5 cosas que puedes hacer para reducir la contaminación ambiental
Como sabes, la ciudad de México se encuentra intermitentemente en contingencia ambiental. La ciudad ya no es un lugar amable y saludable para vivir. ¡Pero nosotros podemos contribuir a transformarla! Los ciudadanos podemos sumar nuestros esfuerzos individuales para lograr un impacto positivo en nuestra ciudad.
Para prevenir y caer nuevamente en contingencia ambiental tú puedes reducir la contaminación con algunas de estas acciones:
Conoce la red y servicios de transporte público. Hay disponibles mapas de la red del metro, Metrobús, RTP, tren eléctrico y trolebús con sus horarios, tarifas y servicios, así como diferentes APP de servicios de taxis. Usar zapatos cómodos, llevar cambio, no cargar más que lo indispensable y vestirse adecuadamente al clima hará tu viaje más agradable.
Aprende a ser intermodal. Usar diferentes modos de transporte puede agilizar tus traslados en la ciudad. Hacer un tramo a pie, otro en Ecobici, otro en transporte público y un tramo en automóvil puede hacer tus viajes más rápidos y cómodos. Usar bicis plegables puede ser muy eficiente en la ciudad pues te permite pedalear en donde las distancias y tus necesidades lo permitan y subirla al transporte público en donde te sea necesario. Experimenta con tiempo suficiente para que no te estreses y pierdas horas o días laborables.
Comparte tu auto. Organizarte con colegas del trabajo, otros padres de familia o compañeros de escuela para compartir el auto, puede ahorrarte viajes en auto o tramos de uso del transporte público. Estos viajes compartidos crean oportunidades de convivencia además de ahorrar viajes motorizados.
Camina y anda en bici. Cuando puedas, camina y pedalea. En la Ciudad de México el 60% de todos los viajes son menores a 6 kms. recorrido que puede hacerse en 20 minutos o menos. Además de reducir un viaje motorizado y todos sus inconvenientes (lidiar con el congestionamiento y encontrar estacionamiento) podrás hacer un ejercicio ligero diario que mejorará tu salud y estado de ánimo. En lo posible, elige una ruta arbolada, con poco tráfico que te resulte agradable.
Conoce y respeta el Reglamento de Tránsito. La velocidad moderada, el respeto al peatón y al ciclista, no estacionarse en lugares prohibidos o exclusivos para personas con movilidad limitada, no invadir los pasos peatonales, no estacionarse en doble fila, o abstenerse de violar “tantito” el reglamento ayudan a que el tránsito de todos sea más seguro, ágil y ordenado. Muchos automovilistas no lo respetan con la justificación de que el camión de basura, el repartidor, el microbús o taxi no lo respeta…y con esa justificación se transforman en parte del problema y no de la solución. Acusarse unos a otros no le ayuda a nadie. Seamos el cambio que la ciudad y cada uno de nosotros necesita.
Ya sea que te muevas en auto, transporte público o a pie, tu actitud de respeto y consideración a los demás pueda hacer la ciudad mejor para todos, empezando por ti mismo. Lo cortés no quita lo chilango. Hablar en voz baja, ceder el paso o el asiento, ayudar a una persona de edad o con movilidad limitada, ayudar a una madre con carriola, descender del transporte por la puerta trasera, dar las gracias a quien es amable con nosotros, sonreír, son acciones que hacen mejor nuestra experiencia de la ciudad. No nos cuestan nada y sí hacen una gran diferencia para todos.
¿Tienes otras ideas para prevenir juntos las contingencias ambientales causadas por la contaminación? ¡Compártenoslas!