Las plantas de interior son un buen negocio para la salud y el espíritu. Alegran la vista y mejoran la sensación de confort y bienestar. Su simple presencia en una habitación, sobre la mesa de trabajo o en cualquier otro espacio interior transformará el hábitat y logrará una mejor calidad ambiental, entre otras ventajas prácticas que repasaremos en este post.
En efecto, las plantas son una apuesta por un mundo más verde que, -salvo casos puntuales de alergias o de peligro tóxico para niños o mascotas-, resulta beneficioso para toda la familia. Siempre que no abusemos de pesticidas y abonos químicos, rodearnos de ellas es una forma económica y ecológica de hacer más agradable y sano el entorno doméstico o laboral.
Ya sea para purificar el aire, para refrescarlo, con el fin de adornar una estancia o de tener cerca un pedacito de naturaleza, las plantas de interior nos proporcionan diferentes beneficios, entre ellos los cinco siguientes:
- Oxigenan la atmósfera: Purificar el aire de nuestro hogar o lugar de trabajo será sencillo si colocamos unas cuantas plantas, distribuyéndolas de forma que los efectos abarquen el mayor espacio posible. Pero la sensación de limpieza será doble, por un lado la obtenida gracias a la filtración de partículas tóxicas, como veremos a continuación y por otro a consecuencia de la producción de oxígeno. De hecho, las plantas lo producen durante el día mediante la fotosíntesis y si bien durante la noche emiten CO2, el balance final es positivo, con lo que podemos afirmar que las plantas oxigenan el ambiente de un modo positivo para nuestra salud.
- Humificadores naturales: Además de depurar y oxigenar la atmósfera, aumentan la humedad ambiental, refrescando la temperatura en verano y atenuándola en invierno, aunque para notar los efectos sería necesario tener una masa verde importante, es decir, un buen número de plantas de buen tamaño. Por lo tanto, será especialmente beneficioso tener plantas en ambientes que suelen resecarse, como estancias climatizadas o en zonas donde la humedad relativa es insuficiente, ayudándonos a prevenir los síntomas propios de estas situaciones, como problemas respiratorios o piel reseca. Según un estudio, la especie Raphis Marantha aumenta la humedad del aire en un 5 por ciento.
- Purifican el aire de químicos: Como hemos apuntado, las plantas son una especie de pulmones vegetales, capaces de sacar provecho de los tóxicos volátiles, ya que los transforma en materia orgánica mediante una eficaz descomposición metabólica con la que se alimentan. Gracias a su absorción, nosotros nos beneficiamos de un aire más puro, libre de partículas en suspensión perjudiciales para nuestra salud.
- Decoran y mejoran la calidad de vida: La presencia de plantas en espacios interiores animan la decoración y también son positivos para nuestra psique. El contacto visual con la naturaleza es una forma de recuperar el equilibrio perdido en entornos grises, sin olvidar la alegría que da ver cómo van creciendo, floreciendo o recuperándose de ese problema que estamos intentando solucionar para que vuelvan a recuperarse y lucir como antes. Además de ser elegantes y multicolores, las plantas nos ayudan a concentrarnos, a tener mejor humor y a desarrollar actividades laborales o de estudio de un modo más eficaz.
- Eliminan el polvo: ¡Y, por último, sorpresa, sorpresa! Porque, en efecto, también nos quitan trabajo, pues evitan que se acumule demasiado polvo sobre mesas, muebles y demás superficies horizontales. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Washington, una de las grandes virtudes de las plantas es precisamente ésta. El trabajo concluyó que una concentración de plantas de entre un 2 y un 5 por ciento del espacio logra reducir hasta un 20 por ciento del polvo.
Por: Ana Isan, ecologiaverde.com