México ha perdido 62% de sus humedales, de los cuales 142 son considerados de importancia internacional
Por: Crónica ambiental
El pasado 2 de febrero de 2019, durante el Día Mundial de los Humedales, el investigador Roberto Lindig Cisneros de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), alertó que, en los últimos 100 años, México ha perdido 62% de sus humedales, de los cuales 142 son considerados de importancia internacional. Hay que recordar que estas extensiones de tierra cubiertas con agua son capaces de captar gigantescas cantidades de dióxido de carbono.
Los humedales que se encuentran en el norte del país son los que corren mayor riesgo al ubicarse en zonas áridas o semiáridas. Entre ellos se encuentra Cuatro Ciénegas en Coahuila; sin embargo, también corren peligro humedales ubicados en las costas.
Playero alzacolita (Actitis macularius)
Reserva de la Biosfera Marismas Nacionales Nayarit
Nayarit, México
Entre los problemas que enfrentan, se encuentran la degradación directa de los humedales, que han sido drenados y se destruye la vegetación que se encuentra en ellos; en otros se ha introducido ganado, y en varios más no hay drenaje y las aguas negras los contaminan.
A estos problemas se suma el cambio climático. La disminución de lluvias en México impacta negativamente la disponibilidad de agua tanto para las personas como para estos ecosistemas. Por otro lado, la mayoría de los peces —explotados comercialmente en los mares— se reproduce en humedales costeros, y si éstos no existieran, disminuirá potencialmente este sustento humano.
Por lo tanto, desde hace 15 años la UNAM estudia los humedales buscando la manera de contrarrestar estos problema. Los humedales siguen en declive por la introducción de ganado y de especies invasoras; por la desecación, además de incendios inducidos y la contaminación por exceso de fertilizantes.
La 60 Legislatura del Estado de México aprobó un incremento de 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente.
Por: Crónica Ambiental
La noticia se dio a conocer durante el Tercer Foro Frente al Cambio Climático. La 60 Legislatura del Estado de México aprobó para este 2019 un incremento del 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente, el cual equivale a mil 412 millones 937 mil pesos.
Se espera que el presupuesto se destine al manejo y control de recursos hídricos, al aprovechamiento del agua y al manejo y conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.
Durante el foro se llevo a cabo la firma del Pacto hacia una Economía Circular, entre la Unión Social de Empresarios Mexicanos, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México; el objetivo principal es favorecer el desarrollo sostenible promoviendo un flujo en la extracción, transformación, distribución, uso y recuperación de materiales y energía de los productos y servicios disponibles en el mercado; en otras palabras, busca que los productos y recursos mantengan su utilidad y valor en todo momento. Se destaca la participación de agentes económicos y representantes de la sociedad civil y del gobierno en la firma del pacto.
David Pérez Castillo, de Negocios Verdes y uno de los conferencistas del Foro Frente al Cambio Climático, hizo ver que, en el sistema económico actual, hace falta cambiar el paradigma que propone la economía circular, con el fin de que el producto en lugar de ser desechado pueda ser reutilizado; para lograr el cambio sugirió a consumir productos de empresas socioambientales y rediseñar los productos para evitar que se vayan a la basura.
Por su parte, representantes de la empresa Eco Urban propusieron la creación de una recicladora de cascajo, como una alternativa de economía circular, con el propósito de darle un segundo uso a los materiales de construcción y así, generar un nuevo ladrillo ecológico. Los beneficios serían disminuir el impacto ambiental y generar fuentes de empleo.
En contra de todo pronóstico, México sigue luchando para salvar esta especie.
Por: Crónica ambiental
A mediados del año 2018, se pensaba que la vaquita marina tenía los días contados en México; sin embargo, en contra de todo pronóstico, México sigue luchando para salvar esta especie.
Debemos ser claros: la situación sigue siendo extremadamente complicada. Los pescadores se han vuelto más agresivos, al grado de atacar aún a los cuidadores de la vaquita marina.
Por su parte, la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), y la SADER (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), anunciaron que pondrán en marcha un programa integral de atención, que buscará solucionar éste y otros conflictos a favor de la vaquita marina.
En comunicado oficial la SEMARNAT menciona que el programa buscará mejorar la protección de la biodiversidad. Se buscará establecer metas a corto, mediano y largo plaza, planteando sobre todo el fortalecimiento de prácticas de pesca sustentable, así como la preservación de la biodiversidad. También se buscará actualizar los esquemas de vigilancia y protección a la vaquita marina, el combate de la pesca furtiva y el tráfico ilegal de totoaba.
La estrategia propuesta tiene como prioridad proteger la vaquita marina, pero no sólo a ella: buscará centrarse en toda la biodiversidad de la zona del Alto Golfo. Se enfocará a restablecer la dinámica social y económica de la región.
El Alto Golfo alberga una reserva de la biósfera que consta de 9,348 kilómetros cuadrados, incluyendo ambientes marinos y terrestres, la cual fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2005.
¿A qué se debe el cambio en el color de los océanos? ¿Y qué podemos hacer para detenerlo?
Por: Ecoosfera
El mar no sólo es azul. Todos los océanos del mundo se disputan un cromatismo que depende de muchos factores, tanto físicos como biológicos. No obstante, el cambio climático alterará el color de más de la mitad del agua total que forma los océanos, según un estudio reciente del Massachusetts Institute for Technology (MIT).
Se trata de un efecto imprevisto que tendrá el cambio de temperatura sobre los océanos, y que podría hacer variar el color del más del 50% de la superficie marina para 2100.
Pero en primer lugar: ¿por qué el mar es azul?
En un precioso texto llamado The sea around us, la bióloga y activista Rachel Carson explicaba lúcidamente por qué el mar es azul.
El mar es azul porque la luz del sol se refleja en nuestros ojos desde las moléculas de agua o desde diminutas partículas suspendidas en el mar. En el viaje de los rayos de luz hacia el agua profunda, todos los rayos rojos y la mayoría de los rayos amarillos del espectro han sido absorbidos, de modo que cuando la luz vuelve a nuestros ojos, son principalmente los fríos rayos azules lo que vemos.
Es por eso que en las zonas océanicas más áridas, como las subtropicales, el mar es de un azul más profundo. Por otro lado, los océanos que presentan tonalidades de verde deben su color al fitoplancton que crece en sus profundidades, que no absorben las tonalidades azules del espectro de luz, y que liberan un pigmento verde llamado clorofila para realizar la fotosíntesis.
De qué color será el mar si sube aún más la temperatura
NASA
Los océanos son los que están absorbiendo la mayor parte de las radiaciones provocadas por el debilitamiento de la capa de ozono. Es por ello que, si hacemos caso omiso a las advertencias de la ONU, y no reducimos cuanto antes las emisiones de CO2, la temperatura media global de la superficie marina subirá 3 grados.
La vida microscópica, según la investigadora Stephanie Dutkiewics del MIT, será amenazada por el calentamiento global, lo que alterará toda la cadena alimenticia de las especies marinas, la composición orgánica en las profundidades de los océanos, y su color.
Según explicó para el País esta investigadora:
El calentamiento de los océanos altera la circulación oceánica y la porción [de aguas] del océano profundo que emerge a la superficie. El fitoplancton necesita la luz (su fuente de energía) y nutrientes. Y la mayor parte de esos nutrientes viene de las profundidades.
Los cambios inducidos por el calentamiento están provocando que lleguen menos nutrientes a la capa superficial, por lo que lo más probable es que el fitoplancton disminuya en muchas partes del océano.
Así que, básicamente, el color de los océanos cambiará para hacerse más profundo: ahí donde es azul será más azul, ya que el color azul del mar se acentúa más conforme más radiaciones absorbe el mar, y además habrá menos fitoplancton para tornarlo en colores turquesa.
Aunque en otras regiones, y debido a que algunas especies de fitoplancton se alimentan de los nutrientes promovidos por la calidez del océano, es probable que el agua se torne más verde. Y es que en estas zonas se espera el aumento en la cantidad de microorganismos vegetales.
No obstante, esto no es positivo: el crecimiento de fitoplancton en algunas zonas no compensará a aquellas en donde este microorganismo deje de crecer, lo que alterará inevitablemente a la cadena alimenticia en este ecosistema.
Quizá el cambio en el color de los océanos sería un agasaje visual, ya que su color se tornará más profundo. Pero debemos evitar a toda costa esta alteracióncombatiendo el cambio climático, por lo menos a partir de la modificación de nuestros hábitos. Si no sabes por dónde empezar, puedes consultar la guía de la ONU para hacerte un agente de cambio paso a paso, sin prisas pero sí con toda la convicción de ayudar a la causa.
Un aumento de la temperatura de 2 grados centígrados podría derretir la mitad de los glaciares de la región Hindu Kush del Himalaya, lo que desestabilizaría los ríos de Asia, según advierte un informe sin precedentes elaborado por 210 expertos, que señala que un cuarto de la población mundial se enfrenta a riesgos crecientes provocados por el cambio climático debido al aumento del calor en el hielo en el ‘Techo del mundo’.
El estudio analiza de una forma sin precedentes el conocido como el ‘Tercer polo’, es decir la región Hindu Kush del Himalaya, un basto territorio de hielo donde se ubica el Monte Everest, el K2 y otros de los mayores picos del planeta. Así, el informe concluye que incluso con la mayor ambición prevista en el Acuerdo del Clima de París, que aspira a detener el calentamiento de la temperatura global del planeta en 1,5 grados centígrados a final de siglo, llevaría a la región de los glaciares a alcanzar un pico de temperaturas de 2,1 ºC más y esto conllevaría el derretimiento de un tercio de la región de los glaciares.
Los glaciares son una fuente crítica de agua para unos 250 millones de habitantes de las montañas y para 1.065 millones de habitantes que habitan en los valles de los ríos por debajo de estas. Si los esfuerzos contra el cambio climático global fallan, el estudio advierte de que las actuales emisiones podrían conducir a la región a aumentos de 5ºC y a una pérdida de dos tercios de los glaciares del Himalaya en 2100. El investigador director del informe, Philippus Wester, del International Centre for Integrated Mountain Development (ICIMOD), ha asegurado que esta es la mayor crisis climática que nadie ha conocido antes.
“El calentamiento global va camino de transformar las frías montañas cubiertas de glaciares en el HKH que cruzan ocho países hasta quedarse como rocas desnudas en menos de un siglo. Los impactos para los habitantes de la región, en la actualidad una de las más frágiles y propensas a los mayores riesgos zonas de montaña, aumentarán, algo que podría empeorar a consecuencia de la contaminación del aire e incrementar los eventos meteorológicos extremos”, expone.
El director del estudio añade que las reducciones previstas en los flujos de ríos premonzónicos y los cambios en los monzones lo que provocará impactos más duros y derribará los sistemas de agua urbana y desbaratará los sistemas de producción alimentaria y de energía. El informe sobre el ‘Hindu Kush Himalaya’ se ha realizado al estilo de los estudios del Grupo de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) y se trata del primer estudio y con mayor autoridad de su clase de cara a proporcionar un conocimiento exhaustivo, significativo sobre las regiones de montaña.
El estudio analiza de una forma sin precedentes el conocido como el ‘Tercer polo’, es decir la región Hindu Kush del Himalaya, un basto territorio de hielo donde se ubica el Monte Everest, el K2 y otros de los mayores picos del planeta.
El documento se ha realizado a lo largo de cinco años e incluye la participación de más de 350 investigadores y expertos de 22 países y 185 organizaciones. En total, han participado 210 autores, 20 editores de revisión, 125 revisores externos y proporciona una radiografía sin precedentes sobre esta región respecto al medio ambiente, la población y la biodiversidad.
La región del Himalaya tiene una extensión de 3.500 kilómetros que atraviesan Afghanistan, Bangladesh, Bhutan, China, India, Myanmar, Nepal y Paquistán y que acoge el mayor récord de picos y glaciares que alimentan a diez de los mayores e importantes sistemas fluviales entre los que figuran el Ganges, el Indo, el Río Amarillo o el Mekong, de los que se abastecen directa o indirectamente miles de millones de personas, para alimentarse, producir energía o mantener el aire limpio. Adicionalmente, la región concentra cuatro de los ‘puntos calientes’ de la biodiversidad mundial.
La directora del ICIMOD Eklabya Sharma ha subrayado que el futuro no tiene por qué ser lóbrego o desolador si los Gobiernos trabajan juntos para revertir esta tendencia contra el derretimiento de los glaciares y evitar que los innumerables impactos se desencadenen.
El informe hace también un llamamiento para aumentar el reconocimiento de las áreas de montaña HKH en los esfuerzos climáticos globales. El miembro del consejo del ICIMOD de Bhtan Dasho Rinzin Dorji, ha advertido de que no solo los ocupantes de las islas del mundo están sufriendo (por el cambio climático). “Debemos empezar a pensar en las regiones de montaña como puntos calientes de atención urgente, inversiones y soluciones contra el calentamiento”, ha sentenciado.
Con 70 años, Pat Smith, una británica con mucho espíritu de determinación y conciencia social, saborea esas primeras semanas de 2019 con la satisfacción de haber logrado su propósito de Año Nuevo: eliminar la basura de 52 playas británicas durante el año 2018.
Por: Ecoticias
Conocida como ‘Action Nan’, Pat Smith, fundadora del grupo ambiental Final Straw Cornwall, se juró y perjuró hace ahora un año que iba a limpiar tantas playas como le fuera posible con el doble objetivo de proteger el planeta y dejárselo en las mejores condiciones posibles a sus hijos y nietos.
Equipada con varias bolsas de basura, guantes y un bastón recolector, Pat se puso manos a la obra viajando de un extremo a otro de Gran Bretaña recogiendo plástico, desperdicios, y basura en general que abarrotaban muchas playas. Al mismo tiempo que trabajaba sobre el terreno, iba documentando su día a día en una especie de cuaderno de bitácoras online, donde comentaba las sensaciones y frustraciones de cada jornada de limpieza.
“Fue tan decepcionante la vez que limpié la misma playa dos veces. Después de haberla limpiado una vez, a la semana siguiente me la encontré en un estado peor”, escribió Pat durante la semana 11 de trabajo. “Más personas necesitan involucrarse y presenciar el daño que se está haciendo a nuestro planeta, así, tal vez, sean conscientes y reflexionen sobre el daño que hacen al verter residuos”.
A lo largo de las 52 semanas del 2018, a Pat se le fueron uniendo ocasionalmente, amigos, algunos voluntarios, e incluso sus nietos, pero no fue hasta el final de su gesta cuando la mujer de 70 años cayó en la cuenta de que lo que ella estaba haciendo era arañar la superficie de un problema mucho más que necesita ser regulado con una legislación específica.
Equipada con varias bolsas de basura, guantes y un bastón recolector, Pat se puso manos a la obra viajando de un extremo a otro de Gran Bretaña recogiendo plástico, desperdicios, y basura en general que abarrotaban muchas playas.
En esperas de que eso llegue, Pat Smith no se da por vencida, ni da por concluido su propósito de seguir limpiando el planeta y espera que más personas se motiven y entusiasmen con la idea de cuidar el medio ambiente en este año nuevo que apenas comienza.
¿Qué significa esto? ¿Qué podemos hacer? Actuar ya.
Por: Ecoosfera
La ONU ya nos lo advirtió: tenemos hasta 2030 para evitar un aumento de las temperaturas que se vuelva irreversible. Y hace poco se registraron temperaturas récord en Australia, que a la sombra alcanzaban casi los 50º. Aún así, los gobiernos, las instituciones, y muchos de nosotros, seguimos actuando como si no pasara nada.
La prueba de ello está en que el próximo mes de mayo se registrará un récord en la emisión de gases CO2, que estarán en su máximo histórico. Esto según las estimaciones de la oficina meteorológica británica Met Office, como lo dio a conocer para La Jornada el académico Alfredo Sandoval Villalbazo, del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana.
Esto quiere decir que las emisiones de CO2 siguen en aumento… y seguirán aumentando
En otro informe desolador, la ONU advirtió que las emisiones mundiales de CO2 aumentaron en 2017, después de tres años de estancamiento. No se había registrado un aumento semejante desde hace 9 años. Por eso, los expertos instan a los gobiernos –y a nosotros– para que actuemos más rápido y con urgencia.
Según Sandoval Villalbazo, durante 2018 se han arrojado a la atmósfera 37 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que representa un escandaloso aumento de 2.7% con respecto al año anterior. Un aumento inadmisible en estos momentos de crisis, sobre todo si tomamos en cuenta que es necesario recortar por lo menos mil 500 millones de toneladas de este gas.
Pero todavía podemos hacer algo…
En palabras de Greta Thunberg, lo que debemos hacer es asustarnos: creer que realmente estamos inmersos en una crisis sin precedentes, creer que realmente nuestra casa está en llamas. Porque lo está. Y entonces debemos actuar.
Es verdad que mucho depende de que los gobiernos hagan algo, y de que los presionemos para ello. Por eso es importante ser activistas, en la medida de nuestras posibilidades: es nuestra responsabilidad informar y permanecer informados, ampliando la conciencia contemporánea.
Pero también debemos modificar radicalmente nuestros hábitos. Comer menos carne, usar menos el coche –o compartir los viajes–, ser consumidores responsables, son algunas de las micro-acciones que, en conjunto, pueden hacer una importante diferencia. La ONU también nos insta a ello, y por eso también ha realizado guías prácticas que pueden sernos de mucha ayuda.
Todavía no hemos fracasado como especie. Aún hay tiempo.
Con esto se cumple la meta establecida para 2020 en cuanto a ocupación de bosques por parte de estos insectos.
Por: Ecoosfera
No todo en el mundo son malas noticias. Si bien la población de insectos ha decrecido dramáticamente en varias selvas del mundo, los esfuerzos por su conservación están rindiendo frutos. El ejemplo está en las mariposas monarca, que nos dan un ejemplo de tenacidad natural al no dejarse extinguir.
La población de esta especie vio una dramática reducción en su población de más del 95% en las últimas décadas, según diversas organizaciones ambientalistas, y el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF) advertía ya en 2014 que la migración de la mariposa monarca estaba en riesgo fatal.
No obstante, en los últimos años se ha visto un paulatino incremento en la población de mariposas monarca, después de que en 2014 se registró la menor población migrante de este insecto. Esta vez, la presencia de la mariposa monarca es mayor por 144%, registrándose una ocupación de más de seis hectáreas en bosques de Michoacán y el Estado de México, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la WWF.
Se cumplió la meta antes de tiempo
La meta establecida por el Grupo de Alto Nivel de Norteamérica era la de lograr que las mariposas monarca ocuparan seis hectáreas de bosque para 2020. Esto quiere decir qué la meta para la conservación de las mariposas monarca se cumplió antes de tiempo, lo que da un margen que podemos aprovechar para que la mariposa monarca deje de poblar la lista de especies en peligro crítico de extinción.
Según Andrew Rhodes, encargado de la Conamp, esta es la mayor superficie que las mariposas monarca han ocupado desde el 2007, mientras que en 2014 la ocupación fue la más baja, con sólo .67 hectáreas de bosques sirviendo como hibernadero para las mariposas.
Sin embargo, las mariposas monarca ocupaban 18 hectáreas en 1997, por lo cual es indudable que aún queda mucho por hacer. Lo bueno es que este precioso insecto es aguerrido: no sólo nuestros esfuerzos por salvarlo cuentan, sino que las mariposas monarca están aplicando mecanismos resilientes para sobrevivir. Se ha comprobado que han encontrado nuevos nichos para hibernar, y se están alimentando de nuevas plantas, todo lo cual da esperanzas sobre la recuperación de esta especie.
No todos son malas noticias, y no todo está perdido. La mariposa monarca nos da un precioso ejemplo de ello..
Estos mágicos insectos multicromáticos están en grave peligro, pues 100 de sus especies se encuentran al borde de la extinción en nuestro país.
Por: ecoosfera
Las libélulas o caballitos del diablo surcaban los aires antes de que aparecieran los primeros dinosaurios, hace 320 millones de años. Han sobrevivido durante milenios, pero ahora están en peligro en México a causa de la crisis ambiental que impera en toda Latinoamérica.
Estos insectos –cuyo nombre viene del latín y significa balanza– son sin duda de los más hermosos y sorprendentes que los vientos pueden traernos. Sus cuatro finísimas alas corrugadas son objeto de estudio para ingenieros aeroespaciales, ya que éstas permiten a la libélula mantener un equilibrio perfecto cuando planean por los cielos de manera veloz, mientras que sus enormes ojos no son sólo hipnóticos, sino muy precisos, gracias a sus 30 mil diminutas facetas hexagonales, mismas que les permiten ver a 360 grados lo que ocurre a su al rededor.
El hecho de que una maravilla natural como la libélula esté en peligro en México nos debe poner a todos alertas y en acción, pues además en su extinción se juega el mantenimiento del equilibro ecológico de los ecosistemas e incluso la salud de los seres humanos. Y es que las libélulas no sólo son hermosas criaturas, sino que tienen un importante papel que cumplir en la naturaleza.
¿Por qué son tan importantes?
Las libélulas son habitantes de ríos, lagos, lagunas y de casi cualquier cuerpo de agua no salada. Es en estos ecosistemas donde se han llevado a cabo, desde el año 2000, diversos análisis por parte del Instituto de Ecología de la UNAM, mismos que registran un cambio en la composición de las comunidades de esos insectos. Alejandro Córdoba Aguilar, investigador de la UNAM, junto con su equipo, realizó un estudio a nivel nacional para verificar que a lo largo del tiempo ha cambiado la diversidad y abundancia de las libélulas, en relación con las transformaciones en los cuerpos agua y el uso de suelo. Así han podido ver cuáles especies han sido resistentes a los cambios y cuáles no. Lamentablemente los resultados de estas investigaciones apuntan a que la mayoría de las especies no se adaptan, lo que ocasiona su paulatina desaparición.
Estos investigadores hacen un llamado a que nos comprometamos a cuidar los ecosistemas y su fauna, pues en el caso de las libélulas su desaparición implica un grave riesgo social, ya que en los hábitats acuáticos transformados “hemos visto que hay menos libélulas y eso hace que su eficiencia para controlar poblaciones de mosquitos disminuya, por lo que la gente se enferma en mayor proporción por los patógenos virales que portan y que originan dengue o zica, por ejemplo”, explica Córdoba.
Es un problema múltiple del que todos somos responsables. Por eso, cuidar los lagos y lagunas de nuestro país es algo que todos podemos y debemos de hacer en lo individual, pero que también debemos exigir a nuestros gobernantes. Hay que vigilar que los grandes megaproyectos relacionados a infraestructura hídrica para las ciudades sean sustentables y no dañen los ecosistemas, y que se generen programas para monitorear las lagunas durante largo plazo para poder actuar con eficacia en el caso de que haya afectaciones a la fauna, como en el caso de las libélulas y sus más de 300 especies que están en riesgo.
Así mismo debe cuidarse el factor de la contaminación, que es de lo que más afecta estos ecosistemas, así como hacer de nuestro consumo de agua uno responsable y cuidar que el acceso y saneamiento de agua se mantenga como un derecho, para evitar así que más recursos sean sacados de estas zonas que están siendo sobreexplotadas, lo que ocasiona su deterioro y el de su fauna.
Esta es una gran noticia para todo el país. Mira por qué…
Por: ecoosfera
En México existe un territorio tan vasto que es hogar de cientos de especies silvestres. Se trata del estado de Chihuahua, cuya extensión (la más grande del país) abarca ecosistemas tan variados como la pradera, la sierra y el desierto. Ahora, según reporta la organización no gubernamental Wildlands Network, estas especies estarán protegidas, pues se acaba de aprobar una reforma que exige la creación de pasos de fauna en todas las carreteras de Chihuahua.
Pero, ¿qué son los pasos de fauna? Son estructuras construidas sobre o debajo de las carreteras, para que los animales como el jaguar, el oso negro y el venado de cola blanca crucen sin arriesgarse a ser arrollados. Son una medida tremendamente exitosa que ayuda a reducir la pérdida de la biodiversidad. Además, garantiza que los animales permanezcan conectados a su fuente de alimento y refugio.
Esta es una noticia genial porque respeta un precepto básico de la fauna: el movimiento. El instinto de varias especies las lleva a querer cruzar y dispersarse. Las construcciones humanas, como las carreteras y los muros fronterizos, interrumpen el flujo esencial de la naturaleza. Soluciones como las que aprobaron los diputados de Chihuahua deberían repetirse en otros estados de México y el mundo.
El diputado Alejandro Gloria González, presidente de la Comisión de Ecología del Congreso del Estado, expresó a Wildlands Network su fe en el proyecto:
Los impactos que tienen los caminos y carreteras sobre el medioambiente son innegables. Por lo tanto, es necesario generar estrategias que marquen un cambio sustancial de la política que hemos tenido hasta el momento.
Soluciones como esta revelan un cambio de estrategia política, guiada no sólo hacia el beneficio del progreso, sino al de la conservación. Y es que realmente no hay una cosa sin la otra: el éxito de las sociedades depende de un equilibrio entre ambos. Los cambios positivos que se reflejen en el medioambiente también se verán en las ciudades. Por eso, esta acción es digna de celebrarse. Sólo queda esperar que otras legislaciones sigan con el ejemplo.