El Yoga proporciona una nueva esperanza para las víctimas de trauma y abuso sexual
El yoga–es una forma de meditación en movimiento que requiere enfocar la atención en el cuerpo–tiene muchos beneficios físicos, mentales, emocionales e incluso espirituales que podrían ser útiles para las personas que tienen problemas de salud relacionados con el dolor y/o estrés.
Conforme aprende nuevas formas de moverse y responder a su cuerpo; su mente y sus emociones también tienden a hacer una transición y cambiar.
En cierto sentido, no sólo se vuelve más flexible físicamente, sino que también su perspectiva mental y su enfoque en la vida podrían volverse más flexibles.
Al parecer, el yoga es particularmente beneficioso en relación con la salud mental, ya que los estudios demuestran que ayuda a mejorar los trastornos psiquiátricos tales como la depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés), trastorno por estrés postraumático y la esquizofrenia.
Algunos de estos estudios sugieren que, en realidad, el yoga podría tener un efecto similar al de los antidepresivos y la psicoterapia.
En estudios donde participaron adolescentes, se ha encontrado que el yoga fortalece la resistencia emocional y la habilidad para controlar la ira. En el caso de los adultos mayores, se ha demostrado que evita el deterioro cognitivo en un grado mayor que hacer ejercicio aeróbico.
Muy recientemente, la práctica del yoga suave se ha identificado como un valioso auxiliar para curar el trauma infantil, conocido por ser una fuente no solo de mala salud mental, sino también un agente que contribuye a problemas crónicos de salud, tales como la diabetes, enfermedades cardiacas y el cáncer.
El Yoga Sensible al Trauma Beneficia a las Jóvenes Delincuentes
El informe1 en cuestión, publicado por el Centro sobre Pobreza y Desigualdad en la Facultad de derecho de la Universidad de Georgetown, revisó más de 40 estudios que evaluaban los beneficios de salud mental del yoga, con un enfoque en las jóvenes delincuentes, cuyos traumas se basan de manera desproporcionada en la violencia dentro de las relaciones y los abusos sexuales.
En las investigaciones previas se descubrió que las jóvenes en el sistema de justicia juvenil tienen el doble de probabilidades de reportar abusos físicos, en comparación con los varones jóvenes (42% frente a 22%) y el 35% de las jóvenes en el sistema de justicia juvenil han experimentado abuso sexual, en comparación con el 8% de los varones jóvenes.
No es sorprendente que las jóvenes tengan un mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos; el 80% ha recibido al menos un diagnóstico psiquiátrico en comparación con el 67% de los varones jóvenes….