A través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable de la Semarnat, los Reyes Magos piden a niños mexicanos detener la contaminación de ríos, lagos y mares.
Por: Sun
A través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), los Reyes Magos piden a los niños mexicanos no enviarles sus cartas en globos para detener la contaminación de ríos, lagos y mares.
En un breve mensaje, Melchor, Gaspar y Baltazar avisaron que a partir del próximo 5 de enero ya no recibirán cartitas en globos porque contaminan mucho, “los globitos caen a ríos, lagos y mares, además muchos animalitos confunden el plástico con comida”.
Los Reyes Magos invitaron a la población infantil dejar sus cartas debajo del árbol de navidad, dentro de un zapato o enviarla por correo y se comprometieron a leerlas todas y entregar los obsequios correspondientes.
“Ayuden a cuidar el medio ambiente, los queremos mucho, atentamente Melchor, Gaspar y Baltazar”, solicitaron en su carta.
En apoyo a los reyes, la Semarnat explicó que los globos no están hechos de materialbiodegradable y regresan a la tierra, donde permanecen por mucho tiempo, como consecuencia, animales marinos y terrestres mueren al tragar los restos de látex o porque quedan enredados en los cordones.
Una nueva investigación sugiere que hasta el 93% de las crías de tortuga verde podrían ser hembras para el año 2100, ya que el cambio climático provoca la “feminización” de la especie. El sexo de las crías de tortuga está determinado por la temperatura, y en la actualidad, aproximadamente el 52% de las tortugas verdes en incubación, una de las siete especies de tortugas marinas, son hembras.
Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Exeter y el Centro de Ciencias Marinas y Ambientales (Portugal) muestra que a temperaturas más cálidas pronosticadas por los escenarios del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), 76-93% de las crías serían hembras. Las cifras son específicas del sitio de estudio en Guinea-Bissau, África occidental, pero los investigadores dicen que esperan una imagen similar a nivel mundial.
Dicen que el cambio en la proporción de género inicialmente conduciría a que más hembras aniden, aumentando la población, antes de una disminución “a medida que las temperaturas de incubación se acercan a los niveles letales”. También predicen que el aumento del nivel del mar sumergirá el 33-43% de las áreas de anidación actuales utilizadas por las tortugas verdes en las playas donde se realizó el estudio, informa Eurekalert.
“Las tortugas verdes se enfrentan a problemas en el futuro debido a la pérdida de hábitats y al aumento de las temperaturas”, dijo Rita Patricio, del Centro para la Ecología y la Conservación en el campus Penryn de la Universidad de Exeter en Cornualles. “Nuestros resultados sugieren que la población de anidación de tortugas verdes en el archipiélago de Bijagós, Guinea-Bissau, enfrentará los efectos del cambio climático hasta el 2100.
“Las temperaturas más frías, tanto al final de la temporada de anidación como en áreas sombreadas, garantizarán que algunas crías sean masculinas. “Aunque el aumento de las temperaturas dará lugar a más crías hembras, y un 32-64% más de hembras anidadoras para 2120, la mortalidad en los huevos también será mayor en estas condiciones más cálidas. “A medida que las temperaturas continúan aumentando, puede que sea imposible que las tortugas no vigiladas sobrevivan“.
El equipo de investigación, que incluyó el Instituto de Biodiversidad y Áreas Protegidas de Guinea-Bissau, dice que los sitios de anidación sumergidos por mares crecientes no pueden simplemente “moverse” hacia el interior. “El retiro en la playa puede estar bien en algunas áreas, pero las tortugas que estudiamos estaban anidando en una isla pequeña (isla de Poilão), por lo que hay un límite a la distancia que puede llegar a la playa”, dijo Patricio.
“En otros lugares puede haber barreras naturales o construcciones humanas que impiden que las playas se muevan tierra adentro”. El archipiélago de Bijagós es el lugar de anidación más importante para las tortugas verdes en África y el principal criadero para la especie en el Atlántico Sur.
Millones de drones están ocupando el espacio aéreo de las aves y eso está provocando cada vez más conflictos.
Por: ecoosfera
Las aves sin duda inspiraron a la tecnología en la creación de los drones (pequeños robots voladores que se han popularizado masivamente en la reciente década). Estas maquinas, además de revolucionar la fotografía aérea, ofreciendo a la mirada humana vistas espectaculares de sitios alrededor del mundo (como estas), han comenzado a emplearse en múltiples tareas, desde vigilancia hasta entregas a domicilio.
Pero con la llegada de sus aplicaciones prácticas y estéticas, los drones también ocupan el espacio que históricamente ha sido de sus pares naturales, las aves. Tal vez por eso es que se han registrado ya varios enfrentamientos entre ambos, y muchos de estos han sido documentados. A fin de cuentas se trata de un episodio más de la naturaleza reclamando su lugar; y si consideramos que tan sólo en 2016 se vendieron más de dos millones de drones, seguramente esta dinámica se irá dando con cada vez más frecuencia (y nosotros esperamos que triunfen, siempre, las aves).
Mamíferos, reptiles y anfibios. Bestias grandes y diminutos insectos. Cada año, cientos de animales están en peligro a causa del cambio climático y el impacto de la actividad humana.
En 2018, dos nuevas especies, la tarántula anaranjada y del gecko de Durell, han entrado en la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organización formada por instituciones públicas internacionales y de la sociedad civil que estudia la flora y la fauna mundial y su evolución.
Para otros ejemplares como el mero de siete bandas, el órice beisa y el sapo del páramo, los datos recogidos en este año no son más esperanzadores. Según la UICN, sus poblaciones se han reducido drásticamente. Despedimos el año con estos animales con el deseo de que todos sigan vivos y coleando en 2019.
Tarántula anaranjada (Brachypelma baumgarteni)
Por su imponente aspecto, su característico color y el miedo que suscitan, las tarántulas anaranjadas no pasaban desapercibidas en México. Es más, hasta hace cinco años, era común verlas en la región costera de la Sierra Madre del Sur en el sureste del estado de Michoacán, donde habitan.
Ahora, sin embargo, resulta más complicado toparse con ellas. Según señala la UICN, al tratarse de una especie dependiente de los bosques, la actividad humana (como la urbanización y la agricultura) podría ser la causa principal de su desaparición. Asimismo, la organización también sugiere que algunas subpoblaciones de esta especie, que entró en la Lista Roja en la categoría “en peligro”, podrían haber sido devastadas por los huracanes.
Mero de siete bandas (Hyporthodus ergastularius)
La pesca excesiva amenaza a este animal que habita en la costa australiana.
Según la Lista Roja, “en los últimos ocho años, la pesca excesiva ha provocado que las poblaciones de esta especie disminuyan en más del 69% en Nueva Gales del Sur y en el 80% enQueensland, con implicaciones financieras para los pescadores y los mercados de exportación locales y nacionales”. Por ello, este tipo de mero ha pasado de la categoría “preocupación menor” a la de “casi amenazado”.
Gecko de Durrell (Nactus durrellorum)
En Isla Redonda, en Mauricio, se encuentran los últimos ejemplares del gecko de Durell, una especie que ha entrado este 2018 en la Lista Roja en la categoría “vulnerable”.
En el pasado, el número de individuos de la especie ya sufrió un fuerte declive. Pero desde la década de los ochenta, las medidas de conservación para erradicar varias especies invasoras, restaurar el hábitat y administrar activamente esta especie permitieron que las poblaciones de geckos se recuperasen.
Una tendencia que se ha vuelto a revertir a consecuencia de las nuevas especies invasoras que invaden regularmente las islas del archipiélago de Mauricio y a los episodios climáticos extremos.
Órice beisa (Oryx beisa)
El número de ejemplares de este antílope africano, que vive entre los matorrales y pastizales semiáridos y áridos del nordeste del continente, ha caído en picado. Si a mediados de la década de los noventa existían unos 26.000 ejemplares, las investigaciones más recientes cifran su población en unos 12.000 individuos.
Por este motivo, han pasado de la categoría “casi amenazada” a la de “en peligro”en 2018. Entre las causas de su desaparición, la UICM apunta tres: la sobreexplotación, la invasión de su hábitat por asentamientos humanos y por el ganado, y el comercio de su carne, su piel y sus cuernos.
Sapo del Páramo (Nannophryne cophotis)
La última vez que se observó esta especie de sapo, original de Perú, fue en 2005. Los expertos señalan que incluso podría haberse extinguido, por eso el anfibio ha pasado de la categoría “preocupación menor”, en la que fue incluido en 2004, a la de “en peligro crítico”.
Su desaparición podría estar vinculada a la destrucción de su hábitat y la contaminación del agua dulce por las actividades mineras, la expansión agrícola y las plantaciones de pinos, aunque no se descartan otras amenazas como las relacionadas con el cambio climático.
Un nuevo polímero desarrollado a partir de microorganismos marinos que se alimentan de algas se ha empleado con éxito para fabricar plásticos biodegradables, sin desechos tóxicos y reciclables. El invento es resultado de una colaboración en la Universidad de Tel Aviv entre Alexander Golberg, de la Escuela de Ciencias Ambientales, y Michael Gozin, de la Escuela de Química. Su investigación fue publicada en la revista Bioresource Technology.
Según las Naciones Unidas, el plástico representa hasta el 90 por ciento de todos los contaminantes en nuestros océanos; sin embargo, existen pocas alternativas comparables y respetuosas con el medio ambiente a este material. “Los plásticos tardan cientos de años en descomponerse. Así que las botellas, los envases y las bolsas crean ‘continentes’ de plástico en los océanos, ponen en peligro a los animales y contaminan el medio ambiente”, dice Golberg. “El plástico también se produce a partir de productos derivados del petróleo, que tiene un proceso industrial que libera contaminantes químicos como subproducto.
“Una solución parcial a la epidemia plástica son los bioplásticos, que no usan petróleo y se degradan rápidamente. Pero los bioplásticos también tienen un precio ambiental: cultivar las plantas o las bacterias para hacer que el plástico requiera suelo fértil y agua dulce, del que muchos países, incluido Israel, carecen. “Nuestro nuevo proceso produce ‘plástico’ a partir de microorganismos marinos que se reciclan completamente en desechos orgánicos”.
Los investigadores aprovecharon los microorganismos que se alimentan de las algas para producir un polímero bioplástico llamado polihidroxialcanoato (PHA). “Nuestra materia prima era algas multicelulares, cultivadas en el mar”, dice Golberg. “Estas algas fueron consumidas por microorganismos unicelulares, que también crecen en agua muy salada y producen un polímero que se puede usar para hacer bioplásticos. “Ya hay fábricas que producen este tipo de bioplásticos en cantidades comerciales, pero utilizan plantas que requieren tierras agrícolas y agua dulce.
El proceso que proponemos permitirá a los países con escasez de agua dulce, como Israel, China e India, cambiar de plásticos derivados del petróleo a plásticos biodegradables “. Según Golberg, el nuevo estudio podría revolucionar los esfuerzos del mundo para limpiar los océanos, sin afectar las tierras cultivables y sin usar agua dulce. “El plástico de fuentes fósiles es uno de los factores más contaminantes en los océanos”, dice.
Según las Naciones Unidas, el plástico representa hasta el 90 por ciento de todos los contaminantes en nuestros océanos; sin embargo, existen pocas alternativas comparables y respetuosas con el medio ambiente a este material.
“Hemos demostrado que es posible producir bioplásticos completamente basados en recursos marinos en un proceso que sea amigable tanto para el medio ambiente como para sus residentes. “Ahora estamos realizando una investigación básica para encontrar las mejores bacterias y algas que serían más adecuadas para producir polímeros para bioplásticos con diferentes propiedades”, concluye.
La industria de la moda cada año crea nuevas prendas y complementos de usar y tirar, es decir, su duración es ínfima; para que la próxima temporada los consumidores tengan que volver a desembolsar su dinero para sustituir a esa prenda. Este fenómeno que se viene produciendo desde hace décadas, se denomina obsolescencia programada, y también afecta, claro está, a otras industrias. Porque la cuestión es consumir, mejor dicho, nunca dejar de consumir.
¿Podremos adquirir prendas realizadas con materiales reciclados de manera generalizada?
LAS CIFRAS DEL CONSUMO DE ROPA EN LA INDUSTRIA DE LA MODA
En los últimos 15 años, la producción de ropa se ha multiplicado por dos y el tiempo de uso ha disminuido un 36%, según la Fundación Ellen MacArthur. La industria produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo, mucho más que todos los vuelos internacionales y los barcos de carga combinados, según ha confirmado la ONU, en un informe presentado este año en el mes de julio. Utilizando casi 70 millones de barriles de petróleo cada año para fabricar fibras de poliéster, que pueden tardar más de 200 años en descomponerse.
No queda ahí todo, según recientes investigaciones de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, la ropa sintética realizada con materiales como el acrílico y el poliéster, desprenden en el lavado 6 kilos de tela, liberando unas 140.000 fibras de mezcla de poliéster y algodón, casi medio millón de fibras de poliéster y más de 700.000 fibras de acrílico.
Un problema que causa un grave daño ambiental en nuestros mares y océanos, porque contamina y termina siendo el menú diario de los peces que se pescan para el consumo humano. La cadena trófica lo lleva incorporado.
El algodón pese a ser uno de los mejores tejidos para vestir, el algodón que se usa normalmente en la industria de la moda no es ecológico, siendo el responsable del 24% de los insecticidas y del 11% de los plaguicidas, a pesar de que solo utiliza el 3% de la tierra cultivable del mundo, según informa la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE).
EL NUEVO TEJIDO RECICLADO: LONCELL
Teniendo en cuenta estos datos, que son una micronésima parte de la realidad, no hace falta pensar que tenemos que poner fin a este desastre natural que está acabando con la vida de todos en el planeta (entre otros problemas). Por eso, numerosos científicos e investigadores se han propuesto echar una mano para acabar con esta barbarie.
La Universidad Aalto de Finlandia ha creado un nuevo tejido denominado loncell, fabricado a partir de madera, periódicos reciclados, cartón y textiles viejos de algodón que se pueden convertir en vestidos, chaquetas, bufandas o fundas iPad.
Increíble, pero cierto. Además, está todo pensado para que forme parte de una cadena sostenible, sin desperdicios, propio de la economía circular. En los bosques del este de Finlandia, hay un proceso de reducción de árboles , haciendo espacio para que otros crezcan. Estos abedules más pequeños se están convirtiendo en la materia prima de la ropa, entre otras. La ropa reciclada ha sido diseñada por estudiantes de la universidad.
Los abedules de Finlandia forman parte de la industria de la moda más sostenible.
Aunque loncell fue desarrollado por químicos e ingenieros en las universidades de Aalto y Helsinki, el profesor Pirjo Kaariainen (una de las personas que han liderado el proyecto) dice que era importante que los diseñadores se comprometieran a diseñar vestidos para la gente que quisiera usarlos.
Después de que la primera dama de Finlandia, Jenni Haukio, ha usado un vestido de loncell, hecho de árbolesreciclados y diseñado por un joven estudiante de moda y diseño de Aalto, cuya filosofía era respetar la naturaleza finlandesa y la tradición del país de mujeres fuertes; la imagen que refleja el espejo está puesta en marcha. Si desaparecen en unas horas de las tiendas los modelos de muchas celebrities, es posible que la nueva tendencia cumpla con esas expectativas.
El profesor Kaariainen afirma que la fibra funciona bien para la ropa porque es “suave al tacto, tiene un brillo encantador y cae maravillosamente”. Es realmente positivo que ejemplos de distintas mujeres con cierta repercusión social, luzcan creaciones con este tipo de tejidos. Igual que la gente se fija en lo qué se lleva, también se podrían interesar por cómo está confeccionado y con qué materiales, la moda sostenible es parte de la solución.
Las marcas sostenibles ya están haciendo sus cábalas para sacar nuevos modelos con este tipo de tejidos: ¿cuándo podremos verlos por la calle vistiendo a personas normales?
Contesta estas simples preguntas y averigua qué tan comprometido estas con el medio ambiente y su preservación.
¿Listos? Empecemos…
Yo separo la basura:
a) Porque quiero ayudar al medio ambiente y a su preservación, me gusta contribuir con el medio ambiente y hago todo lo que esté a mi alcance para lograrlo. b) Porque si no, no se la llevan los de la basura. c) No la separo, me da flojera.
¿Uso focos ahorradores en mi casa?
a) Si, me ayudan a disminuir el consumo de luz y lo veo reflejado en mis recibos. b) Si, porque se ven bonitos y alumbran más. c) No, están muy caros.
¿Qué otras Ecotecnologías uso/conozco/estas por adquirir?
a) Focos, estufa, refrigerador, calentador solar y conozco muchas más. b) Focos ahorradores y calefactor solar c) No me interesa.
¿Te preocupa el calentamiento Global?
a) Sí b) Algo c) Creo que es mentira
¿Conoces “Vivienda verde”? ¿Estarías dispuesto a usarlos?
a) Si, claro es una buena opción b) No, creo que no vale la pena c) No los conozco, no me interesa.
¿Qué tan responsable eres en tus consumos de gas, luz y agua?
a) Mucho, me gusta administrarlos y usarlos exclusivamente cuando son necesarios. b) No se, creo que podría ser mejor y así bajar mis consumos. c) No soy responsable, no creo que sea necesario administrarlos.
Mayoria de A: Sumamente responsable ¡Muchas felicidades! más personas como tú, necesita este planeta, la ecología es importante para ti y lo demuestras con tus actos, sigue así
Mayoría de B:Puedes mejorar: Si bien es un tema que conoces a medias, puede ser que, con un poco más de información seas un ciudadano más responsable y preocupado por el medio ambiente ¡No te desanimes e infórmate!
Mayoría de C: Tu desinterés por cuidar el medio ambiente es evidente, te recomendamos que le des una oportunidad a las ecotecnologías, si no es por ser ecológico, hazlo por tu bolsillo. Estamos seguros de que una vez que compruebes que te puede ayudar a ahorrar, querrás utilizarlo en todos lados
Cambios en las prácticas agrícolas y en la dieta con respecto a la carne y los productos lácteos podrían reducir las emisiones del sector hasta la mitad para 2050. El sector agrícola es la mayor fuente mundial de emisiones de gases de efecto invernadero que no son CO2. El investigador de IIASA (Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados) Stefan Frank dirigió al equipo que ha llevado a cabo el primer análisis detallado de la mitigación agrícola sin CO2 utilizando una combinación de cuatro modelos económicos globales diferentes y evaluó el potencial de reducción.
Utilizaron el precio del carbono en los modelos para estimar el potencial de mitigación de cada opción, aunque Frank enfatiza que los impuestos al carbono realmente no se consideran un instrumento de política probable para el sector agrícola. “Obtenemos información sobre la contribución de las diferentes opciones de mitigación en todas las regiones e identificamos estrategias sólidas de reducción de emisiones, tanto en el lado de la oferta como de la demanda”, explica en un comunicado.
Los esfuerzos en el sector agrícola solo podrían reducir hasta el 15 por ciento de las emisiones de metano agrícola y óxido nitroso para 2050, un total de 0.8-1.4 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente por año (GtCO2e/a), a un costo ya bajo de 20 dólares/t CO2e. Los cambios en la dieta en los países que consumen demasiado podrían contribuir con reducciones adicionales de 0.6 Gt CO2e/a, una reducción total de las emisiones del 23 por ciento.
Los científicos utilizaron el Modelo de Gestión de la Biosfera Global (GLOBIOM, por sus siglas en inglés), desarrollado en IIASA, y CAPRI, IMAGE y MAGNET, desarrollado por la Universidad de Bonn (Alemania), ‘PBL Netherlands Environmental Assessment Agency’ y la Universidad de Wageningen, en Países Bajos, respectivamente, para modelar ocho trayectorias de precios de carbono que varían desde 20 dólares/t CO2e emitido, hasta 950 dólares/t CO2e para 2050 para estimar el potencial de reducción de emisiones económicas del sector. Se cree que esta cifra más alta es el precio necesario para cumplir con el objetivo de estabilización del clima de 1.5° C en todos los sectores de la economía.
Con los precios de carbono más altos de 950 dólares/t CO2e, la agricultura podría lograr reducciones de emisiones de 3.9 Gt CO2e/a para 2050, un 50 por ciento más bajo que el escenario de referencia sin esfuerzos de mitigación del cambio climático. En la actualidad, las emisiones de metano y óxido nitroso de la agricultura representan el 10-12 por ciento de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, y el porcentaje está creciendo, en gran parte gracias al mayor uso de fertilizantes sintéticos y los rebaños de rumiantes en crecimiento.
Desde 1990, las emisiones han aumentado en un tercio, pero los datos muestran que la producción ha subido en un 70 por ciento, por lo que la agricultura se está volviendo más eficiente con el tiempo. Sin embargo, si el mundo cumple con el objetivo de estabilización climática de 1.5° C establecido en el Acuerdo de París, estas emisiones deberán caer.
Carne y lácteos, industrias muy intensivas en gases de efecto invernadero
Las industrias de carne y productos lácteos son muy intensivas en gases de efecto invernadero, y en todos los modelos y escenarios de precios del carbono, tenían el potencial de contribuir con más de dos tercios del potencial total de mitigación en la agricultura. Frank y sus colegas identificaron tres áreas para la mitigación en el lado de la oferta: opciones técnicas como suplementos de alimentación animal para mejorar la digestibilidad del alimento o digestores anaeróbicos, opciones estructurales que son cambios más fundamentales para la agricultura, como modificaciones en las carteras de cultivos y ganado, y efectos en la producción, como cambios en los niveles de producción.
Las opciones del lado de la demanda involucraban a los consumidores en países desarrollados y emergentes que cambian a dietas con menos productos animales. “Dirigir las medidas de mitigación hacia un número limitado de regiones, como África, China, India y América Latina, y productos como la carne y la leche, que se caracterizan por intensidades de emisión relativamente altas, permitirían un ahorro sustancial de emisiones en el lado de la oferta”, explica Frank.
Los modelos muestran que a medida que los precios del carbono aumentan, las opciones técnicas y estructurales se agotan, después de lo cual se pueden lograr reducciones de emisionesmediante la disminución de la producción y el consumo de productos intensivos de gases de efecto invernadero, como la carne y los productos lácteos. Estos cambios en la dieta tendrían un beneficio adicional. A medida que disminuye la demanda en los países que consumen demasiado, se emiten menos óxidos nitrosos y metano, al mismo tiempo que también se produce una distribución más equilibrada de la ingesta de calorías de la carne y los productos lácteos en más regiones del mundo con beneficios para la seguridad alimentaria.
“Los modelos coinciden en que el cambio en la dieta puede contribuir solo a una parte de los esfuerzos necesarios para alcanzar el objetivo de estabilización del clima de 1,5 ° C y los responsables de la formulación de políticas no deben olvidarse de las medidas de producción que, en este estudio, proporcionan la gran mayoría del potencial de mitigación”, aconseja un investigador de IIASA y coautor de este trabajo Petr Havlik. “La comparación entre múltiples modelos también muestra que todavía hay incertidumbres sustanciales en el nivel de referencia de desarrollo de emisiones sin CO2 y el potencial de mitigación relacionado.
A menos que se reduzcan estas incertidumbres, deberán incluirse en los planes de despliegue de tecnologías de emisiones negativas“. Dado que los países deberán monitorizar periódicamente el progreso y hacer un balance de la implementación del Acuerdo de París, los conocimientos proporcionados en el estudio podrían ayudar a los responsables de las políticas a identificar las prioridades de mitigación regionales en el sector y comprender mejor la contribución potencial de la agricultura.
Conciliar la decoración navideña y una actitud sostenible durante las fiestas es posible. La receta mágica es hacer gala de un gran sentido común. Para ayudarte en tu decisión te damos estos Pros y Contras de cada uno de ellos:
Por: Julio
ÁRBOL DE NAVIDAD NATURAL
Lo más importante, si te decantas por esta opción, es asegurarte de que el árbol que adquieras no se extraiga de un bosque, sino de una plantación sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
El abeto es árbol de Navidad por excelencia, pero es preferible optar por especies autóctonas que luego se puedan plantar en la zona.
Si tiene raíces, podría replantarse y, si se trata de una copa de abeto, podrá ser reciclado para convertirse en compost. Nunca lo tires a la basura o lo replantes en un bosque cercano, sin no estás seguro que es un árbol autóctono.
PROS:
Ambientador natural
El aroma fresco que despiden los árboles naturales es un factor crucial para ser elegido. Las personas sienten un “ambiente más navideño” si tienen un árbol natural.
Ayudan a reducir el Cambio Climático
Son 100% biodegradables, y ayudan a reducir el cambio climático. Mientras los árboles crecen hasta la altura ideal para su venta en los viveros,han pasado 2 o 3 años, eliminando en ese periodo el CO2 de la atmósfera, y seguirán haciéndolo después de Navidad, si aprovechamos los programas de determinados ayuntamientos que se encargan de replantarlos donde sea más necesario.
CONTRAS:
El transporte
Son más difíciles de transportar que los artificiales y más frágiles. Además hay que tener especial cuidado a la hora de la compra: Adquirirlo siempre que sepas con certeza su procedencia, y asegurarse que tenga raíces abundantes para que dure durante las navidades.
Requieren mantenimiento
Al tener un ser vivo en casa, hay que tener en cuenta que requiere de más cuidados que los artificiales. Hay que regarlos, y no colocarlos cerca de fuentes de calor, y no usar luces que pudieran provocar que se caliente y se seque.
ÁRBOL DE NAVIDAD ARTIFICIAL
En cambio, si nos decantamos por uno artificial, es recomendable pensar primero si lo vamos a utilizar durante muchos años. Pero lo malo es que la mayoría de ellos no están eco-diseñados para durar largo tiempo.
PROS:
No se estropean
Actualmente, los árboles artificiales son muy realistas y consiguen un parecido increíble a los árboles naturales, y duran mucho más que uno natural.
El precio
Su precio suele ser inferior naturales, y supone una inversión a largo plazo, pues podrás utilizarlo durante varios años, si lo deseas.
CONTRAS:
No estás ayudando a la conservación de los árboles
A pesar de lo que la gente se cree, por comprar un árbol artificial no estás ayudando a evitar la tala de árboles naturales. Los árboles naturales utilizados para la navidad, en la mayoría de los casos, son abetos americanos de producción local plantados en viveros, por lo tanto no se talan de los bosques. Además ayudan generar empleo en la región, y son más sostenibles que los artificiales.
Su producción contamina el ambiente y no es reciclable.
El 99% de la producción de arboles artificiales está realizado con plástico. El plástico es un material artificial proveniente del petróleo, que tarda cientos de años en descomponerse en la naturaleza. Es un material prácticamente indestructible, hasta 1.000 años según el tipo de plástico, lo que conlleva efectos catastróficos a nivel global.
La producción de este tipo de árboles, suelen estar fabricados en China, donde las normativas de sanidad relucen por su ausencia, utilizando para su fabricación, aparte de plástico, mercurio y otros metales y sustancias contaminantes. En cambio los naturales son 100% biodegradables y no dañan el medio ambiente.
NI NATURAL NI ARTIFICIAL
Por último existe una tercera opción que es hacer un árbol de Navidad nosotros mismos, aprovechando lo que se tenga por casa. Esto fomenta la creatividad y el reciclaje practicando el Do it yourself (Hágalo usted mismo).
No hay nada más atractivo que un árbol de Navidad realizado por nosotros mismos. Puedes utilizar esos cartones que tienes en casa o frutos del bosque secos, o esa cuerda del tendedero rota.
Además de se una actividad creativa, es estupenda para hacer con los niños. Ellos se entretienen en el montaje y la decoración, y les hacemos partícipes del espíritu navideño familiar.
PROS:
Sostenible 100%
Es el más sostenible de las tres opciones, además de reducir el impacto ambiental, estás fomentando el reciclaje, ayudando a generar menos basura, reutilizando materiales en desuso.
Fomentas la creatividad
Sólo requiere de imaginación. No hay nada más atractivo que un árbol de Navidad realizado por nosotros mismos.
CONTRAS:
Es la opción que requiere más de tiempo de las tres. Abstenerse personas que no se lo pasen bien decorando en casa.
La pérdida de las zonas vírgenes de nuestro planeta es un asunto real y sus efectos se pueden percibir en México. Según el Inegi, en 1985, la vegetación intacta ocupaba el 60% del territorio mexicano; hoy, el número se ha reducido al 48%.
Este porcentaje se despliega en una disminución considerable en las selvas y bosques del país. En un rango de 30 años, la superficie de la selva ha caído en 30%,mientras que la extensión de los bosques se ha visto reducida en un 27%.
¿A qué se debe? En gran medida a los pastizales cultivados en los que se desarrollan las actividades agrícolas. Estos terrenos han sustituido a las selvas y bosques en diversas regiones del país.
Las localidades más afectadas según el Inegi son Tabasco, Veracruz y Sinaloa.
Otros datos indican que la entidad de Tlaxcala es la que mayor uso de suelo dedica a la agricultura (con un 73%). Pero no todo es pérdida. Baja California Norte aún conserva el 95% de su vegetación primaria, compuesta principalmente por matorrales.
Nada en este mundo es blanco y negro; como tal, el crecimiento urbano y la expansión de la agricultura no son en sí prácticas completamente negativas. Sin embargo, la conservación de los ecosistemas mexicanos, considerados de los más diversos del mundo, debe importarnos por varios motivos.
México cuenta con un gran número de especies endémicas de fauna y flora que no se encuentran en ningún otro sitio del planeta. La variedad de ecosistemas en nuestro país lo convierte en un espacio realmente único y, por ende, muy valioso.
Además, las tierras vírgenes son un factor crucial en la mitigación del cambio climático.
La vegetación es fundamental para la captura de carbono; ese gas cuya acumulación contribuye al calentamiento global.
La pérdida de las áreas naturales es dañina por donde se la vea, pero más si se piensa en las selvas tropicales, los bosques templados, las hectáreas de pastizales y matorrales que conforman la belleza de México. Es por ello que proteger los paraísos que todavía nos quedan debe ser una prioridad.