Esta es una victoria de la participación colectiva (que nunca pasará de moda).
Por: Ecoosfera
La participación colectiva genera grandes cambios; esta vez un movimiento que comenzó con el simple pero contundente acto de firmar una petición–, llega a oídos del Congreso local de la Ciudad de México, quien hace tan solo unas horas aprobó una reforma que prohíbe la utilización de plásticos de un solo uso. Si bien se trata de una iniciativa que ya ha tomado forma legal en otros estados de México, en la capital mexicana no había sido votada una medida tan importante que, de llevarse acabo con la información debida para sus alternativas, podría detonar una transformación cultural histórica en todo el país.
Porque todos estamos hartos de la contaminación y sus impactos reales en la salud colectiva y en nuestra espacios vitales.
El dictamen fue propuesto por la diputada Alessandra Rojo de la Vega, y aprobado por la Comisión del Medio Ambiente, Cambio Climático, Protección Ecológica y Animal del Congreso de la Ciudad de México, mismo que ya se encuentra publicado hoy en la Gaceta Parlamentaría.
El dictamen aprobado prohibe la comercialización y entrega de bolsas de plástico no biodegradables en la capital. La medida aprobada con 51 votos a favor, también busca promover la obligatoriedad del uso de bioplásticos que permitan una pronta degradación, así como de materias primas provenientes de los recursos renovables. El dictamen dice que se permitirá otorgar bolsas siempre y cuando sean compostables, es decir, que sean susceptible a biodegradarse como mínimo al 90 % en seis meses.
La modificación a la Ley de Residuos Sólidos entrará en vigor desde el 1 de enero de 2021, y la infracción implicará multas de entre 40 y 161 mil pesos.
De igual forma, y dado que la propuesta presentada en el Congreso consta de una profunda investigación y análisis sobre el plástico y su impacto ambiental, se logró prohibir también los siguientes productos plásticos de un solo uso:
- Bolsas de plástico
- Cubiertos
- Palitos mezcladores
- Platos
- Popotes
- Pajitas
- Bastoncillos para hisopos de algodón
- Globos y varillas para globos
- Vasos y sus tapas
- Charolas para transportar alimentos
- Aplicadores de tampones
- Microplásticos
- Cápsulas de café de un solo uso
Según consta para el Artículo 16 sobre “Ordenamiento territorial”, las autoridades de la CDMX se comprometen a adoptar medidas de prevención y reducción de la generación de residuos, y se adoptarán políticas educativas con el fin de informar a la ciudadanía sobre el manejo de residuos y su impacto en el medio ambiente.
Sin duda se trata de un gran logro ciudadano, y una invitación a cambiar nuestra realidad que, por supuesto, tenemos tiempo para empezar a encausar rumbo a las alternativas orgánicas al plástico.
Aún falta algo muy importante: el unicel
La propuesta presentada hizo mucho hincapié en que pasemos de utilizar plástico a utilizar bioplásticos, mismos cuyas características quedaron plenamente expuestas. También hizo un recuento de posibles sustitutos y alternativas, entre los que se incluyen bioplásticos hechos con materiales naturales como fécula de maíz y caña de bambú.
Sin embargo, hará falta todavía tomar una medida más, y esto es la prohibición del unicel, tal como ya ha pasado en otros estados de la república. Es comprensible que la iniciativa contemplara sólo la discusión que concierne al plástico y todos sus derivados, como los microplásticos, pues este material es responsable del 80% de la contaminación en el océano y representa ya un problema lo suficientemente complejo
No obstante, siendo que el unicel fue prohibido a la par que el plástico en otros estados, como Jalisco, no nos explicamos cómo es que pudo faltar en la iniciativa para la CDMX. Y es que de este material se producen 125 mil toneladas anuales, 25% del cual se destina a la producción de objetos de un solo uso y del cuál, según el CIDE, sólo se reciclan 400 toneladas, sin contar que es cancerígeno.
Además, no prohibir el unicel podría traer como consecuencia que se vuelva el sustituto natural del plástico en la capital, lo que iría en detrimento del logro colectivo que supone la prohibición de bolsas de plástico y demás objetos de un solo uso derivados de éste.
Por eso es importante que nos vayamos acostumbrando a la medida que entrará en vigor el 1 de enero de 2021….
Empecemos a cambiar nuestros hábitos YA
Más allá de que la ley no contemple el unicel, y de que las campañas educativas e informativas que la Secretaría de Medio Ambiente promoverá no tienen fechas definidas, nosotros podemos empezar a ser –como dijera Gandhi– el cambio que queremos ver en el mundo. Pasar de una cotidianidad repleta de plástico a una más resiliente no es tan difícil como podría parecer.
Realizar fácilmente la transición del plástico a lo natural en la vida diaria es posible. Existen muchos sustitutos al plástico, y muchos de ellos sólo requieren que nos acostumbremos a algo tan simple como llevar un termo para el agua y el café, o tener un kit de cubiertos para usar fuera de casa. Aquí puedes ver también cómo ir de compras sin usar plástico.
Desde Ecoosfera seguiremos alimentando este logro colectivo, impulsando alternativas y nuevas iniciativas para sustituir el plástico.
Fuente: www.ecoosfera.com