UN BANCO PARA EL APOCALIPSIS

Un banco para el Apocalipsis

POR LUCÍA BURBANO / LONDRES, REINO UNIDO

A dos horas de Londres, en el corazón de Wakehurst Place –un área protegida con el calificativo de Extraordinaria Belleza Natural– hay un edificio donde se resguardan millones de semillas de las plantas y árboles que nos alimentan, sanan o embellecen. Es el Millennium Seed Bank (MSB) o Banco de Semillas del Milenio, el centro más importante del mundo en el ámbito de la conservación.

No hay que esperar hasta el apocalipsis para comprobar la función trascendental que cumple el banco de semillas de Royal Botanic Gardens, Kew, gracias al cual ya se han reintroducido varios especímenes a su hábitat natural. Es el caso de una planta autóctona de Sudáfrica, Cylindrophyllum hallii, de la cual apenas quedaban unas doscientas en 2002 debido a la degradación de su entorno, que lograron propagar con éxito.

Seleccionar qué semillas se preservan no es una elección aleatoria, es consecuencia de una serie de criterios establecidos de antemano que priorizan las especies que son endémicas, extremadamente útiles o que se encuentren en riesgo de extinción.

En la actualidad, Kew tiene 80 000 colecciones de semillas conservadas a -20 ºC, los cuales representan más de 37 600 especies. Cada colección contiene aproximadamente 20 000, ya que se recolecta una muestra de 1 000 semillas por cada especie para lograr la máxima diversidad genética. Este año, celebra el décimo aniversario de la llegada al banco de la semilla un billón –una clase de bambú que procede de África– almacenada desde 2007. Su objetivo para 2020 es custodiar el 25 % de las especies conocidas por el ser humano.

El MSB es el proyecto estrella de Kew, que tras comenzar a recopilar semillas de forma mucho más modesta en 1974, inaugura en el año 2000 este espacio de 5 500 m2 diseñado por Stanton Williams y galardonado con importantes premios arquitectónicos. Su forma de bóveda de cañón se integra a la perfección en la naturaleza que lo rodea, que en primavera es exuberante en colores y aromas.

Michael Way, coordinador de Alianzas en el Ámbito de Conservación para las Américas, forma parte del equipo de cincuenta personas que trabajan en el MSB. Es además el guía que nos descubre los entresijos de esta arca de Noé contemporánea y quien nos platica sobre la labor que Kew lleva a cabo con la colaboración de sus socios internacionales.

DEL CAMPO AL BANCO

El Crop Wild Relative Project (Proyecto de Parientes Silvestres de Cultivos) es el manual que viaja con los equipos encargados de recoger muestras de todo el mundo. Es el documento donde se establecen los criterios, prioridades y objetivos, y donde se anotan las zonas de recolección o la temporada de floración de las diferentes especies que salen a buscar.

La recolección se realiza manualmente, sin embargo la forma depende de las características de cada semilla. Por ejemplo, algunas se dispersan con el viento y requieren técnicas específicas. Pero en general, se obtienen con métodos bastante tradicionales, como sacudir los árboles o estirando el tronco con una cuerda. En el caso de los herbáceos, pueden recolectarse de la misma forma que la fruta, en barreños. “Somos gente práctica”, define Way, quien explica que recoger muestras de los cientos de árboles y plantas que luego regresan a Inglaterra implica caminar una media de cinco kilómetros diarios.

A su llegada al banco, se guardan durante casi dos meses en una sala denominada Habitación seca, donde permanecen clasificadas en sacos o bolsas de papel –habitualmente los mismos recipientes empleados en su colecta– con los siguientes datos escritos a mano: nombre de la persona que las recolectó, de qué semilla se trata, el lugar, y por último la fecha. Way muestra un ejemplo de México donde puede leerse, escrito en bolígrafo negro, “RAE-131 (el código de Ricardo, miembro del equipo), Cedrela odorata (de la familia del cedro), Paso de Ovejas, Veracruz, 20/04/2016”.

El objetivo de esta sala –ambientada con un equipo de aire acondicionado colocado encima de la puerta– es que la humedad relativa de las muestras baje hasta 15 % y frenar su envejecimiento. Las semillas que acaban de llegar se sitúan al final de la sala, donde reciben un mayor flujo de corriente. A medida que van secándose, se trasladan a posiciones más cercanas a la puerta.

El siguiente paso es limpiarlas en el laboratorio, un espacio que, por cierto, satisface la curiosidad de los visitantes al centro, ya que puede observarse, a través de un vidrio, como trabajan los científicos. Una pequeña parte de las instalaciones está abierta al público, ahí se realizan, además, exposiciones relacionadas con la naturaleza y la conservación.

“Primero debemos entender la semilla”, dice Way. Esto significa abrirla para observar su contenido en los microscopios binoculares y confirmar, primero, que se trata de la semilla correcta y, segundo, para averiguar si tiene embrión y almacenamiento de tejidos.

Después, se separa el fruto del cascarón en un filtro de tela metálica de diferentes medidas milimétricas. Una vez obtenido, se coloca en un contenedor que gracias a un sistema de aspiración acaba por dividir las partes vacías y las llenas. El porcentaje de la parte llena se verifica después con el microscopio. “Si el contenido se halla, por ejemplo, al 50 %, necesitaríamos cuarenta semillas para que crezcan veinte plantas”, explica Way.

Una vez listas, pasan al congelador, que permite conservarlas durante la increíble cifra de 500 años. Programado a una temperatura de -20 ºC, se encuentra soterrado bajo concreto reforzado. Las semillas se organizan en subsalas aisladas por páneles, pero como Kew está realizando obras para ampliar su capacidad, el congelador no formó parte, desafortunadamente, del itinerario. Way lo describe afirmando que su interior equivale al espacio que ocuparían veinticinco autobuses de dos plantas. Para tener una idea, los icónicos camiones de color rojo de Londres miden unos 15 metros de longitud y 4.38 metros de altura.

Al preguntar si esta temperatura garantiza por igual la preservación de todas las especies, Way responde que acomodar cada una bajo unos parámetros individuales es prácticamente imposible, por ello trabajan con categorías genéricas de cada especie. Aun así, existe una sala pequeña donde las especies más complicadas encuentran acomodo.

“Las orquídeas, por ejemplo, son un grupo que no sobrevive más de diez años a esta temperatura”, explica el científico. La solución es depositarlas en contenedores de nitrógeno líquido, que se encuentran a una temperatura de -196 ºC. No hacen lo mismo con todas las especies porque los retos de salud y seguridad son mayores, y por las características específicas del empaque empleado para resistir estas temperaturas.

El ciclo no termina aquí. “Hay que testear la viabilidad de las semillas”, continúa Way. Para ello, extraen del congelador un muestra de cincuenta semillas y la colocan a temperatura ambiente. Después, siguiendo las instrucciones de la base de datos World Clim (Climas del Mundo), las introducen en diferentes incubadoras que reproducen las condiciones autóctonas y favorecen la germinación.

“Contamos con 35 ambientes diferentes y cada incubadora puede programarse para combinar diferentes temperaturas y una mayor o menor cantidad de luz”, explica Way. Muestra un ejemplo en el cual los parámetros están fijados para reproducir condiciones típicas de un clima subtropical; doce horas de luz a 25 ºC y doce de oscuridad a 10 ºC. Las semillas se colocan en “agar”, un extracto de alga con gran cantidad de agua, la cual crea una gelatina que facilita la germinación. Una vez por semana, comprueban cuales han germinado y cuáles no. Pasados dos meses, se descartan aquellas que no lo han hecho.

TESORO MEXICANO

“México es de los primeros países con el que establecimos un acuerdo de colaboración, hace veinte años”, comenta Way. El país es interesante para Kew por “su biodiversidad, variados ecosistemas, flora y microclimas, que lo convierten en un lugar muy interesante”, agrega el científico.

Michael Way es responsable de los proyectos de conservación de semillas que se llevan a cabo en el país, y su trabajo incluye gestionar los esfuerzos técnicos que permiten identificar cuáles son los lugares donde hay que recolectar. Kew custodia la mitad de lo que se recolecta en México y la otra mitad se conserva en el banco de semillas de sus socios de FESI-UNAM. Entre ambos acumulan en la actualidad un 7 % de la flora mexicana.

Tres son las líneas de actuación que se llevan a cabo gracias esta colaboración, supervisada por la Comisión Nacional para la Biodiversidad (Conabio) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales  (Semarnat). La primera es un proyecto de recolección y conservación de semillas en Baja California; la segunda un estudio del uso tradicional de plantas útiles; y la tercera es un programa de recolección de semillas de árboles.

En uno de los invernaderos situado en las instalaciones, Way señala una especie útil mexicana, una Candelilla, de la que obtiene la cera. “Es la planta natural más importante de toda la región desértica de Chihuahua”, la define el científico. Se exporta a EU para ser empleada en el sector de la alimentación y en productos como el pintalabios.

Kew trabaja en 24 de los 32 estados mexicanos, y junto con sus socios ya ha identificado más de 3 000 especies de árboles. La siguiente tarea, adelanta Way, es seleccionar las 100 semillas que cumplen los criterios establecidos para ser trasladadas y preservadas en su banco.

“Tenemos muchas metas en México”, comparte. Entre ellas, recolectar alrededor del 20 % de la flora. “Si cada año conservamos un 0.5 % de esa flora, la colección mexicana crecerá hasta convertirse en una de las más importantes”, dice Way para finalizar.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
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Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/mundo/un-banco-para-el-apocalipsis/

TU BASURA VALE ORO

Tu basura vale oro

POR GABRIELA GUTIÉRREZ M.

¿Sabías que para producir un kilogramo de plástico a partir del reciclado, se emiten a la atmósfera 1.7 kilogramos de CO2?, es decir, la mitad de lo que se expulsa por fabricar la misma cantidad de plástico nuevo y virgen. Esto significa que, cada vez que una botella de PET es reciclada, se disminuye a la mitad su huella de carbono, por tanto, si separas tus desechos y los entregas de manera adecuada para que puedan ser reciclados, tu propia huella también disminuirá. Sin embargo, además de eso, tratar bien tu propia basura tiene más valor de lo que pensabas.

Si en el año 2000 la basura hubiera cotizado en la Bolsa, los pepenadores hoy serían ricos. Por cada peso invertido en oro, en ese entonces, hoy recuperarían nueve. En cambio, por el mismo peso invertido en plástico para reciclar, hoy rescatarían mil.

La floreciente industria del reciclaje en México ha dado lugar a la creación de nuevas empresas, la mayoría de ellas creadas apenas en los últimos 15 años, que encontraron en los cerros de basura de los tiraderos auténticas minas de materiales preciados.

“En los 50 nadie veía en la basura un negocio. Nosotros lo hicimos primero”, dice con aire triunfador Pablo Tellez, dirigente del Frente Único de Pepenadores (FUP) y líder de 1 500 pepenadores, en el Bordo Poniente.

En el pasado, él mismo debía recoger en promedio 33 botellas de plástico para completar apenas un kilo, por el cual le pagaban 20 centavos. Sin embargo, el precio no ha bajado de 2 pesos en la última década, y llega a alcanzar picos de hasta 12 pesos.

Si se considera que en México se deponen 4.6 millones de toneladas de residuos plásticos al año –el equivalente a que cada persona tire 39 kilogramos de plástico anualmente–, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), es  fácil ver el éxito comercial de reciclar.

El mercado del reciclaje en México tiene un valor de 4 000 millones de pesos, según estimaciones de la Asociación Nacional de Plásticos (Anipac), que se reparte apenas entre unas 180 empresas.

De entre todos los tipos de plástico, el PET es el que ha levantado más interés por parte de los recicladores. Sin embargo, de las 722 000 toneladas de PET que se recuperan al año en México, sólo la mitad se recicla en el país y la otra parte se exporta, principalmente a China y Estados Unidos, de acuerdo con información de Ecoce.

Santiago García, director de la Asociación para Promover el Reciclado del PET, considera que el material reciclado debería aprovecharse en México, no obstante, los mercados extranjeros suelen pagar hasta 30 % más el PET foraneo que el nacional.

La Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México representó un gran avance en materia de reciclaje, pues desde los hogares ahora se separan los materiales, esto ha conseguido que los propios empleados de los recolectores aparten los materiales reciclables y los vendan por su parte. Sin embargo, también ha ido en detrimento de los grupos organizados de pepenadores, quienes se quejan de que a los basureros llega la basura “ya escogida”, dice Téllez. “Cada vez llega menos material reciclable. Tenemos que rascar más y más para sacar algo”.

ECONOMÍA VERDE

El negocio del reciclaje es uno de los considerados “nobles”, porque además de que es productivo, también ayuda al medio ambiente. Por ejemplo, para generar un kilogramo de plástico a partir del reciclado, se emiten a la atmósfera 1.7 kilogramos de CO2, la mitad de lo que se expulsa por elaborar la misma cantidad de plástico “virgen”. Además, por cada tonelada de PET que se recicla, se ahorran 40 000 litros de agua.

El crecimiento en la industria del reciclaje del PET avanza a pasos agigantados en todo el mundo, y actualmente alcanza un valor estimado de 410 000 millones de dólares. China y Estados Unidos son dos de los principales exponentes, tanto por su crecimiento acelerado, como su enorme consumo del material.

Mientras que el primero importa 40 % de su requerimiento de plástico reciclado, el cual tiene, entre otras aplicaciones, la elaboración de ropa, Estados Unidos duplicó su reciclaje de 346 000 a 706 333 toneladas, entre los años 2000 y 2010, lo cual le representó una recuperación de alrededor de 30 % sobre el total de los residuos.

Por cada tonelada 
de PET reciclado 
se ahorran:

4.44 barriles

de petróleo.

25 a 35 m3

de espacio para rellenos 
sanitarios o tiraderos.

3.3 toneladas

de CO2 no emitidas.

EL RECICLAJE 
EN EL MUNDO

12 millones

de personas son empleadas 
por la industria, tan sólo en Brasil, 
China y Estados Unidos.

410 000 mdd

valor del mercado global.

25 %

de los residuos sólidos 
son reciclados.

13 000 millones

de toneladas de basura se generarán 
para el año 2050.

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Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/tu-basura-vale-oro/

IMAGINATIVO PROYECTO PARA DESCONTAMINAR RÍOS Y DISFRUTARLOS

Imaginativo proyecto para descontaminar ríos y disfrutarlos

Si Roma es populosa y turística a rabiar, su nivel de contaminación no le va a la zaga. Además, es conocida la relación tan especial que tienen los romanos con las aguas públicas. Desde la época romana siempre han sentido una gran atracción por las aguas públicas, como lo demuestran innumerables monumentos antiguos, como los acueductos y los baños termales, así como sus más de dos mil fuentes.

 

En la lista se nos olvida el río Tíber, también de gran importancia histórica, que atraviesa la ciudad. Eso sí, al día de hoy no puede decirse que tenga un caudal limpio, precisamente. De mirarnos en sus aguas como si fueran un espejo mejor nos olvidamos, además su falta de transparencia esconde una contaminación importante.

Plantas purificadoras

¿Cómo limpiar el río Tíber? Con un mucho de imaginación y otro tanto de ingenio, el proyecto Albula, diseñado por el estudio de arquitectura Delta, es un intento para mejorar la calidad de las aguas del Tíber, si bien podría aplicarse a otros ríos.

Se trata de una estructura flotante interactiva que combina elementos de los tradicionales molinos de agua con procesos de fitorremediación, nombre con el que se conoce un sistema basado en el uso de plantas para la descontaminación de suelos, aire y aguas.

En concreto, la fitorremediación de aguas residuales hace uso tanto de plantas, algas (fitorremediación) u hongos (micorremediación) como de ecosistemas en los que éstos estén presentes para aprovechar su gran capacidad de depuración de un modo sostenible.

Una plataforma flotante

Además de una plataforma y una estructura metálica, el proyecto consta de una rueda hidráulica y de un tanque de almacenamiento de agua. El uso de las plantas para purificar el agua de patógenos y metales pesados se realiza desde unas bolsas suspendidas en las que realizan la depuración, con la colaboración de la rueda de agua, accionada con un motor eléctrico accionado por sensores de movimiento que se activan cuando la gente se acerca….

Fuente: www.ecologiaverde.com/imaginativo-proyecto-descontaminar-rios-disfrutarlos/#more-17216

SALVAN EL AGUA DE TU DUCHA

Salvan el agua de tu ducha

Por Carlos Tomasini

Todos hemos pensado alguna vez que el agua tan fría que sale de la regadera antes de meternos a bañar no debería simplemente irse por la coladera. Y es cierto, cada persona desperdicia entre 12 y 15 litros de agua potable cada vez que espera a que el agua llegue a la temperatura adecuada. Seguramente, muchos hemos aplicado técnicas como colocar una cubeta o, los más valientes y comprometidos con el medio ambiente, comienzan a bañarse con el agua aún fría. Pero esta pareja tuvo una mejor idea que, además, los transformó en emprendedores incluso cuando ya se habían jubilado.

Patricia Horcasitas y Miguel Ángel Carmona desarrollaron y patentaron un sencillo sistema que, mediante un sensor electrónico, elimina el desperdicio de las regaderas con una solución simple: regresar el agua fría a la cisterna.

Ambos son ingenieros químicos, se conocieron mientras estudiaban en la Universidad Nacional Autónoma de México. Llevan 35 años casados y nunca antes habían trabajado juntos. Ahora que son jubilados, decidieron crear IQBiK, una empresa mexicana que aprovecha la tecnología con el objetivo desarrollar una solución para un problema cotidiano que, por ser un problema global, tiene un alto impacto en el planeta y en nuestros recursos naturales.

¿Cómo funciona?

Con este sistema, al abrir la llave del agua caliente, el agua fría que está almacenada en la tubería –entre el calentador y la regadera– no sale, sino que, gracias a un conjunto de tuberías desarrollado por Patricia y Miguel Ángel, regresa a la cisterna y así puede utilizarse nuevamente de manera instantánea.

Es aquí cuando entra en operación el dispositivo que, mediante un sistema de colores, indica el momento en el que el agua está lista: azul para menos de 30 grados, verde de 31 a 39 y rojo para más de 40 –la temperatura promedio en la que la gente se siente cómoda para tomar una ducha.

“Prácticamente se puede instalar en cualquier lado, lo que varía es el costo; por ejemplo, si se instala al momento de construir una vivienda, resulta muy económico, ya que sale en unos 1 100 ó 1 200 pesos”, explica Miguel Ángel.

El dispositivo no necesita pilas ni alguna instalación eléctrica, ya que genera su propia energía con el paso del agua. De acuerdo con las pruebas que han hecho, tendría una vida útil de unos siete años, tiempo en el que puede ser sustituido con sólo desatornillarlo.

medir en garrafones…

Cada persona desperdicia el equivalente a casi un garrafón de agua si deja correr el agua fría antes de tomar una ducha. “Yo he llegado a medir hasta 25 litros en una casa. Así que toda esta agua equivale a llenar cada año una alberca de 22 kilómetros de largo por 67 de ancho y 10 de profundidad, lo que equivaldría al lago de Tequesquitengo (en el estado de Morelos)”, señala Miguel Ángel, quien además tiene otra patente, la de un sistema doméstico de purificación de aire.

Otra ventaja de ahorrar agua con este dispositivo es que esta saldrá a la temperatura ideal mucho más rápido, así que el usuario podría meterse a bañar en un máximo de 15 ó 20 segundos, lo cual seguramente agradecerá en épocas de frío.

Los retos

IQBiK también brinda asesoría para instalar el sistema, aunque se han encontrado con arquitectos que no entienden muy bien su concepto. “A veces les cuesta trabajo que lo tengan claro, y es un logro explicarles lo sencillo que es y la ventaja del poco precio que tiene”, apunta Patricia.

“Inclusive, hay arquitectos que han llegado a decirme que no van a cambiar la estética de su baño por ahorrar un poco de agua”, agrega Miguel Ángel.

Aunque a la mayoría de las personas a las que le han presentado su desarrollo –incluyendo diputados y funcionarios del Instituto del Fondo Naconal de la Vivienda para los Trabajadores– les ha parecido atractivo, no han logrado terminar de convencer a muchos. “Eso quizá se deba a que no somos vendedores, sino ingenieros, pero ese es uno de nuestros retos”, asegura Patricia.

La buena noticia es que ya están por cerrar un contrato y proyectan que, a fines de año, trabajarán con cinco constructoras, mientras que su meta a cinco años es llegar a 25 ó 30 empresas.

Juntos hasta la cima

Este matrimonio adaptó un cuarto de su departamento para usarlo como oficina y bodega, además de que aprovecha su propio baño para hacer algunas pruebas de resistencia del producto.

Miguel Ángel dice que se le ocurren ideas desde que era muy joven y, como buen ingeniero, siempre busca soluciones distintas, lo cual ha aplicado en las empresas en las que trabajó, como Colgate Palmolive o Kimberly Clark. “De repente, un día se me ocurrió cómo resolver el problema del desperdicio de agua en la ducha, empecé a hacer dibujos e investigar qué había en el mercado”, recuerda el emprendedor de 62 años que atribuye parte de su creatividad a su dislexia.

Entre que tuvo esa idea y el momento en el que lograron ver su producto terminado pasaron cuatro años y, por ahora, no tienen socios ni inversionistas. “Como ya somos pensionados los dos, utilizamos el dinero de nuestra pensión para levantar el proyecto”, menciona Patricia, quien actualmente tiene 61 años.

Debido a que en México no encontraron quién les fabricara el dispositivo, Miguel Ángel viajó a China para encontrar al proveedor que ahora se los produce; además, otro ingeniero tuvo que ayudarles a programarlo, pues ninguno de los dos es experto en temas de electrónica.

El trabajo, tiempo y dedicación que han invertido en este proyecto son arduos, además de que enfrentan un doble reto, ya que son esposos y colegas con una larga carrera profesional. “Como los dos hemos tenido nuestra propia experiencia profesional, a veces los dos queremos mandar”, indica Patricia.

Galardonados

Hace unas semanas, Miguel Ángel viajó a Panamá gracias a que fue seleccionado para presentar su proyecto en el “H20 Challenge”, un concurso que reúne a 10 emprendedores de todo el mundo, quienes presentan en ese foro tecnologías encaminadas a aprovechar mejor el agua.

“No creo que haya una solución más económica y efectiva que la nuestra y tarde o temprano se va a adoptar. Tal vez no la vea cuando se aplique en todo el mundo, pero no importa, el chiste es que se empiece hacer”, reitera Miguel Ángel.

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Fuente: www.revistacambio.com.mx/tecno/salvan-el-agua-de-tu-ducha/

ROPA QUE IMPACTA

Ropa que impacta

Por Gabriela Guitérrez M.

La cadena de producción de los textiles es una de las más largas. Por ejemplo, para fabricar un par de jeans, el proceso comienza en los campos agricultores donde se siembra el algodón, en los cuales se emplea agua y fertilizante.

También hay que considerar el combustible empleado en transportar esa materia prima a las áreas de transformación y maquila (que pueden ser varias: donde se corta, se trama, se dan los acabados). De nueva cuenta se sube a un transporte para llegar a los puntos de distribución y después a los de venta. Todo este largo viaje para que, al final, los jeans terminen un año más tarde –si bien nos va– en el basurero.

El Departamento de Ecodiseño y Desarrollo Sustentable de la Agencia Ambiental de Francia estima que cada par de jeans genera dos kilogramos de dióxido de carbono, desde el inicio de su producción hasta el final de su vida útil. Mientras que en el mismo lapso se estima que emplea 10 000 litros de agua, de acuerdo con el Global Leadership Award in Sustainable Apparel (GLASA). Desde esa perspectiva, quizá valdría la pena comenzar a ver nuestro ropero más como un estacionamiento humeante o un río de aguas negras.

Hace tan solo dos generaciones, las familias invertían en ropa de calidad que les duraría varios años. Las prendas se heredaban de hermanos mayores a menores, e incluso a otros familiares. Actualmente, se compra el doble de artículos que hace 20 años y el triple que hace 50, de acuerdo con la investigación “Plenitud: La nueva economía de la verdadera riqueza”, de Juliet B. Schor. El ciudadano estadounidense promedio compraba 34 prendas en 1991, para 2007, adquiría 67, “lo que implica una nueva prenda cada cuatro o cinco días”, apunta la autora.

Hoy en día, la ropa es de mala calidad y se vende a bajos precios, pues no se pretende que tenga una vida útil larga. Por el contrario, entre más rápido el consumidor prescinda de ella, más pronto querrá comprar la siguente. Lo que lleva a las empresas a producir grandes cantidades para satisfacer esa demanda. El círculo vicioso del consumo, sin embargo, tiene una factura alta y quien la paga es el medio ambiente.

La vorágine de la fast fashion ha convertido a la industria de la moda en la segunda más contaminante del mundo –sólo detrás de la petrolera. Cada año se producen alrededor de 80 000 millones de prendas de vestir, que eventualmente terminarán en la basura.

En México, cada persona genera alrededor de 50 kilogramos de residuos textiles al año. El incremento de este tipo de desperdicio pasó de 458 000 toneladas, en el año 2000, a 613 800 toneladas en 2013, de acuerdo con información oficial del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Alternativas

No, no es necesario entregarse al nudismo para disminuir la huella de carbono, pero sí es urgente que los consumidores adquieran más conciencia al momento de escoger un producto nuevo, explica Claire Perez-Tejedor, consultora en innovación social en empresas de la organización social francesa MakeSense.

“En Europa ya existe más conciencia sobre las repercusiones de nuestras compras y por ello hay consumidores más responsables. México está en ese camino, pero trae unos 15 años de rezago”, explica Perez-Tejedor, quien a través de MakeSense ha asesorado varios proyectos de moda sustentable en la Ciudad de México.

Uno de ellos es Manosanta, un proyecto basado en comprar ropa en buen estado para después venderla en un bazar itinerante conocido como Pop-up Store: “Nuestro lema es: ‘No nos traigas nada que tú no te pondrías’ ”, advierte Mónica Dubost, una de las fundadoras.

Cada seis semanas, Dubost y su socia, Emilia Alonzo, instalan los racks en algún punto de la Ciudad de México donde el Pop-up Store está abierto durante un fin de semana. En el primero de este año, celebrado en la colonia Roma, decenas de prendas, entre vestidos, blusas, pantalones y bolsas fueron ofrecidas desde 50 pesos, como por ejemplo un vestido marca Tommy Hilfiger, blusas Zara, entre otras.

Otro caso es el de Marina Boido, con su marca Monona Piezas Únicas, y Laura Pírez Torres, con Llamarada. Ambas –amigas, diseñadoras y emprendedoras– se especializan en reutilizar prendas usadas para diseños nuevos. Uno de los programas más exitosos es el “Trueque de Mezclilla”, que en su primera edición en mayo del año pasado congregó a cerca de 300 personas.

Durante el trueque, los asistentes deben entregar hasta cinco piezas de mezclilla que ya no utilicen, las organizadoras les asignan un valor en puntos y pueden canjearlos por piezas vinculadas al arte, como pinturas, fotografías, libros, películas. En la segunda edición recibieron más de 500 prendas de mezclilla, que muy pronto tendrán una segunda vida convertidas en tenis, bolsos, vestidos y otras piezas.

“México ya está preparado para escuchar de manera seria las propuestas de moda sustentable, aunque sigue siendo un nicho, ahora es una tendencia a nivel mundial y es irreversible. Las empresas grandes comienzan a darse cuenta que no es económicamente sostenible, no ser sostenible ecológicamente”, dice Boido.

Sin embargo, los diseñadores de moda sustentable tienen diferentes retos, la mayoría de ellos basados en un cambio cultural: desde reutilizar la ropa de otros, comprar de manera menos compulsiva y valorar las prendas hechas de manera artesanal o con materias primas menos contaminantes.

“Lo primero que necesitamos comprender como consumidores es que necesitamos pagar un precio justo por estas prendas, porque estamos seguros de que su impacto ambiental es bajo y que las marcas pagan lo justo a sus trabajadores y proveedores, no como los escándalos de explotación laboral en los que otras empresas se han visto inmiscuidos”, explica Pérez-Tejedor.

El 80 % de la población no está consciente de la moda ética, asegura Mireille Acquart, directora de Ethical Fashion Space, una consultoría especializada en moda ética dirigida a capacitar a los emprendedores de este sector para que adopten procesos más eficientes.

“Es todo un proceso. No se trata de ser hippie, sino de pensar a futuro”, explica Acquart.

Jean Verdier, director de Fashion Green Mx, una plataforma de proyección de los diseñadores y sus propuestas sustentables desde hace siete años, asegura que el mercado se ha expandido y cada vez notan más interés, sin embargo, reconoce que aún se trata de un nicho.

“Todos los días estoy luchando contra la cultura, posicionar una moda que sea usable, aterrizada, que no se trate de solo conceptos, para que se convierta en una filosofía que trascienda la pasarela”, dice Verdier.

Verde por fuera

Verdier alerta sobre el greenwashing −un tratamiento de comunicación que algunas empresas dan a sus productos para hacerlos ver amigables con el medio ambiente, sin realmente serlo de fondo.

“Se trata de marcas muy conocidas, que aseguran invertir en medio ambiente y van por la vida con la bandera ecológica, pero vas a las tiendas y el discurso no concuerda”.

Las empresas líderes de la fast fashion en el mundo son: H&M, C&A e Inditex (dueña de las marcas Zara, Pull&Bear y otras), cuentan con programas “eco” (ecológicos), como líneas de ropa producidas con algodón orgánico o reciclada, sin embargo, continúan alimentando un consumismo devastador para el medio ambiente.

Livia Firth, directora de Eco Age, una firma consultora ubicada en Londres, y una de las voces más reconocidas a nivel mundial en temas de moda ética, valora los esfuerzos de las grandes marcas por ser más sustentables, pero advierte que mientras no cambien su modelo de negocio (producción en masa a bajísimos costos), todos estos esfuerzos formarán parte del greenwashing, de acuerdo con una entrevista para la cadena árabe Al-Jazeera.

Al final del día, la ropa que menos contamina es la que no se produce y no se compra, expone Gema Gómez, fundadora de la plataforma Fast Fashion en España. No se puede demandar moda ética a las marcas, si los consumidores mismos no son responsables con lo que adquieren. La voz más fuerte es la que se respalda con el bolsillo.

Los 7 básicos del consumidor responsable

No compres por impulso. Cada prenda debe tener un propó06sito.

-Investiga la reputación de las marcas que adquieras, si alguna ha caído en malas prácticas (como explotación laboral, contaminación del medio ambiente u otras), respalda tu desacuerdo no comprando sus productos.

-Asegúrate de que tus prendas ya no sean remendables o no puedan tener un nuevo ciclo de vida antes de desecharlas.

-Compra local, impulsarás la economía de tu región y además disminuirás la emisión de gases de efecto invernadero derivada de la transportación de las prendas.

-Conoce proyectos de diseñadores locales que crean líneas de moda sustentable.

-Atrévete a intercambiar prendas con tus conocidos y familiares.

-Mantente dispuesto a pagar más por prendas de mayor valor social.

-Los jeans son de las prendas con mayor rastro de contaminación y la mayoría de la gente tiene más de un par en el ropero. ¿Por qué contaminan tanto?

*Tierra. El cultivo de algodón (materia prima de los jeans) es uno de los que más demanda agua y fertilizantes. Para producir un par se requiere alrededor de un kilogramo de algodón.

*La huella de agua. Desde su producción hasta el final de su vida útil, se estima en 10 000 litros.

*Colorantes. Contaminan los ríos y mantos acuíferos.

*Dióxido de carbono. Debido a la transportación necesaria para todos sus procesos, desde el cultivo hasta los diferentes puntos de maquila. Se estima que algunas prendas visitan hasta cinco países antes de llegar al consumidor final.

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EL PRIMER GRAN DEPOT DE MÉXICO

EL PRIMER GRAN DEPOT DE MÉXICO

Empresa 100% mexicana, con una preocupación peculiar por el cuidado del ambiente, innova una línea de franquicias no vistas antes en la Ciudad de México. Ellos lo describen como el primer Green Depot de México logrando captar la atención de todos en este sector. Está representado por Jaime Luis de Lizaola quien es la persona que encabeza este magnífico proyecto.

El principal objetivo de Mi Tiendita Verde es crear una concientización del cuidado hacia nuestro planeta facilitando la adquisición de productos biodegradables para el hogar y oficina volviéndolo tan accesible como si compráramos productos en la tienda de nuestra preferencia, que, además de ser innovadores, ahorrativos y totalmente biodegradables cubran nuestras principales necesidades simplemente reemplazándolas por artículos amigables a nuestro medio ambiente y todo en el mismo lugar.

En Mi Tiendita Verde podremos ver diferentes líneas de productos, tales como:

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RETOS DE UN PARAÍSO CARIBEÑO

Retos de un paraíso caribeño

Por Elizabeth Palacios

Mientras Quintana Roo cobra fama mundial lo mismo por sus lujosos desarrollos turísticos que por la corrupción de su exgobernador, al extremo sur, cerca de Belice, un pequeño pueblo vive su propia batalla por defender su apuesta: el turismo sostenible

“En 1992, el huracán Andrew azotó Miami y causó graves daños al acuario de la ciudad: de una fosa desfondada, seis ejemplares de pez león acabaron en el mar. Todos los acuarios tienen estos especímenes, porque la Pterois volitans resulta muy bella a la vista: estrías de varios colores, porte elegante y sobre todo el peine de aguijones que abre en abanico si se ve amenazado. Son venenosos, pero no letales para el hombre; como quiera que sea, provocan picaduras muy dolorosas e hinchazones que duran días, de allí que se conozca también con el nombre de pez escorpión. Esos seis malditos ejemplares que se evadieron de Miami resultaron ser increíblemente prolíficos, a tal punto que han infestado ya toda la barrera coralina del Mar Caribe, puesto que aquí no tienen predadores y, en cambio, ellos son muy voraces: además de devorar a cualquier pez más chico, acaban con los huevos de todos los demás.”

El párrafo anterior es un fragmento del libro Mahahual, un paraíso no reciclable, de la autoría del escritor italiano Pino Cacucci. Fue publicado por la Fundación Mahahual en 2013, con la intención de dar a conocer no sólo la historia de este pequeño pueblo ubicado al sur del estado de Quintana Roo, en la región conocida como Costa Maya, sino también con la finalidad de difundir los problemas que ha enfrentado y que hasta ahora todavía son el pan de cada día para quienes trabajan porque este pueblo se ha respetado como lo que es: un pueblo de pescadores que quiere atraer turistas respetuosos del entorno natural y social de la región.

La anécdota que narra Cacucci en torno al pez león es sólo uno de los muchos retos que Mahahual y sus pobladores han enfrentado a lo largo de su historia. Este pez voraz amenaza seriamente la barrera de coral que no sólo es fundamental para mantener la vida marina, también porque ha sido una barrera natural que ha protegido a los habitantes de este lugar cuando llegan los huracanes, como ocurrió en 2007 cuando Dean azotó la península de Yucatán pero que, al llegar a Mahahual, esta barrera funcionó como un rompeolas que impidió que el fenómeno cobrara vidas humanas. El saldo fue blanco, aunque los daños materiales fueron incontables.

Hasta entonces, Mahahual no era más que un pequeño pueblo de pescadores al que de pronto le cayó el turismo del cielo, bueno, más bien del mar. Y nadie mejor para describir esto que Cacucci:

“Este es un rincón del paraíso. Nomás que hay un detalle… estamos en febrero y mientras recorro una de las dos únicas calles paralelas me encuentro con (…) una multitud de desenfrenados que gritan en un inglés de acento texano tragando bebidas alcohólicas y diseminando de basura la rompiente. ¿El paraíso? Esto me parece más bien un cerco infernal de turismo de masa y del más deletéreo. Algo debo de haber equivocado: ¿cómo es posible que el pueblo más remoto del Caribe mexicano esté atestado de visitantes escandalosos en febrero, un mes de baja temporada planetaria?”

La respuesta la descubrió después el escritor italiano. Eran turistas de crucero. Así, la rutina del pequeño poblado era vivir en una paz impoluta todo el tiempo, excepto los días que llegaba un crucero a la Costa Maya, el único puerto mexicano completamente privado creado expresamente a fin de que los cruceros pudieran hacer una pausa en su recorrido hacia las islas del Caribe y los turistas dejaran algunos dólares en un complejo de restaurantes y bares construidos alrededor del muelle. Operado por una empresa millonaria, este lugar tuvo desde el principio todos los servicios, así los visitantes se quedarían allí bebiendo y comiendo, pero ellos querían más, querían “conocer México”, así que salían del puerto y se adentraban en el pequeño pueblo de Mahahual. Esto detonó una reducida oferta de pequeños comercios que sólo vivían para atender a estas personas desde que llegaban por la mañana hasta que se iban, cerca de las cuatro de la tarde.

Cuando no había crucero, Mahahual era casi un pueblo fantasma, pues la mayoría de las personas adultas se iban a trabajar en los grandes hoteles y restaurantes de Playa del Carmen, Cancún y la floreciente Riviera Maya, en el lado norte de Quintana Roo.

Sin embargo, hubo otros visitantes que llegaron y permanecieron allí. Poco a poco, a este rincón olvidado del Caribe mexicano arribaron varios italianos, franceses, alemanes y de otras nacionalidades porque se corría la voz de que este era un paraíso casi virgen e inmaculado de belleza natural incalculable y paz envidiable, excepto cuando aparecía un crucero. Con el tiempo, estas personas comenzaron a abrir negocios. Pequeños restaurantes sencillos, hostales construidos con materiales naturales de la región, comenzaron a cambiar la fachada del poblado. Entonces llegó Dean con su fuerza destructora y arrasó con todo. Mahahual tenía que empezar de cero.

Han pasado ya 10 años desde entonces y este pueblo ahora está habitado principalmente por pequeños empresarios extranjeros y mexicanos venidos de distintos lugares y de pobladores locales, oriundos del estado de Quintana Roo, orgullosos de su origen maya.

Entre todos, unas veces más unidos, otras no tanto, han tenido que dar batalla a todo lo que ha querido romper la paz y el equilibrio de Mahahual. Desde el crecimiento de la empresa que administra el puerto, la cual busca impedir que los turistas de los cruceros vayan al pueblo a gastar su dinero, hasta el reto de crear un concepto nuevo, mucho más sostenible, ecológico y responsable con su patrimonio cultural y natural para atraer a nuevos visitantes, aprovechando también el boom que lugares cercanos como Holbox o Bacalar comenzaron a tener hace algunos años.

Pero los retos continúan y no sólo los que crean los seres humanos. A la amenaza ecológica que representa la plaga del pez león, se suma la insistencia de desarrolladores hoteleros e inmobiliarios que desean apropiarse de todo terreno que se pueda. Estos desarrollos han dañado seriamente los manglares que rodean al pueblo y que son un ecosistema interconectado con el del arrecife coralino. Por lo tanto, la subsistencia del arrecife está directamente vinculada a la conservación de los manglares y eso parece no importar a los especuladores y desarrolladores.

Otra amenaza es el cambio climático, que ha provocado serias alteraciones en las corrientes marítimas de todo elmundo. ¿El resultado para Mahahual? A sus playas llegan dos plagas más. La primera es el sargazo, un alga originaria de los mares de la India que se ha desplazado hasta el Caribe, donde ha encontrado un sitio para reproducirse. Así, las playas de la región se encuentran siempre llenas de este residuo vegetal que arroja el mar.

La segunda plaga es todavía peor, pues se trata de la basura que llega desde cualquier lugar del mundo. Las manos de los habitantes de Mahahual no alcanzan a limpiar todo lo que el mar arroja. Hasta quieren abrir un museo, según me cuenta Luciano Consoli, presidente de la Fundación Mahahual y director del Festival Cultural Cruzando Fronteras, el cual fue creado hace cinco años como una medida que buscaba llamar la atención de las autoridades, apoyados por los artistas invitados que no sólo actúan de manera gratuita, sino que además son portavoz de las necesidades del lugar de apoyo a fin de mantenerse como un destino turístico sostenible.

Mahahual es así, uno de los más claros ejemplos de que el turismo sostenible en los decretos institucionales o los discursos puede parecer algo sencillo, pero en la realidad, se requiere presupuesto, voluntad política, capacitación y, en  especial, acciones concretas de todos los actores sociales con la finalidad de que se consolide como una verdadera opción de desarrollo para este pequeño paraíso que quiere, de una vez por todas, librarse de la maldición que los piratas que los visitaban siglos atrás parecen haber dejado: la de ser un refugio y un botín para los saqueadores.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/retos-de-un-paraiso-caribeno/

RECUPERACIÓN DE MATERIALES RECICLABES

Ligntec está orientada a la recuperación de materiales reciclables y a la transformación del plástico recuperado, dando como resultado un amplio catálogo de productos.

Fabricamos perfiles de plastimadera con las características mecánicas, físicas y químicas necesarias para sustituir a la madera natural. Evitando la tala descontrolada de árboles y bosques.

Entre las características y beneficios de este producto podemos destacar:

 

Ecológica: Su uso evita la tala de árboles al reciclar la madera, se reincorporan al ciclo de vida residuos plásticos que de otro modo terminarían convertidos en contaminantes potenciales.

Mantenimiento mínimo: Debido a su constitución plástica no se descompone, no necesita sellantes, su color es integral, no la atacan termitas ni plagas, no se pudre por contacto con el agua pues es impermeable.

Resistencia: Debido a sus componentes ofrece una larga duración y excelente resistencia frente al impacto, compresión y tracción. Además su peso no incrementa ante la humedad ni precipitación pluvial.

Higiénica: No almacena hongos ni bacterias evitando olores desagradables. Puede lavarse con cualquier detergente. No es tóxica.

 

RECUPERAR LAS AGUAS VIVAS

Recuperar 
las aguas vivas

TEXTO Y FOTO INTERNA: PROMETEO LUCERO

Es un sábado cualquiera alrededor de las aguas del Canal Nacional, al sureste de la Ciudad de México. Las personas pasean tranquilamente. Algunas pescan desde un puente peatonal, otras toman fotografías y hay quienes se sientan a disfrutar un picnic. Se respira calma en el lugar.

Pero no siempre fue así: hace años, era un vertedero de basura. Incluso, era recurrente que en la nota roja de la prensa citadina destacaran los hallazgos de gallinas destazadas en ritos de santería. Para lograr este cambio, dos historias lideradas por jóvenes confluyeron hacia un mismo fin: recuperar las aguas vivas de la gran ciudad.

En el Canal Nacional, entre Calzada de la Virgen y Río Churubusco, viven especies de fauna de humedal, como el pato doméstico, el pato mexicano (de menor tamaño y con un plumaje café con líneas blancas) y algunos insectos, también hay tortugas que conviven con tres especies invasoras: las ardillas, la carpa y la tilapia.

Desde 2004, el Club de Patos, una organización vecinal, se concentraba en limpiar voluntariamente las aguas del canal cada sábado; sin embargo, recientemente la organización Inteligencia y Vanguardia Mexicana (INVAM) –un proyecto juvenil de emprendedores que, además de recuperar espacios, realiza visitas a asilos, apoya talentos culturales juveniles y en noviembre de 2016 donó un millar de libros en el evento “Rola un libro”– se sumó a la recuperación.

Ambas organizaciones se cansaron de esperar respuestas del gobierno, y también de la pasividad ciudadana.

Alejandra Valdés, ingeniera ambiental, se unió con su hermano Miguel como voluntaria para la limpieza de basura con el Club de Patos. Cada vez que limpiaban, volvían a encontrar basura. Tras varios años de esfuerzo, en enero de este año, el Club de Patos estaba decayendo, y uno de sus fundadores le donó los equipos y las lanchas. Alejandra no sabía qué hacer con ello; además, su hermano salió de la ciudad por estudios. “Que me la den a mí es lo mismo que un acta de defunción”, pensó.

+ ACCIÓN − REUNIÓN

De acuerdo con Alan Balderas, abogado e integrante de INVAM, las organizaciones suelen pretextar que no hay recursos, o que no hay voluntarios. Dice que el grupo está enfocado en los resultados, pues las juntas pueden ser una dinámica desgastante. “En lo que fijan fecha para la próxima reunión, ya hicimos el trabajo”. Así es como INVAM rompe con el estereotipo de una organización jerárquica. Durante el recorrido, todos quieren hablar, y al mismo tiempo; no obstante, se respetan la palabra.

Fue justo por ello que Alejandra unió su experiencia en el Club de Patos con la energía de INVAM. “El club era un grupo pequeño que logró mantenerse limpio. Ahora, este grupo grande da valor humano alrededor del canal”. Ella y Alan coinciden en que el modelo del club era rígido y la gente se asustaba por el rigor. “Parecía que firmabas un contrato”.

ECOSISTEMA URBANO

La bióloga Aida Murillo, también voluntaria, explica que el lugar ofrece servicios ambientales porque aporta al ambiente captación de carbono. Y aunque estudiantes de la UNAM y la UAM han llegado de manera individual a fin de realizar diversos estudios, el lugar podría tener potencial, pero no han llegado formalmente las instituciones académicas. Si acaso, han asistido políticos con mariachis y actividades de zumba, que aportan poco a la conservación de este hábitat.

Murillo observa que muchos vecinos creen que este es un canal de aguas negras o grises, sin saber que es un acuífero que se nutre del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).

Cuando en el agua hay muchos nutrientes, se produce la eutrofización, explica Murillo. Crecen muchas algas y bacterias que dejan anóxica el agua (sin oxígeno). “Esto deja una nata verde”.

Para ella es importante hacer esta distinción, porque corre el riesgo de entubarse, como casi todos los cuerpos de agua y canales actuales. Por ello, en la plataforma naturalista.mx de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), han colocado con geolocalización las fotos y nombres de diversas especies.

La carpa y tilapia representan un nuevo reto. En 2010, estos peces invadieron el canal. Sin embargo, durante mayo de este año, varias decenas aparecieron muertas. La gente lo atribuyó a la contaminación o a algún químico. Esa es la razón por la que entre los vecinos se dividen las opiniones sobre permitir o no la pesca.

Alejandra y Alan coinciden en que no pueden prohibirla sin dar opciones. Así que han pensado en aprovechar la problemática y realizar un concurso de pesca.

Los costos del trabajo de limpieza y mantenimiento los resuelven mediante aportaciones en partes iguales, aunque varios vecinos los han apoyado con mantas, alimentos, impresiones o herramienta.

“Se trata de buscar consenso social, rescatar en la ciudad”, dice Cristian Ugalde, politólogo de la organización, quien cita a Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”.

Entre los proyectos próximos a resolver, INVAM quiere colocar infografías que expliquen la importancia de las especies locales, sembrar ahuehuetes y plantas para detener la erosión en algunas orillas y un “lancha cinema”, a fin de proyectar películas en el mismo canal. En el recorrido han encontrado papas que crecen a la orilla del canal. Ahora piensan en cómo aprovecharlo con el propósito de cultivar este alimento y luego… pues lo que venga.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/recuperar-%E2%80%A8las-aguas-vivas/

APUESTA POR LAS ENERGÍAS RENOVABLES

Con el objetivo de dejar un mejor planeta a nuestras nuevas generaciones, la apuesta por las energías renovables es la mejor opción. Fotona Mexicana es una empresa comprometida a dar soluciones energéticas por medio de sistemas solares fotovoltaicos.

Obtener un sistema solar fotovoltaico es una de las mejores inversiones que puedes hacer hoy en día. Te damos unas buenas razones para poder migrar a esta tecnología tan noble contribuyendo a heredar un mejor planeta;

La importante subida experimentada en las tarifa, no es un hecho aislado puesto que este crecimiento en precio va a continuar a lo largo de los próximos meses.

Con independencia de los beneficios económicos que  una central solar FV produce a la empresa, también existen otros beneficios. En el vigente LISR – Ley del Impuesto sobre la Renta -, en su artículo 34 párrafo XIII se establece que las instalaciones de generación de energía renovable podrán llevar a gasto fiscal el 100% del valor de compra de dicha instalación en el primer año, recuperando con ello el 30% del coste – tipo de gravamen a las utilidades obtenidas – por compensación de impuestos.

El Gobierno Federal, promulgó el pasado 24 de Diciembre 2015 en el DOF la Ley de Transición Energética, la cual fija  como meta una participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica del 25 por ciento para el año 2018, del 30 por ciento para 2021 y del 35 por ciento para 2024.

Posteriormente se han ido publicando en el DOF los porcentajes obligados del uso de Energía Renovable para aquellas Empresas que consuman más de 1,000,000 kWh / año, siendo: 5% para el 2018, 5.8% para el 2019, 7.4% para el 2020, 10.9% para el 2021 y 13.9% para el 2022.

Aquellas empresas que no generen o adquieran energía de origen renovable por los porcentajes fijados en la anterior párrafo, se verán obligadas a adquirir CEL´s (Certificados de Energias Limpias) hasta alcanzar el porcentaje indicado y evitando con ello una importante sanción económica por el incumplimiento del objetivo previsto.

El Programa de Balance Neto. Mediante este Programa cualquier persona física o moral puede generar su propia energía, consumirla y si tuviera excedente verterla a la red de CFE, pagando la factura eléctrica por diferencia entre la electricidad importada de CFE y la vertida a CFE.

La única inversión que hay que realizar es la adquisición del equipo de generación solar puesto que el recurso energético es el sol y como tal es gratuito, silencioso, inagotable, respetuoso con el medio ambiente, alcanzando estos equipos una vida útil sobre 50 años.

Fotona Mexicana, S.A. de C.V.

Masaryk 101, Piso 14, Col. Polanco V Sección, Del. Miguel Hidalgo, C.P. 11560, Ciudad de México.

Telf. (55) 6844 3359, 553019-7665, 556815 0200

Ing. Maite Monreal Guadalupe

Directora General Fotona Mexicana

[email protected],   www.fotona.mx