Una máquina recicladora de papel creada por alumnos de 11 años, proyecto más innovador de Joinlab

Por: Ecoticias

Un total de 229 alumnos de sexto de primaria pertenecientes al Programa de Enriquecimiento Educativo de la Comunidad de Madrid han participado en la presente edición de Joinlab, que ha premiado el proyecto de una maquina recicladora de papel de la Organización Recicladora de Papel Ecológico (O.R.P.E.)

Esta organización que recicla papel en casa para ayudar a las familias a ser más ecológicas tiene como objetivo ayudar a las escuelas, universidades y empresas a reciclar más y ser más ecológicos. Según el jurado este es el proyecto más innovador de la sexta edición de Joinlab, el taller de jóvenes innovadores de la Fundación Universidad-Empresa y la Fundación CEIM con el apoyo de la Comunidad de Madrid.

Una máquina recicladora de papel creada por alumnos de 11 años, proyecto más innovador de Joinlab

Otro de los proyectos ganadores, en concreto el más viable, ha sido para D.CAP, que propone pasos de cebra iluminados. “Hemos llevado a cabo este proyecto para evitar accidentes en los pasos de peatones”, ha afirmado los alumnos promotores de este proyecto. El proyecto más responsable socialmente ha sido Recicreando, una aplicación para motivar a las familias a reciclar y reducir así la contaminación del planeta. Por otra parte, el que promueve un estilo de vida más saludable es Blue Planet, un sistema de reciclado de agua para viviendas.

La mejor presentación ha sido para Plastuks, un robot tiburón que limpia el fondo de los océanos, y el proyecto con mayor impacto ha sido para OCO2 un sistema de reciclaje de aire para ciudades.“Las partículas de carbono se almacenan en un depósito para ser destruidas por microalgas mientras que las partículas de oxígeno salen al exterior”, han explicado los alumnos del proyecto.

Además de estos ganadores, la organización ha querido hacer dos menciones especiales al trabajo en equipo para Dronscorp, un dron que persigue ladrones para evitar robos en comercios, y Pet Boom, un sistema de transporte para mascotas. La sesión final de Joinlab se celebró el pasado mes de marzo en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid. La iniciativa sirve para que los jóvenes reflexionen sobre las necesidades de la sociedad y hagan propuestas innovadoras para cambiar el entorno.

Esta organización que recicla papel en casa para ayudar a las familias a ser más ecológicas tiene como objetivo ayudar a las escuelas, universidades y empresas a reciclar más y ser más ecológicos.

Fuente: www.ecoticias.com

Grandes marcas están reutilizando envases para sus productos (todo gracias a una pequeña empresa)

La gran tendencia ahora será la de reutilizar nuestros envases.

Por: Ecoosfera

Cuando se trata de irradiar la conciencia contemporánea que el mundo necesita, no importa si somos pequeños o grandes: lo podemos lograr. Una prueba contundente está en la empresa Loop, que tuvo la oportunidad de presentar su línea de envases reutilizables en el Foro Económico Mundial en Davos de este año, el mismo al que fue una pequeña activista que está haciendo grandes cambios: Greta Thunberg.

Desde aquel día, Loop acumuló una gran lista de grandes marcas que desean realizar programas piloto con sus envases, para eventualmente lanzar sus productos al mercado bajo la premisa del zero waste, o cero desperdicio.

Loop ha hecho tratos con más de dos docenas de grandes marcas; entre ellas, Coca-Cola, Quaker, Danone, Nestlé y Unilever.

envases-zero-waste-loop-reutilizables-sustentables

No obstante, para que esta nueva tendencia tenga éxito también hará falta mucha voluntad por parte de los consumidores. Y es que nos han vuelto dependientes del plástico –por eso este material es tan omnipresente–, así como del ciclo usar-tirar. Los envases zero waste nos obligarán a entrar en otra dinámica, pero también dependerá de que nosotros estemos dispuestos a ello. Es urgente que entendamos que nada debe ser un desperdicio: todo puede transformarse.

Loop es parte de TerraCycle, una compañía con sede en Nueva Jersey que se dedica a recolectar desechos difíciles de reciclar (cajas de jugo, cápsulas de café, guantes de plástico y filtros de cigarrillos), mismos que convierte en nuevos productos. En el camino se ha asociado con marcas de consumo, minoristas, fabricantes, municipios y pequeñas empresas en más de 20 países.

¿Cómo funcionarán los envases zero waste?

Los envases zero waste necesitarán de este modelo de negocio sustentable, para lo cual deberán ponerse en marcha servicios de recolección a través de contenedores especiales, en los cuales almacenar todos los empaques. Además, según el esquema diseñado por TerraCycle, los productos deberán ser pedidos en línea.

Si bien esto traerá consigo grandes cambios a nuestro estilo de vida, lo cierto es que es lo único que puede salvarnos. Porque, al parecer, reciclar no es suficiente. Según Greenpeace, debemos cambiar radicalmente la manera como consumimos, ya que ni siquiera toda la infraestructura está logrando niveles de reciclaje comparables a nuestro desaforado consumo. El ejemplo está en España, país donde, pese a todos los esfuerzos, sólo se está reciclando el 22% de la basura, según el informe Maldito plástico, de Greenpeace España.

Esto, y el hecho de que el reciclaje también consume gran cantidad de recursos y espacio, requiere de que llevemos más allá la lucha por una vida sustentable. Porque de no corregirse esta balanza entre lo que consumimos y lo que podemos restituir, muy pronto el planeta nos pasará la factura.

Así que lo que Loop plantea es que todos trabajemos en sintonía para regresar a un modelo al estilo del que se usaba hace años, cuando los lecheros –o milkmen, en inglés– dejaban la leche en la puerta de las casas. Eso, no obstante, implica una sinergia entre las empresas, el gobierno, nosotros y los intermediarios.

¿Estamos listos para ello? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que debemos estarlo.

Fuente: www.ecoosfera.com

Cómo hacer la compra sin plástico, envases y empaques desechables

¡Hacer la compra sin plástico, sin envases y sin empaques de un sólo uso es posible!

Por: Eco blog Nonoa

Si no es al 100%, vamos a intentar reducirlos al máximo.

El 40% de los residuos que generamos en el mundo proceden del embalaje de los alimentos. Bandejas de carne, de pescado, de embutidos, tetrabrik de leche, paquetes de galletas, cartones de huevos, enlatados, conservas, paquetes de pastas, de arroces… prácticamente todo viene empacado. Tanto es así, que hoy en día es misión “casi imposible” encontrar alimentos o cualquier cosa que necesitemos, sin embalaje. Y lo peor de esto es que todo ese embalaje es para tirar una vez que hayas consumido el producto.

¿Sabías que cada 5 minutos se generan 2 millones de toneladas de estos residuos a nivel mundial? 

Son cifras alarmantes que dejan claro que se necesita una reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible. 

A veces hay que dar pasos hacia atrás para poder seguir avanzando. Y es que si hacemos un viaje a un pasado no tan lejano, veremos que prácticamente no existían embalajes de un sólo uso. Todos iban con sus bolsas de tela, sus cestas y sus botellas de vidrio retornables.

Son muchos los beneficios que obtendría tanto nuestro planeta cómo nosotros mismos, si compráramos y consumiéramos de una manera más consciente, responsable y sostenible. E aquí algunos de ellos en los que me he permitido incluir además, los beneficios mentales y emocionales, ¡que no son pocos!

Ahorraríamos miles de millones de toneladas de residuos a la Tierra. Y eso se traduciría en más vida marina, terrestre y aérea. Más naturaleza, menos deforestación, océanos más limpios, vertederos más vacíos, menos contaminación, menos emisiones de CO2 a la atmósfera, menor explotación de recursos…

También aumenta nuestra capacidad resolutiva, encontrando alternativas donde ni siquiera imaginábamos que había. Y aumenta la concentración, porque a la mínima que te despistas te cuelan una bolsa de plástico o te empaquetan lo que compras, ¡aunque no lo hayas pedido! (Esta es posiblemente la situación más común cuando decides cambiar tus hábitos, pero no desesperes, sólo será  hasta que te conozcan y entiendan que NO quieres plástico ni otros envoltorios).

Además, te divertirás y reirás mucho. Las caras de la gente y los comentarios que recibirás son mayormente muy divertidos y cómicos, a cada cuál mejor. En casa, muchas veces hacemos repaso de las situaciones tan simpáticas y surrealistas con las que nos hemos encontrado.

Y un detalle importante… la satisfacción personal que se siente siendo útil en la contribución de un mundo mejor no tiene precio.

A más a más, comprar de una manera más sostenible hará que ahorremos tiempo y dinero, aunque se piense lo contrario, porque comprarás exactamente lo que necesitas, sin dejarte seducir por propagandas, empaques llamativos y productos muuuy apetecibles. O si no piensa… ¿cuántas veces has ido al supermercado y has salido con mucho más de lo que ibas a comprar? ¡a mí me pasaba cada vez que iba!

Comprar sin envases – Por donde empezar

Lo primero que te recomendaría es comprar en tiendas locales. NO es más caro, estarás contribuyendo a la riqueza de tu ciudad y seguramente consumirás productos de mayor calidad y de proximidad. Además una vez que te conocen como la/el que compra sin plástico, todo se hará más fácil.

Al principio se hace un poco engorroso preparar tus bolsas y recipientes para hacer la compra, pero como todo en esta vida, es cuestión de organizarse. Una vez lo tienes dominado, todo será más simple. Uno de mis trucos para no perder tiempo preparando las cosas, es tener siempre en el carro de la compra las bolsas de tela. Cada vez, después de utilizarlas o lavarlas, las vuelvo a guardar en el carro, de esta manera siempre están ahí y no me preocupo de que se me olviden, y sólo tengo que añadir al carro, tuppers y botes si los voy a necesitar. A mí personalmente me resulta muy cómodo utilizar un carro de la compra en lugar de llevarlo todo en bolsas de tela grandes, sobretodo si tenemos en cuenta el peso.

1. Fruta y Verdura

Lleva tus propias bolsas de tela y recipientes. Te las puedes hacer tu mismo (DIY), o comprarlas. Yo tengo de varias marcas, y también otras que me coció mi madre con los retales de una cortina que se hizo. Personalmente me gusta la idea de que sean de algodón orgánico, ya que el 25% de los pesticidas que se utilizan a nivel mundial van destinados al algodón, y además que sean de comercio justo donde la riqueza está repartida de manera justa para todos. Y aunque el algodón orgánico es mi opción preferida, también las hay de poliéster (plástico reciclable), muy ligeras y semitransparente que van muy bien para los lugares donde no te hacen la TARA de la bolsa o quieren ver lo que llevas dentro (como los supermercados).

Evidentemente puedes utilizar bolsas de cualquier otro material, pero no está de más tener en cuenta su tiempo de degradación una vez tengamos que desecharla. Lo más importante es que puedas reutilizarla durante mucho tiempo

2. Granos, Pastas y Harinas

Compra a granel si tienes la posibilidad ¡Esta parte de la compra me encanta! Cómo no me quedan muy cerca de mi casa las tiendas a granel, hago la compra una vez al mes. Compro arroces, pastas, harinas, cafés, legumbres, frutos secos, etc. Suelen tener los productos alimenticios que más consumimos, muchos de ellos ecológicos, naturales y/o locales (km 0).

Una de las preguntas que más hace la gente es si comprar a granel es más caro. La respuesta es SÍ y NO. Es verdad que los precios generalmente son más elevados. Uno de los motivos es porque no se producen en grandes cantidades, pero esto se traduce en una calidad superior y lo notarás enseguida. Por otro lado, NO es más caro porque te llevas sólo lo que vas a consumir. A todos nos ha pasado que queremos probar el risotto (por ejemplo) y sólo queremos comprar 200 gr  pero tenemos que comprar 1 kg. A lo mejor ni te gusta y terminas tirándolo a la basura, o a lo mejor sólo quieres comprar un poco porque vas a hacer una comida especial y ya está. En cualquiera de los casos, cuando compramos alimentos envasados, solemos, inevitablemente, comprar más de lo que consumimos.

Igualmente, en las tiendas a granel tienen bolsas de papel, pero lo ideal es comprar sin utilizar desechables ya que el papel también representa graves problemas medioambientales.

Los huevos los puedes comprar sueltos en tiendas a granel, mercados, fruterías… lleva tu propio cartón de huevos para que te los pongan ahí y reutilízalo todo lo que puedas.

3. Carnes, Pescados y Embutidos

Al principio llevaba tuppers de plástico que ya tenía en casa porque pesan poco y cuando llegaba a casa lo pasaba todo a tuppers de vidrio, pero ahora voy directamente con tuppers de vidrio herméticos. En la pescadería y la carnicería les encanta que lleve de vidrio y es que la sensación es totalmente diferente a la que se tiene con el plástico. El vidrio es muy limpio y brillante y el plástico se va rallando y volviendo opaco con el uso por lo que da la sensación a veces de estar sucio. Igualmente para quesos y embutidos sigo llevando tuppers de plástico o wraps. Cada uno tiene que encontrar la manera que le vaya mejor. Eso sí, no olvides el carro de la compra si decides comprar con tuppers de vidrio porque pesan mucho.

4. Panadería

El pan es algo que consumimos a diario la mayoría de personas. Una bolsa, sea de papel o de plástico o de las dos cosas, cada día que compramos el pan, es insostenible, por lo que te animo a llevar tu propia bolsa de tela.

Me lo sirven en mis bolsas de tela, pero cuando el pan es muy grande, como suele ser el de montaña o pagès, me lo llevo en un paño de algodón que lo tengo exclusivamente para eso. Si voy a comprar bollería u otros dulces me lo sirven en mis tuppers o wraps, que es una muselina de algodón orgánico cubierto con una mezcla de cera de abeja, resina y aceite de jojoba,ya que es un sustituto genial al film de plástico y aluminio.

5. Cosas que no encontramos sin envasar

Aquí vienen los pecados jeje… Hay cosas que no encontramos sin envasar y otras las hemos sustituido o simplemente dejado de consumir.

Cosas que antes comprábamos preparadas y ahora hacemos nosotros

  • Las leches vegetales que antes comprábamos en tetrabrik, ahora compramos los frutos secos y nos la hacemos nosotros mismos (aunque prácticamente no las hacemos).
  • Hemos dejado de comprar zumos envasados y ahora nos los hacemos naturales o nos comemos directamente la fruta que está más rica. Si compramos, lo hacemos en vidrio.
  • Nada de comida congelada, todo fresquito del mercado.
  • Mayonesas y otras salsas nos las hacemos nosotros, y alguna que otra en vidrio.
  • Las pizzas ahora caseras 100% y no las cambio ¡por nada del mundo!
  • Cómo me gusta la repostería y a veces se usa leche, la he sustituido por leche vegetal , zumo natural o agua.

– Otros alimentos como el vinagre, salsa de soja, atún en conserva, y algunas otras cosas más, también las compramos en vidrio. Algunos con tapa de rosca, así después lo reutilizamos para guardar otros alimentos o lo reciclamos. Recordad que el vidrio es 100% reciclable infinidad de veces, así que al contenedor verde si no lo podéis reutilizar.

Y hasta aquí la primera parte de Cómo hacer la compra sin envases y empaques desechables. En la segunda parte hablamos de cómo comprar productos de limpieza e higiene personal sin envases.

¡Seguro que más de uno se siente identificado! jejeje

¿Y tú cómo haces la compra? me encantará que en los comentarios nos des más ideas para conseguir comprar sin residuos.

Fuente: www.ecoblognonoa.com

Los impactos económicos, sociales y ambientales de la moda rápida

Producir una camisa de algodón implica consumir lo suficiente para cubrir las necesidades de hidratación de una persona durante dos años y medio, reportan Elizabeth Reichart y Deborah Drew.

Por: Ecoosfera

Piensa en todas las prendas de vestir, como suéteres y bufandas, que fueron regaladas durante la temporada navideña pasada. ¿Cuántas veces serán usadas antes de ser desechadas?

Probablemente menos veces de las que crees. ¡Tan sólo lo equivalente a un autobús lleno de ropa es incendiado o depositado en algún vertedero cada segundo! El consumidor de ropa promedio compró 60 por ciento más prendas en 2014 que en el año 2000, y además conservó cada pieza menos de la mitad del tiempo que 14 años atrás.

moda-rapida-wri-1

Lejos están los días en los que las personas adquirían una camisa y la utilizaban durante varios años. En un mundo con una acelerada demanda de ropa, los consumidores pueden, cada vez más, permitirse adquirir ropa nueva después de haber usado otras prendas unas cuantas veces. Hay modelos de negocio enteros cimentados bajo la premisa de la “moda rápida”, que abastecen al mercado de ropa barata y rápida para que los consumidores la usen durante cortas y efímeras temporadas.

Este modelo lineal de comprar, usar y desechar rápidamente la ropa, afecta negativamente a las personas y a los recursos del planeta. Presentamos aquí un vistazo a algunos de los impactos económicos, sociales y ambientales de la moda rápida.

Impactos económicos

De acuerdo con la Fundación Ellen McArthur, la producción de ropa se ha multiplicado al doble durante los últimos 15 años, impulsada por el crecimiento de la población de clase media en todo el mundo y el aumento de las ventas per cápita en los países desarrollados. Se estima que para 2050, el Producto Interno Bruto global aumentará un 400 por ciento, lo que significará una mayor demanda de ropa.

Sin embargo, esto podría ser también una oportunidad para mejorar. Un reporte informa que, si se abordaran los problemas ambientales y sociales creados por la industria textil, habría beneficios económicos globales de hasta 192 mil millones de dólares para el año 2030. El valor anual de la ropa desechada prematuramente es de más de 400 mil millones de dólares.

moda-rapida-wri-2

¿Qué podemos hacer?

¿Cómo es una industria de ropa más sostenible y cómo llegamos a ella? Estamos empezando a ver algunos signos tempranos de una transición en la industria. Los modelos de negocio enfocados en extender el ciclo de vida de la ropa, como Rent the Runway y Gwynnie Bee, son los inicios de una industria que busca promover la reutilización en lugar del consumo rápido e irresponsable. Al igual que Netflix reinventó los servicios tradicionales de alquiler de películas y Lyft fue disruptivo en el sector del transporte, estamos empezando a ver opciones para que los consumidores arrenden la ropa en lugar de comprarla y guardarla en sus armarios. Idealmente, una especie de “fin de la propiedad” de la ropa podría ser implementada, si se consideran los impactos de esta inmensa industria en los empleos, las comunidades y el medio ambiente.

Las opciones actualmente disponibles que van en contra de la moda rápida, son sólo el comienzo del cambio radical que el mundo requiere. Pronto, las cadenas dedicadas a la industria textil deberán encarar este inmenso problema y separar su crecimiento financiero del uso excesivo de los recursos mundiales.

Para satisfacer de manera innovadora la demanda de ropa del mañana, las empresas deberán hacer lo que nunca antes han hecho: diseñar, probar e invertir en modelos de negocios que reutilicen la ropa y maximicen su vida útil. Para las compañías de ropa, ha llegado la hora de ser disruptivos.

Fuente: www.ecoosfera.com

Siete hábitos cotidianos que dañan el medio ambiente y cómo evitarlos

Costumbres diarias como fumar, conducir o tirar basura al retrete provocan más daños ambientales de lo que se piensa

Por: Alex Fernández Muerza

Fumar, consumir con frecuencia productos con aceite de palmao utilizar el coche privado, además de ser hábitos nocivos para la salud, lo son también para el medio ambiente. Y no son las únicas costumbres cotidianas con impactos ambientales. Los consumidores pueden realizar diversas acciones a diario, como las famosas tres erres del ecologismo (reducir, reutilizar y reciclar) para evitarlas.

Este post señala siete hábitos diarios que provocan daños al medio ambiente y que pueden evitarse con varios consejos.

1. Fumar

El tabaco causa la muerte de cientos de miles de personas en todo el mundo y provoca considerables impactos ambientales: contaminación, pérdida de biodiversidad, incendios forestales, deforestación de bosques y selvas, aumento del cambio climático, etc. Especialmente preocupantes son las consecuencias de las colillas: son el principal residuo recogido en el medio ambiente mundial, con millones de kilos diseminados por todo el planeta. Ningún otro producto de consumo masivo causa tanto daño desde su cultivo, producción, uso y desecho como el tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por tanto, dejar de fumar salva vidas y evita daños ambientes. Y si no se abandona dicho hábito, resulta esencial no arrojar las colillas al entorno, ya sea natural o urbano, ni tampoco al inodoro.

2. Consumir alimentos con aceite de palma

El tabaco es el producto de consumo masivo que más daño ambiental produce, según la OMS

El aceite de palma se utiliza en gran cantidad de alimentos. Su consumo no es recomendable para la salud por su alto contenido en grasas saturadas, ni tampoco para el medio ambiente. Su cultivo intensivo en Indonesia o Malasia ha destruido grandes bosques tropicales, ha puesto en peligro de extinción a gran cantidad de especies, como el orangután, ha incrementado las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), implicadas en el cambio climático, y ha dañado los hábitats de las zonas de cultivo.

Los consumidores pueden evitar estos productos fijándose en la información de sus etiquetas y buscando otras alternativas, preguntar en caso de duda y reclamar productos que no lo empleen.

3. Ir en coche para todo

El 94% de los españoles respira un aire con elementos contaminantes que superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe de Ecologistas en Acción. La polución causa más de 400.000 muertes prematuras en Europa cada año y su principal responsable son las emisiones del tráfico urbano, concluyen los informes más recientes de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

Los ciudadanos pueden usar y reclamar una movilidad más sostenible: viajar en transporte público, ir a pie o en bicicleta y combinar cualquiera de dichos sistemas. Y si no queda otra que emplear el vehículo privado, elegir un modelo menos contaminante, realizar una conducción eficiente o compartirlo con otras personas.

4. Tirar residuos al retrete

Toallitas, tampones, lejía, medicamentos, pinturas, restos de comida, etc. La lista de residuos que acaban en el inodoro y no deberían arrojarse es cada vez mayor y, con ello, su impacto ambiental y económico. La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) asegura que generan mayores costes, un mayor consumo energético y diversos daños ambientales, como problemas en ríos y mares.

Los ciudadanos deben evitar tirar dichos residuos por el váter y buscar alternativas para deshacerse de ellos, como el cubo de la basura o sistemas de reciclaje de residuos propicios para ello.

5. Depositar toda la basura doméstica en una sola bolsa

Separar los residuos domésticos y depositarlos en su contenedor para su posterior reciclado puede parecer un esfuerzo inútil, si no se conocen sus beneficios ambientales. Cada vez que se recicla, se evita llenar los vertederos y la extracción de nuevas materias primas, además de reducir el consumo de energía y la emisión de GEI. Una vez que los ciudadanos tienen claro cómo reciclar bien, se convierte en un hábito diario sencillo de realizar.

6. Usar productos de usar y tirar

El sistema de consumo actual del “usar y tirar” es insostenible en un planeta de recursos finitos. Además, sus impactos son cada vez más evidentes: crecimiento global de la huella ecológica, agotamiento de recursos naturales, aumento de los residuos, la contaminación y el cambio climático, etc. Los consumidores pueden asumir en su día a día las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), de manera que los impactos ambientales se minimizan.

7. Beber agua embotellada

El consumo de agua embotellada ha crecido de manera espectacular en los últimos años, incluso en lugares como España donde el suministro público garantiza agua potable de calidad. La extracción, envasado, transporte y su posterior eliminación genera toneladas de residuos y un gasto innecesario de recursos. Por ello, se puede disminuir su uso con envases reutilizables para el agua de grifo. También se ayuda solicitando agua corriente en los bares o restaurantes; sus responsables no deberían poner pegas, ya que se puede consumir con otro producto.

Fuente: www.consumer.es

Diez acciones para reducir nuestras emisiones de CO2

Los ciudadanos pueden hacer más de lo que creen para luchar contra el cambio climático

Por: Alex Fernández Muerza
EROSKI Consumer

Las excesivas emisiones de dióxido de carbono (CO2) que todos producimos están causando el cambio climático, una de las amenazas ambientales más importantes a las que se enfrenta el planeta de aquí a los próximos años. No obstante, los ciudadanos pueden hacer más de lo que piensan para reducir estas emisiones, y de paso ahorrar dinero y volverse más ecológicos.

Este post señala diez ideas para reducir nuestras emisiones de CO2.

1. Concienciarse del impacto de las emisiones de CO2

La comunidad científica subraya que el cambio climático es una realidad: vivimos en un calentamiento global causado por el dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos desde la revolución industrial. Los científicos advierten, además, de que el aumento global de temperaturas no debería superar los 2 ºC a final de este siglo en comparación con la época preindustrial. Dos grados pueden parecer insignificantes, pero a nivel terrestre supondrían consecuencias catastróficas. El Acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP 21), firmado por 195 países más la Unión Europea (UE), pretende ser el arranque definitivo para concienciar a la comunidad internacional y a los ciudadanos de que hay que tomar medidas.

2. Dejar el coche privado

Diversas medidas ayudan a reducir nuestras emisiones de CO2 y de paso ahorrar dinero

El uso masivo de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones de CO2. Uno de sus mayores causantes es el transporte por carretera: en España produce el 25% de las emisiones domésticas totales (en Europa, el 20%). Por si fuera poco, el fraude de varias compañías automovilísticas en las emisiones de CO2 de sus modelos hace que el problema sea peor de lo que se pensaba. La ecuación es sencilla: a menos uso del coche, menos emisiones. Si no queda otra que utilizarlo, al menos aprovecharlo al máximo, compartiendo su espacio con otros ocupantes, y practicar un estilo de conducción “ecológico”.

3. Practicar una movilidad sostenible

Frente al empleo del automóvil, la opción pasa por usar el transporte público y exigir que haya más y que sea más ecológico. Siempre que sea posible, es preferible ir a pie o en bicicleta en todos los desplazamientos, tanto de ocio como para ir al trabajo e, incluso, la opción de no desplazarse gracias al teletrabajo.

4. Aumentar nuestra eficiencia energética

Mantener el confort y nuestras necesidades cubiertas, a la vez que reducimos el gasto en energía y, con ello, las emisiones de CO2. Esta acción es posible gracias a la eficiencia energética. Diversas medidas pueden conseguir esta mejora, como la rehabilitación de la envolvente térmica del edificio o el empleo de electrodomésticos de alta eficiencia (A+ y superiores).

5. Consumir energía renovable

Una de las ventajas ambientales de las energías renovables es que no emiten CO2. Los consumidores pueden hacer uso de ellas al instalar en su casa un sistema de autoconsumo con paneles solares o al contratar alguna de las cada vez más numerosas empresas comercializadoras de electricidad renovable.

6. Seguir una dieta con baja huella de carbono

Los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI. Este porcentaje podría ser incluso mayor si se tuvieran en cuenta las fuentes de emisión indirectas, según diversos estudios. Seguir una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al medio ambiente. Para ello, hay que evitar los productos que necesitan más energía o recursos naturales, se transportan desde lejos o requieren de un complejo envasado.

7. Convertirse en un consumidor sostenible

Los consumidores sostenibles ahorran dinero y son respetuosos con el medio ambiente y, por ello, también son importantes en la lucha contra el cambio climático. Una regla sencilla para convertirse en uno de ellos es asumir las tres erres: usar la menor cantidad posible de productos (reducción) y aprovecharlos más de una vez (reutilización) antes de depositarlos en el contenedor adecuado (reciclaje).

8. Plantar árboles

Los árboles actúan como “sumideros de carbono”, es decir, retienen el CO2. Por ello, apoyar medidas que eviten la deforestación de los bosques y los incendios forestales o impulsen la plantación de nuevos árboles, en especial de especies autóctonas, contribuye a reducir el exceso de CO2 en la atmósfera. Los ciudadanos pueden participar en las cada vez más diversas iniciativas para plantar árboles.

9. Apostar por productos de kilómetro cero

Los productos de “kilómetro cero”, también conocidos como de “proximidad” o de “cadena corta”, se elaboran y comercializan de forma local. Por ello, reducen las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales del transporte internacional, a la vez que son más frescos y favorecen la economía y los alimentos cercanos al consumidor.

10. Reclamar más implicación institucional en la lucha contra el cambio climático

Los ciudadanos pueden -y deben- tener una participación activa en las actividades que influyen en su vida cotidiana, y el cambio climático es una de ellas. Las líneas de acción para exigir actuaciones que contribuyan a ello son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para reducir las emisiones de CO2, pedir más infraestructuras para aumentar la sostenibilidad, solicitar más información, etc.

Fuente: www.consumer.es

Ir de compras sin usar plástico es posible (y muy fácil)

Además, es menos tóxico para ti y para el planeta.

Por: Ecoosfera

Dependemos del plástico. O eso creemos, porque estamos tan repletos de este material tóxico que ya no podemos imaginarnos una vida sin él –aunque nuestros padres y abuelos vivían perfectamente sin plástico–.

Afortunadamente cada vez más iniciativas globales, gubernamentales, comunales e individuales promueven una vida sin plástico, y demuestran que no dependemos de las bolsas y empaques hechos de este material. El estilo de vida zero waste (cero desperdicio) va todavía más allá, proponiendo una cotidianidad en la cual nada se desperdicie, sino que todo se transforme.

Pero vayamos paso por paso…

¿Cómo podemos empezar a no usar plástico al comprar y guardar?

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Algunas ideas del zero waste pueden ayudar, aunque quizá no quieras llevar a un punto tan radical tu iniciativa personal para combatir la contaminación. La clave para irradiar la conciencia contemporánea y ser un agente de cambio contra la crisis climática está en ir paso por paso.

Primero debemos dejar de ser dependientes del plástico. El secreto para ello está en utilizar tela, papel y materiales orgánicos al comprar y guardar tu comida.

A la hora de comprar…

Carga con bolsas reutilizables de todos tamaños

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas
  • Bolsas grandes de tela con asa

Estas pueden servir para transportar la compra total.

  • Bolsas de tela más pequeñas con cordones, o de malla
almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Si vas a comprar frutas y verduras, procura no guardarlas en bolsa si no es necesario –si sólo llevas un par de cada fruta o verdura, o si tomas un manojo de espinaca, no es necesaria una bolsa–. Pero si vas a comprar una cantidad considerable y necesitas bolsa, usa bolsas reutilizables. Las puedes encontrar en tiendas en línea, y son elaboradas a partir de distintos materiales.

Aunque en ocasiones estas bolsas sean de materiales sintéticos –como las de malla–, por lo menos sabrás que puedes utilizarlas hasta que acabe su vida útil, la cual puede ser de años.

Además, estas bolsas también pueden servir para comprar a granel, lo cual es mejor porque se trata de alimentos más frescos, y porque te estarás ahorrando el envase en el que suelen venir las semillas, los cereales y otros productos semejantes.

  • Como última opción, utiliza bolsas de papel
almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

No son reutilizables, pero se degradan en 1 año, mientras que las bolsas de plástico tardan hasta más de 100 años. Aunque su producción y transporte es muy contaminante, por eso no te recomendamos usarlas.

¿Y las carnes?

Bolsas herméticas de silicón

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Puedes utilizarlas tanto para transportar –pidiéndole al carnicero que empaque ahí tu pedido– como para almacenar porciones. Lo mejor es que son reutilizables y muy resistentes. Puedes usarlas también para jamón y queso a granel.

A la hora de guardar…

Papel de cera de abeja

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Lo encuentras en línea, y es ideal para guardar todo tipo de alimentos: desde frutas y verduras hasta carnes, pan o comida preparada, como sándwiches. Está elaborada con algodón orgánico, cera de abeja, aceite de jojoba orgánico y resina de árbol. ¿Lo mejor? Es reutilizable y compostable –por si le quieres entrar a la fácil tarea de hacer composta casera–. Puedes conseguirla en línea buscándola como “bees wrap”.

Hojas de plátano

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Si vives en Latinoamérica, seguro estás familiarizado con las hojas en las cuales se envuelven algunos platillos tradicionales, como en México los tamales. Esta hoja la puedes encontrar en los mercados, y es una gran opción para almacenar todo tipo de alimentos. La puedes utilizar también para transportar carne o como recipiente para comer. Y lo mejor es que, al ser 100% orgánica, es 100% biodegradable.

Celofán

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

No es tan buena opción como el papel de cera o las hojas de plátano, porque es difícil garantizar su procedencia. Pero es biodegradable, ya que es un polímero natural derivado de celulosa de fibras de madera y algodón. Además es a prueba de agua, permeable al vapor y está disponible en forma elástica.

Frascos de vidrio

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

Éstos sirven para productos a granel, como semillas, cereales, nueces, azúcar, sal, especias y otros productos en polvo. También puedes almacenar pasta, arroz o frijol.

Tela

almacenar-alimentos-opiones-ecologicas

También es una opción. Sobre todo si es de algodón y lo bastante delgada para que la verdura y la fruta puedan oxigenarse.

Guarda tus frutas y verduras con orden

Cuida de no apelmazar las frutas y verduras una con otras. Sepáralas según sean de hoja verde, coles, tubérculos o frutos. Algunas, como las de hoja verde, pueden guardarse envueltas en un poco de papel de cera. Esto también aplica para las frutas y verduras que puedan oxidarse, como el aguacate. También puedes ponerlas sobre una cama de papel de cera para que se absorba la humedad, sobre todo a las que sean más pequeñas, como los chícharos.

Otras verduras necesitan que perfores un poco su envoltura para poder respirar, como las coles y las judías.

Los ajos y las cebollas puedes conservarlos fuera del refrigerador, en una canasta de mimbre. Sólo envuélvelos con papel de cera si los cortaste y entonces sí, guárdalos en el refrigerador.

La clave…

Evita a toda costa comprar frutas, verduras, semillas, especias o carnes que ya vengan empacadas, porque no es necesario. Mejor apoya la economía local y asiste a mercados que vendan todo a granel.

Fuente: www.ecoosfera.com

Las medallas de Tokio 2020 se harán con residuos electrónicos

Tokio 2020 será sede de las olimpiadas más ecológicas de la historia.

Por: Ecoosfera

Los Juegos Olímpicos más ecológicos de la historia tendrán lugar en Tokio en el 2020. El comité organizador ha revelado que las medallas otorgadas a los ganadores serán 100% recicladas. El metal de las preseas se hará con residuos de aparatos electrónicos, material que también se conoce como e-waste. La idea ha recibido el apoyo del público y los atletas.

El innovador proyecto presenta una solución ecológica a un problema que tiende a ignorarse: ¿qué hacer con la basura electrónica? Los residuos de los teléfonos, tablets y demás gadgets son muy tóxicos y se acumulan de forma impactante. Tan sólo para este plan, Japón reciclará 47, 488 toneladas de e-waste. Esta cantidad logró recolectarse gracias a una iniciativa que incluyó a todos los habitantes del país. 

La operadora japonesa NTT Docomo recibió donaciones de más de 5 millones de smartphones desechados. Además de abrir sus oficinas a empresas y atletas de renombre, se colocaron basureros especializados en las principales avenidas para que la gente depositara ahí sus residuos electrónicos. La eficiencia del plan es arrolladora: se extrajeron 2,700 kg de bronce desde junio del año pasado. Según el sitio oficial de las olimpiadas, las metas para el oro y la plata están a punto de lograrse.

El 90% de las autoridades municipales del país participaron en esta campaña masiva de reciclaje. Este nivel de compromiso es francamente admirable, considerando que muy pocos países tienen regulaciones para controlar este problema. No ayuda que los desechos de este tipo tienden a ser difíciles de reciclar. El fenómeno de la obsolescencia programada presiona a los consumidores para cambiar sus electrónicos cada 2 años y así seguir” en tendencia”. 

En México se producen aproximadamente 350 mil toneladas de e-waste, y sólo el 10% se recicla. Potencias mundiales como Estados Unidos y Canadá apenas consiguen reciclar un 20% de su basura electrónica. Ante estos hechos, el esfuerzo del comité organizador de Tokio 2020 es un enorme ejemplo de creatividad. Las estrategias de reciclaje deben adecuarse, como en este caso, a los usos cada vez más impredecibles de la tecnología.

Fuente: www.ecoosfera.com

Samsung se suma a la economía circular

Por: Ecoticias

Samsung Electronics comenzará a reemplazar en la primera mitad de 2019 el uso de plástico en los embalajes de sus productos y accesorios, incluyendo teléfonos móviles, tabletas y electrodomésticos, por otros materiales ecológicamente sostenibles como bioplásticos, materiales reciclados y papel, incluso si esto representa un incremento de los costes de la multinacional, según ha informado el fabricante surcoreano.

“Adoptaremos más materiales ambientalmente sostenibles incluso si supone un incremento de los costes”, indicó Gyeong-bin Jeon, director del Centro de Satisfacción del Cliente Global de Samsung. Para llevar a cabo esta renovación de sus embalajes, Samsung Electronics ha formado un grupo de trabajo que involucra distintos aspectos, incluyendo diseño y desarrollo, compras, marketing y control de calidad, informó la multinacional.

Samsung se suma a la economía circular

En el caso de sus teléfonos móviles, tabletas y productos portátiles, el fabricante surcoreano reemplazará el plástico utilizado para las bandejas de soporte con moldes de pulpa, y las bolsas que envuelven accesorios con materiales ecológicos. Samsung también modificará el diseño del cargador del teléfono, intercambiando el exterior brillante con un acabado mate y eliminando así las películas plásticas protectoras, reduciendo el uso de plásticos.

Asimismo, reemplazará las bolsas de plástico utilizadas para proteger la superficie de electrodomésticos como televisores, refrigeradores, aparatos de aire acondicionado y lavadoras por bolsas que contengan materiales reciclados y bioplásticos, fabricados a partir de desechos plásticos y combustibles no fósiles como el almidón o la caña de azúcar.

Según su política de economía circular, Samsung Electronics ha establecido un plan de implementación a medio plazo para limitar el próximo año su uso de embalajes de papel a materiales certificados por iniciativas forestales y para 2030 la compañía pretende usar 500.000 toneladas de plásticos reciclados y 7,5 millones de toneladas de productos de deshecho desde 2009.

Adoptaremos más materiales ambientalmente sostenibles incluso si supone un incremento de los costes, indicó Gyeong-bin Jeon, director del Centro de Satisfacción del Cliente Global de Samsung.

“Samsung Electronics está tomando medidas para abordar las inquietudes medioambientales de la sociedad, como el agotamiento de los recursos y los residuos plásticos”, declaró Gyeong-bin Jeon, subrayando el compromiso de la compañía con el reciclaje y la reducción de la contaminación relacionada con sus productos.

Fuente: www.ecoticias.com

Conoce los nuevos envases del futuro.

¿Sabías qué se están desarrollando los nuevo envases del futuro: envases que son autocalefactables y antimicrobianos?

Por: Ecoticias

El centro tecnológico del plástico AIMPLAS, radicado en la localidad valenciana de Paterna, está desarrollando dos proyectos altamente innovadores en materia de envases alimentarios. Estos envases, que se pueden calificar de activos e inteligentes, permitirán, en unos casos, calentar la comida y, en otros, alargar su vida útil.

Proyecto “heat food”

Envases del futuro: autocalefactables y antimicrobianos

AIMPLAS desarrolla bajo esta denominación un prototipo de envase alimentario autocalefactable, que permita calentar su contenido incluso en lugares que no cuenten con una instalación adecuada para tal fin.

Gracias a los avances de la plastrónica (una parte de la electrónica que estudia la integración de componentes electrónicos en materiales plásticos, el desarrollo de electrónica flexible y el uso de materiales conductores basados en plásticos) los futuros envases alimentarios alcanzarán una temperatura de calentamiento idónea y la distribuirán de manera uniforme.

Proyecto “cap-resistent”

Desde el año 2009, el centro tecnológico de AIMPLAS se ha destacado en el campo de la microencapsulación, es decir, la adición de cápsulas diminutas de sustancias naturales con propiedades antimicrobianas, insecticidas y repelentes de insectos, a los materiales plásticos.

El objetivo del proyecto consiste en lograr microcápsulas de elevada resistencia térmica y mecánica que soporten los procesos de fabricación de envases alimentarios mediante inyección y extrusión, para obtener botellas y bandejas, sin perder sus propiedades antimicrobianas. AIMPLAS ha utilizado materiales plásticos biodegradables y compostables para fabricar los prototipos. De esta manera, se garantiza su tratamiento posterior, en el marco de la economía circular.

Gracias a esta tecnología es posible la protección de los agentes activos, hasta su posterior liberación controlada. Así se logrará mantener los alimentos en condiciones óptimas de consumo durante más tiempo, lo cual redundará en un ahorro para todos y permitirá reducir el desperdicio alimentario.

Fuente: www.ecoticias.com