4 productos naturales (y no contaminantes) que pueden sustituir al plástico

Por: Adrienne Bernhard
BBC Future

Las pajillas para beber y las bolsas de polietileno pueden ser las más afectadas por las nuevas alternativas, pero el verdadero flagelo de los plásticos desechables es nuestra absoluta confianza en ellos.

Desde el transporte hasta la fabricación y los servicios de alimentos, el plástico está en todas partes, y combatir esta “contaminación blanca” requerirá un cambio radical del material en sí mismo.

Afortunadamente, los científicos, los ingenieros y los diseñadores están transformando su enfoque hacia alternativas ecológicamente amigables que sean capaces de crear ecosistemas circulares, de pocos residuos.

Estamos hablando de alternativas como la madera líquida, el aislamiento de algas y los sustitutos de polímeros hechos de almidón de plantas fermentadas como el maíz o las papas, por ejemplo.

Su utilidad va más allá de detener la creciente presencia de desperdicio plástico.

Garantizar viviendas seguras para una población en crecimiento, reducir las emisiones de carbono y devolver nutrientes a la tierra podrían ser metas alcanzables con estas nuevas tecnologías.

Lana mineral

Para transformar uno de los recursos más abundantes en el mundo en algo con utilidad y sostenibilidad, se necesita un tipo especial de alquimia.

La lana mineral proviene de la roca ígnea natural (la que se forma después de que la lava se enfría) y de un subproducto de fabricación del acero llamado escoria de soldadura.

Estas sustancias se funden y se convierten en fibras muy similares a las del algodón de azúcar.

A diferencia de las fibras de vidrio aislante (obtenidas a partir de vidrio reciclado) o la espuma plástica (el material conductor que se usa a menudo para bloquear la transferencia de calor en los áticos, techos y entresuelos), la lana mineral es capaz de ofrecer propiedades únicas como la resistencia al fuego, la capacidad acústica y térmica, la repelencia al agua y la durabilidad en condiciones climáticas extremas.

Lana mineral.
Image captionLa lana mineral tiene una variada utilidad, sobre todo el la construcción.

En los últimos años, este material ha ganado popularidad entre arquitectos y diseñadores respetuosos con el medio ambiente. Es el resultado de una búsqueda de materiales de construcción más sostenibles, pero sin perder los criterios de rentabilidad y estética.

The Rockwool Group es uno de los principales fabricantes y tiene instalaciones de producción en Europa, América del Norte y Asia.

La compañía ha empleado este material en edificios comerciales e industriales en todo el mundo, incluyendo el O2 Arena de Londres y el aeropuerto de Hong Kong.

A medida que los incendios forestales y las inundaciones aumentan en frecuencia y gravedad, la lana mineral brinda a las personas una medida adicional de seguridad en caso de desastres naturales.

Micotectura

Los hongos no son solo un sabroso ingrediente para los raviolis y la pasta ragu.

En poco tiempo estos organismos que crecen sobre los árboles o en el suelo del bosque podrían reemplazar materiales como el poliestireno, los empaques de protección, los materiales aislantes, los muebles, los materiales acuáticos e incluso los artículos de cuero.

MycoWorks, un equipo de ingenieros creativos, diseñadores y científicos, está trabajando para extraer los tejidos vegetativos de los hongos y solidificarlos en nuevas estructuras, trabajando los hongos de la misma manera que otros materiales orgánicos como el caucho o el corcho.

Evocative Design, otra compañía con sede en Nueva York, utiliza el micelio como agente de unión para mantener pegados los paneles de madera, así como para el embalaje ignífugo.

Hongos.
Image captionMuy pronto los hongos podrían ser usados como sustitutos en la fabricación de una serie de materiales y productos.

Los hongos están conformados por una red de filamentos llamados hifas. Cuando las condiciones de crecimiento son adecuadas, los cuerpos fructíferos (las estructuras especializadas para la producción de esporas) a menudo aparecen de repente.

De esta manera, es fácil lograr que los llamados productos miceliales germinen y crezcan. El micelio se puede cultivar en casi cualquier tipo de desperdicio agrícola, por ejemplo el aserrín y cáscaras de pistacho.

Los hongos crecen juntos dentro de estos ambientes y se les puede dar la forma deseada para formar polímeros naturales, que se adhieren como el más fuerte de los pegamentos.

Al hornear los hongos a temperaturas precisas, estos se vuelven inertes, lo que garantiza que el hongo no brote repentinamente durante una tormenta.

Si bien los rebozuelos, el shiitaki y el portobello pueden mezclar mejor con la pizza que en una masa de pegamento, una cosa está clara: el futuro son los hongos.

Ladrillos de orina

El cemento, el ingrediente principal del concreto, representa aproximadamente el 5% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.

Por eso, investigadores e ingenieros están trabajando para desarrollar alternativas que consuman menos energía.

Entre ellas se encuentran los ladrillos hechos con los granos sobrantes de la industria cervecera, el concreto modelado a partir de antiguos diques romanos (los romanos fabricaban concreto mezclando cal y roca volcánica para formar un material altamente estable) y ladrillos hechos de…, bueno, orina.

Un trabajador chino trabaja con desechos plásticos.
Image captionEn apenas 10 años, más de 100 millones de toneladas métricas de plástico irán a parar a vertederos y océanos.

Como parte de su proyecto de tesis, el estudiante del Edinburgh College of Art, Peter Trimble, estaba trabajando en una exhibición que se suponía que contaría con un módulo sobre sostenibilidad.

Casi por accidente, el estudiante creó “Biostone”: una mezcla de arena (por cierto, uno de los recursos más abundantes en la Tierra), nutrientes y urea, una sustancia química que se encuentra en la orina humana.

Al bombear una solución bacteriana en un molde relleno de arena, Trimble ideó cientos de experimentos en el transcurso de un año hasta que modificó la receta.

Los microbios eventualmente metabolizaron la mezcla de arena, urea y cloruro de calcio, creando un pegamento que unía fuertemente las moléculas de arena.

El diseño de Trimble ofrece una alternativa a los métodos de uso intensivo de energía con un proceso biológico de baja producción de microbios.

Biostone no produce gases de efecto invernadero y utiliza una materia prima ampliamente disponible.

Si bien el material de Trimble requeriría que el refuerzo fuera tan fuerte como el concreto, podría convertirse en una forma económica de construir estructuras temporales o mobiliario urbano.

Plástico.
Image captionPara los animales, la ingesta de plástico puede ser mortal.

Como mínimo, Biostone ha generado una discusión sobre las formas de hacer más sostenible la fabricación industrial, en particular en el África subsahariana y otros países en desarrollo donde la arena está fácilmente disponible.

Sin embargo, estos ladrillos biológicos tienen un inconveniente ambiental: el mismo metabolismo bacteriano que los solidifica también convierte la urea en amoníaco, que puede contaminar las aguas subterráneas si llega a estar en contacto con el medio ambiente.

Tablones de partículas más ecológicos

A pesar de su sofisticado nombre, los tablones de partículas (esos paneles rígidos hechos de astillas de madera comprimidas y resina, utilizados en muebles y gabinetes de cocina en todo el mundo) no aportan nada a la construcción ecológica.

Esto se debe a que el pegamento que une las fibras de su madera contiene tradicionalmente formaldehído: un químico incoloro, inflamable, de olor fuerte y conocido por irritar las vías respiratorias y causar cáncer.

Eso significa que tu estante de Ikea que imita madera está “desgasificando” toxinas hacia el aire, silenciosamente.

La compañía U Green creó un material hecho 100% de fibra de madera reciclada, llamado “Uniboard”.

Uniboard salva árboles y evita los vertederos, a la vez que genera muchos menos gases de efecto invernadero que los tablones de partículas tradicionales. Y no contiene toxinas.

Esto se debe a que el producto ha sido pionero en el uso de fibras renovables como tallos y lúpulos de maíz, y resina sin formaldehídos en lugar de pegamento.

Martillo y clavos.
Image captionLos tablones de partículas contienen pegamento, lo cual puede provocar emisiones tóxicas de formaldehídos

No es ningún secreto que la extracción de petróleo, que se requiere para producir plástico, tiene consecuencias ambientales devastadoras.

Peor aún es deshacerse del plástico: los químicos tóxicos contenidos en este material a menudo se filtran hacia los alimentos, las bebidas y el agua subterránea.

Para sorpresa de muchos, el reciclaje simplemente ralentiza el viaje de los plásticos a los vertederos u océanos, donde el material simplemente se fragmenta en trozos cada vez más pequeños que nunca se biodegradan por completo.

Algunos informes predicen que, para 2030, 111 millones de toneladas métricas de plástico terminarán en vertederos y océanos.

El reciclaje es un paso en la dirección correcta.

Sin embargo, para revertir verdaderamente los efectos negativos del plástico, debemos buscar alternativas en otros recursos renovables que puedan ser garantes de un futuro sostenible.

Fuentes: www.bbc.com

Siete hábitos cotidianos que dañan el medio ambiente y cómo evitarlos

Costumbres diarias como fumar, conducir o tirar basura al retrete provocan más daños ambientales de lo que se piensa

Por: Alex Fernández Muerza

Fumar, consumir con frecuencia productos con aceite de palmao utilizar el coche privado, además de ser hábitos nocivos para la salud, lo son también para el medio ambiente. Y no son las únicas costumbres cotidianas con impactos ambientales. Los consumidores pueden realizar diversas acciones a diario, como las famosas tres erres del ecologismo (reducir, reutilizar y reciclar) para evitarlas.

Este post señala siete hábitos diarios que provocan daños al medio ambiente y que pueden evitarse con varios consejos.

1. Fumar

El tabaco causa la muerte de cientos de miles de personas en todo el mundo y provoca considerables impactos ambientales: contaminación, pérdida de biodiversidad, incendios forestales, deforestación de bosques y selvas, aumento del cambio climático, etc. Especialmente preocupantes son las consecuencias de las colillas: son el principal residuo recogido en el medio ambiente mundial, con millones de kilos diseminados por todo el planeta. Ningún otro producto de consumo masivo causa tanto daño desde su cultivo, producción, uso y desecho como el tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por tanto, dejar de fumar salva vidas y evita daños ambientes. Y si no se abandona dicho hábito, resulta esencial no arrojar las colillas al entorno, ya sea natural o urbano, ni tampoco al inodoro.

2. Consumir alimentos con aceite de palma

El tabaco es el producto de consumo masivo que más daño ambiental produce, según la OMS

El aceite de palma se utiliza en gran cantidad de alimentos. Su consumo no es recomendable para la salud por su alto contenido en grasas saturadas, ni tampoco para el medio ambiente. Su cultivo intensivo en Indonesia o Malasia ha destruido grandes bosques tropicales, ha puesto en peligro de extinción a gran cantidad de especies, como el orangután, ha incrementado las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), implicadas en el cambio climático, y ha dañado los hábitats de las zonas de cultivo.

Los consumidores pueden evitar estos productos fijándose en la información de sus etiquetas y buscando otras alternativas, preguntar en caso de duda y reclamar productos que no lo empleen.

3. Ir en coche para todo

El 94% de los españoles respira un aire con elementos contaminantes que superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe de Ecologistas en Acción. La polución causa más de 400.000 muertes prematuras en Europa cada año y su principal responsable son las emisiones del tráfico urbano, concluyen los informes más recientes de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

Los ciudadanos pueden usar y reclamar una movilidad más sostenible: viajar en transporte público, ir a pie o en bicicleta y combinar cualquiera de dichos sistemas. Y si no queda otra que emplear el vehículo privado, elegir un modelo menos contaminante, realizar una conducción eficiente o compartirlo con otras personas.

4. Tirar residuos al retrete

Toallitas, tampones, lejía, medicamentos, pinturas, restos de comida, etc. La lista de residuos que acaban en el inodoro y no deberían arrojarse es cada vez mayor y, con ello, su impacto ambiental y económico. La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) asegura que generan mayores costes, un mayor consumo energético y diversos daños ambientales, como problemas en ríos y mares.

Los ciudadanos deben evitar tirar dichos residuos por el váter y buscar alternativas para deshacerse de ellos, como el cubo de la basura o sistemas de reciclaje de residuos propicios para ello.

5. Depositar toda la basura doméstica en una sola bolsa

Separar los residuos domésticos y depositarlos en su contenedor para su posterior reciclado puede parecer un esfuerzo inútil, si no se conocen sus beneficios ambientales. Cada vez que se recicla, se evita llenar los vertederos y la extracción de nuevas materias primas, además de reducir el consumo de energía y la emisión de GEI. Una vez que los ciudadanos tienen claro cómo reciclar bien, se convierte en un hábito diario sencillo de realizar.

6. Usar productos de usar y tirar

El sistema de consumo actual del “usar y tirar” es insostenible en un planeta de recursos finitos. Además, sus impactos son cada vez más evidentes: crecimiento global de la huella ecológica, agotamiento de recursos naturales, aumento de los residuos, la contaminación y el cambio climático, etc. Los consumidores pueden asumir en su día a día las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), de manera que los impactos ambientales se minimizan.

7. Beber agua embotellada

El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años, incluso en lugares como España donde el suministro público garantiza agua potable de calidad. La extracción, envasado, transporte y su posterior eliminación genera toneladas de residuos y un gasto innecesario de recursos. Por ello, se puede disminuir su uso con envases reutilizables para el agua de grifo. También se ayuda solicitando agua corriente en los bares o restaurantes; sus responsables no deberían poner pegas, ya que se puede consumir con otro producto.

Fuente: www.consumer.es

Diez acciones para reducir nuestras emisiones de CO2

Los ciudadanos pueden hacer más de lo que creen para luchar contra el cambio climático

Por: Alex Fernández Muerza
EROSKI Consumer

Las excesivas emisiones de dióxido de carbono (CO2) que todos producimos están causando el cambio climático, una de las amenazas ambientales más importantes a las que se enfrenta el planeta de aquí a los próximos años. No obstante, los ciudadanos pueden hacer más de lo que piensan para reducir estas emisiones, y de paso ahorrar dinero y volverse más ecológicos.

Este post señala diez ideas para reducir nuestras emisiones de CO2.

1. Concienciarse del impacto de las emisiones de CO2

La comunidad científica subraya que el cambio climático es una realidad: vivimos en un calentamiento global causado por el dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos desde la revolución industrial. Los científicos advierten, además, de que el aumento global de temperaturas no debería superar los 2 ºC a final de este siglo en comparación con la época preindustrial. Dos grados pueden parecer insignificantes, pero a nivel terrestre supondrían consecuencias catastróficas. El Acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP 21), firmado por 195 países más la Unión Europea (UE), pretende ser el arranque definitivo para concienciar a la comunidad internacional y a los ciudadanos de que hay que tomar medidas.

2. Dejar el coche privado

Diversas medidas ayudan a reducir nuestras emisiones de CO2 y de paso ahorrar dinero

El uso masivo de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones de CO2. Uno de sus mayores causantes es el transporte por carretera: en España produce el 25% de las emisiones domésticas totales (en Europa, el 20%). Por si fuera poco, el fraude de varias compañías automovilísticas en las emisiones de CO2 de sus modelos hace que el problema sea peor de lo que se pensaba. La ecuación es sencilla: a menos uso del coche, menos emisiones. Si no queda otra que utilizarlo, al menos aprovecharlo al máximo, compartiendo su espacio con otros ocupantes, y practicar un estilo de conducción “ecológico”.

3. Practicar una movilidad sostenible

Frente al empleo del automóvil, la opción pasa por usar el transporte público y exigir que haya más y que sea más ecológico. Siempre que sea posible, es preferible ir a pie o en bicicleta en todos los desplazamientos, tanto de ocio como para ir al trabajo e, incluso, la opción de no desplazarse gracias al teletrabajo.

4. Aumentar nuestra eficiencia energética

Mantener el confort y nuestras necesidades cubiertas, a la vez que reducimos el gasto en energía y, con ello, las emisiones de CO2. Esta acción es posible gracias a la eficiencia energética. Diversas medidas pueden conseguir esta mejora, como la rehabilitación de la envolvente térmica del edificio o el empleo de electrodomésticos de alta eficiencia (A+ y superiores).

5. Consumir energía renovable

Una de las ventajas ambientales de las energías renovables es que no emiten CO2. Los consumidores pueden hacer uso de ellas al instalar en su casa un sistema de autoconsumo con paneles solares o al contratar alguna de las cada vez más numerosas empresas comercializadoras de electricidad renovable.

6. Seguir una dieta con baja huella de carbono

Los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI. Este porcentaje podría ser incluso mayor si se tuvieran en cuenta las fuentes de emisión indirectas, según diversos estudios. Seguir una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al medio ambiente. Para ello, hay que evitar los productos que necesitan más energía o recursos naturales, se transportan desde lejos o requieren de un complejo envasado.

7. Convertirse en un consumidor sostenible

Los consumidores sostenibles ahorran dinero y son respetuosos con el medio ambiente y, por ello, también son importantes en la lucha contra el cambio climático. Una regla sencilla para convertirse en uno de ellos es asumir las tres erres: usar la menor cantidad posible de productos (reducción) y aprovecharlos más de una vez (reutilización) antes de depositarlos en el contenedor adecuado (reciclaje).

8. Plantar árboles

Los árboles actúan como “sumideros de carbono”, es decir, retienen el CO2. Por ello, apoyar medidas que eviten la deforestación de los bosques y los incendios forestales o impulsen la plantación de nuevos árboles, en especial de especies autóctonas, contribuye a reducir el exceso de CO2 en la atmósfera. Los ciudadanos pueden participar en las cada vez más diversas iniciativas para plantar árboles.

9. Apostar por productos de kilómetro cero

Los productos de “kilómetro cero”, también conocidos como de “proximidad” o de “cadena corta”, se elaboran y comercializan de forma local. Por ello, reducen las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales del transporte internacional, a la vez que son más frescos y favorecen la economía y los alimentos cercanos al consumidor.

10. Reclamar más implicación institucional en la lucha contra el cambio climático

Los ciudadanos pueden -y deben- tener una participación activa en las actividades que influyen en su vida cotidiana, y el cambio climático es una de ellas. Las líneas de acción para exigir actuaciones que contribuyan a ello son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para reducir las emisiones de CO2, pedir más infraestructuras para aumentar la sostenibilidad, solicitar más información, etc.

Fuente: www.consumer.es

China planea producir energía solar en el espacio y enviarla a la Tierra

Por: Ecoticias

China desarrolla un plan para construir la primera planta espacial productora de energía solar. Ubicada en órbita geosíncrona, podrá aprovechar la luz solar sin la limitación de la atmósfera o la noche. La energía solar se convertiría en electricidad y un rayo de microondas o láser transmitiría la energía a la Tierra. En la superficie una estación recibiría ese haz y la convertiría en energía eléctrica que pudiera tranferirse a la red.

Como primer paso, el proyecto construir y lanzar estaciones de energía solar de tamaño pequeño a mediano que se lanzarán a la estratosfera para generar electricidad, entre 2021 y 2025. El siguiente paso será una estación de energía solar espacial a escala de megavatios, programada para su construcción en 2030. La construcción de los elementos de estas plantas de energía ha comenzado en la ciudad de Chongqing, según informa Science and Technology Daily, un medio especializado local.

China planea producir energía solar en el espacio y enviarla a la Tierra

Un investigador de la China Academy of Space Technology Corporation, Pang Zhihao, dijo que una estación de energía solar espacial supone proporcionar “una fuente inagotable de energía limpia para los humanos”. Podrá suministrar energía prácticamente sin limitadcios a una intensidad seis veces mayor que la de las plantas solares en la tierra, dijo. El vicepresidente de la Academia de Tecnología Espacial de China, Li Ming, fue citado diciendo que se espera que China se convierta en el primer país en construir una estación de energía solar espacial con valor práctico.

Pang dijo que los desafíos técnicos que deben superarse incluyen el peso de una central eléctrica, que se espera sea de 1.000 toneladas, mucho mayor que las 400 toneladas de la Estación Espacial Internacional. Los investigadores están examinando si una fábrica espacial que utiliza robots y tecnología de impresión 3D podría construir la central eléctrica en el espacio, evitando la necesidad de lanzar una estructura pesada desde la Tierra.

Los investigadores señalaron que el impacto a largo plazo en la seguridad de la radiación de microondas de una estación de energía espacial en la atmósfera y la ecología de la Tierra también debería estudiarse. Además de superar los problemas de la contaminación de los combustibles fósiles en la tierra, una estación de energía solar podría ayudar al programa de exploración del espacio profundo de China al proporcionar un suministro de energía, señaló el informe.

Un investigador de la China Academy of Space Technology Corporation, Pang Zhihao, dijo que una estación de energía solar espacial supone proporcionar “una fuente inagotable de energía limpia para los humanos”

Fuente: www.ecoticias.com

ESTOS SON LOS ALIMENTOS DEL FUTURO, SEGÚN KNORR Y WWF

Knorr y WWF quieren diversificar el consumo alimenticio del ser humano, además de frenar el impacto ambiental

Por: Edna Odette González

PARIS, Francia.- En busca de promover una alimentación más diversa y saludable, la marca de alimentos Knorr, en alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y expertos en nutrición, agricultura y sustentabilidad lanzaron el informe Los 50 Alimentos del Futuro, una serie de cultivos seleccionados debido a su valor nutrimental, accesibilidad, sabor y bajo impacto ambiental.

Actualmente, el 75% del consumo humano proviene solamente de 12 plantas y cinco especies animales, situación que tiene un fuerte impacto ambiental.

En México tenemos Jícama, nopales y amaranto

La jícama, el amaranto, los nopales, la linaza, el ajonjolí, destacan entre 17 de los 50 cultivos en México. Esta iniciativa busca fomentar en las personas el consumo de alimentos que beneficien su salud y al planeta y propone una preparación de platillos basándose en cuatro principios:

Más vegetales, más color, menos desperdicios y más de lo bueno, es decir menos sal, azúcar y grasas dañinas.

Aquí te compartimos la lista completa de los 50 alimentos del futuro

Alga:

  1. Alga marina de Laver
  2. Alga Wakame

Cactus:

  • Nopales

Hortalizas de frutas:

  • Flor de calabaza
  •  Okra
  • Tomates anaranjados

Setas:

  • Setas Enoki
  • Setas Maitake
  • Níscalos

Raíces:

  1. Salsifí negro
  2. Raíz de perejil
  3. Rábano de carámbano blanco

Tubérculos:

  1. Raíz de loto
  2. UBE
  3. Jícama
  4. Camote

Frijoles y legumbres:

  1. Frijoles negros
  2. Adzuki
  3. Marama
  4. Mung
  5. De soja
  6. Habas
  7. Lentejas
  8. Vigna subterránea
  9. Vigna unguiculata.

Cereales y granos:

  • Amaranto
  • Quinoa
  • Arroz integral
  • Trigo sarraceno
  • Trigo Khorasan
  • Trigo espelta
  • Mijo africano
  • Mijo Fonio
  • Teff

Hojas verdes:

  • Hojas de remolacha
  • Grelo
  • Col verde
  • Moringa
  • Pak-choi
  • Hojas de calabaza
  • Col morada
  • Espinacas
  • Berros

Nueces y semillas:

  • Linaza
  • Semillas de cáñamo
  • Ajonjolí  
  • Junglans

Fuente: www.m.mundoejecutivo.com.mx

Vida sin residuos: aquí tienes 10 prácticas zero waste para todos los días

No hay excusas si lo que quieres es tener un menor impacto para el ambiente.

Por: Ecoosfera

El estilo de vida zero waste (cero desperdicio) no es un capricho. Retomarlo es muy necesario, o por lo menos inspirarse en él para modificar algunos de los hábitos más nocivos que tenemos. De esta forma podemos tener un estilo de vida más consciente y más consecuente, como lo requiere ahora mismo el planeta ante el caos climático en ciernes.

Porque es verdad que no cualquiera puede asumir todas las responsabilidades que implica adoptar este estilo de vida como práctica cotidiana. Y es que el zero waste modifica radicalmente los hábitos de quien lo pone en práctica. Imagínate: de lo que se trata el zero waste es de no desperdiciar una sola cosa y, en cambio, lograr transformarlo todo.

Pero podemos tomar algunas de las más simples y sofisticadas ideas del estilo zero waste y aplicarlas a nuestra rutina. Además darán un toque sexy a muchos de nuestros hábitos y te harán sentir en otra sintonía con el mundo.

10 prácticas zero waste para todos

1. Comprar comida a granel y guardarla en frascos

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Este es un must para el zero waste. Y la verdad es que es sencillo y más práctico, y hasta más saludable, pues los alimentos empaquetados suelen tener sustancias añadidas. Además, tu cocina lucirá preciosa.

2. Usar bolsas de tela para todo

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No hay excusa: existen bolsas reutilizables de todos tamaños y para todas necesidades. Están las de malla de tipo deportista, con cordón ajustable, las de tela, las de malla para el mandado, o hasta de crochet (que tú mismo puedes hacer si te gusta tejer).

3. Usar tu termo de café para otras cosas

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Si eliges bien tu termo, no tiene por qué guardar olores ni sabores. Así que puedes usarlo también si compras un jugo, un agua de frutas, té, un smoothie o hasta helado.

4. Hacer composta casera

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Es muy fácil, y si ya separas tus residuos tienes la mitad del trabajo hecho. Sólo necesitas un pequeño lugar en tu cocina o en tu jardín para hacerlo. Aquí tienes una guía fácil para hacerlo.

5. Usar las playeras viejas y otra ropa que ya no se puede regalar

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Puedes hacer trapos para limpiar el coche o habitaciones como el baño. Incluso puedes hacer pequeños limpiadores faciales.

6. Comprar jabones artesanales

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En las tiendas especializadas en jabones, algunos suelen exhibirse sin envoltorio. Puedes llevar tu propia bolsa y llevarte muchos para tener una reserva en casa.

7. Hacer regalos originales con lo que sobre en casa

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Puedes hacer pequeñas pinturas sobre fotos viejas de polaroid, usar cartones de papel de baño para germinar semillas y regalarlas para ser plantadas, o hacer bolsas con viniles viejos. Puedes buscar muchas manualidades de 5 minutos con las palabras clave DIY easy crafts resycled ideas. También puedes regalar objetos para que el otro adopte un estilo de vida zero waste.

8. …Y envolverlos con papel reciclado

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Si eres músico, tendrás muchas partituras para reciclar. O si eres piloto, tendrás mapas. El punto es que la mayoría tenemos papel que podemos reciclar, incluso de los paquetes que nos han enviado o de los periódicos que leemos. Si crees que se verá mal que uses ese papel, puedes escribir sobre él un mensaje que diga “hago esto por el bien del planeta”, o incluir una pieza de origami para adornarlo.

9. Llevar tuppers con el carnicero o a la quesería

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También puedes llevar bolsas resellables de silicón (reutilizables) para que guarden ahí tus carnes frías, filetes, quesos u otros productos ultramarinos.

10. Hacer ecológico hasta a nuestro perro

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Compra la comida de tu mascota a granel y no uses plástico cuando los saques a pasear. Recoge sus heces con papel periódico o cualquier otro papel que te sobre en casa, cuidando que sea suficientemente grande para poder hacer una bolita para llegar a casa y tirarlo en el excusado (tirar papel en el excusado no es malo para el medio ambiente).

Fuerte: www.ecoosfera.com

Google Maps te permitirá calcular la huella ecológica de tu ciudad

Esta herramienta ayudará a crear un futuro compartido en las ciudades, tan democrático como resiliente.

Por: Ecoosfera

Últimamente Google Maps se ha lucido con sus innovaciones. Con su tecnología podemos explorar el mundo de maneras cada vez más detalladas, y conocer sus procesos a detalle. Incluso, una nueva herramienta nos permite explorar otros planetas desde nuestra pantalla.

Google Maps también nos permite saber más de nuestros hábitats urbanos. Por ejemplo, podemos saber cuánto ha crecido la ciudad donde vivimos a partir de un time-lapse.

Ahora también podremos saber cuál es la huella ecológica de las ciudades.

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Muy pronto, y a partir de la enorme base de datos de Google Maps, sumada a la información recabada por esta industria tech con la ayuda de la alianza Global Covenant of Mayors for Climate & Energy, podremos calcular la huella ecológica de nuestra ciudad.

Esta herramienta, llamada Environmental Insights Explorer, podrá estimar cuán sustentables –o no– son los edificios, y cuál es la huella ecológica del total de viajes hechos en coche, autobús y metro. El objetivo de esta tecnología es explorar la data para hacer decisiones informadas e inspirar la acción.

Con esta tecnología tenemos la oportunidad de crear ciudades más resilientes y sustentables.

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No debemos olvidar que ya existen ciudades que utilizan 100% de energía renovable, y algunas innovaciones, como el concreto que purifica el aire –creado por jóvenes de la UNAM– demuestran que todo depende de nuestra voluntad y la de nuestros gobernantes. Lo malo es que esta herramienta aún está en desarrollo; pero el equipo de Google Maps subirá muy pronto la aplicación a su plataforma.

Así, podrán crearse inventarios de emisiones con los cuáles será posible acelerar el proceso rumbo a la sustentabilidad en las ciudades. Esto será útil sobre todo en aquellas ciudades que aún están rezagadas en la lucha contra el cambio climático.

Environmental Insights Explorer permitirá calcular cómo cambiará la huella ecológica si se construye un nuevo transporte, o si se erigen nuevos edificios. Esta posibilidad será muy útil para la planeación urbana.

No cabe duda que herramientas como Environmental Insights Explorer nos pueden ser de mucha ayuda, incluso para ser agentes de cambio. Por ejemplo, para hacer investigaciones colectivas y así instar a nuestros gobiernos locales a actuar contra el cambio climático. Gracias a estas tecnologías podemos ser partícipes en la construcción de un futuro urbano compartido, tan democrático como resiliente –y libre de catástrofes–.

Fuente: www.ecoosfera.com

Las medallas de Tokio 2020 se harán con residuos electrónicos

Tokio 2020 será sede de las olimpiadas más ecológicas de la historia.

Por: Ecoosfera

Los Juegos Olímpicos más ecológicos de la historia tendrán lugar en Tokio en el 2020. El comité organizador ha revelado que las medallas otorgadas a los ganadores serán 100% recicladas. El metal de las preseas se hará con residuos de aparatos electrónicos, material que también se conoce como e-waste. La idea ha recibido el apoyo del público y los atletas.

El innovador proyecto presenta una solución ecológica a un problema que tiende a ignorarse: ¿qué hacer con la basura electrónica? Los residuos de los teléfonos, tablets y demás gadgets son muy tóxicos y se acumulan de forma impactante. Tan sólo para este plan, Japón reciclará 47, 488 toneladas de e-waste. Esta cantidad logró recolectarse gracias a una iniciativa que incluyó a todos los habitantes del país. 

La operadora japonesa NTT Docomo recibió donaciones de más de 5 millones de smartphones desechados. Además de abrir sus oficinas a empresas y atletas de renombre, se colocaron basureros especializados en las principales avenidas para que la gente depositara ahí sus residuos electrónicos. La eficiencia del plan es arrolladora: se extrajeron 2,700 kg de bronce desde junio del año pasado. Según el sitio oficial de las olimpiadas, las metas para el oro y la plata están a punto de lograrse.

El 90% de las autoridades municipales del país participaron en esta campaña masiva de reciclaje. Este nivel de compromiso es francamente admirable, considerando que muy pocos países tienen regulaciones para controlar este problema. No ayuda que los desechos de este tipo tienden a ser difíciles de reciclar. El fenómeno de la obsolescencia programada presiona a los consumidores para cambiar sus electrónicos cada 2 años y así seguir” en tendencia”. 

En México se producen aproximadamente 350 mil toneladas de e-waste, y sólo el 10% se recicla. Potencias mundiales como Estados Unidos y Canadá apenas consiguen reciclar un 20% de su basura electrónica. Ante estos hechos, el esfuerzo del comité organizador de Tokio 2020 es un enorme ejemplo de creatividad. Las estrategias de reciclaje deben adecuarse, como en este caso, a los usos cada vez más impredecibles de la tecnología.

Fuente: www.ecoosfera.com

Incremento histórico a favor del medio ambiente en el Estado de México

La 60 Legislatura del Estado de México aprobó un incremento de 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente.

Por: Crónica Ambiental

La noticia se dio a conocer durante el Tercer Foro Frente al Cambio Climático. La 60 Legislatura del Estado de México aprobó para este 2019 un incremento del 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente, el cual equivale a mil 412 millones 937 mil pesos.

Se espera que el presupuesto se destine al manejo y control de recursos hídricos, al aprovechamiento del agua y al manejo y conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.

Durante el foro se llevo a cabo la firma del Pacto hacia una Economía Circular, entre la Unión Social de Empresarios Mexicanos, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México; el objetivo principal es favorecer el desarrollo sostenible promoviendo un flujo en la extracción, transformación, distribución, uso y recuperación de materiales y energía de los productos y servicios disponibles en el mercado; en otras palabras, busca que los productos y recursos mantengan su utilidad y valor en todo momento. Se destaca la participación de agentes económicos y representantes de la sociedad civil y del gobierno en la firma del pacto.

David Pérez Castillo, de Negocios Verdes y uno de los conferencistas del Foro Frente al Cambio Climático, hizo ver que, en el sistema económico actual, hace falta cambiar el paradigma que propone la economía circular, con el fin de que el producto en lugar de ser desechado pueda ser reutilizado; para lograr el cambio sugirió a consumir productos de empresas socioambientales y rediseñar los productos para evitar que se vayan a la basura.

Por su parte, representantes de la empresa Eco Urban propusieron la creación de una recicladora de cascajo, como una alternativa de economía circular, con el propósito de darle un segundo uso a los materiales de construcción y así, generar un nuevo ladrillo ecológico. Los beneficios serían disminuir el impacto ambiental y generar fuentes de empleo.

Plástico o papel: ¿qué bolsas contaminan menos realmente?

Es una pregunta cuya respuesta puede parecer obvia pero no lo es: ¿son las bolsas de papel menos contaminantes que las de plástico?

Por: Tom Edgington
BBC Reality Check

La cadena de supermercados Morrisons, en Reino Unido, está haciendo un experimento: hace poco aumentó el precio de las bolsas de plástico reutilizables a 15 a 20 centavos, e introdujo una de papel que cuesta 20 centavos.

La prueba de dos meses en algunas de sus tiendas busca incentivar a los consumidores a reducir el uso de las bolsas plásticas en un esfuerzo por ayudar al medioambiente.

Pero ¿realmente las bolsas de plástico son más contaminantes?

Para responderlo, hay que considerar otras cuatro preguntas:

  • ¿Cuánta energía se utiliza para hacer la bolsa durante la fabricación?
  • ¿Qué tan duradera es la bolsa?, ¿cuántas veces puede reutilizarse?
  • ¿Qué tan fácil es reciclar?
  • ¿Qué tan rápido se descompone tras ser tirada a la basura?

Aquí hay algunas respuestas a esto.

“Cuatro veces más energía”

Un documento de investigación elaborado por la Asamblea de Irlanda del Norte en 2011 indicó que “se necesita cuatro veces más energía para fabricar una bolsa de papel que para una bolsa de plástico”.

A diferencia de las bolsas de plástico (que según el informe se producen a partir de los productos de desecho de la refinación de petróleo), el papel requiere que los bosques sean talados para producir las bolsas.

Personas cargan bolsas de papel

El proceso de fabricación, según la investigación, también produce una mayor concentración de productos químicos tóxicos en comparación con la fabricación de bolsas de plástico de un solo uso.

Las bolsas de papel también pesan más que el plástico, lo cual significa que el transporte requiere más energía, lo que se suma a su huella de carbono, agrega el estudio.

La compañía Morrisons, sin embargo, asegura que el material utilizado para hacer sus bolsas de papel se obtiene en un 100% de los bosques que se manejan de manera responsable.

Y si se cultivan nuevos bosques para reemplazar los árboles perdidos, esto ayudará a compensar el impacto del cambio climático.

Reutilizar es la clave

La Agencia de Medio Ambiente británica examinó en 2006 una gama de bolsas fabricadas con diferentes materiales para averiguar cuántas veces deben reutilizarse para ayudar al ambiente, en lugar de solo usarla una vez.

El estudio encontró que las bolsas de papel debían reutilizarse al menos tres veces, una menos que las bolsas de plástico reutilizables, es decir, las más resistentes que se conocen como “bolsas verdes”.

Una persona usa una bolsa reutilizable

En el otro extremo del espectro, la misma agencia encontró que las bolsas hechas de algodón requerían la mayor cantidad de reutilizaciones: 131.

Eso se debía a la alta cantidad de energía utilizada para producir y fertilizar el hilo de algodón.

Pero incluso si una bolsa de papel requiere la menor cantidad de veces para ser reutilizada, hay una consideración práctica: ¿la bolsa durará lo suficiente para aguantar al menos tres viajes al supermercado?

Las bolsas de papel no son tan duraderas como las bolsas reutilizables de plástico, ya que es más probable que se rasguen o se rompan, especialmente si se mojan.

En su conclusión, la Agencia de Medio Ambiente dice que “en general es poco probable que la bolsa de papel pueda reutilizarse el número de veces requerido debido a su baja durabilidad”.

Una persona sostiene bolsas de plástico

Morrisons insiste en que no hay razón para que su bolsa de papel no pueda reutilizarse tantas veces como la bolsa de plástico que reemplaza, pero depende de cómo se trate la bolsa.

Las bolsas de algodón, a pesar de que su fabricación deja una huella de carbono mayor, son las más duraderas y tendrán una vida mucho más larga.

A pesar de su baja durabilidad, una ventaja del papel es que se descompone mucho más rápidamente que el plástico y, por lo tanto, es menos probable que sea una fuente de basura y suponga un riesgo para la vida silvestre.

El papel también es más reciclable, mientras que las bolsas de plástico pueden demorar entre 400 y 1.000 años en descomponerse.

Entonces, ¿qué es lo mejor?

Las bolsas de papel requieren un poco más de reutilización que las bolsas de plástico reutilizables para que sean más ecológicas que las bolsas de plástico de un solo uso.

Una mujer compra vegetales

Por otro lado, las bolsas de papel son menos duraderas que otros tipos de bolsas.

Entonces, si los compradores tienen que reemplazar las de papel con mayor frecuencia, tendrá un mayor efecto ambiental.

Pero la clave para reducir el impacto ambiental de las bolsas, sin importar de qué estén hechas, es reutilizarlas tanto como sea posible, dice Margaret Bates, profesora de gestión sostenible de residuos en la Universidad de Northampton, Reino Unido.

Muchas personas olvidan llevar sus bolsas reutilizables en su viaje al supermercado y terminan por consumir más en la caja de pago.

Esto tendrá un impacto ambiental mucho mayor en comparación con la simple elección de usar papel, plástico o algodón.

Fuente: www.bbc.com