La soja: tu gran aliada para combatir el colesterol

Por: Ecoticias

El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá), y publicado en ‘JAHA: Journal of the American Heart Association’, cuestiona la propuesta realizada recientemente por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) de revocar la declaración de propiedades saludables de la soja.

La soja: tu gran aliada para combatir el colesterol

Y es que, según han observado los científicos, la soja reduce tanto el colesterol total como el de lipoproteínas de baja intensidad, las cuales pueden dañar al corazón.

“Este efecto es constante en los 46 ensayos que la FDA citó en 2017 cuando propuso eliminar la declaración de propiedades saludables de la soja”, han asegurado.

En este punto, los investigadores han destacado la importancia de que si bien la reducción del colesterol fue inferior al cinco por ciento, si se suman a otros alimentos de origen vegetal en una cartera, se puede obtener un efecto “mucho más fuerte”.

“Nos estamos mudando a una era de proteínas basadas en plantas, y sería una pena ver que ese cambio se vea afectado.

Un reciente estudio confirma que la soja, además de aportar grandes beneficios al corazón, puede reducir el colesterol.

Los productores de alimentos de origen vegetal, la industria y los minoristas necesitan toda la ayuda que puedan obtener para que sus productos sean accesibles“, han zanjado los expertos.

Fuente: www.ecoticias.com

Cacao, bueno para tu corazón, bueno para tu capacidad cognitiva

Por: Ecoticias

Consumir cacao natural de manera regular a una alimentación como la mediterránea puede ayudar a reducir la incidencia de numerosas enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y las neurodegenerativas, gracias al elevado contenido de polifenoles, según se ha puesto de manifiesto durante la XXVIII Reunión de la Sociedad Española de Nutrición (SEN), que estos días se celebra en Soria.

Numerosos ensayos clínicos han observado que los componentes del cacao natural producen un efecto vasodilatador que favorece el control de la tensión arterial, aumentan la sensibilidad a la insulina mejorando el metabolismo de la glucosa, mejoran el perfil lipídico e inhiben la activación y la adhesión de las plaquetas, además de tener un potente efecto antioxidante y antiinflamatorio.

Cacao, bueno para tu corazón, bueno para tu capacidad cognitiva

“Este último es un efecto muy interesante, porque la inflamación es la base de muchas enfermedades crónica, como las cardiovasculares, el cáncer o el deterioro cognitivo”, ha explicado el consultor sénior en Medicina Interna del Hospital Clínic, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y presidente del Comité Científico del Observatorio del Cacao, Ramon Estruch.

Gran parte de estos efectos se deben al alto contenido en polifenoles del cacao natural (entre 10 miligramos y 50 miligramos por gramo), concretamente en flavonoides del tipo flavanoles (epicatequina, catequina y procianidinas). De hecho, el cacao natural es una de las fuentes más ricas en flavanoles de la naturaleza.

“Y estos componentes son los encargados de estimular la producción del óxido nítrico en las arterias, que dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la presión arterial. Los estudios sobre los efectos protectores del cacao natural sobre la salud han aumentado en los últimos años. Además de un efecto ansiolítico o relajante, aumentando la síntesis de serotonina, tiene un efecto anti-obesidad, reduciendo el peso corporal y la grasa visceral”, ha argumentado el experto.

Numerosos ensayos clínicos han observado que los componentes del cacao natural producen un efecto vasodilatador que favorece el control de la tensión arterial, aumentan la sensibilidad a la insulina mejorando el metabolismo de la glucosa.

Asimismo, prosigue, el cacao natural también actúa sobre las funciones cerebrales, aumentando el flujo sanguíneo al cerebro y el rendimiento cognitivo y reduciendo la incidencia de deterioro cognitivo y su progresión a la demencia. Y también tiene un efecto protector de la salud ósea, reduciendo el riesgo de fracturas por osteoporosis, y un efecto antitumoral disminuyendo la incidencia de algunos cánceres, como el colorrectal.

“El efecto beneficioso se deriva de su consumo de manera regular en el marco de un alimentación variada, el cacao natural lo podemos introducir en un yogur natural, con frutas, o en el caso de los niños, se puede añadir a la leche, lo que contribuye a mantener un adecuado consumo de lácteos que son importantes para su desarrollo cognitivo y la obtención de la vitamina D”, ha zanjado Estruch.

Fuente: www.ecoticias.com

La cereza ácida reduce los efectos de un tratamiento estándar para cáncer de mama

Por: Ecoticias

La cereza ácida puede reducir los efectos muscoesqueléticos de los inhibidores de la aromatasa en pacientes con cáncer de mama no metastásico, es decir, puede disminuir el dolor en las articulaciones y en los músculos, según un ensayo clínico realizado por investigadores de la Universidad Marshall (EEUU).

Los inhibidores de la aromatasa (IA) son un tratamiento estándar para el cáncer de mama con receptores hormonales positivos en mujeres posmeopáusicas. Estos agentes pueden ayudar a prevenir la recurrencia de la enfermedad al inhibir la acción de la aromatasa, una enzima responsable de la conversión de andrógenos en estrógenos. Asimismo, aproximadamente la mitad de los pacientes que toman IA también sufren de dolor articular y muscular conocido como artralgia inducida por inhibidores de la aromatasa que, a veces, puede ser debilitante y hacer que los pacientes no completen sus tratamientos.

La cereza ácida reduce los efectos de un tratamiento estándar para cáncer de mama

El ensayo aletorizado se realizó con 60 mujeres con cáncer de mama no metastásico en estadios 1, 2 o 3. Se dividieron en dos grupos, unas tomaban placebo y otras una onza de concentrado de cereza ácida en ocho onzas de agua diariamente durante seis semanas.

Los pacientes documentaron su intensidad de dolor al inicio del ensayo, semanalmente y al finalizar el estudio. El resultado fue que los pacientes que completaron el ensayo registraron una disminución media del dolor del 34.7 por ciento en comparación con el 1.4 por ciento en el grupo de placebo.

Los flavonoides y antocianinas en la cereza ácida tienen propiedades antiinflamatorias y pueden estar desempeñando un papel en la reducción de los efectos secundarios del dolor articular y muscular, aunque la etiología de las artralgias inducidas por la aromatasia aún no está clara en este momento”, ha explicado la investigadora principal del estudio, Maria Tria Tirona.

Los inhibidores de la aromatasa (IA) son un tratamiento estándar para el cáncer de mama con receptores hormonales positivos en mujeres posmeopáusicas.

Fuente: www.ecoticias.com

¿Qué comer cuando estás enfermo del estómago? (y qué alimentos debes evitar)

Quizá no tengas apetito, pero tienes que saber qué puedes comer cuando estás enfermo del estómago (porque no comer no es una opción).

Por: Ecoosfera

No hay nada más terrible que enfermarse del estómago. Porque no sólo experimentamos dolor, espasmos, náuseas y, en ocasiones, hasta diarrea. También porque no podemos disfrutar de la comida que tanto nos gusta. Es normal, incluso, que se nos quite el apetito. Pero no comer no es una opción, por lo cual debes saber qué comer cuando estás enfermo del estómago, e igual de importante es saber qué alimentos no comer.

Por eso, aquí te mostramos una lista de alimentos que puedes comer cuando estás enfermo del estómago, y otra de qué alimentos debes evitar. Consúltala siempre que tengas duda, pero sobre todo recuerda no dejar de alimentarte, pues eso puede repercutir en una condición estomacal crónica, como la gastritis. Además, no comer nada o comer sólo comida blanda puede ser demasiado restrictivo y causarte un déficit de vitaminas o calórico, así como daño a tus intestinos.

De hecho, comer –pero bien– es parte de lo que tienes que hacer para sanar naturalmente tu sistema digestivo. Eso recomienda la doctora Barbara Bolen, quien además nos da algunos hacks de qué comer cuando tenemos diarrea, una dieta útil también para cuando estas enfermo del estómago, que nosotros complementamos con algunas recomendaciones… ¡Mira!

¿Qué SÍ comer cuando estás enfermo del estómago?

Plátano

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El plátano es la única fruta que se recomienda cruda. Contiene mucho potasio que te ayudará a recuperar electrolitos. Además tiene un tipo de fibra, la pectina, que ayudará a absorber el líquido en los intestinos, contribuyendo a que trabajen mejor.

Arroz blanco

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Es alto en carbohidratos y es de fácil digestión. Además, puede ayudarte con la diarrea, en caso de tenerla, pues tiene un efecto astringente –es decir que, en casos normales, estriñe, ya que ralentiza el movimiento del estómago–.

Manzana

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La manzana puede ser laxante o astringente –estreñir– según cómo se consuma. En general facilita la digestión, pero es un alimento que puedes comer cuando estás enfermo del estómago sólo si la pelas, ya que así obtendrás la pectina –la misma fibra soluble presente en el plátano– y evitarás la fibra regular. Puedes comerla cocida pero, ojo, sin endulzantes: sólo con canela. Así le evitarás al estómago parte del proceso de digestión de esta fruta.

Pan blanco

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Si es industrial, el pan blanco no es una gran fuente de nutrientes, pero es el único tipo de pan que no te caerá pesado. Básicamente te servirá para complementar comidas y cubrir necesidades alimenticias. Será mejor si lo consigues artesanal –en forma de baguette, por ejemplo– y si lo comes tostado.

Pasta

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Como el pan blanco, la pasta es un alimento de fácil digestión que te puede servir para cubrir necesidades alimenticias y complementar platillos con verduras y carnes blandas como pollo o pavo.

Papa cocida

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Un clásico alimento para comer cuando estás enfermo del estómago. No obstante, algunos la comen con cáscara, lo cual es un error, pues tiene demasiada fibra, misma que es de difícil digestión. Lo mejor de la papa es que está llena de potasio.

Zanahoria

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La zanahoria cocida es un alimento blando y dulzón que puedes comer con tranquilidad aunque estés enfermo del estómago, y que te aportará muchas vitaminas. Sólo quítale la cascara, pues como pasa con la papa, es donde se aloja la fibra. Cómela en rebanadas o haz un puré con ella.

Pollo cocido o asado

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El pollo es la carne perfecta para comer cuando estás enfermo del estómago, ya que es de fácil digestión y es una gran fuente de proteína. Prepáralo sólo con sal.

Yogurt

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El yogurt es un superalimento y es la única excepción a la estricta restricción de lácteos que debes tener durante tu convalecencia estomacal. Y es que no sólo es ligero, sino que tiene lactobacilos que pueden ayudarte a lidiar con las bacterias que estén repercutiendo en la salud de tu estómago. Sólo escoge uno sin azúcar.

Caldo de pollo

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Puedes prepararte un caldo de pollo: todos sus ingredientes serán buenos para ti, desde la sal hasta el pollo. Pero cuida que las verduras estén peladas, pues la cáscara es la que tiene fibra y puede caerte pesada. Y de preferencia usa sólo verduras ligeras como zanahoria, papa o calabaza; nada de brócoli o coliflor, porque inflaman mucho el estómago.

Avena cocida con leche de arroz

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La avena cocida es un alimento blando pero muy alimenticio que es ideal en estos momentos. Sólo debes evitar endulzarla o hacerla con cualquier tipo de leche que no sea leche de arroz –que es de fácil digestión–. Si quieres, le puedes poner plátano y canela para endulzar.

Pretzels

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Si quieres botanear algo, los preztels son una gran opción. No te caerán pesados al estómago, pues no están fritos ni tienen fibra. Y si tienes diarrea, te ayudarán a recuperar el sodio perdido.

Suero

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Cuando tenemos diarrea también es buena idea tomar bebidas deportivas para recuperar electrolitos. Pero tienen mucha azúcar, la cual no es recomendable cuando estamos enfermos del estómago. Puedes optar por hacerte un suero casero. Sólo necesitas un vaso de agua, la punta de una cucharadita de sal, una cucharadita de miel, media cucharadita de bicarbonato de sodio y el jugo de un limón. Esto te ayudará a cubrir necesidades calóricas y evitará que se te baje la presión.

Té de canela

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La canela ayuda al sistema digestivo, tiene propiedades carminativas –es decir, reduce los gases en el estómago–, previene las úlceras y, lo mejor: evita vómitos y náuseas. Además suprime el antojo por azúcar, lo que puede ser de ayuda en momentos en los que debemos restringir todo tipo de endulzante.

¿Qué NO comer cuando estás enfermo del estómago?

Debes evitar a toda costa:

Picante y condimentos

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Debes evitar todo tipo de chiles, salsas o especias, así como comidas que los incluyan.

Grasas saturadas

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Presentes en alimentos procesados y alimentos de origen animal. Ralentizan el movimiento intestinal y pueden inflamar.

Alcohol

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Ni siquiera los supuestamente digestivos, porque el alcohol es irritante y puede alterar el equilibrio de la flora intestinal.

Cafeína

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Esto incluye la cafeína del té negro, de los refrescos de cola y del chocolate oscuro. Te puede irritar el estómago.

Lácteos

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Tienen mucha grasa saturada y son de difícil digestión.

Azúcar

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Afecta la actividad metabólica, interfiriendo en los procesos digestivos.

Brócoli, coliflor, lechuga, kale y repollo

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Son verduras con refinosa, una azúcar de difícil digestión. Por eso ocasionan inflamación.

Frutas y verduras con cáscara

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Es en la cáscara donde está la fibra, que para el estómago es difícil procesar y puede empeorar la diarrea.

Proteínas pesadas

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Como el salmón, el cerdo, la carne de vaca o el huevo –sobre todo la yema cocida– Son de difícil digestión, pues además suelen tener gran cantidad de grasa. Sólo el salmón tiene más grasa polinsaturada, pero ésta también puede caer pesada al estómago.

Frijoles, lentejas y garbanzos

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Provocan gases debido a que contienen oligosacáridos, esto es, carbohidratos no digeribles por el intestino.

Fuente: www.ecoosfera.com

Alimentos que favorecen el bronceado, ecológicos y saludables

Por: Ecoticias

Son pocos los que se han resistido a ir algún día a la playa o la piscina desde que empezara el buen tiempo. Y es que es innegable que nos vemos más guapos cuando nuestra piel coge un poquito de color. Pero, ¿sabíais que existen alimentos que favorecen la creación de melanina, que es la sustancia que pigmenta la piel?. Los melanocitos son las células que absorben los rayos UVB y UVA que provienen del sol. Cuando estas células se activan, se oscurecen, y por eso nuestra piel luce bronceada.

Los alimentos que favorecen esta activación, además de ser muy sanos y positivos para cualquier dieta, van a preparar nuestra piel para cuando la expongamos al sol. Eso sí, recordamos la importancia de protegernos con cremas solares para evitar quemaduras y futuras enfermedades cutáneas.

Alimentos «bronceadores»

Alimentos que favorecen el bronceado, ecológicos y saludables

El primer alimento del que hablaremos es la zanahoria. Esta hortaliza es rica en carotenoides, unos pigmentos orgánicos presentes también en frutas de color naranja, rojo y amarillo. Estos pigmentos estimulan la melanina y neutralizan la acción de los radicales libres que causan el envejecimiento de la piel. Por eso, os recomendamos un zumo de zanahoria y naranja antes de la sesión de solarium o buen zumo de tomate que, si además es de origen ecológico, nos dará un sabor excepcional.

La vitamina C también es buena aliada del moreno porque ayuda en la formación del colágeno y mantiene elástica la piel. Los cítricos, el pimiento, el kiwi y las fresas son los alimentos en donde esta vitamina está presente en mayor medida. Y si lo que queremos es fortalecer las células y protegerlas ante posibles quemaduras solares, tenemos que valernos de la vitamina E, presente en aguacate y aceite de oliva.

Y si nos quemamos…

¿Y qué ocurre cuando nos hemos expuesto en exceso al sol y nuestra piel está incandescente? En estas situaciones también contamos con alimentos que nos ayudarán a sobrellevar las lesiones solares. El más conocido y valorado es el aloe vera, a ser posible extraído directamente desde la planta. El gel interior es calmante, antiinflamatorio y cicatrizante. Además de evitar la aparición de ampollas, mantiene la piel hidratada. Si lo que buscamos el alivio a la quemazón, el té frío aplicado en gasas o el yogurt natural entero (es importante que sea entero para que contenga ácidos grasos), serán la mejor mascarilla para el área afectada.

Los alimentos que favorecen esta activación, además de ser muy sanos y positivos para cualquier dieta, van a preparar nuestra piel para cuando la expongamos al sol.

También nos podemos ayudar de rodajas de pepino y tomate, que además de absorber el calor, actuarán como antinflamatorios de la zona. Por último, si necesitamos un extra de hidratación recurriremos al aceite de oliva y si necesitamos algo de desinfección, nos decantaremos por vinagre de vino o manzana. Como podéis ver, los buenos alimentos no sólo son excelentes en una dieta, también aportan la solución a problemas como las quemaduras solares.

Así que antes de salir de casa, recordad que el mejor remedio es siempre la prevención ¡Nada de salir sin crema!

Fuente: www.ecoticias.com

El nopal y otros cuatro futuros “superalimentos” que pueden ser buenos para ti (y tal vez también para el planeta)

Si quieres estar sano y ayudar a salvar el planeta, ¿qué tal un plato de algas, seguido de algunos cactus y cereales ancestrales?

Por: Paula McGrath
BBC World Service

A nivel mundial, dependemos de una pequeña variedad de alimentos: solo tres cereales (arroz, maíz, trigo) constituyen casi el 60% de las calorías procedentes de plantas de la dieta humana. Aunque obtenemos suficientes calorías, estas limitadas dietas no siempre proporcionan suficientes vitaminas y minerales.

Wakame

Un nuevo informe, sin embargo, enumera 50 de los llamados “alimentos futuros” que son saludables y buenos para el medio ambiente.

Estas son 5 de los “súper” productos del menú del futuro.

1. Moringa

El árbol de Moringa es conocido también como “el árbol milagroso”: es de crecimiento rápido y resistente a la sequía, y en su nativo sur de Asia se usan muchas de sus partes en la medicina ayurvédica.

Ilustración usos de la moringa.

Las hojas se pueden recolectar hasta siete veces al año y contienen vitaminas A y C y minerales como calcio y potasio.

Suelen agregarse a algunos caldos y también se pueden moler hasta obtener un polvo que se usa en batidos, sopas, salsas y tés.

En Filipinas e Indonesia, es común cortar las largas vainas en trozos más cortos para ser guisadas en curry y sopas. Estas vainas también contienen semillas que son ricas en ácido oleico, relacionado con niveles más altos de colesterol “bueno” en el cuerpo.

De hecho, los beneficios de la moringa son tantos que recomendar su consumo es una de las pocas en la que han coincidido gobierno y oposición en Venezuela.

2. Wakame

En Japón, las algas marinas wakame han sido cultivadas durante siglos para la dieta humana, además de usarse como ofrendas a los espíritus de los antepasados ​​e incluso para pagar impuestos.

Hoy en día también se cultivan en campos marinos en Francia, Nueva Zelanda y Argentina. Pueden cosecharse durante todo el año, sin usar fertilizantes ni pesticidas, y secarse al sol.

Ilustración de usos de las algas marinas.

Las algas secas agregan un delicioso sabor salado de umami a los alimentos, y también es una de las pocas fuentes vegetales de ácido eicosapentaenoico, el ácido graso omega 3, que se encuentra casi exclusivamente en los pescados grasos que se alimentan de algas.

Uno de los tipos de alga marrón más suaves, el wakame, también contiene una gran cantidad de fucoidan, una fibra dietética que también ha demostrado potencial en estudios con animales para disminuir la presión arterial, propiedades de coagulación sanguínea e incluso actividad antitumoral.

“Las algas marinas pueden ser una gran fuente de yodo y omega 3, especialmente para las personas que comen menos productos de origen animal”, dice Priya Tew, dietista y portavoz de la Asociación Dietética Británica.

Pero la experta también advierte: “Es importante comer solo una pequeña cantidad cada día para no consumir demasiado yodo y también por el contenido de metales pesados ​​del mar”.

3. Nopales

Un ingrediente común en la cocina mexicana: los nopales -fruto de un tipo de cactus- se pueden comer crudos, cocidos o en jugo o mermelada.

Es fácil de cultivar en América Central y del Sur, Australia e incluso Europa.

Ilustración usos del nopal.

Algunos estudios clínicos sugieren que la fibra de los cactus ayuda al cuerpo a excretar más de la grasa que comemos, aunque aún no se ha comprobado ningún beneficio para la pérdida de peso.

Otros ensayos sugirieron que puede reducir los niveles de azúcar en la sangreen personas con diabetes tipo 2, e incluso puede disminuir los síntomas desagradables de resaca.

Para los que deseen introducir el nopal en su dieta, hay que tener en cuenta que algunas personas experimentan efectos secundarios como diarrea leve, náuseas y sensación de plenitud estomacal.

4. Fonio

Este ancestral cereal africano es conocido por su delicado sabor a nuez, que el pueblo Bambara de Mali dice “nunca avergüenza al cocinero” porque es muy fácil de preparar.

Ilustración de usos del fonio.

Hay evidencia de que ya se cultivaba en el antiguo Egipto. Existen variedades blancas y negras de cereales resistentes a la sequía que crecen en solo 60 o 70 días en la región seca del Sahel, en África occidental.

Los granos de fonio son tan pequeños como la arena, y la cáscara no comestible debe eliminarse antes de comerse. La mayor parte de esta tarea se lleva a cabo manualmente.

Rico en hierro, zinc y magnesio, el fonio se puede usar en lugar del cuscús o el arroz, e incluso se puede usar para hacer cerveza.

“Creo que esto será popular ya que no contiene gluten y el hecho de que es resistente a la sequía lo convierte en una buena opción para un futuro alimento con calentamiento global”, considera Tew.

5. Bambara

Es un tipo de legumbre con un sabor parecido al del maní, pero en una versión menos aceitosa y más dulce. El frijol bambara ha llamado la atención de los expertos en alimentos sostenibles porque puede crecer en un suelo pobre, haciéndolo más fértil al “fijar” el nitrógeno en la tierra.

Esta legumbre tradicionalmente africana también se cultiva en el sur de Tailandia y en partes de Malasia y se puede hervir, asar, freír o moler en una harina fina.

Ilustración usos del bambara.

Es conocido como un “alimento completo”, ya que tiene un alto contenido de proteínas y una fuente del aminoácido esencial metionina, que promueve el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y la absorción de zinc, que es necesaria para el sistema inmunológico del cuerpo, y de selenio, que ayuda a regular la función tiroidea y también desempeña un papel en el sistema inmunológico.

“Esto parece un alimento que podría ser excelente para las personas con una dieta vegetariana, vegana o basada en plantas, ya que es una fuente de proteínas completa y un cultivo sostenible”, dice Tew.

“Con los problemas actuales que enfrentamos par el futuro de nuestros alimentos, necesitamos alimentos más fáciles de cultivar, que sean tan versátiles como estos”.

Fuente: www.bbc.com

Unos mínimos cambios en tu dieta pueden reducir al 50% su impacto climático

Por: Ecoticias

La producción de alimentos contribuye de manera importante al cambio climático, ya que representa alrededor de un cuarto de las emisiones de carbono en todo el mundo. Un nuevo estudio que examinó las dietas del mundo real de miles de personas en Estados Unidos revela que podríamos reducir considerablemente la huella de carbono de lo que comemos al cambiar solo un alimento cada día.

“Encontramos que sustituir la carne de res por carne de ave provoca una reducción promedio de los gases de efecto invernadero de la dieta a prácticamente la mitad”, explica el autor principal del estudio, Diego Rose, profesor y director de nutrición de la Universidad de Tulane, que se ha presentado en Nutrition 2019, la reunión anual de la American Society for Nutrition.

Unos mínimos cambios en tu dieta pueden reducir al 50% su impacto climático

“Por lo que sabemos, este es el único estudio representativo a nivel nacional de la huella de carbono de las dietas elegidas individualmente en Estados Unidos –precisa Rose–. Esperamos que esta investigación aumente la conciencia sobre el papel del sector alimentario en el cambio climático y el impacto considerable de un simple cambio en la dieta”.

El nuevo estudio se basa en información sobre la dieta de más de 16.000 participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición 2005-2010. Una parte de esta encuesta les pidió a los participantes que recordaran todos los alimentos que consumieron en las últimas 24 horas. Los investigadores utilizaron esta información para determinar qué alimentos provocaban las mayores emisiones de gases de efecto invernadero y para calcular una huella de carbono para cada dieta individual.

Descubrieron que los diez alimentos con mayor impacto en el medio ambiente eran todos cortes de carne de res y que alrededor del 20 por ciento de los participantes reportaron haber consumido uno de estos alimentos con alto contenido de carbono. Usando la simulación, los investigadores calcularon una nueva huella de carbono para cada dieta al reemplazar la carne de res con el producto avícola relacionado más cercano. Por ejemplo, un filete de ternera a la parrilla se reemplazó con pollo asado y carne picada con pavo. Cada sustitución se realizó solo una vez por cada persona que consumió uno de los alimentos con alto contenido de carbono.

El nuevo estudio se basa en información sobre la dieta de más de 16.000 participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición 2005-2010.

Se sabe que los alimentos de origen animal contribuyen más a las emisiones de gases de efecto invernadero que los alimentos de origen vegetal. Los alimentos de animales rumiantes, como la carne de res y el cordero, tienen una huella de carbono particularmente alta porque las vacas y las ovejas también liberan gas metano. “Nuestra simulación demostró que no tienes que renunciar a los productos animales para mejorar tu huella de carbono –explica Rose–. Una sola sustitución de alimentos produjo cerca de una reducción del 50% de media en la huella de carbono de una persona”.

Los investigadores planean ampliar esta investigación, que se centró en las emisiones de gases de efecto invernadero en la dieta, para incluir otros impactos ambientales como el uso del agua. Aunque no es el tema de este estudio, señalan que el desperdicio de alimentos y la sobrealimentación también aumentan la huella de carbono de nuestra dieta. Por lo tanto, además de comer alimentos bajos en carbono, una mejor planificación de las comidas y el consumo de sobras también pueden ayudar a reducir la huella de carbono.

Fuente: www.ecoticias.com

La ganadería industrial es un ‘arma de destrucción masiva’ para el planeta

Por: Ecoticias

El sector agrícola es responsable del 24% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y el 14.5% del total proceden de la ganadería, tanto como el transporte mundial. El 80% de la deforestación mundial es resultado de la expansión agrícola, y la mayor parte se destina ya a alimentar animales, en lugar de personas. España es el segundo país de Europa con mayor consumo de carne y el cuarto productor mundial de porcino. El gobierno de España debe casi triplicar la ambición climática y frenar la expansión de la ganadería industrial.

Greenpeace lanza hoy su campaña #PlanetaEnCarneViva con la que denunciará, durante las dos próximas semanas, las graves consecuencias que la ganadería industrial supone para el medioambiente, la salud de las personas y el bienestar animal. La campaña, enmarcada en el mes de Resistencia a la Ganadería Industrial establecido por la Coordinadora Estatal ‘Stop Ganadería Industrial’, quiere denunciar la insostenibilidad del actual sistema agroalimentario, basado en dietas con exceso de carne y otros derivados animales.

La ganadería industrial es un ‘arma de destrucción masiva’ para el planeta

Nos encontramos en una crisis ambiental planetaria sin precedentes y, por eso, Greenpeace exige al gobierno español, a los gobiernos locales y a las empresas medidas urgentes y contundentes para revertirla. El informe ‘Alimentos en el antropoceno. Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles’ de la Comisión EAT-Lancet es así de tajante: “La producción global de alimentos es la mayor presión causada por los seres humanos a la Tierra”.

Deforestación

Se atribuye a la expansión agrícola mundial el 80% de la deforestación de bosques, algunos tan importantes como la Amazonía. Entre el 75% y 80% de la superficie agrícola mundial se destina a producir alimentos para animales en lugar de personas, lo que supone casi el 30% de la superficie total terrestre.

Cambio climático

El sector agrícola es ya responsable del 24% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y las estimaciones indican que seguirán aumentando. De éstas, el 14.5% del total son provocadas por la ganadería, tantas como las de todo el transporte mundial junto.

Greenpeace lanza hoy su campaña #PlanetaEnCarneViva con la que denunciará, durante las dos próximas semanas, las graves consecuencias que la ganadería industrial supone para el medioambiente, la salud de las personas y el bienestar animal.

Contaminación de la tierra y el agua

Los nitratos derivados del uso masivo de fertilizantes sintéticos y de la ingente cantidad de excrementos generados por la ganadería industrial se filtran en el terreno envenenando la tierra y sus acuíferos. Según la FAO, nos encontramos ya en una “crisis global de la calidad del agua”.

Calidad del aire

En España, la ganadería industrial es la principal responsable de las emisiones de sustancias nocivas como el amoniaco a la atmósfera.

Salud humana

El excesivo consumo de carne aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Además, la ganadería industrial también contribuye de forma muy significativa al desarrollo de la resistencia a los antibióticos.

Maltrato animal

De media, cada minuto, en España sacrificamos 1,700 animales para consumo humano, muchos sin haber visto la luz del sol. La ganadería industrial hacina, aplasta y mutila animales. “Estamos a tiempo de revertir estas cifras si cambiamos nuestra dieta y el modelo productivo. En España deberíamos reducir alrededor de un 80% nuestra ingesta de carne y lácteos de aquí a 2050, lo que se traduciría en un consumo máximo semanal de 300g de carne y 630g de lácteos”, ha manifestado Luis Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace.

En España, actualmente se concentra en grandes explotaciones industriales el 93.7% de la producción de carne de cerdo, el 94.2% de la carne de aves y el 80.6% de la leche de vacuno y el 66% de las tierras cultivadas se destinan a producir alimentos para el ganado. La contribución del modelo español de agricultura y ganadería industriales es enorme, ya que somos, entre otras cosas:

  • El principal país importador de soja, tras Holanda, para la fabricación de piensos y líderes en la fabricación de piensos para alimentación animal
  • El segundo país europeo con el mayor consumo de carne
  • El cuarto productor mundial de carne de cerdo

Por todo ello, Greenpeace exige al Gobierno estatal que eleve su ambición climática comprometiéndose a:

  • Reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a las de 1990
  • Vetar la importación de soja procedente de la deforestación
  • Frenar la expansión de la ganadería industrial estableciendo una moratoria estatal
  • Apoyar la agricultura y ganadería de base agroecológica y de pequeña escala
  • Promover la adopción de la “dieta de salud planetaria” tal como pide la comunidad científica

Si no se toman medidas, el impacto medioambiental del sector crecerá de forma exponencial, comprometiendo el cumplimiento del Acuerdo de París o los Objetivos de Desarrollo Sostenible e incluso los poco ambiciosos objetivos nacionales planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Fuente: www.ecoticias.com

Dietas altas en grasas saturadas causan depresión (porque la grasa se va directo al cerebro)

La correlación obesidad-depresión es más compleja de lo que creíamos.

Por: Ecoosfera

El instante de placer que nos otorga la comida alta en grasas saturadas no se compara al tiempo que nos hace pasar deprimidos. Y no es sólo por el sentimiento de culpa que nos puede generar comer estos alimentos, sino porque la grasa realmente interrumpe el buen funcionamiento de partes clave de nuestro cerebro.

Ni siquiera se necesita estar pasado de peso para deprimirse como consecuencia de una mala alimentación.

Así lo comprobó un nuevo estudio publicado en Translationar Psychiatry. Según los investigadores de la University of California, una dieta alta en grasas saturadas interrumpe las tareas del hipotálamo, un importante centro emocional que regula, además, la ingesta de alimentos –el hambre y la saciedad–. Los científicos encargados de esta prueba encontraron que en ello reside la correlación obesidad-depresión, y no sólo en las consecuencias físicas que genera la obesidad.

Los investigadores realizaron pruebas en dos grupos de ratones durante 3 semanas. A uno se le alimentó con comida normal, y al otro con alimentos muy altos en grasas saturadas. Tres semanas después, los ratones que comieron más grasa saturada mostraron evidentes síntomas de depresión, los cuales fueron medidos en diversas pruebas hechas para constatar la efectividad de los antidepresivos. Los científicos descartaron que se tratara de una depresión causada por los pormenores físicos del sobrepeso, y que más bien tenía que ver con un cambio en el cerebro.

A través de análisis de laboratorio, los investigadores encontraron que la grasa saturada llega al cerebro y se acumula en la zona del hipotálamo, interrumpiendo las señales que esta zona manda al sistema nervioso central.

Para colmo, la grasa saturada es adictiva por una razón similar

El director del estudio, George Baillie, aseguró para New Atlas que es la primera vez que se observan los efectos directos de la grasa saturada sobre el cerebro. Pero la hipótesis que lo llevó a conducir el estudio no es nueva.

En 2013, un equipo de mexicanos del Grupo de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UNAM realizó una investigación titulada Inteligencia para la alimentación, alimentación para la inteligencia, en la que plantearon la necesidad de una Teoría de la Alimentación basada en los cambios que han sufrido las dietas a través de las épocas y cómo esto nos ha afectado genética y cerebralmente. Y es que, según estos expertos, la grasa saturada interrumpe también los procesos cognitivos que posibilita la corteza prefrontal, lo que afecta nuestra capacidad de escoger alimentos mejores para nosotros y nos hacen adictos a la comida chatarra.

Por eso, según plantearon estos científicos en su momento, es necesaria una psicoeducación sobre el funcionamiento de estas zonas del cerebro para que volvamos a aprender a comer. Y es que, además, comer compulsivamente –un mal de nuestra época– no es sólo por falta de voluntad, sino por el tipo de alimentos que ingerimos y que nos hacen adictos.

Así que, la próxima vez que quieras una comida alta en grasas saturadas, recuerda las graves repercusiones que, a mediano y largo plazo, puede tener sobre tu psique. Mejor opta por alimentos con grasas poliinsaturadas –como los presentes en esta dieta– para saciar tu antojo.

Fuente: www.ecoosfera.com

Las plantas, y los insectos en nuestra dieta salvarán el Planeta

Por: Ecoticias

La ganadería, la pérdida de la biodiversidad, la deforestación y, por supuesto, el cambio climático, son algunas de las causas más importantes de la degeneración de la tierra. Por ello, investigadores de la Universidad de Tufts de Boston (EEUU) han desarrollado un estudio en el que explican cómo las dietas a bese de plantas, el cultivo de insectos, la carne cultivada en laboratorios y los animales modificados genéticamente podrían ser soluciones para salvar el planeta.

En el estudio, publicado en ‘Fronteras en Sistemas alimentarios sostenibles’, los investigadores han asegurado que, debido a las preocupaciones ambientales, de salud pública y de bienestar animal asociadas con nuestro sistema ganadero actual, “es vital desarrollar métodos de producción de alimentos más sostenibles”. De este modo, el cultivo de insectos tiene un requerimiento de agua y espacio mucho más bajo, sin embargo, como era de esperar según han afirmado los investigadores, los bichos son más difíciles de comer para los consumidores.

Las plantas, y los insectos en nuestra dieta salvarán el Planeta

Asimismo, la carne cultivada en el laboratorio podría exprimir el ahorro de agua y espacio sin comprometer el sabor. Sin embargo, cultivar células de carne de vacuno, cerdo o pollo podría requerir aún más energía y recursos que la cría de ganado. Una solución, ha explicado la autora principal del estudio, Natalie Rubio, puede encontrarse en la intersección de todas estas opciones: carne de insecto cultivada en el laboratorio, alimentada con plantas y modificada genéticamente para tener el máximo de crecimiento, nutrición y sabor.

“En comparación con las células cultivadas de mamíferos, aves y otros vertebrados, los cultivos de células de insectos requieren menos recursos y menos control ambiental que consumen mucha energía, ya que tienen menores requerimientos de glucosa y pueden prosperar en un rango más amplio de temperatura, pH, oxígeno y condiciones de osmolaridad”, ha explicado Rubio. Además, las alteraciones necesarias para la producción a gran escala también son más fáciles de lograr con las células del insecto, que actualmente se utilizan para la biomanufactura de insecticidas, medicamentos y vacunas.

En la mayoría de los sistemas de cultivo de células musculares de mamíferos, las células deben fijarse en una sola capa a una superficie de crecimiento, lo que es complejo para aumentar la producción masiva de alimentos. Sin embargo, muchas células de insectos pueden crecer libremente flotando en una suspensión de medios de crecimiento para permitir la generación de células de alta densidad y costo-efectivas.

De este modo, el cultivo de insectos tiene un requerimiento de agua y espacio mucho más bajo, sin embargo, como era de esperar según han afirmado los investigadores, los bichos son más difíciles de comer para los consumidores.

La tecnología desarrollada para estimular el movimiento de tejido de insectos para la bio-robóticatambién podría aplicarse a la producción de alimentos, ya que puede requerirse una contracción regular para que el músculo de insecto cultivado desarrolle una textura “carnosa”. Un método particularmente eficiente es la ingeniería optogenética, mediante la cual las células se contraen en respuesta a la luz al introducir un nuevo gen, otra ventaja de las células de insecto, que aceptan modificaciones genéticas más fácilmente que otras células animales.

¿Cómo sabría la carne cultivada de insectos?

Sobre el sabor que tendrán estos alimentos la autora del estudio ha explicado que todavía se desconoce. “A pesar de este inmenso potencial, la carne cultivada de insectos no está lista para el consumo“, ha señalado la autora. La investigación está en curso para dominar dos procesos clave: el control del desarrollo de células de insectos en el músculo y la grasa, y la combinación de estos en cultivos 3D con una textura similar a la carne.

Para este último, ha asegurado la autora, “las esponjas hechas de quitosano (una fibra derivada de hongos que también está presente en el exoesqueleto de invertebrados), son una opción prometedora”. Además, los avances en el cultivo de células de insectos y la ingeniería de tejidos “pueden traducirse potencialmente en langosta, cangrejo y camarón, debido a la proximidad evolutiva de los insectos y crustáceos”, ha concluido Natalie Rubio.

Fuente: www.ecoticias.com