La iniciativa representó un ahorro de, por lo menos, 40,000 botellas de plástico… ¿Te imaginas?
Por: Ecoosfera
Estamos en momentos que exigen cambios creativos. La idea de generar productos sin necesidad de envases –parte de la tendencia zero waste, o “cero desperdicio”– toma cada vez más fuerza, y es una de las ideas que más podrían generar transformaciones a corto plazo. Otras tendencias han optado por algo aún más original y apegado a la naturaleza, haciendo 100% comestible el producto en cuestión.
Este es el caso de las botellas de agua comestibles y biodegradables de la marca Ooho, hechas de alga marina.
Recientemente, Ooho unió esfuerzos con los organizadores del maratón anual de Londres para hacer de éste el primer maratón sustentable. Durante la carrera se entregó a los 40,000 maratonistas estas curiosas burbujas de agua, hechas de alga marina 100% comestible, gracias a lo cual se pudieron evitar los caminos de plástico que solían quedar como testimonio del maratón –que obviamente sumaban más de 40,000 botellas, si pensamos en que cada maratonista usa más de una botella–.
No cabe duda de que este cambio de paradigma debería implementarse en todos los maratones y eventos deportivos del mundo, en los cuales se utilizan miles de botellas de plástico. En ese sentido, las bebidas isotónicas tendrán que ir pensando también en un cambio de paradigma.
Pero por ahora ya es de celebrarse que se evite el uso de agua embotellada, que además contiene microplásticos dañinos para el organismo, y eso sin contar el hecho de que para fabricar cada botella de 1 litro se usan por lo menos 1,3 litros. Paradójico, ¿cierto?
Estudios similares han demostrado que el plástico está en todos lados (incluso en lo que comes), en la sal marina y también en la cerveza.
Por: Ecoosfera
Lo sabemos: el plástico está en todos lados. Tan es así que para el año 2050 habrá más plástico que peces en el océano. Este material del que prácticamente está hecho todo lo que nos rodea se ha encontrado incluso en el agua embotellada que consumimos. Otros estudios han hallado plástico en tamaño microscópico en nuestros estómagos. Sin duda se trata de un problema mucho más grande de lo que la cotidianidad nos deja pensar.
Ahora, un nuevo estudio publicado en Nature Geoscience ha demostrado que el microplástico también es volátil. De acuerdo con el reporte, regiones muy alejadas de los mares y las ciudades también se ven afectadas por la contaminación por plástico, ya que este en partículas muy pequeñas puede ser transportado por el viento, incluso hasta áreas muy remotas.
El grupo de científicos que lideran la investigación encontró un promedio de 365 muestras de residuos (entre partículas de plástico y fibras) por metro cuadrado en los Montes Pirineos, en Francia.
En zonas urbanas, donde la contaminación es más fuerte, desgraciadamente es normal encontrar concentraciones similares de residuos; pero en lugares tan alejados de la acción humana, es “impresionante y preocupante”, según afirma Steve Allen de EcoLab, el centro de investigación responsable del estudio.
Los microplásticos más comunes son el poliestireno y el polietileno, materiales utilizados en bolsas o material para empacar que generalmente se utilizan una sola vez.
Al ser ingeridos por animales, los microplásticos crean una falsa sensación de saciedad, que afecta el funcionamiento de los organismos; en humanos afecta de manera similar, y al ser hallados en ocasiones en tejido pulmonar humano, se cree que pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
Los Pirineos franceses se encuentran a seis kilómetros del pueblo más cercano, y a 120 kilómetros de la ciudad más cercana. Las muestras fueron recolectadas en invierno, por lo que los investigadores creen que en verano, cuando el clima seco permite a las partículas viajar más fácilmente por el aire, este número podría ser mayor.
Estudios similares han demostrado que el plástico está en todos lados (incluso en lo que comes), en la sal marina y también en la cerveza. Por ello es necesario cambiar de hábitos a nivel mundial para evitar que este contaminante silencioso siga entrando en la cadena alimenticia, tanto de humanos como de animales.
Los juegos de realidad aumentada pueden propiciar el cuidado del medioambiente y la conciencia ecológica.
Por: Ecoosfera
Pokémon GO es un exitoso juego de realidad aumentada con más de 650 millones de descargas a nivel mundial. Niantic, la compañía detrás del juego, se sumó a las celebraciones del Día de la Tierra 2019, proponiendo a los jugadores diferentes tareas a favor del medioambiente.
Por segundo año consecutivo, Niantic organizó desafíos de limpieza en diferentes lugares del mundo, así como proyectos de manejo responsable de desechos y aprendizaje sobre la vida salvaje. A cambio de esta participación, Niantic liberaría mejoras por tiempo limitado en sus juegos Pokémon GO e Ingress Prime.
Según la cantidad de jugadores presenciales que asistieran a los eventos, las recompensas para Pokémon GO eran: más apariciones de Pokémon tipo tierra, Diglett Shiny, el regreso de Groudon a las incursiones, además de doble XP en capturas, y doble de polvos estelares y caramelos durante la duración del evento.
El youtuber Swaggron333 hizo la cobertura del evento por el Día de la Tierra en la playa Acapulco de Viña del Mar, en Chile. Los asistentes recolectaron una gran cantidad de basura y cientos de colillas de cigarro. Aquí puedes ver los mejores momentos de esta actividad:
Tal vez el impacto ambiental de eventos de este tipo parezca menor, pero aprovechar el ímpetu y la pasión de los jugadores para involucrarlos en el cuidado del medioambiente es una inversión a largo plazo.
La sustentabilidad es una filosofía de vida basada en hechos, no en palabras (y esta compañía está verdaderamente actuando).
Por: Ecoosfera
Sustentabilidad es una palabra que, por fortuna, cada día escuchamos más. Sin embargo, es fundamental entender que lo que el planeta necesita es que las personas, compañías y gobiernos nos unamos alrededor de esta, practicándola y no sólo predicándola.
Por eso celebramos que HP sea parte de esta iniciativa en donde a través de su programa de reciclaje de cartuchos, haya alcanzado las metas en mucho menor tiempo de lo previsto. A fin de cuentas en materia de sustentabilidad se trata de actuar, y al hacerlo no sólo lograremos los resultados esperados, también inspiramos a los demás a sumarse.
Y para que no queden dudas, a continuación de compartimos 5 acciones que esta compañía está realizando para dejar el planeta mejor de lo que lo encontró:
Dos mil 558 personas con enfermedades respiratorias, y una tasa de fallecimientos aproximadamente de 12 por cada 100 mil habitantes, a causa de los contaminantes en el aire.
Por: Crónica ambiental
Los habitantes del valle de México respiran contaminantes de material particulado fino, los cuales, en 2017, provocaron alrededor de dos mil 558 personas con enfermedades respiratorias; a esto agregamos que la tasa de fallecimientos por dicha causa es aproximadamente de 12 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con Clara Vadillo, gerente de ITDP (Política Pública y Seguridad Vial del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo).
Por esto, diversas organizaciones se manifestaron a favor de que los gobiernos federal y locales impulsen un sistema de transporte urbano eficiente, ya que actualmente 70% de la inversión a infraestructura se destina a los automóviles particulares.
La calidad del aire en el país es grave, sobre todo en la Ciudad de México, donde ha sido necesario declarar varias contingencias ambientales, lo cual tiene consecuencias en la salud, especialmente de las poblaciones vulnerables, como los niños y las personas de la tercera edad.
En un estudio realizado del 1 de enero al 18 de abril, se ha concluido que los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México sólo han tenido 41 días de aire libre de contaminación, pues en 2019 ya se llevan tres contingencias ambientales por ozono, algo que ha superado los años 2017 y 2018.
El material particulado fino y ultrafino, que se denomina PM10 y PM25 —derivado del transporte terrestre—, causó el fallecimiento de 14 mil 288 personas en este año, con un costo de 1.62% del Producto Interno Bruto, de acuerdo con la representante del ITDP.
Por su parte, Carlos Samayoa, campañista de movilidad de Greenpeace México, informó sobre las enfermedades asociadas a la contaminación, como asma, infecciones respiratorias agudas, bajo peso al nacer y males cardiovasculares.
Es necesario que el gobierno tome las medidas necesarias para garantizar el derecho de los habitantes a un medio ambiente limpio y así, reducir el impacto en la población y en la economía del país.
Esta iniciativa podría no sólo incentivar el uso de la bicicleta, sino limpiar las atmósferas tóxicas de nuestras ciudades.
Por: Ecoosfera
Entre los muchos artefactos que se han diseñado para eliminar la odiosa y mortífera contaminación atmosférica de las ciudades, el más original y estimulante es la bicicleta que filtra esmog y purifica el aire, creada por el diseñador holandés Daan Roosegaarde.
Se trata de una fase más del Smog Free Project, con residencia en Pekín y Rotterdam, el cual se ha dedicado a crear obras de ingeniería y tecnología para combatir la contaminación. Este proyecto no sólo busca limpiar la atmósfera, sino incluso el espacio exterior, que es lo que pretende otra fase muy estimulante llamada Space Waste Lab.
Pero dejando de lado las alturas cósmicas y la contaminación en el universo, y volviendo a nuestras ciudades y sus atmósferas tóxicas, lo cierto es que la bicicleta antiesmog parece ser el arma perfecta para combatir la contaminación. Porque es tan sencilla como útil, y cumple varios propósitos en uno.
¿Cómo funciona?
La bicicleta antiesmog funciona con la llamada “ionización positiva”, un proceso que remueve partículas del aire y las filtra para purificarlo.
Con este invento no sólo se incentiva el uso de la bicicleta –el transporte más sustentable y liberador que existe–, sino que además se hace de los ciudadanos sujetos activos en el combate contra la contaminación, ya no sólo a partir de las acciones cotidianas que todos podemos adoptar, sino a través de un dispositivo tan sencillo como una bicicleta a la cual se le adapta tecnología purificante.
Así, cada pedaleada suma una bocanada de aire limpio.
Roosegaarde y su equipo buscan innovar con estas bicicletas antiesmog en ciudades de China, donde paradójicamente, la cultura de la bicicleta está tan arraigada como alarmante es la contaminación atmosférica –que ocasiona más de 1 millón de muertes al año–. Aún no han logrado que el gobierno chino implemente su tecnología, pero según contó el diseñador a The Guardian, es muy probable que la adopten como parte de los programas de renta de bicicletas que se han implementado en todo el país.
O por lo menos, eso sería lo más sensato. De hacerlo, serán una inspiración de lo que el civismo tecnológico es capaz de hacer, en aras no sólo de la civilidad, sino también de la sustentabilidad.
La campaña ‘Uno menos en el mar’, impulsada por la marca de cepillos de dientes biodegradables Brushboo y la Asociación Ambiente Europeo, en colaboración con TerraCycle, ha recuperado un total de 7,383 cepillos de dientes con el objetivo de convertirlos de nuevo en materia prima y evitar que acaben en el mar tras ser depositados en un contenedor erróneo.
Esta iniciativa tiene como objetivo lograr el reciclaje de 10,000 cepillos de dientes para evitar que estos objetos sigan llegando a mares y campos, por lo que Brushboo realiza un 20 por ciento de descuento en sus productos a aquellas personas que participen activamente en la recolección de cepillos de dientes, entregando aquellos de los que se va a deshacer en uno de los puntos de recogida repartidos por España, según ha informado en un comunicado.
Así, la compañía ha explicado que algunas de las partes de los cepillos de dientes de plástico están compuestos por polímeros distintos a los empleados en la fabricación de los envases de plástico que se depositan en el contenedor amarillo, un hecho que dificulta su correcto reciclado.
En este sentido, Brushboo ha destacado la gravedad del uso e incorrecto reciclaje de los cepillos de dientes de plástico debido a que se trata de un artículo cotidiano y de uso popular, por lo que la iniciativa tiene como fin concienciar acerca de este hecho, así como impulsar la sustitución de los mismos por otros fabricados con materiales biodegradables.
Las personas interesadas en participar en la retirada de 10,000 cepillos de plástico de la circulación, así como en evitar que se reciclen de forma errónea ocasionando que acaben en el mar, pueden consultar su punto de recogida más cercano en la web de la campaña y compartir su experiencia en las redes sociales mediantes el uso del hashtag ‘#UnoMenosEnElMar’.
Esta iniciativa tiene como objetivo lograr el reciclaje de 10,000 cepillos de dientes para evitar que estos objetos sigan llegando a mares y campos.
Muchos estados ya han implementado políticas sustentables que apuntan a que dejemos atrás nuestra dependencia al plástico.
Por: Ecoosfera
Ya no podemos seguir produciendo y consumiendo plástico tal como lo hacemos en la actualidad. Por más que existan proyectos científicos que están encontrando originales formas para reutilizarlo, lo cierto es que estamos usando demasiado de este feo material, a tal grado que no podemos reciclarlo todo.
Además, solemos olvidar que hace pocas décadas nadie dependía del plástico. Nuestros padres crecieron sin necesidad de este material tóxico. ¿Cómo organizaban su vida sin necesidad de bolsas, empaques y envases de plástico? Es lo que hoy nos toca pensar y repensar colectivamente.
Y es que, en promedio, cada persona utiliza 650 bolsas de plástico al año en México.
Afortunadamente, en este país ya se ha empezado a avanzar rumbo a una sociedad libre de plástico. Muchos estados de México ya han prohibido el uso de todo tipo de productos plásticos, desde bolsas hasta popotes, lo que nos orilla a ingeniárnoslas para sustituir un montón de productos. Lo cual, por cierto, no es tan difícil: en Guatemala sustituyeron las bolsas de plástico con hojas de plátano, y en muchas comunidades indígenas que han dejado el plástico voluntariamente han encontrado otras soluciones igual de originales.
Y ni hablar de iniciativas tan novedosas como la de Nueva Zelanda, donde todos los alimentos frescos serán vendidos sin bolsas de plástico. Ejemplos hay muchos: seguirlos depende de nuestra voluntad para contribuir a la salud de la naturaleza.
¿Cuáles son los estados de México donde se ha prohibido el plástico?
Hasta ahora son 11
¿Cuándo entrarán en vigor los reglamentos?
La mayoría de las leyes ya han sido reformadas. Pero será hasta enero de 2020 que se comenzarán a levantar multas… ¡Así que cuidado!
La gran tendencia ahora será la de reutilizar nuestros envases.
Por: Ecoosfera
Cuando se trata de irradiar la conciencia contemporánea que el mundo necesita, no importa si somos pequeños o grandes: lo podemos lograr. Una prueba contundente está en la empresa Loop, que tuvo la oportunidad de presentar su línea de envases reutilizables en el Foro Económico Mundial en Davos de este año, el mismo al que fue una pequeña activista que está haciendo grandes cambios: Greta Thunberg.
Desde aquel día, Loop acumuló una gran lista de grandes marcas que desean realizar programas piloto con sus envases, para eventualmente lanzar sus productos al mercado bajo la premisa del zero waste, o cero desperdicio.
Loop ha hecho tratos con más de dos docenas de grandes marcas; entre ellas, Coca-Cola, Quaker, Danone, Nestlé y Unilever.
No obstante, para que esta nueva tendencia tenga éxito también hará falta mucha voluntad por parte de los consumidores. Y es que nos han vuelto dependientes del plástico –por eso este material es tan omnipresente–, así como del ciclo usar-tirar. Los envases zero waste nos obligarán a entrar en otra dinámica, pero también dependerá de que nosotros estemos dispuestos a ello. Es urgente que entendamos que nada debe ser un desperdicio: todo puede transformarse.
Loop es parte de TerraCycle, una compañía con sede en Nueva Jersey que se dedica a recolectar desechos difíciles de reciclar (cajas de jugo, cápsulas de café, guantes de plástico y filtros de cigarrillos), mismos que convierte en nuevos productos. En el camino se ha asociado con marcas de consumo, minoristas, fabricantes, municipios y pequeñas empresas en más de 20 países.
¿Cómo funcionarán los envases zero waste?
Los envases zero waste necesitarán de este modelo de negocio sustentable, para lo cual deberán ponerse en marcha servicios de recolección a través de contenedores especiales, en los cuales almacenar todos los empaques. Además, según el esquema diseñado por TerraCycle, los productos deberán ser pedidos en línea.
Si bien esto traerá consigo grandes cambios a nuestro estilo de vida, lo cierto es que es lo único que puede salvarnos. Porque, al parecer, reciclar no es suficiente. Según Greenpeace, debemos cambiar radicalmente la manera como consumimos, ya que ni siquiera toda la infraestructura está logrando niveles de reciclaje comparables a nuestro desaforado consumo. El ejemplo está en España, país donde, pese a todos los esfuerzos, sólo se está reciclando el 22% de la basura, según el informe Maldito plástico, de Greenpeace España.
Esto, y el hecho de que el reciclaje también consume gran cantidad de recursos y espacio, requiere de que llevemos más allá la lucha por una vida sustentable. Porque de no corregirse esta balanza entre lo que consumimos y lo que podemos restituir, muy pronto el planeta nos pasará la factura.
Así que lo que Loop plantea es que todos trabajemos en sintonía para regresar a un modelo al estilo del que se usaba hace años, cuando los lecheros –o milkmen, en inglés– dejaban la leche en la puerta de las casas. Eso, no obstante, implica una sinergia entre las empresas, el gobierno, nosotros y los intermediarios.
¿Estamos listos para ello? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que debemos estarlo.
¡Hacer la compra sin plástico, sin envases y sin empaques de un sólo uso es posible!
Por: Eco blog Nonoa
Si no es al 100%, vamos a intentar reducirlos al máximo.
El 40% de los residuos que generamos en el mundo proceden del embalaje de los alimentos. Bandejas de carne, de pescado, de embutidos, tetrabrik de leche, paquetes de galletas, cartones de huevos, enlatados, conservas, paquetes de pastas, de arroces… prácticamente todo viene empacado. Tanto es así, que hoy en día es misión “casi imposible” encontrar alimentos o cualquier cosa que necesitemos, sin embalaje. Y lo peor de esto es que todo ese embalaje es para tirar una vez que hayas consumido el producto.
¿Sabías que cada 5 minutos se generan 2 millones de toneladas de estos residuos a nivel mundial?
Son cifras alarmantes que dejan claro que se necesita una reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible.
A veces hay que dar pasos hacia atrás para poder seguir avanzando. Y es que si hacemos un viaje a un pasado no tan lejano, veremos que prácticamente no existían embalajes de un sólo uso. Todos iban con sus bolsas de tela, sus cestas y sus botellas de vidrio retornables.
Son muchos los beneficios que obtendría tanto nuestro planeta cómo nosotros mismos, si compráramos y consumiéramos de una manera más consciente, responsable y sostenible. E aquí algunos de ellos en los que me he permitido incluir además, los beneficios mentales y emocionales, ¡que no son pocos!
Ahorraríamos miles de millones de toneladas de residuos a la Tierra. Y eso se traduciría en más vida marina, terrestre y aérea. Más naturaleza, menos deforestación, océanos más limpios, vertederos más vacíos, menos contaminación, menos emisiones de CO2 a la atmósfera, menor explotación de recursos…
También aumenta nuestra capacidad resolutiva, encontrando alternativas donde ni siquiera imaginábamos que había. Y aumenta la concentración, porque a la mínima que te despistas te cuelan una bolsa de plástico o te empaquetan lo que compras, ¡aunque no lo hayas pedido! (Esta es posiblemente la situación más común cuando decides cambiar tus hábitos, pero no desesperes, sólo será hasta que te conozcan y entiendan que NO quieres plástico ni otros envoltorios).
Además, te divertirás y reirás mucho. Las caras de la gente y los comentarios que recibirás son mayormente muy divertidos y cómicos, a cada cuál mejor. En casa, muchas veces hacemos repaso de las situaciones tan simpáticas y surrealistas con las que nos hemos encontrado.
Y un detalle importante… la satisfacción personal que se siente siendo útil en la contribución de un mundo mejor no tiene precio.
A más a más, comprar de una manera más sostenible hará que ahorremos tiempo y dinero, aunque se piense lo contrario, porque comprarás exactamente lo que necesitas, sin dejarte seducir por propagandas, empaques llamativos y productos muuuy apetecibles. O si no piensa… ¿cuántas veces has ido al supermercado y has salido con mucho más de lo que ibas a comprar? ¡a mí me pasaba cada vez que iba!
Comprar sin envases – Por donde empezar
Lo primero que te recomendaría es comprar en tiendas locales. NO es más caro, estarás contribuyendo a la riqueza de tu ciudad y seguramente consumirás productos de mayor calidad y de proximidad. Además una vez que te conocen como la/el que compra sin plástico, todo se hará más fácil.
Al principio se hace un poco engorroso preparar tus bolsas y recipientes para hacer la compra, pero como todo en esta vida, es cuestión de organizarse. Una vez lo tienes dominado, todo será más simple. Uno de mis trucos para no perder tiempo preparando las cosas, es tener siempre en el carro de la compra las bolsas de tela. Cada vez, después de utilizarlas o lavarlas, las vuelvo a guardar en el carro, de esta manera siempre están ahí y no me preocupo de que se me olviden, y sólo tengo que añadir al carro, tuppers y botes si los voy a necesitar. A mí personalmente me resulta muy cómodo utilizar un carro de la compra en lugar de llevarlo todo en bolsas de tela grandes, sobretodo si tenemos en cuenta el peso.
1. Fruta y Verdura
Lleva tus propias bolsas de tela y recipientes. Te las puedes hacer tu mismo (DIY), o comprarlas. Yo tengo de varias marcas, y también otras que me coció mi madre con los retales de una cortina que se hizo. Personalmente me gusta la idea de que sean de algodón orgánico, ya que el 25% de los pesticidas que se utilizan a nivel mundial van destinados al algodón, y además que sean de comercio justo donde la riqueza está repartida de manera justa para todos. Y aunque el algodón orgánico es mi opción preferida, también las hay de poliéster (plástico reciclable), muy ligeras y semitransparente que van muy bien para los lugares donde no te hacen la TARA de la bolsa o quieren ver lo que llevas dentro (como los supermercados).
Evidentemente puedes utilizar bolsas de cualquier otro material, pero no está de más tener en cuenta su tiempo de degradación una vez tengamos que desecharla. Lo más importante es que puedas reutilizarla durante mucho tiempo
2. Granos, Pastas y Harinas
Compra a granel si tienes la posibilidad ¡Esta parte de la compra me encanta! Cómo no me quedan muy cerca de mi casa las tiendas a granel, hago la compra una vez al mes. Compro arroces, pastas, harinas, cafés, legumbres, frutos secos, etc. Suelen tener los productos alimenticios que más consumimos, muchos de ellos ecológicos, naturales y/o locales (km 0).
Una de las preguntas que más hace la gente es si comprar a granel es más caro. La respuesta es SÍ y NO. Es verdad que los precios generalmente son más elevados. Uno de los motivos es porque no se producen en grandes cantidades, pero esto se traduce en una calidad superior y lo notarás enseguida. Por otro lado, NO es más caro porque te llevas sólo lo que vas a consumir. A todos nos ha pasado que queremos probar el risotto (por ejemplo) y sólo queremos comprar 200 gr pero tenemos que comprar 1 kg. A lo mejor ni te gusta y terminas tirándolo a la basura, o a lo mejor sólo quieres comprar un poco porque vas a hacer una comida especial y ya está. En cualquiera de los casos, cuando compramos alimentos envasados, solemos, inevitablemente, comprar más de lo que consumimos.
Igualmente, en las tiendas a granel tienen bolsas de papel, pero lo ideal es comprar sin utilizar desechables ya que el papel también representa graves problemas medioambientales.
Los huevos los puedes comprar sueltos en tiendas a granel, mercados, fruterías… lleva tu propio cartón de huevos para que te los pongan ahí y reutilízalo todo lo que puedas.
3. Carnes, Pescados y Embutidos
Al principio llevaba tuppers de plástico que ya tenía en casa porque pesan poco y cuando llegaba a casa lo pasaba todo a tuppers de vidrio, pero ahora voy directamente con tuppers de vidrio herméticos. En la pescadería y la carnicería les encanta que lleve de vidrio y es que la sensación es totalmente diferente a la que se tiene con el plástico. El vidrio es muy limpio y brillante y el plástico se va rallando y volviendo opaco con el uso por lo que da la sensación a veces de estar sucio. Igualmente para quesos y embutidos sigo llevando tuppers de plástico o wraps. Cada uno tiene que encontrar la manera que le vaya mejor. Eso sí, no olvides el carro de la compra si decides comprar con tuppers de vidrio porque pesan mucho.
4. Panadería
El pan es algo que consumimos a diario la mayoría de personas. Una bolsa, sea de papel o de plástico o de las dos cosas, cada día que compramos el pan, es insostenible, por lo que te animo a llevar tu propia bolsa de tela.
Me lo sirven en mis bolsas de tela, pero cuando el pan es muy grande, como suele ser el de montaña o pagès, me lo llevo en un paño de algodón que lo tengo exclusivamente para eso. Si voy a comprar bollería u otros dulces me lo sirven en mis tuppers o wraps, que es una muselina de algodón orgánico cubierto con una mezcla de cera de abeja, resina y aceite de jojoba,ya que es un sustituto genial al film de plástico y aluminio.
5. Cosas que no encontramos sin envasar
Aquí vienen los pecados jeje… Hay cosas que no encontramos sin envasar y otras las hemos sustituido o simplemente dejado de consumir.
Cosas que antes comprábamos preparadas y ahora hacemos nosotros
Las leches vegetales que antes comprábamos en tetrabrik, ahora compramos los frutos secos y nos la hacemos nosotros mismos (aunque prácticamente no las hacemos).
Hemos dejado de comprar zumos envasados y ahora nos los hacemos naturales o nos comemos directamente la fruta que está más rica. Si compramos, lo hacemos en vidrio.
Nada de comida congelada, todo fresquito del mercado.
Mayonesas y otras salsas nos las hacemos nosotros, y alguna que otra en vidrio.
Las pizzas ahora caseras 100% y no las cambio ¡por nada del mundo!
Cómo me gusta la repostería y a veces se usa leche, la he sustituido por leche vegetal , zumo natural o agua.
– Otros alimentos como el vinagre, salsa de soja, atún en conserva, y algunas otras cosas más, también las compramos en vidrio. Algunos con tapa de rosca, así después lo reutilizamos para guardar otros alimentos o lo reciclamos. Recordad que el vidrio es 100% reciclable infinidad de veces, así que al contenedor verde si no lo podéis reutilizar.
Y hasta aquí la primera parte de Cómo hacer la compra sin envases y empaques desechables. En la segunda parte hablamos de cómo comprar productos de limpieza e higiene personal sin envases.
¡Seguro que más de uno se siente identificado! jejeje
¿Y tú cómo haces la compra? me encantará que en los comentarios nos des más ideas para conseguir comprar sin residuos.