Escocia ha adoptado una actitud ejemplar en la generación de energía verde; la pregunta es ¿y el resto cuándo?
Por: Ecoosfera
Mientras muchos países siguen apostando por los hidrocarburos, y a costa del planeta, otros como Escocia se han volcado a la energía limpia. Durante la primera mitad de 2019, los escoceses generaron suficiente energía para abastecer las necesidades de casi 4.5 millones de hogares por seis meses. Esto es el doble de los que hay en el país.
Casi diez millones de “horas megawatt” se generaron aquí el primer semestre de 2019, la mayoría a través de molinos de viento. Recordemos que las condiciones meteorológicas de esta isla son ideales para cosechar el viento, por eso la apuesta eólica de Escocia. Así, cada país debiera considerar las mejores alternativas para generar energía de acuerdo a sus particularidades geográficas.
Evidentemente aún faltaría toda la energía que requiere la actividad industrial y comercial, entre otras. Pero de acuerdo con su plan, para 2030 Escocia estará generando la mitad de toda la energía necesita. Es decir, con un plan sensato, y bien diseñado, de migración a energías limpias, realmente es posible a corto o mediano plazo, que un país transforme su relación con este recurso.
De hecho, según esta investigación, para 2050 podría estar casi todo el planeta funcionando con energía renovable. Casos como el de Escocia sin duda resultan inspiradores, e idealmente ponen presión, en otros gobiernos. A fin de cuentas, está claro que para alcanzar cualquier meta razonable a favor del planeta, se necesita voluntad política, privada y social.
¿Buscas cómo regular la temperatura de tu hogar de una forma lo más sostenible posible? La aerotermia puede ser justamente lo que necesitas. Tanto para la refrigeración y la calefacción como para calentar agua sanitaria, esta es una de las mejores opciones hoy en día. Además, puede que te interese saber que una manera de conseguir que esta regulación de la temperatura sea todavía más sostenible y ecológica es con la combinación de esta con la energía solar fotovoltaica.
Por: Irene Juste Ecología Verde
La aerotermia es una tecnología limpia que se encarga de obtener la energía térmica que se encuentra en el aire y transformarla en forma de calefacción, refrigeración o agua caliente sanitaria para el hogar. Esto se realiza gracias al sistema de bomba de calor aerotérmica. En el exterior de la casa se instala una unidad exterior que es la encargada de recoger la energía del aire y transferirla al circuito interior del hogar, pasando a ser un sistema ecológico y económico de agua caliente, de calefacción y de refrigeración (utilizando tanto suelo radiante como fancoils y radiadores BT).
El proceso del funcionamiento de la aerotermia es:
En una parte conocida como evaporador entra el aire del entorno de fuera de la casa. En esta parte del sistema se da el intercambio de energía térmica y, al suceder esto, el líquido refrigerante se evapora.
El resultado del refrigerante evaporado va a parar a un compresor que lo comprime y esto aumenta la temperatura.
Este gas comprimido va a un condensador que realiza el proceso de condensación del gas para convertirlo de nuevo en líquido, que al sufrir este proceso libera energía térmica, y el líquido queda de nuevo como refrigerante. Así, esta energía liberada es la que se usa para transferirlo al hogar mediante el sistema de climatización elegido (suelo radiante, fancoils, etc.).
El líquido refrigerante restante se dirige hacia la válvula de expansión, lo cual bajará la presión y la temperatura del líquido y este podrá regresar al evaporador para empezar de nuevo todo el proceso de la aerotermia.
Además, existe la posibilidad de que este sistema sea en dos partes (sistema de aerotermia split), quedando una unidad dentro de la casa y otra unidad en el exterior, o bien, en una sola unidad exterior (sistema de aerotermia monobloc).
Ventajas de la aerotermia
Estas son las principales ventajas de la aerotermia en el hogar:
No usa combustibles almacenables, por lo que no te tienes que preocuparte de su suministro.
No genera residuos al usarlo, pues al no usar combustibles es un sistema limpio.
Lo que usa en vez de un combustible es el aire, por lo que se considera un sistema respetuoso con el entorno o medio ambiente y forma parte de las energías renovables, que son el futuro.
Proporciona un ahorro energético mayor que otros sistemas para regular la temperatura del ambiente y el agua. De este modo, instalando aerotermia en casa puedes alcanzar la máxima eficiencia energética en tu hogar.
Es uno de los sistemas más completos que existe hoy en día, ya que te permite cubrir las necesidades de tu familia: refrigeración, calefacción y agua caliente.
Este sistema tiene un nivel de ruidos muy bajo, por lo que si el nivel sonoro de un aparato de calefacción o refrigeración te preocupa, con este no tendrás que pensarlo.
Aunque se requiere una inversión inicial, el mantenimiento de la aerotermia es mínimo, por lo que a medio-largo plazo es considerada mejor opción que otros sistemas.
Consumir una pizza comprada requiere el doble de consumo de energía que comer una hecha en casa.
Por: Crónica ambiental
Hoy, más que nunca, existen productos comestibles precocinados y precondimentados listos para comer. La industria alimentaria ofrece constantemente nuevas soluciones prácticas para las personas y familias modernas: platos congelados, pastas y arroces de sólo-agregue-agua, etcétera. Como caso extremo, pocos días atrás un joven emprendedor norteamericano presentó Soylent, un polvo que según él contiene todos los macro y micronutrientes necesarios para la supervivencia humana, y les ahorraría a sus consumidores el tiempo que gastan en preparar sus comidas diarias (ésa es su principal proclama).
¿Por qué deberíamos cocinar en la actualidad con todos los adelantos tecnológicos a nuestro alcance? ¿Por qué no hacer lo que sabemos hacer mejor, nuestro oficio particular, y dejamos la comida —o los suplementos sintéticos que la reemplacen— a los profesionales? Estas preguntas, entre otras, intenta responder Michael Pollan, uno de los más influyentes investigadores en nutrición, profesor en Berkeley y autor best seller, en su libro Cocinar, una historia natural de la transformación (Debate). Pollan, que es uno de los referentes más notables del Food Movement, la tendencia que llama a la población a recuperar, consumir y concientizar sobre la comida real (los alimentos naturales, orgánicos y no procesados) escribe que el acto de cocinar tiene consecuencias positivas que deberían considerarse en pro de una vida más sostenible. “Cocinar nos introduce en una red de relaciones sociales y ecológicas con las plantas, con los animales, la tierra, los horticultores, los microbios que hay dentro y fuera de nuestro organismo, y por supuesto, con las personas a las que nutren y deleitan nuestros platos.”
Pollan, por supuesto, no es el único que ha puesto la atención en este tema. Ya el célebre antropólogo de origen belga Claude Levy Strauss en Lo crudo y lo cocidohabía dicho que cocinar era “una metáfora de la transformación humana de naturaleza cruda a la cultura cocida”.
Más recientemente, el primatólogo y antropólogo de Harvard Richard Wrangham en Catching Fire: How Cooking Made Us Human, asegura que fue el hallazgo de la cocina, más que la fabricación de herramientas o el lenguaje, lo que influyó en que la especie se diferenciara de los primates. Su “hipótesis de la cocina” señala que fue el acto de consumir alimentos cocidos lo que cambió el curso de la evolución (una mayor cantidad de energía y una dieta más fácil de digerir aumentó el tamaño nuestro cerebro). Según estas teorías, el acto de cocinar reunió a los humanos para comer a una hora y en un lugar determinados (antes se comía lo que se recolectaba o cazaba sobre la marcha) y esto, también, facilitó la socialización.
¿Cambiará la cultura tal como la conocemos ahora que cada vez más personas eligen engullir en soledad alimentos chatarra frente al televisor? Tal vez ciertas consecuencias se agudicen en Estados Unidos donde esas conductas son más frecuentes, pero es poco probable que se extiendan por completo en México donde las comidas complejas compartidas en familia son tan esenciales en la idiosincrasia nacional. Sin embargo, en tiempos en los que puede predominar la elección por lo práctico y ya preparado a pesar de que sea más caro o insalubre (según la encuestadora GFK cuatro de cada 10 mexicanos comen fuera de su casa al menos una vez por semana, en puestos ambulantes y de comida rápida, por ejemplo), la propuesta de Pollan de asumir y celebrar la preparación de alimentos con las propias manos no debería descartarse.
La comida hecha en casa es más saludable (máxime en un país con altos índices de obesidad, como el nuestro). Y el gasto de energía, menor. Además, cocinar en casa tiene un efecto “concientizador” en el cocinero. Aunque éste sea amateur, dice el autor del libro.
Contrario a cuando delegamos el trabajo en la industria u otras personas (lo que, según Pollan, socava el sentido de responsabilidad, fomenta la dependencia y la ignorancia), el acto de cocinar trae consigo una experiencia sensorial más cercana con los ingredientes (la carne de los animales, los vegetales, por ejemplo). “Conectamos” con éstos, con su origen y con su ruta a nuestra mesa. En esta interacción, los alimentos dejan de ser meros productos y se vuelven naturaleza; el entorno deja de ser algo lejano. Es más factible entonces percatarse de que la crisis del medio ambiente es una crisis de estilo de vida, por lo que es la suma de decisiones cotidianas lo que puede, finalmente, sanarlo.
Un argumento tradicional para el uso continuo de combustibles fósiles ha sido su alto rendimiento energético en la inversión de energía. Esto se refiere a la proporción de cuánta energía producirá una fuente, como el carbón o el petróleo, en comparación con la cantidad de energía que se necesita para extraerlo.
Anteriormente, los ratios estimados para el retorno de la inversión de energía (EROI) han favorecido a los combustibles fósiles sobre las fuentes de energía renovables. Para el petróleo, el carbón y el gas se calculan generalmente unas relaciones de más de 25:1, lo que significa que aproximadamente un barril de petróleo usado produce 25 barriles para volver a la economía energética. Las fuentes de energía renovable a menudo tienen relaciones estimadas mucho más bajas, por debajo de 10:1.
Sin embargo, estas relaciones de combustibles fósiles se miden en la etapa de extracción, cuando el petróleo, el carbón o el gas se eliminan del suelo. Estas relaciones no tienen en cuenta la energía necesaria para transformar el petróleo, el carbón y el gas en combustibles terminados, como la gasolina utilizada en los automóviles o la electricidad utilizada por los hogares.
Un nuevo estudio, en colaboración con científicos del Instituto de Investigación de Sostenibilidad de la Universidad de Leeds (Reino Unido), ha calculado el EROI para combustibles fósiles durante un período de 16 años y ha comprobado que en la etapa de combustible terminado, los índices son mucho más cercanos a los de las renovables, de aproximadamente 6:1, y potencialmente tan bajas como un 3:1 en el caso de la electricidad.
El estudio, realizado como parte del programa del Centro de Investigación de Energía del Reino Unido y publicado este jueves en ‘Nature Energy’, advierte de que el aumento de los costos energéticos de la extracción de combustibles fósiles hará que las proporciones continúen disminuyendo, empujando los recursos energéticos hacia un precipicio de energía neta’, es decir, cuando la energía neta disponible para la sociedad disminuye rápidamente debido a las crecientes cantidades de energía ‘parásita’ requerida en la producción de energía.
Los combustibles fósiles ofrecen un rendimiento cada vez más pobre en relación a la inversión en energía, y la comparación con las fuentes renovables está mucho más nivelada de lo que se creía.
Los investigadores enfatizan que estos hallazgos son un buen argumento para acelerar rápidamente la inversión en fuentes de energía renovables y que la transición de las energías renovables puede detener, o revertir, la disminución de la EROI global en la etapa de combustible terminado.
El coautor del estudio, el doctor Paul Brockway, experto en modelos de economía de la energía en la Escuela de la Tierra y el Medio Ambiente en Leeds, señala que “medir el rendimiento energético de la inversión de combustibles fósiles en la etapa de extracción da la impresión engañosa de que tenemos mucho tiempo para una transición de energía renovable antes de las restricciones de energía son una preocupación”.
“Esas mediciones esencialmente predicen la producción potencial de energía de fuentes recién extraídas, como el petróleo crudo –añade en un comunicado–. Pero el petróleo crudo no se usa para calentar nuestras casas o alimentar nuestros autos. Tiene más sentido que los cálculos tengan en cuenta dónde entra la energía en la economía, y so nos acerca mucho más al precipicio”.
Por ello, considera que “las proporciones solo continuarán disminuyendo porque estamos llegando rápidamente al punto en que todas las fuentes de combustibles fósiles de fácil acceso se están agotando. Al aumentar la inversión en fuentes de energía renovable, podemos ayudar a garantizar que no caigamos al límite”.
La coautora del estudio, la doctora Lina Brand-Correa, experta en aspectos sociales del uso de la energía en el proyecto Living Well within Limits (LiLi) en Leeds, cree que se hace demasiado énfasis en los costos económicos iniciales de la transición a la energía renovable.
“La infraestructura renovable, como los parques eólicos y los paneles solares, requieren una gran inversión inicial, que es una de las razones por las que sus tasas de retorno de la inversión de la energía han sido tan bajas hasta ahora –admite–.
Pero el retorno energético promedio de la inversión para todos los combustibles fósiles en la etapa de combustible terminado disminuyó aproximadamente un 23 por ciento en el período de 16 años que consideramos. Esta disminución dará lugar a restricciones en la energía disponible para la sociedad en el no tan distante futuro, y estas restricciones pueden desarrollarse de manera rápida e inesperada”.
“Una vez que se construya la infraestructura renovable y disminuya la dependencia de los combustibles fósiles, el rendimiento de la inversión en energía de las fuentes renovables debería aumentar –asegura la experta–. Esto debe ser considerado para futuras decisiones de inversión en políticas e infraestructura energética, no solo para cumplir con los compromisos de mitigación del cambio climático pero para garantizar que la sociedad siga teniendo acceso a la energía que necesita”.
Las elevadas temperaturas del verano pueden tener efectos tan perjudiciales sobre nuestras plantas de interior como los fríos del invierno. Entre estos efectos están la sequía de nuestras plantas o que sean afectadas por plagas y enfermedades típicas de esta época del año. Por esta razón, hace falta seguir una serie de recomendaciones para el cuidado de las plantas durante esta época tan calurosa.
El riego de las plantas de interior en verano
El riego es uno de los factores más determinantes para conseguir que nuestras plantas de interior pasen bien esta época. El riego debe ser abundante, sobre todo en las regiones más secas, pero hay que tener en cuenta una serie de consejos:
Las elevadas temperaturas facilitan que el agua se evapore con mayor rapidez. Por esto, es fundamental que los riegos se hagan en profundidad, facilitando que el agua alcance la raíz de la planta. Es recomendable ir echando el agua con lentitud, procurando proporcionarle una buena cantidad de agua, pero sin llegar a encharcar el sustrato.
Es recomendable planear unos horarios de riego y respetarlos. Regar durante las hora de mayor calor supone un derroche de agua, puesto que la evaporación es mayor y, además, se puede dañar las plantas por el efecto lupa de las gotas sobre los rayos de sol. Por esto, lo ideal es planificar el riego por la mañana temprano, durante la tarde después de la puesta de sol o durante la noche.
En las proximidades a la planta, es recomendable disponer uno o varios recipientes con agua, de manera que al evaporarse transmitan la humedad a las plantas, es decir que facilitemos la humedad ambiental del sitio en el que estén nuestras plantas de interior en verano. También se puede pulverizar agua para refrescar las hojas de las plantas, aunque no todas las especies lo toleran.
Hay que tener en cuenta el tipo de maceta al regar, pues las plantas en macetas de cerámica o de otros materiales porosos, así como las de boca ancha, necesitan más agua de riego que las plantas situadas en macetas de plástico o de bocas más pequeñas.
Consejos para el cuidado de plantas de interior en verano
Además del riego, otro factor importante es proteger a las plantas de la exposición directa a los rayos del sol. Esto es debido a que los rayos solares pueden provocar quemaduras y deteriorar las hojas, las flores u otras zonas de la planta. Lo conveniente es colocar las plantas de interior en lugares luminosos, pero que no reciban el sol de forma directa o bien cubrirlas con una tela de sombra que haga de filtro de la luz solar.
El verano también es la época en la que las plantas necesitan una mayor cantidad de nutrientes, ya que la mayoría están en su floración. Por esta razón, es la época cuando se deben aplicar más abonos y fertilizantes. La cantidad y el tipo de abono o fertilizante usado dependerán de la especie.
De la nutrición dependerá que las plantas no sufran excesivamente las sequías y elevadas temperaturas del verano y que desarrollen toda su belleza. Además, si no se los proporcionan los nutrientes necesarios serán más vulnerables a plagas y enfermedades.
Otras recomendaciones para cuidar las plantas de interior en verano son:
Es recomendable colocar las macetas lejos de las paredes, ya que estas irradian calor cuando están expuestas a elevadas temperaturas al estar expuestas al exterior.
Recubrir las macetas con una tela de brezo es un truco para evitar que absorban mucho calor a través de sus caras externas. En caso de que la planta permanezca al sol en algunos períodos del día, es aconsejable colocar el tiesto dentro de otro más grande, para que este más grande reciba el sol más intenso y el de dentro que contiene la planta sea protegido por su sombra.
Podar lo más pronto posible las hojas y flores en mal estado, para que la planta no les destine parte de la humedad y de los nutrientes, y los desaproveche para las partes buenas.
Plagas en plantas de interior en verano
La época estival es la época en la cual las plantas se ven más afectadas por las plagas y las enfermedades, por lo que es uno de los factores más importantes a cuidar durante esta época. Aunque cada especie es atacada por distintas plagas y enfermedades, el consejo general es revisar todas las partes de la planta y actuar cuanto antes cuando se detecte el algún daño.
El fabricante alemán de automóviles deportivos Porsche invertirá más de 6,000 millones de euros en electromovilidad hasta 2022, de los cuales empleará unos 500 millones en las variantes de su primer modelo 100% eléctrico, el Taycan.
Según detalló la compañía en un comunicado, otros 1,000 millones irán destinados a la electrifcación e hibridación de la gama de la marca, varios cientos de millones a la expansión de sus instalaciones y alrededor de 700 millones a nuevas tecnologías, infraestructura de carga y movilidad inteligente.
“Para una empresa de nuestro tamaño es un gasto considerable. En la sede de Porsche en Zuffenhausen (Alemania) hemos invertido 1,000 millones de euros en la construcción de una nueva planta para coches eléctricos. Este es probablemente el proyecto más ambicioso y arriesgado que hemos emprendido.
Una fábrica dentro de la fábrica, con 1,200 nuevos puestos de trabajo”, señaló el consejero delegado de Porsche, Oliver Blume.
Según explicó Porsche, desde una perspectiva comercial, el Taycan tendrá unos “elevados” volúmenes de producción y supondrá un “alto” porcentaje de las ventas de la gama.
“El Taycan será el primero de una gama de automóviles eléctricos y el abanderado de todos los modelos electrificados de la compañía”, subrayan desde la empresa.
“El Taycan representa la entrada de Porsche en una nueva era y es mucho más que un automóvil, pues su influencia se extiende a todo un ecosistema: infraestructuras, redes de carga, fábrica, trabajadores, proveedores y clientes, que también contribuyen a un mundo más limpio a través de este modelo”.
Como los humanos, los animales también sienten, ríen, lloran.
Por: Ecoosfera
Hace apenas unas décadas, los hombres aún se consideraban el centro del reino animal. La superioridad de la mente humana, en comparación con el resto de las criaturas, era incuestionable. Estas ideas estaban tan arraigadas que incluso se pensaba que los animales no tenían la capacidad de sentir. Hoy en día sabemos que esto es rotundamente falso: los animales sienten como nosotros. Además, muchos tienen conciencia de sí mismos. La evidencia científica para demostrarlo es amplia y abarca un centenar de especies.
Los animales ríen, lloran, llaman a sus seres queridos. Los elefantes, una de las especies más estudiadas, demuestran una conciencia desarrollada. Además de ser extremadamente inteligentes y contar con capacidades de cálculo matemático, forman lazos familiares duraderos. También pueden sufrir heridas psicológicas y una especie de estrés postraumático. Si esto no es suficiente para afirmar que la conciencia animal es extremadamente similar a la nuestra, hay todavía más casos que mencionar.
Los animales también sienten
Si nos adentramos más en el ámbito de la conciencia, quizá lo primero que venga a nuestras mentes son las emociones, sobre todo, la capacidad de expresarlas. Los humanos podemos reír a carcajadas o sentir enojo, pero no somos los únicos. Las ratas se ríen cuando les hacen cosquillas. Además, en un estudio publicado en ScienceMag, se demostró que estos roedores prefieren salvar a un compañero en apuros que comer su comida favorita. ¿Qué significa esto? Que las ratas, como muchos otros animales, sienten empatía por sus congéneres.
La empatía es un rasgo crucial de la conciencia, porque lleva a la formación de lazos fuertes, como la amistad. En otro estudio, se demostró que las ovejas reconocen las caras de sus compañeras, incluso después de años de no verlas. Esto nos lleva a un punto todavía más profundo: la idea de que los animales de una misma especie son todos iguales también es falsa.
La personalidad es un rasgo que los animales también expresan. En otra investigación exhasutiva, publicada en ScienceDirect, se tomó la personalidad optimista y pesimista como variables medibles. Los científicos encontraron que los niveles de ansiedad y síntomas depresivos en ciertos animales llevaban a una personalidad más pesimista, aspecto que se notaba cuando algunos sujetos expresaban menos expectativas antes de recibir un premio que otros.
Las pruebas no se reducen al comportamiento, también son biológicas. Algunos mamíferos marinos, como las ballenas y los delfines, poseen un sistema límbico cuatro veces mayor al nuestro. Este sistema abarca áreas del cerebro relacionadas con las capacidades sociales y los sentimientos. Si dichas zonas han evolucionado de tal manera en estos animales, es por una razón: son habilidades que utilizan todo el tiempo.
La cantidad de estudios que podríamos seguir enumerando es gigantesca. No hay lugar a dudas: en gran medida, todos los animales presentan la capacidad de sentir. ¿Cómo es que nos ha tomado tanto tiempo considerarlo? Hay un sinfín de razones detrás de esto, pero todos podemos ponernos de acuerdo en una cosa. Si los animales sienten emociones humanas, ¿no deberían de ser nuestros iguales?
La contaminación plástica es un problema ya conocido por todos, pero es sorprendente como cada día llegan a nuestros oídos más noticias de lo grave que se está volviendo la cuestión de los plásticos. Sin duda, podríamos decir que tras el cambio climático el tema de los plásticos en el medioambiente es el problema ambiental más serio de nuestros tiempos. Tanto es así, que los científicos ya no dudan en llamar a esta era geológica, la era de los plásticos.
Por: Ariadna García Ecología Verde
Causas de la contaminación plástica
Como ya sabemos, los plásticos se han convertido en el material de fabricación principal en nuestros tiempos. Resulta muy fácil y muy barato producir, pero eso mismo está provocando que nuestro planeta azul se esté convirtiendo en un planeta de plástico. Según organizaciones ecologistas como Greenpeace, han calculado que desde 1950 se han generado 8.000 millones de toneladas de plásticos, un peso equivalente a 10.000 Torre Eiffel u 80 millones de ballenas azules. Sin embargo, el dato más escalofriante es que solo la mitad de esta basura plástica se ha generado en los últimos 13 años, lo que indica que nuestra basura está creciendo exponencialmente. Pero, la pregunta que debemos hacernos aquí es: ¿por qué toda esa basura plástica ha llegado al medio ambiente, incluso a áreas remotas donde los humanos no podemos vivir? A continuación, vamos a explicar algunas de las causas:
Sobreconsumo de plásticos: probablemente sea la causa principal, dado que hoy en día, no es raro ver cómo la mayor parte de los productos que compramos están hechos o contienen plástico. Nuestra comida está envuelta por numerosos plásticos y compramos más plástico para llevarla a nuestras casas, como las bolsas de plástico. A esto hay que sumarle los plásticos de un solo uso, como pajitas, bastoncillos de los oídos, bolsas y botellas de plástico, vasos, platos y cubiertos desechables. Estos productos plásticos son fáciles de fabricar, fáciles de usar, pero muy difíciles de eliminar. El consumo de estos plásticos hace que nuestra basura se incremente día tras día.
Mala gestión de los residuos plásticos: aunque el reciclaje es bueno en sí mismo, pues es una medida correctora y preventiva de la contaminación, no es suficiente para evitar que los plásticos terminen en los océanos, la tierra o los ríos. Según algunos informes, solo el 14% de toda la basura plástica se recicla, por lo que el 86% restante se almacena en vertederos, se quema (lo cual contribuye al efecto invernadero) o directamente se vierte a los océanos y a otros espacios naturales. También hay que añadir que no todos los plásticos se pueden reciclar, es decir, no pueden ser una materia prima otra vez. Desgraciadamente, algunas mezclas plásticas son muy complejas y la tecnología para separarlos es muy cara y escasa. Ante esta realidad, muchos países desarrollados venden la basura plástica a países menos desarrollados donde se deshacen de ella, posiblemente arrojándola al mar o enterrándola en el subsuelo.
Nurdles y microesferas: en muchos casos, los plásticos no se vierten intencionadamente a las aguas, pero llegan de forma indirecta, como es el caso de algunos microplásticos (plásticos de tamaño entre 1 y 5 mm de diámetro). Existen microplásticos creados así a propósito, son los que se conocen como microplásticos primarios y que difieren de los microplásticos secundarios, que son aquellos que proceden de la fragmentación de plásticos más grandes. Este el caso de los nurdles o lágrimas de sirena, pequeñas bolitas de plástico que sirven como materia prima de la industria del plástico. La falta de cuidado al transportarla y manejarla puede hacer que millones de estas bolitas acaben por error en la naturaleza y, debido a su pequeño tamaño y diversos colores, los animales pueden consumirlas al confundirlas con alimento. Lo mismo ocurre con las microesferas que la industria cosmética utiliza en cremas exfoliantes, pastas de dientes y otros productos de belleza.
Ineficacia de las plantas de tratamiento de agua: este apartado está muy ligado con el anterior. En el caso de las depuradoras de agua, los plásticos grandes sí que pueden quedar retenidos en alguna de las fases del tratamiento, sin embargo, es mucho más difícil conseguirlo con los microplásticos. Muchos microplásticos, como fibras textiles sintéticas, nurdles, microesferas, films, microplásticos secundarios o incluso los biosoportes (dispositivos que permiten el anclaje de comunidades bacterianas que depuran las aguas residuales) de las propias depuradoras de agua, no pueden ser eliminados en ellas, pues tienen un tamaño mucho más pequeño que los poros de los filtros usados en ellas. Consecuentemente, estos microplásticos terminan en los ríos y mares incrementando la cantidad de plásticos en el ambiente natural.
Falta de concienciación ciudadana y política: la compra de plásticos, la falta de reciclaje, el vertido de la basura a la naturaleza y la falta de políticas sostenibles y ecologistas hacen que generemos más residuos plásticos y estos no sean desechados como debe ser.
Otras causas: existen otras fuentes de plásticos en el medio ambiente, como la agricultura o las lavadoras. En la agricultura se utilizan los lodos de las plantas de tratamiento de agua como fertilizantes, los cuales pueden contener plásticos. Actualmente, nuestra ropa es mayormente sintética y durante su lavado en lavadoras y otras máquinas, muchas fibras se rompen y se escapan por los sistemas de desagüe. Finalmente, estas fibras llegan a las depuradoras de agua donde normalmente, y como hemos explicado antes, no se pueden eliminar.
Cómo contamina el plástico
Los plásticos pueden contaminar el medio por diversos medios y vías. En primer lugar, los desechos plásticos que genera la sociedad pueden ser reciclados, almacenados en vertederos, quemados o vertidos directamente al medio. Aquellos que permanecen en vertederos o en el medio natural poco a poco se van degradando y transformando en microplásticos que pueden quedar retenidos en el suelo, ser dispersados por el viento o bien llegar a ríos, lagos y mares por la escorrentía superficial o riadas tras fuertes lluvias. También, hay plásticos que acaban directamente en el mar por vertidos intencionados o accidentales, como las redes de pesca o pérdidas de cargamento, y por aguas residuales procedentes de puertos, barcos o industrias pesqueras.
Por otro lado, y como se ha mencionado anteriormente, la contaminación plástica del medio también se debe a la liberación de microplásticos creados como tales a propósito. Estos pueden llegar a los ríos y lagos por los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas o por la erosión de los campos de cultivo donde se hayan aplicado lodos de depuradoras de agua con microplásticos. Los microplásticos también pueden quedar retenidos en el suelo y en los sedimentos de los ríos o bien ser transportados al mar contribuyendo a la contaminación plástica de los océanos.
Consecuencias de la contaminación plástica
Las consecuencias de la contaminación plástica son diversas, pero fundamentalmente afectan a lo seres vivos, incluidos los seres humanos y a la calidad del suelo, el agua y el aire.
Islas gigantes de plásticos: la basura en los océanos ha llegado a crear enormes islas de plástico en los grandes océanos de la Tierra. Actualmente, existen 5 islas que se han formado allí donde confluyen las corrientes oceánicas. La isla más grande es la del Pacífico, que cuenta con un tamaño similar al de España, Francia y Alemania juntas.
Pérdida de biodiversidad: la ingesta de plásticos por los animales les provoca laceraciones, heridas internas e incluso la muerte. Pero los organismos acuáticos no solo mueren por su ingesta, en otros casos mueren por quedar atrapados, por ejemplo, en redes de pesca abandonadas, o sufren la malformación o la amputación de extremidades por la misma razón. También puede afectar a la fisiología de los animales. En algunas tortugas marinas se ha observado que debido a los plásticos que tienen en su estómago e intestinos, flotan y, por tanto, no pueden hundirse para buscar comida y finalmente mueren. De este modo, la existencia de plásticos está conduciendo a una extinción de especies y a la pérdida de biodiversidad.
Amenazas a la salud pública: al igual que otros animales, los humanos también podemos consumir plásticos debido a la bioacumulación en la cadena alimenticia. Pero los humanos y animales no solo estamos expuestos al peligro de los plásticos por su consumición. Durante la fabricación de los plásticos, se utilizan compuestos peligrosos para la salud humana como el Bisfenol A, ftalatos, retardantes de llama, endurecedores, pinturas y otras sustancias, muchas de las cuales son cancerígenas. Estos compuestos también se liberan durante la degradación de los plásticos aumentando así el radio de contaminación de estos.
Contribución al efecto invernadero: los plásticos están formados por carbono y proceden del petróleo, por lo que su quema, a parte de otros compuestos peligrosos, libera gases de efecto invernadero.
Asociación con contaminantes orgánicos peligrosos: los plásticos pueden absorber otros contaminantes que previamente se encuentren en el medio ambiente. De entre estos contaminantes, destacan los peligrosos insecticidas DDT y otros organoclorados y organofosforados, hidrocarburos aromáticos policícliclos como el benceno, dioxinas y metales pesados. La peligrosidad de esto radica en que una vez consumidos, los contaminantes pueden moverse por el cuerpo y provocar enfermedades. Además, estos contaminantes tienen la capacidad de bioacumularse y biomagnificarse en la cadena trófica, por lo que su efecto puede magnificarse y llegar a otras especies, incluidos los humanos.
Soluciones a la contaminación plástica
Como vemos, las consecuencias de la contaminación plástica son muy graves y numerosas, pero afortunadamente, aún estamos a tiempo de revertir la situación. A pesar de lo que podamos pensar, no todo está en manos de los políticos, aunque sí que es cierto que ellos tienen una gran responsabilidad en este asunto.
Tanto es así, que por ejemplo la Unión Europea prohibirá a partir de 2021 los plásticos de un solo uso, por lo que tendremos que decir adiós a las pajitas, vasos, platos, cubiertos y bastoncillos de plástico entre otros. Pero otros países, como Bangladesh o algunos países en África, ya prohibieron hace años el uso de bolsas de plástico por el daño que provocaban en los desagües al quedar atascadas y en la ganadería. Por otro lado, Francia se ha declarado libre de Bisfenol A al prohibir su uso en la fabricación de los plásticos.
Pero el trabajo políticos y gobiernos debe continuar y las medidas deberían incluir restricciones en la cantidad de plástico usado, así como en los componentes que se utilizan para su fabricación, deberían exigir a las industrias más medidas de control y prevención para evitar que haya vertidos accidentales como en el caso de los nurdles, deberían facilitar el reciclaje y crear más plantas de separación de residuos y a la vez se debería fomentar la investigación en técnicas para reciclar todos los tipos de plásticos y crear materiales menos contaminantes y biodegradables.
Pero el ciudadano de a pie también puede frenar la contaminación plástica mediante pequeños gestos. Aquí te dejamos una serie de recomendaciones:
Productos a granel: compra productos a granel, recicla recipientes como tarros de cristal y evita aquellos que estén excesivamente envueltos en plásticos.
Bolsas reutilizables o de tela: a la hora de hacer la compra, lleva bolsas de tela reutilizables y así evitarás la compra de bolsas de plástico. También existen bolsas de tela donde meter las frutas y verduras que nos evitan tener que coger esas pequeñas bolsas de plástico que ofrecen los supermercados. Aquí te contamos más Alternativas para sustituir las bolsas de plástico.
Envoltorios ecológicos: no uses film de plástico para envolver la comida. Actualmente, se han desarrollado alternativas más ecológicas como envoltorios hechos de cera de abeja o envoltorios de silicona que pueden adoptar varias formas y además son reutilizables.
Evita los plásticos de un solo uso: como pajitas, vasos y cubiertos de plástico. Un pequeño gesto como pedir en un bar que no te pongan la bebida con pajita puede ahorrarle toneladas de plástico al planeta cada año.
No compres botellas o táperes de plástico: puedes comprarlos de cristal que son reciclables y además son más saludables, puesto que la temperatura de calentar tu comida hace que el plástico se debilite y libere sus componentes a tu comida y bebida.
Compra ropa de tejidos naturales: como el algodón, el lino o la lana, ya que las fibras textiles sintéticas son uno de los microplásticos más frecuentes en los sistemas naturales.
Recicla y reutiliza: y sobre todo recicla y reutiliza lo que ya no quieras. Puedes donar la ropa que ya no te pongas, los juguetes que ya no usen tus niños o reutilizar los recipientes de plástico como macetas, por ejemplo. Para ello, recuerda las 3R de la ecología: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Finalmente, recuerda que el problema de los plásticos es un problema de todos y como tal, la solución también está en tus manos.
El aire de tu casa u oficina podría estar contaminado. Te decimos qué hacer para evitar esto.
Por: Ecoosfera
Cada día somos más conscientes de los problemas que suceden en nuestro entorno, y también de lo que tenemos que hacer para evitarlos. Procuramos reciclar, evitamos el plástico de un solo uso y tenemos cuidado de no dejar ningún residuo de nuestro paso por el planeta. Pese a esto, hay un factor que tal vez no estemos considerando: el aire contaminado en espacios interiores. Pasamos una gran cantidad de tiempo en lugares cerrados, por lo que debemos poner especial cuidado en mantener limpio el aire de nuestras casas y oficinas.
Pero, ¿cómo saber si el aire de tu casa está contaminado? El primer paso es conocer los factores que podrían estar viciando el ambiente de estos espacios interiores, pero sobre todo, aprender a evitarlos. Es de suma importancia que dediques un tiempo a considerar esta información, ya que el aire contaminado acarrea peligros para la salud a largo plazo.
Estos son 5 consejos para evitar el aire contaminado en tu casa u oficina:
1. Evita los compuestos orgánicos volátiles
Los compuestos orgánicos volátiles, también conocidos como COV, son agentes que se desprenden de los muebles, las sábanas, las fragancias e incluso los limpiadores que utilizas para hacer el aseo. Las altas concentraciones de COV tienen efectos nocivos en la salud física. Si constantemente presentas irritación en los ojos o la garganta, o fuertes dolores de cabeza, ello podría estar relacionado con estos compuestos, como se indica en este estudio.
¿Cómo evitarlos? La solución es sencilla. Basta con prestar atención a qué clase de productos compras y evitar aquellos que contengan acetona, formaldehído y benceno. Revisa bien los ingredientes en las etiquetas antes de comprar. Si es inevitable que adquieras un producto con estos químicos, una manera de resolverlo es guardarlo en un espacio abierto, como tu jardín. Además, asegúrate de ventilar bien el área en donde vayas a usarlos.
2. Cuídate del polvo y los ácaros
Si te la vives estornudando o tosiendo, lo más probable es que tu casa necesite de un buen aseo. El polvo es un componente que, cuando se acumula, se convierte en el hábitat perfecto para los ácaros. Estos seres son tan pequeños que sólo pueden verse a través de un microscopio, pero seguramente son los principales responsables de tus alergias. Viven en ambientes húmedos y cálidos, por lo que regular la temperatura de tu hogar y mantenerla libre de polvo es la mejor forma de evitar que se acumulen.
3. Vigila los niveles de dióxido de carbono en el aire
Sabes perfectamente lo que es el dióxido de carbono, en especial si vives en una ciudad grande. Este compuesto completamente natural es el responsable de la contaminación del aire cuando se acumula en grandes cantidades. Hay momentos en que las contingencias ambientales nos impiden salir de nuestras casas, todo para evitar respirarlo, pero, ¿cómo asegurarse de que no esté dentro de tu casa?
Debido a que el dióxido de carbono es incoloro e inodoro, es imposible medirlo a simple vista. Cuando sepas que la calidad del aire al exterior de tu casa u oficina es mala, lo mejor es mantener las puertas y ventanas cerradas para evitar entrar en contacto con él. Si el ambiente en donde vives tiene una baja contaminación del aire, la solución es la inversa: mantén tu hogar muy bien ventilado siempre.
4. Ajusta la temperatura
La temperatura tiene mucho que ver con la calidad del aire, y esto se explica por lo que mencionamos en el punto anterior. Los ácaros prefieren hábitats húmedos y los químicos en los productos que utilizas se liberan más rápido cuando el ambiente es más caluroso. Si vives en un lugar con temperaturas altas, es buena idea ventilarlo tan seguido como sea posible o invertir en un aire acondicionado.
5. Elimina la humedad
De la misma manera en que la temperatura afecta el aire que respiras, la humedad también es un factor perjudicial. Cuando los niveles de humedad se acumulan, hay más probabilidades de que se desarrolle moho y hongos, sobre todo en los sitios más oscuros de tu hogar. Además, la humedad también es la culpable de que haya un olor desagradable en la ropa que guardas en tu armario o la que sacas de la lavadora.
La mejor manera de reducirla lo más posible es comprar un deshumidificador, un aparato que reduce los niveles de humedad en el ambiente.
La transición de energías fósiles a energías renovables no es un sueño, es algo que ya está ocurriendo.
Por: Ecoosfera
La transición de energías fósiles a energías renovables no es un sueño, es algo que ya está ocurriendo en varios rincones del mundo. Las acciones hacia un sistema de energías renovables responden a un acontecimiento urgente. Cada año la temperatura global aumenta, y son pocas las zonas vírgenes que quedan para amortiguar este hecho. De seguir así, el cambio climático podría ser irreversible para el año 2030, según ha dicho la propia ONU.
Sin embargo, esto no significa el fin de la humanidad, sino el comienzo de una nueva etapa. Los países que aparecen en este mapa están tomando acciones para modificar la narrativa mundial. Así, en un planeta donde el petróleo ya no es una opción, no queda más que evolucionar hacia un futuro sustentable. Muchas de las naciones que aparecen en este mapa podrían hacer el cambio total hacia las energías renovables en 10 años.
El mapa fue realizado con datos del Banco Mundial, específicamente aquellos del programa Energía Renovable para Todos y recolectados de 1992 a 2016. El mapa mide la energía renovable en términos de consumo total. Esto quiere decir que los países con mayor porcentaje otorgaron más opciones de energías sustentables a sus habitantes.
En el primer lugar se encuentra Somalia. Del consumo total de energía en este país, el 94% fue renovable.
Muchos de estos países podrían abandonar las energías fósiles justo a tiempo para frenar la catástrofe climática. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Cell, esto podría ocurrir sin que la economía de estas naciones se vea afectada. Por lo tanto, no hay motivos para seguir dependiendo del petróleo. La evolución hacia las energías renovables es lo de hoy, una transformación necesaria para alcanzar la soberanía energética de cada país y fundar una existencia totalmente sustentable.
Los países en verde oscuro son los más avanzados en energías renovables. ¿Ves al tuyo en este mapa?