Máquina transforma las heces humanas en electricidad y agua potable

maxresdefault El OmniProcessor se trata de un nuevo tipo de planta de tratamiento de residuos de bajo costo, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates y diseñada por la compañía Janicki Bioenergía.

Usando una mezcla innovadora de energía de vapor y filtración de agua, de acuerdo con Gates y su Fundación, esta planta puede convertir hasta 14 toneladas de aguas residuales en agua potable y electricidad cada día. La planta recoge las heces humanas de aguas residuales, que pasan por una fase de secado, en la que entran en una especie de horno a alta temperatura. Gracias a ello, se genera un calor que se transforma en electricidad y además, en esa misma fase, se consigue agua totalmente limpia para poder consumirse. También crea una ceniza no tóxica como subproducto, ceniza que contiene fósforo y potasio y puede ser utilizada como fertilizante.

 

Ahora que un prototipo está en marcha en Washington, la fundación espera llevar la planta OmniProcessor a la India, África y otras partes del mundo en vías de desarrollo.

 

Según la Fundación, cada planta de aproximadamente 1.5 millones de dólares puede procesar las aguas residuales de una comunidad de cerca de 100,000 habitantes.

 

Los beneficios potenciales son enormes. El 40% de la población global carecen de saneamiento adecuado. Alrededor de 1.5 millones de niños mueren cada año por la ingesta de agua y alimentos contaminados y en los hospitales en países en vías de desarrollo, la mitad de los pacientes ingresan por problemas con el agua y el saneamiento. Es más, todo esto supone una presión económica a dichos países. Por ejemplo, en la India, las malas prácticas de saneamiento cuestan al país cerca del 6,4% de su PIB.

 

Bill Gates comenta que el OmniProcessor puede ayudar a resolver estos problemas, porque es mucho más eficiente que las plantas de tratamiento ordinarias. Las depuradoras modernas se alimentan de electricidad de la red, liberan vapor de agua a la atmósfera, y, a menudo, compran gas natural para crear suficiente calor para quemar el lodo húmedo. Sin embargo el OmniProcessor, recupera la energía desperdiciada para volverla a usar.

 

La esperanza reside en que el negocio de procesamiento de aguas residuales pase de generar costos a generar beneficios, cuando los operadores locales- gobiernos o empresarios filantrópicos- cobren por la electricidad y el agua que la máquina produce.

 

El próximo mes, el equipo Janicki viajará a Dakar, Senegal para reconstruir el OmniProcessor y, por primera vez, probarlo en el mundo subdesarrollado.

Desarrollan aerogeneradores sin aspas

vortex-bladeless-1000x600El proyecto Vortex trata de evolucionar los aerogeneradores actuales de 3 aspas hasta aerogeneradores sin aspas. Una segunda generación de aerogeneradores que pueden generar la misma energía que los tradicionales, pero con un claro ahorro en costos de producción – explotación y otras ventajas medioambientales – paisajísticas.

 

Son aerogeneradores totalmente diferentes a los actuales tanto en su forma como en la manera de generar energía. Los responsables del proyecto Vortex son David Suriol, David Yáñez y Raúl Martín, socios en la empresa Deutecno. La simplificación del sistema consigue un ahorro en materiales, transporte y mantenimiento que hará que con el mismo euro, se genere hasta un 40% más de energía, más económica y eficiente.

En 2006, David Yáñez, presentó la primera patente. Desde ese momento no han parado de trabajar en este proyecto. Construyeron su propio túnel de viento para pruebas en una garaje de Avila, donde han llegado a probar un prototipo de 3 metros. Hasta que este año, Repsol ha seleccionado el proyecto Vortex para su proceso de incubación de empresas. Así tendrán la oportunidad de convertir un proyecto de laboratorio en un producto de mercado.

El dispositivo consiste en un cilindro vertical semirrígido, anclado en el terreno y que incluye materiales piezoeléctricos. La energía eléctrica se genera por la deformación que sufren esos materiales al entrar en resonancia con el viento. O como explica David Suriol de forma más coloquial “Es como poner un bate de beisbol al revés, hacia arriba, y que oscila”.

Algunos de los beneficios de estos nuevos aerogeneradores son:

– No generan ruido.

– No producen interferencias con los radares.

– Menor coste de materiales y montaje.

– Costes de mantenimiento más reducidos.

– Reduce el impacto medioambiental.

– Más eficiente. Produce energía limpia mas barata.

– Funciona ante un mayor rango de velocidades de viento.

El proyecto Vortex consiguió el primer premio de la categoría Energy en The South Summit 2014.

En 2016 ya se podría tener la primera unidad de este aerogenerador sin aspas, gracias al apoyo inicial de Repsol y de doce inversores privados. El precio de mercado sería de unos 5500 euros.

La energía eólica es, sin ninguna duda, la energía limpia que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años. Los dispositivos hasta ahora empleados son los denominados aerogeneradores multipala. A pesar de las notorias e indiscutibles mejoras tecnológicas que han ido alcanzando, este sistema presenta diferentes aspectos susceptibles de mejora. La nueva tecnología de Vortex Bladeless SL, pretende dar solución a muchos de ellos.

La reducción drástica de los costes de fabricación y mantenimiento (eliminación de partes móviles), el funcionamiento ante un mayor rango de velocidades de viento, la ausencia de ruidos y el bajo centro de gravedad, hacen que pueda considerarse como un revolucionario salto tecnológico y la alternativa natural a la tecnología existente.