Este día de celebración mundial de los bosques nos brinda la oportunidad de concienciarnos sobre la importancia de todos los tipos de ecosistemas boscosos y árboles, y de celebrar las diferentes maneras en las que los bosques nos mantienen y protegen.
En la actualidad, estamos viviendo una urbanización sin precedentes. En 2050, se estima que 6000 millones de personas o hasta el 70% de la población mundial vivirán en ciudades, pero una creciente urbanización no tiene necesariamente que llevarnos a ciudades contaminadas. Este año, la celebración de este día se dedica a los bosques y las ciudades, bajo el lema «¡Vivamos en ciudades más verdes, saludables y felices!» se quiere concienciar sobre los recursos y conocimientos que tenemos para convertir nuestras ciudades en lugares más verdes y más saludables, a corto y largo plazo.
¿Qué pueden hacer los bosques por las ciudades?
No podemos olvidar que los árboles y los bosques urbanos hacen de nuestras ciudades lugares más verdes, saludables y felices porque refrescan el aire, filtran las partículas contaminantes del aire y ayudan a mitigar el cambio climático.
Los árboles reducen la contaminación acústica, ya que proporcionan una barrera que protege a los hogares de las carreteras y zonas industriales cercanas.
Los bosques y los árboles almacenan carbono, lo que ayuda a mitigar las repercusiones del cambio climático en las zonas urbanas y en sus alrededores.
Los árboles mejoran el clima local y ayudan a ahorrar entre un 20% y un 50% de la energía utilizada para la calefacción.
La colocación estratégica de árboles en zonas urbanas puede permitir enfriar el aire hasta 8ºC reduciendo así en un 30 % las necesidades de aire acondicionado.
Los árboles urbanos son excelentes filtros del aire, ya que eliminan contaminantes perjudiciales en el aire y partículas finas.
Los árboles reducen la contaminación acústica, ya que proporcionan una barrera que protege los hogares de las carreteras y zonas industriales cercanas.
Gracias a las frutas, los frutos secos, las hojas y los insectos que habitan los árboles de las ciudades, las poblaciones locales pueden producir alimentos y medicinas para su uso doméstico o para la venta a fin de obtener ingresos.
El combustible obtenido de los árboles y los bosques plantados en las ciudades proporciona energía renovable para cocinar y calentarse, lo que reduce la presión sobre los bosques naturales y nuestra dependencia de los combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo o el gas natural).
Los bosques en las zonas urbanas ayudan a filtrar y regular el agua y contribuyen así al suministro de agua dulce de calidad a cientos de millones de personas. Los bosques protegen asimismo las cuencas hidrográficas y previenen las inundaciones, ya que almacenan agua en sus ramas y en el suelo.
Los bosques y árboles bien gestionados en las ciudades y sus alrededores proporcionan hábitats, alimentos y protección a numerosos animales y plantas, con lo que ayudan a mantener e incrementar la biodiversidad.
Los bosques en las ciudades y las zonas circundantes generan turismo, crean decenas de miles de empleos y favorecen los planes de embellecimiento urbano, y crean así economías verdes dinámicas, enérgicas y prósperas.
Las zonas verdes urbanas, incluidos los bosques, posibilitan estilos de vida activos y saludables, contribuyen a mejorar la salud mental y a prevenir enfermedades y ofrecen a las personas lugares para socializar.