La empresa mexicana Renovare ha puesto los ojos en el sargazo para crear el primer calzado del mundo hecho con esta alga y PET.
Por: Crónica Ambiental
Los primeros zapatos que ayudan al medio ambiente son mexicanos. En México encontramos invadidas las costas de las playas por toneladas de sargazo, lo que las convierte en pantanos pestilentes. Esto, además de afectar gravemente los ecosistemas, también afecta al turismo.
Para combatir esta plaga el gobierno federal, el sector hotelero y gobiernos locales ha tenido que invertir millones de pesos; por otro lado, investigadores, inversionistas, grandes y pequeños empresarios han decidido aprovechar este fenómeno como un regalo que el mar ha ofrecido.
Un ejemplo de esto es la empresa mexicana Renovare, que ha puesto los ojos en el sargazo para crear el primer calzado del mundo hecho con esta alga y PET.
El proyecto comenzó hace aproximadamente 10 años. Jorge Castro uno de los fundadores de la empresa, proviene de una familia zapatera. Jorge junto con Mario López —otro fundador de Renovare— tenían la idea de crear zapatos ecológicos, un proyecto nada común.
Primero hicieron pruebas con corteza de árbol, y aunque lo lograron, el modelo no resultó tan llamativo como se deseaba —estéticamente hablando— y, por lo tanto, fue descartado; posteriormente intentaron crear el calzado con periódico, pero se deshizo en el proceso. El periodo de pruebas duró aproximadamente de tres años.
“Pausamos el proceso y nos pusimos a investigar, y entonces nos dimos cuenta de que uno de los principales contaminantes eran las botellas de plástico. Nos acercamos con un químico, Octavio Sierra, quien nos ayudó a transformar al PET en un material apto para hacer zapatos. Así, fuimos buscando empresas que contaran con esa tecnología, hasta que logramos transformarlo en un material similar al que se usa para rellenar peluches o almohadas, y eso nos sirvió como material textil”, expresó Mario López.
Al comienzo empleaban ocho botellas por cada par de zapatos, pero buscaron usar más botellas en el proceso y con ello evitar que el plástico terminara en el mar, lo que provoca la muerte de más de un millón de animales marinos al año.
Posteriormente llego el sargazo:
“Hicimos pruebas de laboratorio para saber cómo usarlo. Cuando lo trajimos de la playa llegó podrido, así que después lo dejamos secar para que no volviera a pasar. Después nos dimos cuenta de que ese desecho orgánico tenía metales pesados. Nosotros mismos hicimos las pruebas de laboratorio, como Dexter, porque no teníamos los recursos necesarios.”
Finalmente, lo transformaron en un material que pudiera añadirse al proceso de fabricación de los zapatos como un plástico, por lo que fue incluido en las suelas, como carga inerte, y contribuir a limpiar las playas de esta alga.
“Así, desarrollamos el modelo Renovare Ocean, que usa cinco botellas de PET de 600 mililitros en la parte superior, y en la parte de la suela, 100 gramos de sargazo. Además, donamos el 10% de las ventas a organizaciones sociales como Plastic Ocean, que se dedica a la limpieza de playas y a evitar su destrucción por plástico y basura.”
Aunque el modelo Renovare Ocean todavía no está a la venta, se espera que no pasen más de tres o cuatro meses para que el usuario pueda comprar un par de estos zapatos, y ayudar al planeta con su uso.
Fuente: www.cronicaambiental.com.mx