simple) en pro del planeta. Sin embargo, la tala ilegal de árboles y las leyes que ponen en riesgo grandes extensiones de terreno selvático en el Amazonas, hacen que los esfuerzos de reforestación deban plantearse a niveles nunca antes vistos.
En 2017, el estado de Madhya Pradesh en la India estableció un nuevo récord Guinness de reforestación, al plantar casi 67 millones de árboles en apenas 12 horas.
El evento reunió a un millón y medio de voluntarios, de 24 distritos diferentes, en un acto de reforestación masiva que la India realiza cada vez con mayor frecuencia. Recordemos que como parte de la conferencia del cambio climático de París, India se comprometió a aumentar su superficie forestal en 95 millones de hectáreas para el año 2030.
En el acuerdo de París, la India se comprometió a gastar $6 mil millones de dólares para reforestar el 12% de su territorio, contribuyendo así a mitigar los efectos del cambio climático.
Sin embargo, el récord Guinness de reforestación lleva en India desde 2013, cuando se lo arrebataron a Pakistán. Como te contamos en julio de 2016, el estado de Uttar Pradesh plantó casi 50 millones de árboles en apenas 24 horas. Un año después, el estado de Kerala plantó 10 millones más, y Maharashtra plantó 40 millones.
Nuestro planeta pierde aproximadamente 15 mil millones de árboles cada año, debido principalmente a las actividades agropecuarias y la necesidad de producir comida para la enorme cantidad de seres humanos que habitan el planeta. Encontrar nuevas soluciones alimentarias así como rutas para mitigar los efectos de la acción humana sobre el planeta, son vías directas hacia un futuro sostenible a nivel global.