¿CÓMO CREAR BATERÍAS QUE SE RECARGAN CON EL MOVIMIENTO?


¿Cómo crear baterías que se recargan con el movimiento?

La autonomía de los teléfonos móviles es algo que preocupa mucho a los consumidores. Con los avances tecnológicos que requieren más potencia y con la idea de hacer diseños cada vez más finos, son muchos los terminales que, en el día a día, se acaban teniendo que cargar al menos una vez

El MIT, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos), ha publicado un estudio en el que hablan de cómo es posible crear un sistema energético, una batería, que se recargue solo con el movimiento que realiza el usuario. Es decir, que si el usuario se desplaza con su dispositivo encima, el teléfono se carga solo. La autonomía de los teléfonos móviles es algo que preocupa mucho a los consumidores. Con los avances tecnológicos que requieren más potencia y con la idea de hacer diseños cada vez más finos, son muchos los terminales que, en el día a día, se acaban teniendo que cargar al menos una vez. Pues bien, el instituto quiere que esto – en la mayoría de las veces una tortura para los usuarios – desaparezca en aras de crear algo mejor, más duradero y, sobre todo, autónomo y renovable, dos palabras que a más de uno conseguirán conquistarle. Se trata de una tecnología electro-química basada en la “ligera flexión de un sandwich de láminas de metal y polímero que se sumergen en electrolito líquido”, según apuntan en el comunicado oficial. Esta idea está destinada a crear, recoger y almacenar energía que procede de movimientos y actividades naturales que puede realizar cualquier persona, como es la acción de caminar.

Al tratarse de placas ligeras y flexibles, es posible adaptarlas a dispositivos ‘wearables’ y eliminar posibles problemas de mucho estrés mecánico gracias a los materiales. Además, es un sistema muy parecido al de las baterías de iones de litio, con lo que podría ser producido masivamente de una forma más o menos barata, según afirma un profesor que pertenece al equipo de creación, Ju Li. Cuando una de estas “baterías” se dobla, su composición origina diferentes presiones que empujan los iones de litio a través del polímero que la compone. Este paso del material produce, a su vez, cierto voltaje y corriente eléctrica que circula por un circuito eléctrico con dos electrodos que envían la electricidad a otros dispositivos para que éstos sean cargados. Ya existen ideas relacionadas con los conceptos de la presión y el movimientos, pero, por las características que ofrece este sistema, sería relativamente sencillo incorporarlo a los aparatos electrónicos habituales en la vida de las personas.

http://www.ecoticias.com/energias-renovables/110780/crear-baterias-recargan-movimiento

LECCIONES APRENDIDAS TRAS UN AÑO SIN DUCHARME

Lecciones aprendidas tras un año sin ducharme

Hoy ha pasado un año desde mi última ducha. Sí, sé que suena loco y por supuesto que hace un año habría estado de acuerdo con usted. Yo era un chico que se duchaba regularmente los primeros 26 años de mi vida. Bueno, tal vez no todos los días, pero casi.

Una historia de superación, convicción y respeto al medio ambiente como la de Lauren Singer, que ha estado 2 años sin generar basura. También nos viene a la cabeza aquella historia de Mark Boyle, que consiguió vivir dos años sin dinero.

Así que se preguntaran ¿cómo termina un tipo normal sin ducharse 365 días?

Todo comenzó con un largo paseo en bicicleta a través de América para promover la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Me obligué a cumplir un montón de reglas para dar ejemplo. La norma era que el agua solo podía ser obtenida a partir de fuentes naturales, como lagos, ríos, la lluvia o de fuentes alternativas como grifos que gotean. Y seguí la regla estrictamente, con el objetivo de mostrar lo poco que necesitamos para vivir.

En 100 días de ruta en bicicleta no tome ninguna ducha, lo que supuso un gran esfuerzo. Pero todo había salido tan bien que decidí continuar sin ducharme. Me puse una nueva meta, 6 meses, y cuando pasó ese tiempo me di cuenta de que también podría estar un año completo sin una ducha.

Así que aquí estoy ahora, un año después, para contar la historia de mi año sin una ducha.

Me imagino que todos están pensando que doy asco, ¿verdad? Que huelo como el monstruo de la ciénaga o algo así…

Aprendí que al vivir respetando la naturaleza, no necesitaba productos cosméticos. Solo con utilizar un poco de jabón, pasta de dientes, y aceites esenciales, con esto tenía cubiertas mis necesidades. No necesitaba usar colonias, desodorantes, champú, lociones o cualquier otro producto lleno de productos químicos . Y ¿adivinen qué? No me faltaban amigos!…

Fuente: http://ecoinventos.com/lecciones-aprendidas-tras-un-ano-sin-ducharme/