Es mucho más fácil de lo que podrías creer, y haciéndolo te ahorrarás un coctel de transgénicos y pesticidas..
Por: Ecoosfera
Las efectos de los transgénicos sobre la salud humana no son todavía del todo claros. Apenas dos generaciones han estado expuestas a esta ingeniería genética en los alimentos. Pero lo cierto es que la multinacional Monsanto comenzó a usar discrecionalmente esta tecnología, sin molestarse en verificar antes sus consecuencias.
Aunque está comprobado que nuestro sistema digestivo descompone el ADN mutante de los transgénicos como si se tratase de cualquier otro alimento, lo cierto es que evitar consumir alimentos modificados es lo mejor que podemos hacer ante la incertidumbre que generan.
Además, lo que sí se sabe con certeza es el efecto nocivo que el herbicida de Monsanto, RounUp, tiene sobre la salud humana. Este herbicida, que provoca cáncer y malformaciones en recién nacidos, es usado sobre los cultivos cuyas semillas han sido modificadas para ser resistentes al glisofato. El objetivo es optimizar la producción y poder usar herbicidas y pesticidas a mansalva sin dañar los cultivos. Pero todo esto, otra vez, en detrimento de nuestra salud y del ambiente.
Otra buena razón para evitar los transgénicos es porque están poniendo en riesgo la diversidad natural de cultivos como el maíz, que en países como México es más que un alimento: es un cohesionador cultural. Por si fuera poco, el “monopolio” de los cultivos queda en manos de Monsanto y otras cinco empresas, lo que está desgastando los ciclos naturales y a las culturas que viven de la agricultura, así como atentando contra la soberanía alimentaria de naciones en vías de desarrollo.
Por eso esta vez te hablaremos de cómo eludir a toda costa las frutas transgénicas.
La cuestión no es dejar de consumir frutas. Al contrario, porque se ha demostrado lo importantes que son sus aportes nutricionales para nuestra evolución. Pero si quieres obtener todos sus beneficios sin ningún efecto secundario de por medio, tienes que saber escogerlas.
Cómo leer el etiquetado de la fruta
De entre los alimentos, las frutas son las que más fácilmente podemos diferenciar entre orgánicas, modificadas o convencionales. Esto es gracias a las etiquetas que suelen estar pegadas en ellas y que a veces solo removamos sin siquiera echar un vistazo. Estas etiquetas han sido usadas desde 1990, y son una forma de hacer más fácil la clasificación de la fruta por precios.
Por eso en inglés esta etiqueta se conoce como PLU Code: Price Look Up. Y se le llama “código” porque consta de 4 ó 5 dígitos que forman un sistema de clasificación más claro de lo que podrías creer. A través de él puedes saber cómo fue sembrado el producto, si fue rociado con herbicidas o pesticidas y si contiene preservativos.
Es orgánica:
Cuando consta de 5 dígitos que comienzan con el número 9, el etiquetado de fruta querrá decir que tienes en tus manos una fruta 100% orgánica.
Es convencional:
Cuando el código consta de 4 dígitos, sin importar con qué numero comience, el etiquetado de fruta querrá decir que tienes en tus manos una fruta cultivada de manera convencional y que fue rociada con pesticidas químicos. Esto quiere decir que no es orgánica pero, en teoría, tampoco está modificada genéticamente.
Es modificada genéticamente:
Cuando el código consta de 5 dígitos que comienzan con el número 8, el etiquetado de fruta querrá decir que tienes en tus manos una fruta modificada genéticamente, y que seguramente fue rociada con RoundUp y muchos otros productos tóxicos.
Pero, ¿es éste sistema infalible? ¿Aplica en toda América Latina?
El problema con este etiquetado es que las multinacionales evitan ponérselo a sus cultivos propósito, a sabiendas de que los consumidores no queremos comprar alimentos modificados. Y como el etiquetado no es ninguna medida obligatoria sino meramente técnica, pueden hacerlo sin que nadie haga nada.
Por ello es mejor que evites también las frutas que están marcadas como “convencionales”, pues son éstas los que pueden ser “modificadas encubiertas”. En ese sentido es importante no comprar cultivos exportados que empiecen con el dígito 4. Porque en frutas como las manzanas, por ejemplo, casi siempre que se lee USA su etiqueta empieza con el dígito 4 (es decir, rara vez son libres de transgénicos).
Así que mejor intenta comprar fruta orgánica nacional
La fruta en América Latina está etiquetada bajo las mismas reglas, ya que se trata de un sistema del mercado mundial.
Aunque si por alguna razón es inevitable que compres la fruta de cultivo convencional (sea nacional o exportada) o incluso la fruta modificada genéticamente, es importante que sepas cuales frutas y verduras tienen menos pesticidas, para que en caso te expongas lo menos posible a estos tóxicos químicos. Y ten en cuenta que siempre hay manera de remover los pesticidas de manera rápida y natural.
Fuente: www.ecoosfera.com