El cambio climático lo altera ‘todo’

Por: Ecoticias

Los efectos del cambio climático resultan patentes en los datos del satélite GRACE (Gravity Recovery and Climate Experiment), lanzado en 2002 para seguir cambios en la gravedad terrestre.

El cambio climático lo altera ‘todo’

Una revisión de los datos de GRACE publicada en Nature Climate Change, liderada por científicos del Helmholtz Centre Postdam, determina que, entre abril de 2002 y junio de 2017, Groenlandia perdió alrededor de 260 mil millones de toneladas de hielo por año, y la Antártida alrededor de 140 mil millones de toneladas. Además de las tendencias a largo plazo, los datos del campo de gravedad también proporcionan evidencia de los efectos directos de los fenómenos climáticos globales como ‘El Niño’ en las capas de hielo y los glaciares de todo el mundo.

Los datos de GRACE también ayudan a analizar y evaluar el nivel del mar con mayor precisión, ya que el almacenamiento de agua dulce en tierra está vinculado al nivel del mar por varios mecanismos. Los análisis de los datos de GRACE han permitido las primeras estimaciones de los cambios de almacenamiento de agua subterránea desde el espacio. Confirman tasas excesivas de agotamiento de las aguas subterráneas de acuíferos individuales en todo el mundo. Los datos sobre el almacenamiento de agua terrestre también han contribuido a la validación y calibración de varios modelos climáticos.

Según un comunicado referente al estudio, en este siglo, el aumento del nivel del mar podría acelerarse a 10 milímetros por año, una tasa sin precedentes durante los últimos 5.000 años y una consecuencia profunda y directa del calentamiento del clima. Las mediciones de alta precisión del nivel del mar han estado disponibles desde principios de la década de 1990, pero solo muestran el cambio absoluto del nivel del mar.

En los 25 años entre 1993 y 2017, el nivel del mar aumentó en un promedio de 3,1 milímetros por año. Para averiguar cómo la expansión térmica, el hielo derretido y la afluencia continental de agua afectan el nivel del mar, es necesario estudiar la distribución de masa del agua.

Una revisión de los datos de GRACE publicada en Nature Climate Change, liderada por científicos del Helmholtz Centre Postdam, determina que, entre abril de 2002 y junio de 2017.

GRACE ha demostrado que 2,5 milímetros del aumento promedio anual del nivel del mar de 3,8 milímetros entre 2005 y 2017 se deben a la entrada de agua u otra masa y 1,1 milímetros a la expansión térmica del agua. Resolver esta composición es importante para las proyecciones del nivel del mar. Los datos de GRACE suponen una restricción en el cambio de masa oceánica y, por lo tanto, indirectamente en el desequilibrio energético de la Tierra, que es una métrica global fundamental del cambio climático.

De acuerdo con este nevo estudio, GRACE ha demostrado que la mayor parte del calentamientogenerado por el aumento de la temperatura se produce en los 2.000 metros superiores de los océanos, que son los sumideros energéticos más importantes del cambio climático. GRACE también contribuye a una mejor comprensión de la dinámica y el impacto de las corrientes oceánicas, en particular para el Océano Ártico.

Fuente: www.ecoticias.com

‘Uno menos en el mar’ recoge más de 7,000 cepillos de dientes de plástico para luchar contra la contaminación marina

Por: Ecoticias

La campaña ‘Uno menos en el mar’, impulsada por la marca de cepillos de dientes biodegradables Brushboo y la Asociación Ambiente Europeo, en colaboración con TerraCycle, ha recuperado un total de 7,383 cepillos de dientes con el objetivo de convertirlos de nuevo en materia prima y evitar que acaben en el mar tras ser depositados en un contenedor erróneo.

'Uno menos en el mar' recoge más de 7.000 cepillos de dientes de plástico para luchar contra la contaminación marina

Esta iniciativa tiene como objetivo lograr el reciclaje de 10,000 cepillos de dientes para evitar que estos objetos sigan llegando a mares y campos, por lo que Brushboo realiza un 20 por ciento de descuento en sus productos a aquellas personas que participen activamente en la recolección de cepillos de dientes, entregando aquellos de los que se va a deshacer en uno de los puntos de recogida repartidos por España, según ha informado en un comunicado.

Así, la compañía ha explicado que algunas de las partes de los cepillos de dientes de plástico están compuestos por polímeros distintos a los empleados en la fabricación de los envases de plástico que se depositan en el contenedor amarillo, un hecho que dificulta su correcto reciclado.

En este sentido, Brushboo ha destacado la gravedad del uso e incorrecto reciclaje de los cepillos de dientes de plástico debido a que se trata de un artículo cotidiano y de uso popular, por lo que la iniciativa tiene como fin concienciar acerca de este hecho, así como impulsar la sustitución de los mismos por otros fabricados con materiales biodegradables.

Las personas interesadas en participar en la retirada de 10,000 cepillos de plástico de la circulación, así como en evitar que se reciclen de forma errónea ocasionando que acaben en el mar, pueden consultar su punto de recogida más cercano en la web de la campaña y compartir su experiencia en las redes sociales mediantes el uso del hashtag ‘#UnoMenosEnElMar’.

Esta iniciativa tiene como objetivo lograr el reciclaje de 10,000 cepillos de dientes para evitar que estos objetos sigan llegando a mares y campos.

Fuente: www.ecoticias.com

Conoce cómo es que nuestros padres y abuelos vivían sin plástico, ¿qué podemos aprender de ellos?

Si queremos saber cómo vivir sin plástico, debemos voltear al pasado.

Por: Ecoosfera

El plástico sintético lleva mucho tiempo entre nosotros. O por lo menos eso aparenta, ya que su presencia es tan omnipresente que pareciera haber estado ahí desde siempre. No obstante, a mitades del siglo XX este material era visto todavía como toda una novedad, y la gente ―nuestros padres y abuelos― se las arreglaban para vivir sin plástico.

vivir-sin-plastico-como-reducir-consumo

Ahora, el plástico es un material cualquiera. Es, sin duda, muy poco estético: tan feo y corriente que ya sólo lo asociamos con la basura ―ya que el uso que más se le da a este material es para la fabricación de objetos desechables que terminan, la mayoría, en el mar―.

Pero no podemos imaginarnos vivir sin plástico, ¿cierto?

¿Cómo reemplazar bolsas, envases, piezas de motores, materiales de construcción, fibras textiles, muebles y todo lo que se hace con este feo material?

Muchas veces, buscamos soluciones a nuestros problemas viendo hacia el futuro. En el caso del problema de la contaminación plástica, existen muchos esfuerzos por crear sustitutos del plástico, innovando con tecnología y mucha creatividad ―incluso existen cubiertos comestibles y otros objetos biodegradables por el estilo―.

Pero, ¿y si la solución está mirando hacia atrás, al pasado?

vivir-sin-plastico-como-reducir-consumo

Nuestros padres ―y sus padres antes que ellos― sabían vivir sin plástico. ¿Cómo lo hacían? No necesitaban de mucha tecnología, ni de grandilocuentes inventos. Así que podríamos aprender mucho de quienes supieron vivir sin plástico toda su vida ―y también, de los que ya están viviendo sin plástico en el presente―.

El autor Mark Blackburn, del blog One Brown Planet, pensó en esto, y por eso le preguntó a su madre cómo era su vida sin plástico. Ella le contó cómo eran algunos de sus hábitos en 1950, cuando vivía con una familia de siete en Blackpool, Reino Unido, y el plástico apenas estaba usándose en algunos tejidos y muebles.

De este diálogo pueden surgirte, sin duda, muchas ideas para sustituir objetos de uso diario:

¿Qué tipo de alimentos estaban disponibles y cómo se empaquetaban?

La mayoría de los alimentos frescos, como papas, zanahorias, guisantes y demás, fueron cultivados localmente y estaban disponibles por temporada. También se podía obtener plátano y otras frutas del extranjero durante la mayor parte del año. Cuando un vegetal no estaba en temporada, teníamos que comprarlo en una lata o sustituirlo. También había una gran cantidad de alimentos secos disponibles, generalmente vendidos en grandes recipientes. Lo que sea que necesitaras, lo pesabas en una bolsa de papel marrón. Los artículos de ultramar, como el arroz y la pasta, también eran pesados ​​y luego empacados en una bolsa de papel.

vivir-sin-plastico-como-reducir-consumo

Para las bebidas, la leche era entregada a la casa en una botella de vidrio. El lechero recogía la botella vacía al día siguiente y la reutilizaba. Las botellas de cerveza y las botellas de refrescos también estaban hechas de vidrio y cuando las devolvías a la tienda obtenías algo de dinero. ¡Siempre andábamos buscando botellas para devolver!

También había un hombre de carne que venía con carnes frescas, una vez más, envueltas en papel.

En cuanto a los bocadillos y los postres, no había tanta disponibilidad como hoy, pero había papas fritas, galletas y dulces. Nuevamente, venían en grandes recipientes: podías tomarlos y ponerlos en una bolsa de papel o envolverlos en papel de aluminio. También comprábamos conservas y mermeladas en recipientes de vidrio, pero nos asegurábamos de guardarlas para luego usarlas para hacer nuestras propias mermeladas.

¿Había “comida rápida” disponible?

Donde vivíamos sólo estaba el pub y la tienda Fish & Chips. Todo en la tienda de pescado y papas fritas estaba envuelto en papel a prueba de grasa con periódico en el exterior. Recuerdo que, si guardabas todo el periódico de la semana y lo llevabas a Fish & Chips, ¡te daban una bolsa de papas gratis! ¡Era grandioso!

vivir-sin-plastico-como-reducir-consumo

¿Hacían muchas cosas en casa o lo compraban todo en la tienda?

Hacíamos mucho nosotros mismos. Comida, obviamente, pero también ropa. De hecho, tenía casi 13 años cuando mi madre compró mi primer vestido nuevo en una tienda. Antes de esto, toda nuestra ropa y ropa interior se fabricaban en casa, con el material comprado en la tienda. También tejíamos bufandas y jumpers y sombreros. Las únicas cosas nuevas que comprábamos todos los años eran los zapatos. Tenía un par de zapatos escolares, un par de botas y un par de zapatos deportivos para deportes. Si las suelas se desgastaban, papá las reparaba para que yo pudiera seguir usándolas hasta el próximo año.

Mamá también hacía sus propias mermeladas y conservas, con frutas como moras y ciruelas recolectadas de todo el pueblo. Las mermeladas se almacenaban en los frascos de vidrio que habíamos recolectado durante todo el año.

¿Y la limpieza de la casa y personal?

En aquel entonces, todos los productos de limpieza venían en cajas de cartón o botellas de vidrio. Usábamos barras de jabón para limpiarnos y el champú venía en baquelita o botella de vidrio. ¡Teníamos que tener cuidado de no romperlos! Recuerdo que incluso nuestra laca para el cabello venía en una botella recargable que llenábamos en la tienda local.

Entonces, ¿qué pasa con el desperdicio, a dónde se iba todo eso? ¿Y cuánto había?

Bueno, todo el papel de la comida se colocaba en la chimenea y se quemaba para mantener la casa caliente en el invierno o para calentar la caldera de agua para los baños. En ese entonces, solíamos tomar sólo un baño a la semana y, por supuesto, ¡teníamos que luchar para conseguir el agua limpia!

vivir-sin-plastico-como-reducir-consumo

Como mencioné anteriormente, todas las botellas de vidrio se devolvían por dinero en efectivo y teníamos nuestras propias bolsas de compras que reutilizábamos cada semana.

Nuestras sobras de alimentos nunca se desperdiciaron, se usaban principalmente para hacer caldos de verduras o carne. Todos los huesos sobrantes se los dábamos al perro o los quemábamos en el fuego.

Las latas se aplastaban y se ponían en el contenedor, porque no podíamos reciclarlas. Recuerdo que el papel, que originalmente envolvía el pan, se usaba para envolver los sándwiches. Luego lo quemábamos, pero con las cenizas del fuego solíamos hacer senderos, o en el invierno lo usábamos como arenilla para evitar derrapes.

Una familia como la nuestra, de siete personas, tiraría alrededor de la mitad de un contenedor por semana de cosas que no podían usarse o devolverse.

Fuente: www.ecoosfera.com

Infografía: los estados de México donde se ha prohibido el plástico

Muchos estados ya han implementado políticas sustentables que apuntan a que dejemos atrás nuestra dependencia al plástico.

Por: Ecoosfera

Ya no podemos seguir produciendo y consumiendo plástico tal como lo hacemos en la actualidad. Por más que existan proyectos científicos que están encontrando originales formas para reutilizarlo, lo cierto es que estamos usando demasiado de este feo material, a tal grado que no podemos reciclarlo todo.

Además, solemos olvidar que hace pocas décadas nadie dependía del plástico. Nuestros padres crecieron sin necesidad de este material tóxico. ¿Cómo organizaban su vida sin necesidad de bolsas, empaques y envases de plástico? Es lo que hoy nos toca pensar y repensar colectivamente.

Y es que, en promedio, cada persona utiliza 650 bolsas de plástico al año en México.

estados-mexico-donde-prohibido-plastico-prohibicion-popotes

Afortunadamente, en este país ya se ha empezado a avanzar rumbo a una sociedad libre de plástico. Muchos estados de México ya han prohibido el uso de todo tipo de productos plásticos, desde bolsas hasta popotes, lo que nos orilla a ingeniárnoslas para sustituir un montón de productos. Lo cual, por cierto, no es tan difícil: en Guatemala sustituyeron las bolsas de plástico con hojas de plátano, y en muchas comunidades indígenas que han dejado el plástico voluntariamente han encontrado otras soluciones igual de originales.

Y ni hablar de iniciativas tan novedosas como la de Nueva Zelanda, donde todos los alimentos frescos serán vendidos sin bolsas de plástico. Ejemplos hay muchos: seguirlos depende de nuestra voluntad para contribuir a la salud de la naturaleza.

¿Cuáles son los estados de México 
donde se ha prohibido el plástico?

Hasta ahora son 11

¿Cuándo entrarán en vigor los reglamentos?

La mayoría de las leyes ya han sido reformadas. Pero será hasta enero de 2020 que se comenzarán a levantar multas…
¡Así que cuidado!

estados-mexico-donde-prohibido-plastico-prohibicion-popotes

Fuente: www.ecoosfera.com

Arranca una campaña para regalarle un árbol al Bosque de Chapultepec

El objetivo es plantar 150 árboles de hasta 5 años de vida: jacarandas, liquidámbares, encinos, pinos azules y ocotes.

Por: Ecoosfera

Últimamente el Bosque de Chapultepec está en boga, y no es casualidad, pues no es cualquier parque. Este espacio verde representa más de la mitad de todas las áreas naturales de toda CDMX: es decir, es el principal pulmón para más de 20 millones de personas diariamente.

El Bosque tiene un rol primordial en la regulación del clima de la ciudad, la filtración de agua al subsuelo y el oxígeno para los habitantes. Y por eso desde hace más de 16 años nació el Fideicomiso Pro Bosque Chapultepec, que ha rehabilitado y hecho más de 50 mejoras a la Primera y Segunda Sección del Bosque, recaudando un presupuesto de de más de 500 millones de pesos.

bosque-chapultepec-planta-arboles-fideicomiso-2

Ahora este organismo quiere reforestar el Parque Lomas de la Segunda Sección y necesita de la ayuda de la ciudadanía para costear el traslado, plantación y cuidado de 150 árboles (de una altura de entre 4 y 6 metros) entre jacarandas, liquidámbares, encinos, pinos azules y ocotes.

Este proceso es muy costoso y será supervisado por especialistas del Inifap.

Darío Yazbek, el protagonista de la Casa de las Flores es el vocero de esta campaña para este proyecto que también contempla una nueva estructura peatonal – ciclista, zonas de convivencia, canchas de fútbol y de usos múltiples, entre otras.

Cada árbol, absorbe hasta 20kg de carbono al año y retiene contaminantes cancerígenos; también reduce el calor hasta grados. Así, las áreas verdes en las ciudades representan mucho, muchísimo de la calidad de vida de sus habitantes.

*Para regalar un árbol a Chapultepec ingresa a chapultepec.org.mx

Fuente: www.ecoosfera.com

Grandes marcas están reutilizando envases para sus productos (todo gracias a una pequeña empresa)

La gran tendencia ahora será la de reutilizar nuestros envases.

Por: Ecoosfera

Cuando se trata de irradiar la conciencia contemporánea que el mundo necesita, no importa si somos pequeños o grandes: lo podemos lograr. Una prueba contundente está en la empresa Loop, que tuvo la oportunidad de presentar su línea de envases reutilizables en el Foro Económico Mundial en Davos de este año, el mismo al que fue una pequeña activista que está haciendo grandes cambios: Greta Thunberg.

Desde aquel día, Loop acumuló una gran lista de grandes marcas que desean realizar programas piloto con sus envases, para eventualmente lanzar sus productos al mercado bajo la premisa del zero waste, o cero desperdicio.

Loop ha hecho tratos con más de dos docenas de grandes marcas; entre ellas, Coca-Cola, Quaker, Danone, Nestlé y Unilever.

envases-zero-waste-loop-reutilizables-sustentables

No obstante, para que esta nueva tendencia tenga éxito también hará falta mucha voluntad por parte de los consumidores. Y es que nos han vuelto dependientes del plástico –por eso este material es tan omnipresente–, así como del ciclo usar-tirar. Los envases zero waste nos obligarán a entrar en otra dinámica, pero también dependerá de que nosotros estemos dispuestos a ello. Es urgente que entendamos que nada debe ser un desperdicio: todo puede transformarse.

Loop es parte de TerraCycle, una compañía con sede en Nueva Jersey que se dedica a recolectar desechos difíciles de reciclar (cajas de jugo, cápsulas de café, guantes de plástico y filtros de cigarrillos), mismos que convierte en nuevos productos. En el camino se ha asociado con marcas de consumo, minoristas, fabricantes, municipios y pequeñas empresas en más de 20 países.

¿Cómo funcionarán los envases zero waste?

Los envases zero waste necesitarán de este modelo de negocio sustentable, para lo cual deberán ponerse en marcha servicios de recolección a través de contenedores especiales, en los cuales almacenar todos los empaques. Además, según el esquema diseñado por TerraCycle, los productos deberán ser pedidos en línea.

Si bien esto traerá consigo grandes cambios a nuestro estilo de vida, lo cierto es que es lo único que puede salvarnos. Porque, al parecer, reciclar no es suficiente. Según Greenpeace, debemos cambiar radicalmente la manera como consumimos, ya que ni siquiera toda la infraestructura está logrando niveles de reciclaje comparables a nuestro desaforado consumo. El ejemplo está en España, país donde, pese a todos los esfuerzos, sólo se está reciclando el 22% de la basura, según el informe Maldito plástico, de Greenpeace España.

Esto, y el hecho de que el reciclaje también consume gran cantidad de recursos y espacio, requiere de que llevemos más allá la lucha por una vida sustentable. Porque de no corregirse esta balanza entre lo que consumimos y lo que podemos restituir, muy pronto el planeta nos pasará la factura.

Así que lo que Loop plantea es que todos trabajemos en sintonía para regresar a un modelo al estilo del que se usaba hace años, cuando los lecheros –o milkmen, en inglés– dejaban la leche en la puerta de las casas. Eso, no obstante, implica una sinergia entre las empresas, el gobierno, nosotros y los intermediarios.

¿Estamos listos para ello? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que debemos estarlo.

Fuente: www.ecoosfera.com

Las plantas autóctonas en las calles de tu ciudad cuidarán de tu salud

Por: Ecoticias

Replantar ambientes urbanos con flora autóctona sería una manera rentable de mejorar la salud pública, ya que ayudaría a “resbastecer” la microbiota ambiental y humana, según investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia).

En un nuevo artículo, publicado en ‘Frontiers in Microbiology’, los investigadores afirman que los seres humanos, considerados como ‘holobiontes’ –una simbiosis de huéspedes y microorganismos que dependen de la salud de los ecosistemas y la biodiversidad para obtener resultados óptimos de salud–, y más específicamente las poblaciones urbanas, necesitan de un hábitat más natural para atajar las tasas de enfermedades crónicas.

Las plantas autóctonas en las calles de tu ciudad cuidarán de tu salud

En un esfuerzo por frenar el aumento de las tasas mundiales de enfermedades no transmisibles como el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal y las alergias que se han relacionado con microbiomas humanos menos diversos, los investigadores sugieren que la restauración de la biodiversidad microbiana urbana mediante la especies autóctonas puede ayudar a abordar los problemas crónicos de salud. El autor principal, Jacob Mills, del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Adelaida, ha explicado que las pruebas apuntan a que los humanos necesitan entornos saludables, naturales y ricos en microbios para desarrollarse correctamente como holobiontes sanos.

“Somos más que humanos, célula a célula somos 57% microbianos, somos ecosistemas ambulantes. Nuestros socios microbianos simbióticos, o nuestros ‘viejos amigos’, como se les conoce, provienen de nuestra madre y nuestro hábitat más amplio cuando somos jóvenes. Estos microorganismos desempeñan un papel vital en nuestra salud, en particular en nuestro sistema inmunitario –explica–. Se cree que una causa del rápido aumento de enfermedades no transmisibles en las poblaciones urbanas es una disminución de la biodiversidad, incluida la diversidad microbiana, del hábitat humano a través de la urbanización”.

“Tal y como están los diseños urbanos actuales, las personas están poco expuestas a sus ‘Viejos Amigos’ y, en parte debido a esto, hemos disminuido nuestro estado de salud a través de una regulación inmune inadecuada. La mayoría de los microbios son realmente beneficiosos o neutrales y rara vez causan enfermedad”, añade.

En un esfuerzo por frenar el aumento de las tasas mundiales de enfermedades no transmisibles como el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal y las alergias que se han relacionado con microbiomas humanos menos diversos.

Los investigadores sugieren que la restauración de las comunidades de plantas autóctonas en áreas urbanas podría proporcionar beneficios de salud generacionales y generar grandes ahorros para los sectores de atención de la salud. Estiman que si la restauración urbana puede reducir los costes de salud en un 5% de modo que, por ejemplo, la Unión Europea podría ahorrar entre 230 y 280 millones de euros al año únicamente en enfermedad inflamatoria intestinal.

“Restaurar las comunidades de plantas proporciona un hábitat para los animales y cambia las condiciones del suelo, el agua y el aire, todo lo cual tiene un impacto en la microbiota ambiental, generando una comunidad microbiana más natural –explica este experto–. La restauración de la biodiversidad podría ser una intervención barata en la atención de la salud con la posibilidad de enormes ahorros para los sectores de la atención de la salud que se pueden gastar en otras áreas de necesidad. Además, conlleva otros beneficios colaterales, como la combatir contaminación y la conservación de las especies”.

Fuente: www.ecoticias.com

Cómo hacer la compra sin plástico, envases y empaques desechables

¡Hacer la compra sin plástico, sin envases y sin empaques de un sólo uso es posible!

Por: Eco blog Nonoa

Si no es al 100%, vamos a intentar reducirlos al máximo.

El 40% de los residuos que generamos en el mundo proceden del embalaje de los alimentos. Bandejas de carne, de pescado, de embutidos, tetrabrik de leche, paquetes de galletas, cartones de huevos, enlatados, conservas, paquetes de pastas, de arroces… prácticamente todo viene empacado. Tanto es así, que hoy en día es misión “casi imposible” encontrar alimentos o cualquier cosa que necesitemos, sin embalaje. Y lo peor de esto es que todo ese embalaje es para tirar una vez que hayas consumido el producto.

¿Sabías que cada 5 minutos se generan 2 millones de toneladas de estos residuos a nivel mundial? 

Son cifras alarmantes que dejan claro que se necesita una reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible. 

A veces hay que dar pasos hacia atrás para poder seguir avanzando. Y es que si hacemos un viaje a un pasado no tan lejano, veremos que prácticamente no existían embalajes de un sólo uso. Todos iban con sus bolsas de tela, sus cestas y sus botellas de vidrio retornables.

Son muchos los beneficios que obtendría tanto nuestro planeta cómo nosotros mismos, si compráramos y consumiéramos de una manera más consciente, responsable y sostenible. E aquí algunos de ellos en los que me he permitido incluir además, los beneficios mentales y emocionales, ¡que no son pocos!

Ahorraríamos miles de millones de toneladas de residuos a la Tierra. Y eso se traduciría en más vida marina, terrestre y aérea. Más naturaleza, menos deforestación, océanos más limpios, vertederos más vacíos, menos contaminación, menos emisiones de CO2 a la atmósfera, menor explotación de recursos…

También aumenta nuestra capacidad resolutiva, encontrando alternativas donde ni siquiera imaginábamos que había. Y aumenta la concentración, porque a la mínima que te despistas te cuelan una bolsa de plástico o te empaquetan lo que compras, ¡aunque no lo hayas pedido! (Esta es posiblemente la situación más común cuando decides cambiar tus hábitos, pero no desesperes, sólo será  hasta que te conozcan y entiendan que NO quieres plástico ni otros envoltorios).

Además, te divertirás y reirás mucho. Las caras de la gente y los comentarios que recibirás son mayormente muy divertidos y cómicos, a cada cuál mejor. En casa, muchas veces hacemos repaso de las situaciones tan simpáticas y surrealistas con las que nos hemos encontrado.

Y un detalle importante… la satisfacción personal que se siente siendo útil en la contribución de un mundo mejor no tiene precio.

A más a más, comprar de una manera más sostenible hará que ahorremos tiempo y dinero, aunque se piense lo contrario, porque comprarás exactamente lo que necesitas, sin dejarte seducir por propagandas, empaques llamativos y productos muuuy apetecibles. O si no piensa… ¿cuántas veces has ido al supermercado y has salido con mucho más de lo que ibas a comprar? ¡a mí me pasaba cada vez que iba!

Comprar sin envases – Por donde empezar

Lo primero que te recomendaría es comprar en tiendas locales. NO es más caro, estarás contribuyendo a la riqueza de tu ciudad y seguramente consumirás productos de mayor calidad y de proximidad. Además una vez que te conocen como la/el que compra sin plástico, todo se hará más fácil.

Al principio se hace un poco engorroso preparar tus bolsas y recipientes para hacer la compra, pero como todo en esta vida, es cuestión de organizarse. Una vez lo tienes dominado, todo será más simple. Uno de mis trucos para no perder tiempo preparando las cosas, es tener siempre en el carro de la compra las bolsas de tela. Cada vez, después de utilizarlas o lavarlas, las vuelvo a guardar en el carro, de esta manera siempre están ahí y no me preocupo de que se me olviden, y sólo tengo que añadir al carro, tuppers y botes si los voy a necesitar. A mí personalmente me resulta muy cómodo utilizar un carro de la compra en lugar de llevarlo todo en bolsas de tela grandes, sobretodo si tenemos en cuenta el peso.

1. Fruta y Verdura

Lleva tus propias bolsas de tela y recipientes. Te las puedes hacer tu mismo (DIY), o comprarlas. Yo tengo de varias marcas, y también otras que me coció mi madre con los retales de una cortina que se hizo. Personalmente me gusta la idea de que sean de algodón orgánico, ya que el 25% de los pesticidas que se utilizan a nivel mundial van destinados al algodón, y además que sean de comercio justo donde la riqueza está repartida de manera justa para todos. Y aunque el algodón orgánico es mi opción preferida, también las hay de poliéster (plástico reciclable), muy ligeras y semitransparente que van muy bien para los lugares donde no te hacen la TARA de la bolsa o quieren ver lo que llevas dentro (como los supermercados).

Evidentemente puedes utilizar bolsas de cualquier otro material, pero no está de más tener en cuenta su tiempo de degradación una vez tengamos que desecharla. Lo más importante es que puedas reutilizarla durante mucho tiempo

2. Granos, Pastas y Harinas

Compra a granel si tienes la posibilidad ¡Esta parte de la compra me encanta! Cómo no me quedan muy cerca de mi casa las tiendas a granel, hago la compra una vez al mes. Compro arroces, pastas, harinas, cafés, legumbres, frutos secos, etc. Suelen tener los productos alimenticios que más consumimos, muchos de ellos ecológicos, naturales y/o locales (km 0).

Una de las preguntas que más hace la gente es si comprar a granel es más caro. La respuesta es SÍ y NO. Es verdad que los precios generalmente son más elevados. Uno de los motivos es porque no se producen en grandes cantidades, pero esto se traduce en una calidad superior y lo notarás enseguida. Por otro lado, NO es más caro porque te llevas sólo lo que vas a consumir. A todos nos ha pasado que queremos probar el risotto (por ejemplo) y sólo queremos comprar 200 gr  pero tenemos que comprar 1 kg. A lo mejor ni te gusta y terminas tirándolo a la basura, o a lo mejor sólo quieres comprar un poco porque vas a hacer una comida especial y ya está. En cualquiera de los casos, cuando compramos alimentos envasados, solemos, inevitablemente, comprar más de lo que consumimos.

Igualmente, en las tiendas a granel tienen bolsas de papel, pero lo ideal es comprar sin utilizar desechables ya que el papel también representa graves problemas medioambientales.

Los huevos los puedes comprar sueltos en tiendas a granel, mercados, fruterías… lleva tu propio cartón de huevos para que te los pongan ahí y reutilízalo todo lo que puedas.

3. Carnes, Pescados y Embutidos

Al principio llevaba tuppers de plástico que ya tenía en casa porque pesan poco y cuando llegaba a casa lo pasaba todo a tuppers de vidrio, pero ahora voy directamente con tuppers de vidrio herméticos. En la pescadería y la carnicería les encanta que lleve de vidrio y es que la sensación es totalmente diferente a la que se tiene con el plástico. El vidrio es muy limpio y brillante y el plástico se va rallando y volviendo opaco con el uso por lo que da la sensación a veces de estar sucio. Igualmente para quesos y embutidos sigo llevando tuppers de plástico o wraps. Cada uno tiene que encontrar la manera que le vaya mejor. Eso sí, no olvides el carro de la compra si decides comprar con tuppers de vidrio porque pesan mucho.

4. Panadería

El pan es algo que consumimos a diario la mayoría de personas. Una bolsa, sea de papel o de plástico o de las dos cosas, cada día que compramos el pan, es insostenible, por lo que te animo a llevar tu propia bolsa de tela.

Me lo sirven en mis bolsas de tela, pero cuando el pan es muy grande, como suele ser el de montaña o pagès, me lo llevo en un paño de algodón que lo tengo exclusivamente para eso. Si voy a comprar bollería u otros dulces me lo sirven en mis tuppers o wraps, que es una muselina de algodón orgánico cubierto con una mezcla de cera de abeja, resina y aceite de jojoba,ya que es un sustituto genial al film de plástico y aluminio.

5. Cosas que no encontramos sin envasar

Aquí vienen los pecados jeje… Hay cosas que no encontramos sin envasar y otras las hemos sustituido o simplemente dejado de consumir.

Cosas que antes comprábamos preparadas y ahora hacemos nosotros

  • Las leches vegetales que antes comprábamos en tetrabrik, ahora compramos los frutos secos y nos la hacemos nosotros mismos (aunque prácticamente no las hacemos).
  • Hemos dejado de comprar zumos envasados y ahora nos los hacemos naturales o nos comemos directamente la fruta que está más rica. Si compramos, lo hacemos en vidrio.
  • Nada de comida congelada, todo fresquito del mercado.
  • Mayonesas y otras salsas nos las hacemos nosotros, y alguna que otra en vidrio.
  • Las pizzas ahora caseras 100% y no las cambio ¡por nada del mundo!
  • Cómo me gusta la repostería y a veces se usa leche, la he sustituido por leche vegetal , zumo natural o agua.

– Otros alimentos como el vinagre, salsa de soja, atún en conserva, y algunas otras cosas más, también las compramos en vidrio. Algunos con tapa de rosca, así después lo reutilizamos para guardar otros alimentos o lo reciclamos. Recordad que el vidrio es 100% reciclable infinidad de veces, así que al contenedor verde si no lo podéis reutilizar.

Y hasta aquí la primera parte de Cómo hacer la compra sin envases y empaques desechables. En la segunda parte hablamos de cómo comprar productos de limpieza e higiene personal sin envases.

¡Seguro que más de uno se siente identificado! jejeje

¿Y tú cómo haces la compra? me encantará que en los comentarios nos des más ideas para conseguir comprar sin residuos.

Fuente: www.ecoblognonoa.com

Los cristales plásticos, el futuro de la tecnología para enfriar las cosas

Un equipo chino propone un sistema de refrigeración basado en cristales plásticos que reduciría el consumo de electricidad y las emisiones con efecto invernadero

Por: Daniel Mediavilla
El País

Los sistemas de refrigeración han cambiado nuestra forma de vivir, pero también están contribuyendo al deterioro del planeta. Al menos la cuarta parte de la electricidad que utilizamos se dedica a enfriar cosas y para lograr ese milagro de la técnica se utilizan gases con un intenso efecto invernadero. La emisión a la atmósfera de un kilo de estos gases equivale al dióxido de carbono emitido por un coche circulando sin descanso durante medio año.

Recientemente, un equipo liderado por Bing Li, de la Academia China de Ciencias, ha presentado en la revista Nature un sistema que puede aprovechar el principio físico que hace posibles los sistemas de refrigeración con gases, pero con menos impacto medioambiental y la posibilidad de miniaturizarlo y tener un gran impacto en el mundo de la electrónica. En este caso, el material utilizado para extraer calor a objetos calientes serían cristales plásticos.

Más de una cuarta parte de la electricidad que gasta la humanidad se emplea en sistemas de refrigeración

Para entender la propuesta de los científicos chinos, en primer lugar es necesario conocer cómo funcionan sistemas de refrigeración estándar como los de las neveras. Básicamente, requieren cuatro pasos. En el primero se contrae el gas, que aumenta de temperatura. Después, se extrae ese calor del gas comprimido y al volverlo a descomprimir pierde temperatura y queda más frío que el ambiente. Ese gas frío se puede utilizar entonces para enfriar la comida de la nevera, por ejemplo. “La idea es que al principio las moléculas del gas están muy desordenadas y con el aumento de presión se reduce el volumen del gas y su grado de desorden”, explica Claudio Cazorla, investigador de la Escuela de Ciencia de Materiales e Ingeniería de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia). “Reduciendo el nivel de desorden de una forma reversible, puedes refrigerar un sistema y eso es lo que se hace en el caso de los cristales plásticos”, continúa.

La idea básica, continúa Cazorla, “es ser capaz de, aplicando un cambio externo, generar una cambio en una sustancia, ya sea un gas o unos cristales, que involucre un gran cambio de entropía o, por decirlo de una forma más sencilla, de orden dentro del sistema”. En el caso de los cristales plásticos, se podría aplicar una presión o un campo eléctrico o magnético que produzca una variación en el orden molecular del cristal. En principio, los cambios que se podrían producir en unos cristales no sería tan grandes como con un gas, pero los cristales propuestos en el artículo de Nature son especiales y permiten inducir un gran cambio en el nivel de desorden aplicando pequeñas presiones sobre ellos.

Estos cristales plásticos, que se usan de forma rutinaria en industrias como la farmacéutica, están formados por moléculas orgánicas simples que están rotando. “Tienen lo que se llama desorden rotacional y no puedes decir cuál es el orden de las moléculas”, apunta Cazorla. “Pero cuando aplicas una pequeña presión, cancelas esas rotaciones libres de la moléculas y pasas a tener un sistema más ordenado, como en el caso del gas cuando lo comprimimos, porque todas las moléculas tienen una orientación determinada”, apunta.

Aunque la tecnología empleada en la refrigeración es antigua y se ha ido optimizando, su eficiencia energética, que ronda el 60%, es mejorable y algunos de estos refrigerantes sólidos podrían lograr eficiencias más elevadas. Además, se podrían diseñar sistemas de refrigeración en miniatura que incrementasen el potencial de la microelectrónica. Hasta ahora, es imposible introducir un sistema de refrigeración por gas en un móvil, porque a escala microscópica no sería efectivo, pero sí se podrían meter láminas de estos materiales que enfriasen los circuitos a escala microscópica y mejorasen la eficiencia.

Otra de las aplicaciones posibles llegaría como apoyo al desarrollo de baterías para automóviles eléctricos. Una de las limitaciones de estos aparatos es la velocidad de carga. Cuanto más rápido se hace, más calor genera el proceso y ese calor es difícil de eliminar.

Junto a las ventajas de los cristales plásticos como refrigerantes, el equipo de Li también reconoce algunas limitaciones importantes. La misma maleabilidad que les hace sensibles a leves presiones hace que mecánicamente sean muy blandos y no los convierta en materiales ideales para crear un sistema de refrigeración duradero.

Fuente: www.elpais.com

Idean un sistema para descontaminar el aire de las ciudades mediante cáscaras de arroz

Por: Ecoticias

El Grupo de Investigación FQM 175, adscrito al Instituto Universitario de Nanoquímica (Iunan) de la Universidad de Córdoba (UCO), ha desarrollado un sistema para preparar materiales descontaminantes, mediante cáscaras de arroz, que eliminan los óxidos de nitrógeno de la atmósfera en las grandes ciudades.

Idean un sistema para descontaminar el aire de las ciudades mediante cáscaras de arroz

Según ha informado la UCO, los óxidos de nitrógeno son algunos de los principales gases responsables de la elevada contaminación de las ciudades y su emisión genera graves problemas en la salud y, aunque parte de ellos se producen debido a causas naturales, como descomposiciones bacterianas, incendios o tormentas, la mayoría se generan debido al uso de combustibles fósiles. Ahora, el citado trabajo de investigación, que se publica en la revista ‘Chemical Engineering Journal’, ha desarrollado una metodología para preparar materiales que descontaminan estas sustancias y en la que se emplean residuos de cáscara de arroz.

La mayoría de estos materiales descontaminantes se aplican sobre pavimentos y edificios y su eficacia se basa en la fotocatálisis, un mecanismo por el cual se eliminan contaminantes de la atmósfera mediante un proceso de oxidación activado por la energía solar. Estos materiales están formados por compuestos con cualidades semiconductoras que actúan como catalizadores de la reacción y que, por tanto, son los que realmente permiten limpiar los contaminantes atmosféricos.

El citado Grupo de Investigación FQM 175, adscrito al Iunan de la UCO y liderado por el profesor Luís Sánchez, ha desarrollado estos compuestos fotocatalizadores basándose en óxido de cinc, soportado sobre óxido de silicio, que son responsables de la descontaminación del aire. La novedad es que para ello se han empleado residuos de cáscaras de arroz, que “modulan el crecimiento de las partículas de óxido de cinc a escala nanométrica y su sensibilidad hacia el dióxido de nitrógeno”, un gas contaminante y con un alto grado de toxicidad.

Los compuestos, obtenidos por un proceso de molienda y calcinación, “han ofrecido la mayor eficiencia y selectividad en la eliminación fotoquímica de estos gases descrita hasta la fecha, y de una forma barata, sencilla y sostenible”, según han señalado responsables del estudio. Los resultados de la investigación, además, han demostrado a escala de laboratorio que estos fotocatalizadores pueden hacer desaparecer en las ciudades la elevada concentración de estos gases contaminantes en las horas de máximo tráfico.

Estos materiales están formados por compuestos con cualidades semiconductoras que actúan como catalizadores de la reacción y que, por tanto, son los que realmente permiten limpiar los contaminantes atmosféricos.

A ello se suma que la actividad de estos compuestos es totalmente recuperable con un simple lavado de agua, por lo que el estudio “permitirá implementar el uso real de estos materiales descontaminantes en las grandes ciudades”.

Fuente: www.ecoticias.com