Por: Ecoticias
Investigadores de la Universidad de California en Irvine (UCI), en Estados Unidos han descubierto la acción molecular que otorga al cilantro sus efectos terapéuticos, según un artículo publicado en ‘FASEB Journal’.
Las hierbas, incluido el cilantro, tienen una larga historia de uso como anticonvulsivos de la medicina popular.
Hasta ahora, muchos de los mecanismos subyacentes de cómo funcionaban las hierbas seguían siendo desconocidos, pero los investigadores han descubierto la acción molecular que permite al cilantro retrasar efectivamente ciertas convulsiones comunes en la epilepsia y otras enfermedades.
“Descubrimos que el cilantro, que se ha utilizado como un medicamento anticonvulsivo tradicional, activa una clase de canales de potasio en el cerebro para reducir la actividad de las convulsiones –apunta Geoff Abbott, PhD, profesor de Fisiología y Biofísica en la Facultad de Medicina de la UCI–.
Específicamente, encontramos que un componente del cilantro, llamado dodecenal, se une a una parte específica de los canales de potasio para abrirlos, reduciendo la excitabilidad celular. Este descubrimiento específico es importante ya que puede conducir a un uso más efectivo del cilantro como anticonvulsivo, o a modificaciones de dodecenal para desarrollar fármacos anticonvulsivos más seguros y efectivos”.
El estudio explica la acción molecular del cilantro como un activador del canal KCNQ altamente potente. Esta nueva comprensión puede llevar a mejoras en la terapéutica y al desarrollo de fármacos más eficaces.
Los investigadores evaluaron los metabolitos de la hoja de cilantro y revelaron que uno, el aldehído graso de cadena larga (E) -2-dodecenal, activa múltiples canales de potasio, incluida la isoforma neuronal predominante y la isoforma cardíaca predominante, que son responsables de regular la actividad eléctrica en el cerebro y corazón.
También se encontró que este metabolito sintetiza la acción anticonvulsiva del cilantro, lo que retrasa ciertas convulsiones inducidas químicamente. Los resultados proporcionan una base molecular para las acciones terapéuticas del cilantro e indican que esta hierba culinaria ubicua es sorprendentemente influyente en los canales de potasio clínicamente importantes.
El uso documentado de medicinas populares botánicas se remonta hasta los albores de la historia humana. Existe evidencia de ADN, que data de hace 48.000 años, que sugiere el consumo de plantas para uso medicinal por parte de ‘Homo neanderthalensis’. La evidencia arqueológica, que data de 800.000 años, sugiere un uso no alimentario de plantas por parte de ‘Homo erectus’ o especies similares.
Actualmente, la evidencia de la eficacia de las medicinas populares botánicas varía desde anecdóticos hasta ensayos clínicos. En muchos casos, estos ‘medicamentos’ se consumen actualmente, a menudo a gran escala, como alimentos o saborizantes.
El cilantro es un ejemplo. Ha sido consumido por seres humanos desde hace al menos 8.000 años. Se encontró en la tumba de Tutankamón y se cree que fue cultivada por los antiguos egipcios.
“Además de las propiedades anticonvulsivas, el cilantro también reveló efectos anticancerosos, antiinflamatorios, antifúngicos, antibacterianos, cardioprotectores, para la salud gástrica y analgésicos”, concluye Abbott.
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