Con esto se cumple la meta establecida para 2020 en cuanto a ocupación de bosques por parte de estos insectos.
Por: Ecoosfera
No todo en el mundo son malas noticias. Si bien la población de insectos ha decrecido dramáticamente en varias selvas del mundo, los esfuerzos por su conservación están rindiendo frutos. El ejemplo está en las mariposas monarca, que nos dan un ejemplo de tenacidad natural al no dejarse extinguir.
La población de esta especie vio una dramática reducción en su población de más del 95% en las últimas décadas, según diversas organizaciones ambientalistas, y el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF) advertía ya en 2014 que la migración de la mariposa monarca estaba en riesgo fatal.
No obstante, en los últimos años se ha visto un paulatino incremento en la población de mariposas monarca, después de que en 2014 se registró la menor población migrante de este insecto. Esta vez, la presencia de la mariposa monarca es mayor por 144%, registrándose una ocupación de más de seis hectáreas en bosques de Michoacán y el Estado de México, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la WWF.
Se cumplió la meta antes de tiempo
La meta establecida por el Grupo de Alto Nivel de Norteamérica era la de lograr que las mariposas monarca ocuparan seis hectáreas de bosque para 2020. Esto quiere decir qué la meta para la conservación de las mariposas monarca se cumplió antes de tiempo, lo que da un margen que podemos aprovechar para que la mariposa monarca deje de poblar la lista de especies en peligro crítico de extinción.
Según Andrew Rhodes, encargado de la Conamp, esta es la mayor superficie que las mariposas monarca han ocupado desde el 2007, mientras que en 2014 la ocupación fue la más baja, con sólo .67 hectáreas de bosques sirviendo como hibernadero para las mariposas.
Sin embargo, las mariposas monarca ocupaban 18 hectáreas en 1997, por lo cual es indudable que aún queda mucho por hacer. Lo bueno es que este precioso insecto es aguerrido: no sólo nuestros esfuerzos por salvarlo cuentan, sino que las mariposas monarca están aplicando mecanismos resilientes para sobrevivir. Se ha comprobado que han encontrado nuevos nichos para hibernar, y se están alimentando de nuevas plantas, todo lo cual da esperanzas sobre la recuperación de esta especie.
No todos son malas noticias, y no todo está perdido. La mariposa monarca nos da un precioso ejemplo de ello..
Estos mágicos insectos multicromáticos están en grave peligro, pues 100 de sus especies se encuentran al borde de la extinción en nuestro país.
Por: ecoosfera
Las libélulas o caballitos del diablo surcaban los aires antes de que aparecieran los primeros dinosaurios, hace 320 millones de años. Han sobrevivido durante milenios, pero ahora están en peligro en México a causa de la crisis ambiental que impera en toda Latinoamérica.
Estos insectos –cuyo nombre viene del latín y significa balanza– son sin duda de los más hermosos y sorprendentes que los vientos pueden traernos. Sus cuatro finísimas alas corrugadas son objeto de estudio para ingenieros aeroespaciales, ya que éstas permiten a la libélula mantener un equilibrio perfecto cuando planean por los cielos de manera veloz, mientras que sus enormes ojos no son sólo hipnóticos, sino muy precisos, gracias a sus 30 mil diminutas facetas hexagonales, mismas que les permiten ver a 360 grados lo que ocurre a su al rededor.
El hecho de que una maravilla natural como la libélula esté en peligro en México nos debe poner a todos alertas y en acción, pues además en su extinción se juega el mantenimiento del equilibro ecológico de los ecosistemas e incluso la salud de los seres humanos. Y es que las libélulas no sólo son hermosas criaturas, sino que tienen un importante papel que cumplir en la naturaleza.
¿Por qué son tan importantes?
Las libélulas son habitantes de ríos, lagos, lagunas y de casi cualquier cuerpo de agua no salada. Es en estos ecosistemas donde se han llevado a cabo, desde el año 2000, diversos análisis por parte del Instituto de Ecología de la UNAM, mismos que registran un cambio en la composición de las comunidades de esos insectos. Alejandro Córdoba Aguilar, investigador de la UNAM, junto con su equipo, realizó un estudio a nivel nacional para verificar que a lo largo del tiempo ha cambiado la diversidad y abundancia de las libélulas, en relación con las transformaciones en los cuerpos agua y el uso de suelo. Así han podido ver cuáles especies han sido resistentes a los cambios y cuáles no. Lamentablemente los resultados de estas investigaciones apuntan a que la mayoría de las especies no se adaptan, lo que ocasiona su paulatina desaparición.
Estos investigadores hacen un llamado a que nos comprometamos a cuidar los ecosistemas y su fauna, pues en el caso de las libélulas su desaparición implica un grave riesgo social, ya que en los hábitats acuáticos transformados “hemos visto que hay menos libélulas y eso hace que su eficiencia para controlar poblaciones de mosquitos disminuya, por lo que la gente se enferma en mayor proporción por los patógenos virales que portan y que originan dengue o zica, por ejemplo”, explica Córdoba.
Es un problema múltiple del que todos somos responsables. Por eso, cuidar los lagos y lagunas de nuestro país es algo que todos podemos y debemos de hacer en lo individual, pero que también debemos exigir a nuestros gobernantes. Hay que vigilar que los grandes megaproyectos relacionados a infraestructura hídrica para las ciudades sean sustentables y no dañen los ecosistemas, y que se generen programas para monitorear las lagunas durante largo plazo para poder actuar con eficacia en el caso de que haya afectaciones a la fauna, como en el caso de las libélulas y sus más de 300 especies que están en riesgo.
Así mismo debe cuidarse el factor de la contaminación, que es de lo que más afecta estos ecosistemas, así como hacer de nuestro consumo de agua uno responsable y cuidar que el acceso y saneamiento de agua se mantenga como un derecho, para evitar así que más recursos sean sacados de estas zonas que están siendo sobreexplotadas, lo que ocasiona su deterioro y el de su fauna.
Se busca atender las causas de fondo que afectan a los manatíes, el ecosistema y a la población local.
Por: Crónica ambiental
La SEMARNAT busca sumar esfuerzos y estrategias para restaurar los ecosistemas lagunares del estado de Tabasco, donde se alberga una gran población de manatíes. Este esfuerzo será en colaboración con otras secretarías federales y autoridades estatales. El propósito principal es sanear cuerpos de agua, controlar descargas municipales, industriales y agropecuarias, y realizar el ordenamiento ecológico del territorio.
El comunicado enviado por la dependencia menciona el compromiso por parte de la administración federal actua por atender las causas de fondo que afectan a los manatíes, al ecosistema y a la población local.
Para lograr el propósito fijado, la SEMARNAT integró un diagnóstico sólido e interdisciplinario, basado en el mejor conocimiento disponible, orientado a la acción. Por su parte, el gobierno federal y el gobierno de Tabasco preparan un plan de acción, ligado a los tres órdenes de gobierno y con actores clave de la sociedad civil, la academia y el sector privado.
La muerte masiva de manatíes se atribuye diversos factores, tales como la contaminación generada por el uso indiscriminado de fertilizantes y otros agroquímicos utilizados en la ganadería y diversas actividades agrícolas. Aunado a esto, los manatíes también se han visto afectados por el vertimiento a los ríos de aguas residuales municipales e industriales, así como por la reducción de los niveles de agua y cambios de flujo en los canales que ocurrieron como resultado de la sequía que se registró el año pasado.
Es necesario llevar a cabo acciones específicas, tales como fortalecer el monitoreo del agua y del hábitat, brindar mantenimiento constante a canales, pozos y tuberías que se encuentran en la zona, y controlar de manera estricta las diversas fuentes de contaminación, principalmente las aguas residuales municipales e industriales; buscar alternativas al uso de fertilizantes, y difundir claramente entre la población de las tareas que se realizan para resolver el problema en general.
Se busca obtener resultados efectivos en el menor tiempo posible, desde el marco de una visión integral de problemas y soluciones, además del compromiso para poner en marcha acciones inmediatas.
El delfín rosado estuvo fuera de la lista de animales en peligro de extinción durante 10 años.
Por: Crónica ambiental
El delfín rosado pertenece a la familia Platanistoidea y viven en ríos, mientras que los delfines comunes forman parte de la familia Delphinidae y viven en los mares; por esto, aunque son muy parecidos, no están 100% relacionados entre sí.
Esta especie esta catalogada dentro de las cinco especies de delfines de río; son los machos adultos los que cuentan con el color rosa pastel que los caracteriza; hermosos animales los cuales, desgraciadamente, podrían estar próximos a extinguirse.
De acuerdo con la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza, la especie del delfín rosado estuvo fuera de la lista de animales en peligro de extinción durante 10 años; lamentablemente ahora han ingresado a esta lista. Estudios realizados muestran que la población de delfines en Brasil y Colombia —lugares donde abundaban este tipo de delfines— está disminuyendo peligrosamente.
Se calcula que, de seguir a este paso, en 50 años ya no existirá la mitad de estos delfines.
El problema principal —como suele ser la mayoría de las veces con diferentes especies en peligro de extinción— es la deforestación y el deterioro de su hábitat natural; la selva del Amazonas está despareciendo poco a poco y, junto con, cientos de especies que viven ahí.
Es importante que los gobiernos de estas zonas actúen rápidamente e incluyan en su agenda la protección de estos delfines para evitar su desaparición, así como evitar la deforestación constante de la selva amazónica.
Boyan Slat es un joven holandés que inventó un método para limpiar los 5 billones de desechos plásticos que contaminan los mares de la Tierra.
Por: Noticias de arq.
El joven inventor ha diseñado el primer sistema de limpieza de plástico oceánico del mundo. Tras cinco años y medio trabajo, Slat, de 23 años, observará como el Sistema 001, una barrera flotante de casi 609 metros de largo viajará hasta el Great Pacific Garbage Patch, un flujo de desechos plásticos que duplica el tamaño de Texas entre California y Hawai.
Si todo va según lo planeado, 60 sistemas de este tipo podrían reducir la cantidad de plástico allí hacia el año 2025.
“Espero que este sea un punto de inflexión para el problema de la contaminación plástica”, dice Slat.
Lo que originalmente se concibió como una gran barrera dispuesta alrededor de un tanque central para recolectar plástico es hoy un sistema modular no tripulado que se mueve con las corrientes, gravitando naturalmente a áreas de mayor concentración.
Desde el aire parece una tubería que se asienta sobre la superficie del mar, pero debajo de las olas hay una “falda” de 3 metros de profundidad, que atrapa el plástico acumulado por la corriente.
Debido a que el sistema es sólido en lugar de una red, Slat dice que la vida marina estará protegida de ser atrapada.
La esperanza es que el plástico se acumule como si estuviera en una orilla del mar, listo para ser recogido por los barcos y luego será reciclado.
Científicos de Estados Unidos dicen que cada año ingresan a los océanos más de 8 millones de toneladas de plástico, el equivalente a un camión de basura lleno de plástico por minuto.
Slat sabe que su misión es una carrera contra el tiempo. El plástico se rompe gradualmente en pedazos cada vez más pequeños llamados microplásticos, que pueden eventualmente ingresar a la cadena alimenticia.
Actualmente, solo el 8% de la masa plástica en el parche de basura del Pacífico es microplástica, según un estudio realizado por The Ocean Cleanup publicado en la revista Scientific Reports.
Estos objetos decorativos pueden tener un grave impacto en nuestro medioambiente.
Por: GTRESONLINE
Pensar en una celebración es imaginarse rodeados de un ambiente agradable, alegre, con un menú excepcional, buena música y además, una bonita decoración. Dentro de esa decoración los globos podrían tener un papel principal: son sinónimo de ocasión especial y por ello no faltan este tipo de eventos. Sin embargo, cuando la cita llegara a su fin, estos objetos podrían tener una repercusión muy nociva para el medio ambiente.
La tendencia actual de lanzar globos de helio al cielo, puede dar como resultado una bonita imagen, pero también puede convertirse en una fuente de contaminaciónsin control. Además de que el gas con el que se hinchan es escaso, algo que supone un gran derroche cuando no se emplea en actividades sanitarias y científicas, existe una problemática mayor si cabe. Al soltar estos adornos al aire, pueden explotar en mil pedazos y esparcirse cayendo en diferentes ubicaciones, o, por el contrario, desincharse y descender enteros. En ambos casos, no solo afectan a la fauna y la flora de esos territorios, sino que pueden causar desperfectos en el equipamiento eléctrico.
En el fondo de los océanos
Flotando en la atmósfera, estos objetos pueden desplazarse durante 24 horas, a 10 kilómetros de altura y a más de 3.000 kilómetros de distancia en ciertas condiciones ambientales. Aquellos que están fabricados con látex están realizados con savia del árbol del caucho, junto a otras sustancias, por lo que se consideran biodegradables. Sin embargo, su descomposición se produce en un periodo aproximado de seis meses que, si bien puede parecer poco tiempo, es más que suficiente para que los animales, marinos y terrestres, acaben confundiéndolos con comida y los ingieran hasta provocarles la muerte.
Además, la otra versión de este imprescindible en los cumpleaños, los conocidos como globos metálicos, que se producen con polidamida o poliuretano, tardan mucho más tiempo en desaparecer. Así, independientemente de su material, el 81% de los globosestallan en la atmósfera y acaban cayendo al mar, pues el 70% de la superficie de nuestro planeta es agua, afectando a delfines, ballenas, pájaros marinos y tortugas. Es esta última especie en concreto la que más sufre las consecuencias de esta moda. La basura del mar se convierte en el alimento de las tortugas marinas, que la confunden con algas, peces y medusas, por lo que no pueden desarrollar su vida normal.
Otro de los componentes de este artículo decorativo, las cuerdas y lazos de sujeción, pueden terminar enredadas entre las alas, patas o aletas de los seres vivos que habitan en estas regiones, impidiendo su correcta movilidad o provocándoles numerosas lesiones.
Adoptar a un perro mayor no es algo que suceda con frecuencia. Y menos aún adoptar a un perro mayor enfermo, pero para Tommy Bull, de Crowley, Texas, no hay nada más gratificante. El hombre, que ya tiene otros perros, adoptó a una perra de 14 años con artritis y lombrices que fue abandonada en un refugio por sus antiguos dueños justo después de Acción de Gracias pidiendo su eutanasia.
Cuando el cruce de labrador de color gris y negro llegó a Dallas Animal Services lo hizo con una expresión confusa en su cara. Su aspecto indicaba una desnutrición significativa y su mirada parecía dejar claro que se había rendido. Tenía sólo dos dientes y caminaba cojeando debido a su artritis. Su caso conmovió a animalistas y rescatistas que comenzaron a mover su ficha por redes sociales.
Cuando Tommy Bull se topó con ella, decidió ir a conocerla. Fue la decisión más satisfactoria de su vida, según contó este hombre a The Dodo. La perra se fue con él hasta su casa donde la esperaban otros perros rescatados y la mujer de Tommy, con quien hizo buenas migas de inmediato. Le pusieron Ettie, diminutivo de Henrietta, le dieron de comer y se preocuparon por llevar el tratamiento médico que requerían sus dolencias.
Ahora Ettie es una perra feliz, que adora los paseos, ya no cojea, ha aumentado de peso, y se lleva estupendamente con los otros miembros de la manada. En cuanto a la adopción de perros mayores, Bull quiso compartir este mensaje: “Lo que te devuelven es tan increíble. Podemos dar fe de lo agradecida que está por cada comida, cada caricia. Si puedes abrir tu corazón e intentarlo, estarán muy agradecidos. Es muy gratificante”.
Los arrecifes de coral enfrentan graves problemas a causa del aumento de temperatura en los océanos
Por: Crónica ambiental
De acuerdo con ONU Medio Ambienta, el año 2018 fue el Año Internacional de los Arrecifes de Coral. Este 2019 es una oportunidad para salvar esta especia que se encuentra bajo amenaza de extinción.
Recordemos que los arrecifes de coral no son plantas o rocas; son animales coloniales, de los cuales dependen hasta 25% de las especies marinas.
Gabriel Grimsditch, quien pertenece a la división de ecosistemas marinos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, menciona que “los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos”, a causa del aumento de la temperatura en los océanos como consecuencia del calentamiento global y las afectaciones que provoca el ser humano —por ejemplo: emisión de gases efecto invernadero—, los cuales están matando los arrecifes de coral.
Grimsditch nos explica que “los corales son muy sensibles a los cambios de temperatura… viven en una simbiosis con unas algas microscópicas que viven dentro de ellos, las cuales les dan energía. Cuando la temperatura es demasiada alta, la simbiosis que da vida y energía al coral se rompe… esto es parecido a cuando un humano sufre fiebre: el coral se estresa, se debilita, pierde su color y se blanquea. Bajo esta situación, el coral puede morir fácilmente; hemos visto que hay muchos corales que, cuando se blanquean, sobreviven unos días, semanas, tal vez meses; sin embargo, la mayoría pierde la vida”.
Según expertos del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio climático), el calentamiento global hace que los océanos sean “esponjas de calor” al absorber hasta 93% del calor atrapado en los gases de efecto invernadero; por esta situación, los océanos se han expandido. Por décadas los océanos nos han protegido del aumento radical de las temperaturas del aire; por este motivo los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos en lugar del ser humano.
Para proteger los corales, debemos llevar estilos de vida sostenibles y así, tomar medidas necesarias para reducir nuestras emisiones de los gases que causan el cambio climático. También debemos disminuir el uso de plástico; se calcula que hay 11 100 millones de partículas de plástico enredadas en los corales en 159 de arrecifes de coral en la región de Asia y el Pacífico, y se espera que esta cifra aumente 40% durante los próximos siete años.
Biólogos de la Universidad de Groninga (UG), Países Bajos, han descubierto que el cambio climático tiene un efecto en los enfrentamientos regulares entre el carbonero común y papamoscas cerrojillo de varios colores durante la temporada de reproducción. En algunos años, los carboneros mataron al 10 por ciento de los papamoscas de varios colores. Los investigadores de UG publican un análisis de este comportamiento en la edición de este jueves de la revista ‘Current Biology’.
Los carboneros no son solo las aves graciosas y esponjosas que se alimentan de fuentes de energía en tu jardín durante el invierno. “Durante la temporada de reproducción, pueden volverse muy agresivos”, dice el biólogo Jelmer Samplonius, quien estudió a estos pájaros y a los papamoscas para su tesis en la Universidad de Groninga. Mientras revisaba las cajas nido utilizadas en sus estudios de campo, Samplonius encontró regularmente los resultados de esta agresión: un papamoscas muerto en una caja de nido ocupada por carboneros.
“Cuando un papamoscas entra en una caja con un carbonero dentro, no tiene ninguna posibilidad –explica Samplonius–. El carbonero es más pesado, ya que los papamoscas están diseñados para una larga migración de Europa a África occidental y de vuelta. Además, los carboneros tienen unas garras muy fuertes. En este caso, los papamoscas suelen tener heridas mortales en la cabeza”.
“Y parece que los carboneros se comen los cerebros”, explica. “Siempre ha habido competencia entre las dos especies por los lugares de anidación. Los papamoscas intentan robar las instalaciones de anidación de los carboneros. Puede que no sean iguales cuando luchan dentro de las cajas de nidos, pero son voladores más ágiles”, dice Samplonius. Los papamoscas vuelan alrededor de los carboneros mientras construyen sus nidos, y así los alejan.
La pregunta que Samplonius y su supervisor Christiaan Both, abordada en el documento publicado en ‘Current Biology’, es si el cambio climático tiene algún efecto en este comportamiento. “Ambas especies necesitan cronometrar el nacimiento de sus crías con un pico en la disponibilidad de orugas”, dice Samplonius. Este pico está relacionado con la aparición de las primeras hojas en los árboles, y las temperaturas medias más altas significan que este periodo se ha desplazado a principios de año.
Mientras revisaba las cajas nido utilizadas en sus estudios de campo, Samplonius encontró regularmente los resultados de esta agresión: un papamoscas muerto en una caja de nido ocupada por carboneros.
Los carboneros son aves no migratorias y responden a temperaturas más altas al poner sus huevos antes. Los papamoscas ahora migran a Europa antes, pero su adaptación no es tan buena como la de los carboneros. Su llegada anterior no está vinculada a la temperatura real en sus criaderos. Samplonius lo sabe porque, durante un periodo de 10 años, él y sus colegas registraron la llegada de los papamoscas y el comienzo de la puesta de huevos de carboneros y papamoscas en dos parques nacionales.
Mortalidad de especies
Los inviernos más suaves son un resultado del cambio climático. “Esto aumenta la supervivencia de carboneros, por lo que el número de aves reproductoras será mayor”, explica. Más carboneros suponen más competencia para los papamoscas, y más conflicto. Cabe señalar, sin embargo, que el cambio climático no es el único factor en esto: los años ‘mástil’, los años en que hay más hayucos, también aumentan la supervivencia de los carboneros Una segunda razón para el aumento de la competencia es que los carboneros y los papamoscas se han adaptado al cambio climático de manera diferente.
Los mayores problemas ocurren en manantiales más fríos, cuando los carboneros comienzan a construir sus nidos relativamente tarde, pero los papamoscas todavía llegan temprano. “En esta situación, la superposición en el tiempo de reproducción es mayor, y también lo es el número de conflictos”. Los carboneros mataron hasta el 10 por ciento de los papamoscas territoriales masculinos dentro de un nido en solo dos semanas de competición. Como la mortalidad de los papamoscas a lo largo de todo el año es aproximadamente del 55 por ciento, esto es bastante.
“Curiosamente, en nuestro estudio no observamos un efecto en la población general de papamoscas de unos 300 pares reproductores”, comenta Samplonius. “Notamos que los machos que murieron fueron normalmente los que llegaron tarde en la temporada. Estas aves tardías a menudo no encuentran una hembra con la que reproducirse, por lo que eso puede explicar por qué este comportamiento no tiene impacto en la población”.
En general, el estudio muestra que el cambio climático afecta al comportamiento de ambas especies de aves, así como la interacción entre ellas. Un grupo liderado por Christiaan Both, profesor de Ecología en el Instituto Groninga de Ciencias de la Vida Evolutivas (GELIFES, por sus siglas en inglés), continuará estudiando ambas especies para descubrir si existen efectos a largo plazo de este comportamiento.
El caracol George era el único ejemplar vivo de su especie en Hawaii.
Por: ecoosfera
Una especie más de este planeta ha llegado a la extinción. Los científicos de la Universidad de Hawái presenciaron este 1 de enero el fin del Achatinella apexfulva, o caracol hawaiano.
Este caracol llevaba 14 años viviendo en el plantel de la universidad. Su nombre era George, en honor a una tortuga de las Galápagos cuya muerte también dio fin a su especie.
La extinción de George es una muestra emblemática del problema que azota los ecosistemas de Háwai. Antes, la variedad de criaturas emparentadas con él era increíblemente diversa: 750 especies de moluscos solían habitar en la isla.
Ahora, según la revista National Geographic, el 90% de los moluscos hawaianos está extinto.
El caracol hawaiano cumplía una función importante en este ecosistema. Habitaba en los árboles y se alimentaba de los hongos que crecían sobre sus hojas, ayudando a mantenerlos libres de enfermedades.
Por más pequeña que una pérdida así pueda parecer, especies como la de George realmente cumplen un papel ecológico fundamental: descomponen el material sólido que queda en la tierra después de la erosión y ayudan a regenerarla.
Que un ejemplar del caracol hawaiano siguiera vivo tras décadas de peligro crítico demuestra el poder de resiliencia de la naturaleza; pero ésta tiene un límite.
Las especies animales han hecho lo posible por adaptarse a las perturbaciones de su hábitat. Comprender sus ritmos y procurar su conversación es una tarea que ahora recae en nosotros.