La transformación de la agricultura es urbana

frijolJapón presenta un nuevo modelo de agricultura en un edificio, El urban farm de Pasona Group.

¿Puedes imaginar un pequeño campo de arroz en el lobby de tu oficina o jitomates colgado de la sala de juntas?

Más de 2.000 millones de personas viven en ciudades. El enjambre se ha convertido en el hábitat natural de gran parte de la población del planeta. Y la tendencia continuará. Se calcula que para 2050, el 66% de los 9.000 millones de habitantes del planeta vivirá en núcleos urbanos.

Las metrópolis sirven de refugio, pero a cambio se cobran su precio: pese a que solo suponen el 5% de la superficie terrestre, son las responsables del 70% de la factura de la luz y de un porcentaje similar de emisiones de gases de efecto invernadero cada año. El hombre moderno necesita el enjambre, algunos incluso lo aman, pero su consumo de recursos es, desde hace tiempo, descontrolado y a todas luces insostenible.

El Urban Farm brota como un oasis en pleno centro del distrito financiero de Chiyoda

En un mundo vertebrado por metrópolis superpobladas, donde cada vez es más evidente que el actual sistema de producción alimentario contribuye al cambio climático, a la pérdida de especies y al empeoramiento de la calidad del agua y el aire, la tecnología y los cambios de hábitos deben salir al rescate.

En Tokio (Japón) —la urbe más grande del planeta con 38 millones de habitantes— la empresa de consultoría y recursos humanos Pasona Group trabaja desde hace más de una década en buscar soluciones para el sector de la agricultura. Su sede central se encuentra en el corazón del distrito financiero de Chiyoda, en un edificio de nueve plantas forrado de vegetación y en cuyo interior los empleados conviven con huertos de todo tipo. Desde arrozales hasta tomateras colgantes, desde plantaciones tradicionales de quinua hasta campos de lechugas que no necesitan tierra.

En sus cerca de 20.000 metros cuadrados de oficinas, el Urban Farm —del inglés “granja urbana”, que es como la empresa ha bautizado al edificio— dedica 3.995 metros cuadrados (un 20% de las instalaciones) a espacios verdes.

La experimentación con nuevas técnicas de cultivo puede abrir puertas a un mundo más eficiente

 

Fuente: AJ+ y El País

 

Plástico biodegradable con cáscaras de plátano

Plastico platanoEstudiantes mexicanos crean plástico biodegradable con cáscaras de plátano

Tres estudiantes mexicanos de bachillerato José Edmundo Balderas Castro, de 17 años; Israel Daniel Hernández García, de 18, y Aranza Meza Dorantes, de 17 años, viajarán a Londres para presentar en un foro internacional de ciencia el proyecto “Plástico Biodegradable con cáscaras de plátano”, con el que buscan dar solución a los problemas derivados del uso excesivo de los plásticos convencionales.

Buscan una solución a los problemas de contaminación que generan los plásticos tradicionales, que tardan de 100 a 1.000 años en degradarse.

Inspirados en un proyecto desarrollado por una joven de Turquía, estos estudiantes decidieron consolidarlo y mejorarlo para que el material tuviera mayores funciones. 

Los productos que hacen posible la creación de plástico biodegradable son, además de la cáscara de plátano, la fécula de maíz, el vinagre y la glicerina. Al cabo de 24 horas al sol esta mezcla se convierte en un material plástico que está todavía en una fase experimental.

Con apenas dos cáscaras de plátano se pueden crean placas de 50 por 50 centímetros con un costo total que no pasa de 14 pesos (0,76 dólares).

Conoce aquí, más sobre ellos y sus planes.

Fuente: Agencia EFE