Un nuevo Pulmón, para la CDMX.

La Ciudad de México cuenta con un nuevo espacio recreativo y ecológico, se trata del Ecoducto construido sobre la bóveda del Río de la Piedad.

Un espacio adecuado con 1.6 kilómetros de andador, rodeado de vegetación y equipado con bancas, conectores USB y conectores de electricidad.

71 años a la fecha que se entubó el drenaje a la fecha no se había hecho ninguna intervención sobre la bóveda que cubre el drenaje del Viaducto de la Ciudad de México, un nuevo pulmón para la Ciudad de México en este punto que tanto lo necesita”

En las áreas verdes se crearon ecosistemas con plantas de agua y tierra que esperan la llegada de insectos y aves. Más de 50 mil plantas y árboles tendrán la capacidad para absorber 50 toneladas de dióxido de carbono al año.

En este parque lineal se proyecta una afluencia de mil personas al día,cuenta con iluminación artística por las noches.En siguientes etapas, el Ecoducto tendrá biodigestores que tratarán el agua residual, un espejo de agua y zona de chinampas donde se cultivarán hortalizas.

Conoce todos los detalles en: https://goo.gl/CgfJ4g

Protegerán Tulum e Isla Mujeres.

Un equipo técnico trabaja para que sean declaradas Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable.

CHETUMAL, Q. ROO.- Para cuidar y preservar la riqueza y belleza natural de Tulum y la zona peninsular Chacmuchuc, de Isla Mujeres, un equipo técnico trabaja en la integración de los expedientes que se requieren para que sean declaradas Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable.

El proyecto está a cargo de un equipo técnico integrado por representantes de la Secretaría de Turismo (Sectur), del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), de la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur) y de los municipios de Tulum e Isla Mujeres.

De acuerdo con la Sedetur, las Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable son una figura reconocida en la Ley General de Turismo (2006), pero no existe antecedente de declaratoria en ningún estado del país, lo cual representa para Quintana Roo la posibilidad de contar con la primera en el país para seguir conservando las bellezas naturales, de las que vivimos y que son el orgullo local, informó el gobierno del estado.

En 2017, Quintana Roo registró alrededor de 17 millones de turistas, lo que representa un crecimiento del 5.3% respecto de 2016.

Las Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable tienen una industria turística activa, cuentan con atractivos que son aprovechados y serán aprovechados en el futuro; además, cumplen criterios de sustentabilidad, conservación y uso sustentable de la biodiversidad en su planeación y operación para consolidar la actividad turística como una fuente de empleos de calidad, inversión, formación y desarrollo con que mejorar el nivel de vida de las personas.

Conoce todos los detalles en: https://goo.gl/GjKEvG

Fuente: https://www.elsoldemexico.com.mx

Turismo Sostenible?

Viajar a otros países o en tu mismo País es una forma ideal de tomar contacto con diferentes culturas, conocer sitios únicos y conocer nuevas personas, pero es importante seguir una serie de pautas cuando viajamos, que garanticen el cuidado y respeto del medio ambiente, de la cultura de la zona y de los propios habitantes. Y es que en ocasiones, el turismo puede ocasionar perjuicios en el lugar al que viajamos, tanto a sus habitantes como al medio ambiente.

Problemas del turismo actual y qué es el turismo sostenible

La Organización Mundial del Turismo (OMT), calcula que el turismo es una actividad que pasó de movilizar unos 2.000 millones de dólares en 1950 a 1,2 billones en 2015. En este periodo de tiempo, el turismo internacional pasó de unos 25 millones a casi 1.200 millones. Y estas cifras sin contar el turismo nacional (dentro del país), el cual se calcula en uno 6.000 millones de personas.

Con la idea de contrarrestar este turismo destructivo, nace la alternativa de un turismo sostenible, respetuoso con las costumbres de los habitantes y el medio ambiente de la comunidad que nos acoge.

Consejos para hacer turismo sostenible o ecoturismo.

A la hora de viajar podemos marcar la diferencia como consumidores. Algunos consejos sobre cómo hacer turismo sostenible o ecoturismo son los siguientes:

  • Extremar las precauciones y cumplir con todas las indicaciones de conservación de aquellos monumentos que visitemos. Muchos lugares turísticos son el patrimonio natural, cultural y arquitectónico de los sitios que visitamos. Además, son fuente de ingresos, por lo que es fundamental cuidarlos para que todos los podamos disfrutar.
  • Informarnos sobre el lugar u hotel en que nos alojemos: por ejemplo, preguntando cómo gestionan los residuos y el agua, si se abastecen de víveres locales, si poseen políticas de reciclaje o usan la tecnología en lugar del papel impreso.
  • Intentar reducir la huella de carbono: el avión es el medio de transporte más nocivo para el medio, por lo que podemos intentar comprar bonos de carbono para nuestros viajes.
  • Adquirir artesanía local en lugar de souvenirs industriales, de este modo colaboramos también en comercio justo de la zona.
  • Consumir productos locales.
  • Ahorrar en consumo eléctrico innecesarios. Por ejemplo, se puede ahorrar en calefacción eléctrica o en el aire acondicionado.

Mira todos los detalles en: https://goo.gl/Cr3QF6

Conoce las 6 ciudades VERDES de México !!

Construir ciudades sustentables no es cosa fácil: implica un gran esfuerzo conjunto de parte del gobierno, las empresas y los ciudadanos.

Algunas ciudades de México están poniendo el ejemplo con programas y medidas que hacen uso de energías renovables, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, organizan sus deshechos de una manera sostenible o contribuyen de alguna otra forma al cuidado del medio ambiente.

Estas son las ciudades más verdes de México y lo que están haciendo para poner el ejemplo en sustentabilidad:

Ciudad de México. A pesar de la contingencia ambiental, la CDMX lleva varios años a la vanguardia de la sustentabilidad en México.

Monterrey: En ese mismo índice, la capital de Nuevo León destacó en las evaluaciones relacionadas a desechos, agua y saneamiento.

GuadalajaraUna ciudad que ha puesto el ejemplo en movilidad sustentable, logrando un aumento sin precedentes de los desplazamientos ciclistas.

Puebla. Iniciativas como Container City, un centro comercial hecho a partir de contenedores marítimos, son un reflejo de la cultura de sostenibilidad y aprovechamiento de recursos en la Angelópolis. Puebla también es una de las mejores ciudades para recorrer en bici de México.

San Cristóbal de las CasasEste idílico Pueblo Mágico es un imán de personas ecológicamente conscientes. A través de voluntarios, organizaciones internacionales que trabajan en la sustentabilidad ponen a prueba ecotecnias y tecnologías verdes. 

Xalapa. Gracias al sistema de compostaje de hojarasca utilizado en el sostenimiento de jardines, camellones y parques y al proyecto de movilidad denominado Dimensión Humana, Xalapa es una de las ciudades más verdes de México. 

Para conocer todos los detalles  de cada una de ellas go to : https://goo.gl/544UiB

Te presentamos los Restaurantes eco-friendly de la CDMX

En los últimos años, el concepto eco-friendly ha ganado terreno en el mundo. Es un término que se refiere a ser consiente con el medio ambiente y tener en cuenta cómo impacta nuestro estilo de vida al planeta.

Todo tipo de industrias se han unido a este movimiento. Un gran ejemplo es la automotriz, que ha desarrollado vehículos que cada vez tienen menor impacto ecológico. Otra industria que  poco a poco ha ido adoptando cambios es la restaurantera. Ahora vemos que han dejado atrás el uso de popotes, siembran sus propios ingredientes o han eliminado el uso de desechables de plástico.

Pero todavía falta mucho por recorrer. Es cuestión de que todos pongamos un granito de arena para que poco a poco el ser eco-friendly ya no sea algo nuevo o especial, sino algo fundamental en nuestra vida.

Visita el link para conocer estos increíbles espacios:.

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RETOS DE UN PARAÍSO CARIBEÑO

Retos de un paraíso caribeño

Por Elizabeth Palacios

Mientras Quintana Roo cobra fama mundial lo mismo por sus lujosos desarrollos turísticos que por la corrupción de su exgobernador, al extremo sur, cerca de Belice, un pequeño pueblo vive su propia batalla por defender su apuesta: el turismo sostenible

“En 1992, el huracán Andrew azotó Miami y causó graves daños al acuario de la ciudad: de una fosa desfondada, seis ejemplares de pez león acabaron en el mar. Todos los acuarios tienen estos especímenes, porque la Pterois volitans resulta muy bella a la vista: estrías de varios colores, porte elegante y sobre todo el peine de aguijones que abre en abanico si se ve amenazado. Son venenosos, pero no letales para el hombre; como quiera que sea, provocan picaduras muy dolorosas e hinchazones que duran días, de allí que se conozca también con el nombre de pez escorpión. Esos seis malditos ejemplares que se evadieron de Miami resultaron ser increíblemente prolíficos, a tal punto que han infestado ya toda la barrera coralina del Mar Caribe, puesto que aquí no tienen predadores y, en cambio, ellos son muy voraces: además de devorar a cualquier pez más chico, acaban con los huevos de todos los demás.”

El párrafo anterior es un fragmento del libro Mahahual, un paraíso no reciclable, de la autoría del escritor italiano Pino Cacucci. Fue publicado por la Fundación Mahahual en 2013, con la intención de dar a conocer no sólo la historia de este pequeño pueblo ubicado al sur del estado de Quintana Roo, en la región conocida como Costa Maya, sino también con la finalidad de difundir los problemas que ha enfrentado y que hasta ahora todavía son el pan de cada día para quienes trabajan porque este pueblo se ha respetado como lo que es: un pueblo de pescadores que quiere atraer turistas respetuosos del entorno natural y social de la región.

La anécdota que narra Cacucci en torno al pez león es sólo uno de los muchos retos que Mahahual y sus pobladores han enfrentado a lo largo de su historia. Este pez voraz amenaza seriamente la barrera de coral que no sólo es fundamental para mantener la vida marina, también porque ha sido una barrera natural que ha protegido a los habitantes de este lugar cuando llegan los huracanes, como ocurrió en 2007 cuando Dean azotó la península de Yucatán pero que, al llegar a Mahahual, esta barrera funcionó como un rompeolas que impidió que el fenómeno cobrara vidas humanas. El saldo fue blanco, aunque los daños materiales fueron incontables.

Hasta entonces, Mahahual no era más que un pequeño pueblo de pescadores al que de pronto le cayó el turismo del cielo, bueno, más bien del mar. Y nadie mejor para describir esto que Cacucci:

“Este es un rincón del paraíso. Nomás que hay un detalle… estamos en febrero y mientras recorro una de las dos únicas calles paralelas me encuentro con (…) una multitud de desenfrenados que gritan en un inglés de acento texano tragando bebidas alcohólicas y diseminando de basura la rompiente. ¿El paraíso? Esto me parece más bien un cerco infernal de turismo de masa y del más deletéreo. Algo debo de haber equivocado: ¿cómo es posible que el pueblo más remoto del Caribe mexicano esté atestado de visitantes escandalosos en febrero, un mes de baja temporada planetaria?”

La respuesta la descubrió después el escritor italiano. Eran turistas de crucero. Así, la rutina del pequeño poblado era vivir en una paz impoluta todo el tiempo, excepto los días que llegaba un crucero a la Costa Maya, el único puerto mexicano completamente privado creado expresamente a fin de que los cruceros pudieran hacer una pausa en su recorrido hacia las islas del Caribe y los turistas dejaran algunos dólares en un complejo de restaurantes y bares construidos alrededor del muelle. Operado por una empresa millonaria, este lugar tuvo desde el principio todos los servicios, así los visitantes se quedarían allí bebiendo y comiendo, pero ellos querían más, querían “conocer México”, así que salían del puerto y se adentraban en el pequeño pueblo de Mahahual. Esto detonó una reducida oferta de pequeños comercios que sólo vivían para atender a estas personas desde que llegaban por la mañana hasta que se iban, cerca de las cuatro de la tarde.

Cuando no había crucero, Mahahual era casi un pueblo fantasma, pues la mayoría de las personas adultas se iban a trabajar en los grandes hoteles y restaurantes de Playa del Carmen, Cancún y la floreciente Riviera Maya, en el lado norte de Quintana Roo.

Sin embargo, hubo otros visitantes que llegaron y permanecieron allí. Poco a poco, a este rincón olvidado del Caribe mexicano arribaron varios italianos, franceses, alemanes y de otras nacionalidades porque se corría la voz de que este era un paraíso casi virgen e inmaculado de belleza natural incalculable y paz envidiable, excepto cuando aparecía un crucero. Con el tiempo, estas personas comenzaron a abrir negocios. Pequeños restaurantes sencillos, hostales construidos con materiales naturales de la región, comenzaron a cambiar la fachada del poblado. Entonces llegó Dean con su fuerza destructora y arrasó con todo. Mahahual tenía que empezar de cero.

Han pasado ya 10 años desde entonces y este pueblo ahora está habitado principalmente por pequeños empresarios extranjeros y mexicanos venidos de distintos lugares y de pobladores locales, oriundos del estado de Quintana Roo, orgullosos de su origen maya.

Entre todos, unas veces más unidos, otras no tanto, han tenido que dar batalla a todo lo que ha querido romper la paz y el equilibrio de Mahahual. Desde el crecimiento de la empresa que administra el puerto, la cual busca impedir que los turistas de los cruceros vayan al pueblo a gastar su dinero, hasta el reto de crear un concepto nuevo, mucho más sostenible, ecológico y responsable con su patrimonio cultural y natural para atraer a nuevos visitantes, aprovechando también el boom que lugares cercanos como Holbox o Bacalar comenzaron a tener hace algunos años.

Pero los retos continúan y no sólo los que crean los seres humanos. A la amenaza ecológica que representa la plaga del pez león, se suma la insistencia de desarrolladores hoteleros e inmobiliarios que desean apropiarse de todo terreno que se pueda. Estos desarrollos han dañado seriamente los manglares que rodean al pueblo y que son un ecosistema interconectado con el del arrecife coralino. Por lo tanto, la subsistencia del arrecife está directamente vinculada a la conservación de los manglares y eso parece no importar a los especuladores y desarrolladores.

Otra amenaza es el cambio climático, que ha provocado serias alteraciones en las corrientes marítimas de todo elmundo. ¿El resultado para Mahahual? A sus playas llegan dos plagas más. La primera es el sargazo, un alga originaria de los mares de la India que se ha desplazado hasta el Caribe, donde ha encontrado un sitio para reproducirse. Así, las playas de la región se encuentran siempre llenas de este residuo vegetal que arroja el mar.

La segunda plaga es todavía peor, pues se trata de la basura que llega desde cualquier lugar del mundo. Las manos de los habitantes de Mahahual no alcanzan a limpiar todo lo que el mar arroja. Hasta quieren abrir un museo, según me cuenta Luciano Consoli, presidente de la Fundación Mahahual y director del Festival Cultural Cruzando Fronteras, el cual fue creado hace cinco años como una medida que buscaba llamar la atención de las autoridades, apoyados por los artistas invitados que no sólo actúan de manera gratuita, sino que además son portavoz de las necesidades del lugar de apoyo a fin de mantenerse como un destino turístico sostenible.

Mahahual es así, uno de los más claros ejemplos de que el turismo sostenible en los decretos institucionales o los discursos puede parecer algo sencillo, pero en la realidad, se requiere presupuesto, voluntad política, capacitación y, en  especial, acciones concretas de todos los actores sociales con la finalidad de que se consolide como una verdadera opción de desarrollo para este pequeño paraíso que quiere, de una vez por todas, librarse de la maldición que los piratas que los visitaban siglos atrás parecen haber dejado: la de ser un refugio y un botín para los saqueadores.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/retos-de-un-paraiso-caribeno/

HUMEDAL EN RESISTENCIA

Humedal en resistencia

POR ELIZABETH PALACIOS

La memoria hídrica es infalible. Esta ciudad sabe que los ejes viales y autopistas urbanas alguna vez fueron ríos. Nada podrá evitar que al haber sido una urbe construida sobre un lago, la megalópolis mexicana siempre esté en riesgo de inundación.

Sin embargo, el desarrollo urbano desordenado que ha convertido en asfalto lo que alguna vez fue suelo fértil y permeable, que ha entubado los antiguos ríos y que ha sustituido tupidos bosques por enormes complejos habitacionales, hace que en el presente el agua no tenga salida y termine, como es de esperarse, estancada e inunde una u otra zona de esta gran ciudad.

La antigua Tenochtitlan tenía un aliado, que le ayudaba a contener parte de esa agua y la aprovechaba con el propósito de cultivar alimentos y conservar vivos los ríos y lagos que sostenían a la civilización mexica y otras del Valle. Los capitalinos de hoy estamos a punto de perder ese aliado, que jamás entendimos ni cuidamos: el humedal.

¿QUIÉN SE LLEVÓ LA ESPONJA?

Más allá de ser Patrimonio de la Humanidad, orgullo cultural para los mexicanos y un lugar de esparcimiento de fama turística, Xochimilco es un humedal de importancia internacional que provee incontables bienes y servicios ambientales a más de ocho millones de personas. El ecosistema único de este complejo lacustre, con sus chinampas, ahuehuetes, canales;  aves migratorias y ajolotes, entre muchas otras especies, tiene una función casi imperceptible de la que poco se sabe. Gracias a los humedales de la Ciudad de México, ubicados sobre todo en las delegaciones Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco, se puede regular la temperatura, mitigar el cambio climático y sus efectos, e incluso prevenir las inundaciones que padecemos constantemente los capitalinos.

Daniel Revollo, integrante de la organización ciudadana Natoure, economista e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, me lo explica con manzanas:

“Un humedal es como una esponja natural, y cuando llueve succiona toda el agua y la lleva a la parte profunda, donde están los mantos acuíferos y los recarga. Conforme avanza el deterioro de Xochimilco, que es un humedal, se va perdiendo ese servicio ambiental y entonces cuando llueve, es más el agua que llega hacia el centro del valle y por lo tanto, aumentan las inundaciones”.

EL AGUA DE TODOS

Uno de los servicios ambientales más importantes de este ecosistema, según explica Rodolfo Salinas –director del documental Reflexión y fundador de Natoure– es la disponibilidad del agua en la ciudad. Y es que dos tercios del agua que se distribuye en todo el territorio capitalino son extraídos de pozos ubicados en el sur de la ciudad, principalmente entre Xochimilco y Tláhuac. La vegetación de estas áreas no sólo regula el microclima, también mejora la calidad del aire, ¿acaso no te has preguntado por qué el sur de la ciudad suele tener menos contaminación atmosférica?

Sin embargo, nuestra gran urbe es una de las más pobladas del mundo; como consecuencia, la demanda de agua parece imparable, igual que la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México.

Xochimilco ya no es lo que era hace 500 años. Lo que conocemos ahora cuando llevamos a nuestros amigos extranjeros a pasear en trajinera al son del mariachi, no es más que un sistema artificial que sobrevive gracias a la incorporación de agua tratada proveniente de tres plantas que, lamentablemente para todos los que recibimos después esa agua en nuestros grifos, fueron construidas hace casi medio siglo y no reciben el mantenimiento adecuado.

Pese a toda el agua de lluvia que cae en la ciudad, Xochimilco se está secando, esto debido a las construcciones que han deforestado la zona, a las chinampas que han sido vendidas como terrenos habitables y al crecimiento desordenado de la ciudad, que se suma a la extracción exagerada de agua del subsuelo. Así, la realidad es que el nivel del agua ha descendido un promedio de 1.5 metros en los canales durante la última década.

Esto también afecta la soberania alimentaria de la ciudad, puesto que la zona más dañada es la de San Gregorio, que aún centra su economía en la producción agrícola de las chinampas. Allí, cada año escacea el agua para el riego de los cultivos, y en la temporada de secas muchos canales son intransitables.

Eso no es lo peor: hay al menos 1 400 puntos de descarga de aguas negras, derivados de asentamientos irregulares que incrementan la actividad orgánica y favorecen la proliferación de fauna nociva y especies invasoras, como el lirio acuático, que también seca los canales. Además, por supuesto, siempre existe el riesgo latente de que los alimentos se contaminen.

#SOYXOCHIMILCO

Octubre de 2016 fue un mes clave para Xochimilco porque unos jóvenes investigadores universitarios, así como activistas y pobladores de la zona, presentaron en el EcoFilm Festival 2016 el documental Reflexión, con la finalidad de dar a conocer información sobre este sistema lacustre y su importancia. No ganaron el premio, sin embargo, lo importante comenzó a ocurrir: la gente empezó a involucrarse con la problemática de este ecosistema, el cual se denunciaba en la película.

Así fue que estos jóvenes, integrantes de Natoure, apoyados por diversos investigadores y especialistas, decidieron ir más allá y lanzaron una petición dirigida a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en la que no se limitaron a denunciar la problemática y exigir soluciones generalizadas: diseñaron 8 estrategias concretas que podrían rescatar a Xochimilco.

Hasta el cierre de esta edición, únicamente se necesitaban poco más de 12 000 firmas para alcanzar la meta y llegar a reunir 150 000 voces que pedían al unísono el rescate de esta fuente de vida, oxígeno, alimento y agua.

8 acciones estratégicas

  1. Poner en condiciones óptimas la operación de las plantas de tratamiento de agua del Cerro de la Estrella, San Luis Tlaxialtemalco y San Pedro Atocpan.
  2. Regular el bombeo de agua de los mantos acuíferos subterráneos del sistema lacustre con el propósito de evitar el hundimiento y sequía de Xochimilco.
  3. Implementar un sistema de conducción y tratamiento para los más de 1 400 puntos de descarga de aguas negras que actualmente son vertidos hacia los canales.
  4. Implementar un programa de control de especies invasoras, sobre todo Tilapia, Carpa y Lirio; un Programa Integral de Restauración Ecológica –con la finalidad de proteger las especies endémicas en riesgo crítico de extinción, como el Ajolote– y la rehabilitación urgente de los canales.
  5. Impulsar la reactivación productiva de las chinampas mediante incentivos y capacitación a los agricultores, además de promover el comercio a fin de rehabilitar uno de los sistemas agroecológicos más antiguos y sostenibles del mundo.
  6. Apostar por modelos de turismo sostenible de alto valor, armónicos con el entorno.
  7. Prohibir más asentamientos irregulares y cumplir la normativa de planeación urbana, así como garantizar el respeto de los polígonos definidos para el área protegida y la zona de conservación.
  8. No permitir la fragmentación del ecosistema de Xochimilco por la construcción de la Supervía (Autopista Urbana Oriente).

Si quieres involucrarte en este rescate, puedes firmar la petición en Change.org (búscala con el hashtag #SoyXochimilco). Además, moderar tu consumo de agua, evitar el desperdicio y convertirte en un consumidor responsable de productos locales también son formas de apoyar.

Más información en:

SoyXochimilco

@SoyXochimilco

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Distrito Federal, C.P. 11000
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Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/humedal-en-resistencia

ASÍ NOS TOCA VIAJAR

Así nos toca viajar

Por Elizabeth Palacios

Si lejos de sentir entusiasmo por embarcarte en un lujoso crucero te angustias por el combustible que ese gran barco usa, tú eres un viajero del siglo XXI y tienes todo para provocar que el turismo sea, por fin, una industria sostenible

Es cierto, la Organización de las Naciones Unidas para el Turismo Mundial (UNWTO, por sus siglas en inglés) apenas declaró este 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, pero este concepto no es nada nuevo.

De hecho, hace más de 25 años comenzó a popularizarse y a tomarse en serio la necesidad de cambiar la esencia depredadora de la industria turística. Sin embargo, no fue este un proceso veloz ni homogéneo pues, como suele ocurrir, fueron los científicos, académicos y activistas ambientalistas quienes comenzaron a levantar la voz y a mostrar el deterioro que el medio ambiente había sufrido por el desmedido crecimiento de los complejos hoteleros, así como por la falta de responsabilidad de sus usuarios. La destrucción de ecosistemas, el exceso de desechos, el alto consumo energético, y las consecuencias de la urbanización caótica –necesaria para satisfacer la demanda de servicios de los turistas– comenzaron a destacar hacia 1993, justo cuando además el mundo era testigo de cómo se consolidaba la llamada globalización económica.

Fue entonces que inició la creación de los llamados proyectos eco turísticos en diversos destinos cuya riqueza natural debía ser conservada pero, a su vez, representaban una nueva oportunidad para renovar la oferta turística. Vale la pena aclarar que no cualquier proyecto ecoturístico, y menos de aquella época, hoy podría ser considerado una práctica de turismo sostenible.

En los lejanos años 90, cuando por el lado de los ambientalistas conservacionistas se vivía una política de restricciones y prohibiciones hacia las actividades humanas en las reservas naturales, necesarias a fin de conservar y, sobre todo, evitar la extinción de algunas especies fundamentales para esos ecosistemas, del lado de la sociedad –particularmente de los derechos económicos de las comunidades oriundas de estos lugares naturales– comenzó a surgir una necesidad imperante de encontrar una manera de subsistir. Así, se pensó que una solución sencilla era que en lugar de tirar árboles con el fin de vender su madera, o para abrir espacio a la agricultura y la ganadería extensivas, los campesinos, ganaderos y leñadores se volvieran prestadores de servicios turísticos.

Sin embargo, entender con qué se come el turismo sostenible no fue ni fácil ni inmediato para nadie. Tuvieron que pasar muchos años en los que investigadores, organizaciones de la sociedad civil, líderes comunitarios y funcionarios de múltiples dependencias y distintos niveles de gobierno en el mundo entero trabajaron diseñando, acordando, implementando, probando y fallando los muchos modelos, propuestas y experimentos de productos, servicios, conceptos, programas de capacitación y, todo ello además, sin recursos asignados porque, aunque el ecoturismo aparentemente era algo urgente, no contaban con un presupuesto etiquetado, ni con financiamientos que apostaran por ello.

RETO 2017

Regresemos al presente. La designación del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo aspira a apoyar un cambio en las políticas públicas, pero también en las prácticas de las empresas y en los comportamientos de los consumidores que favorezca la sostenibilidad del sector turístico, a fin de que este pueda contribuir de manera efectiva a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que, como ya sabemos, son una versión ampliada de los que fueran los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los cuales, no se llegaron a cumplir.

Talef Rifai dijo en el acto protocolario del anuncio de esta conmemoración que se trata de “una oportunidad única para construir un sector turístico más responsable y comprometido, que pueda capitalizar su inmenso potencial en términos de prosperidad económica, inclusión social, paz y entendimiento, y preservación de la cultura y el medio ambiente”.

Un buen discurso que, en el fondo, significa que por fin, y después del trabajo de mucha gente durante los últimos 25 años, un organismo internacional hace un llamado contundente a los gobiernos, a las empresas y a la sociedad civil para unir esos esfuerzos que estaban aislados.

ERA DE EXPERIENCIAS

Todas las monedas tienen dos caras, y el turismo sostenible no es la excepción. En este caso, la otra cara es la ley de la oferta y la demanda. Para que empresas y gobiernos atendieran lo que comunidades rurales, activistas y científicos les venían diciendo dos décadas atrás, tuvo que manifestarse la fuerza de quien realmente manda: el mercado.

Los hábitos de consumo de los jóvenes viajeros de hoy son diferentes a los de sus padres o sus abuelos. Los millennials buscan experiencias mucho más auténticas. Prefieren viajes más largos en destinos donde puedan conectarse con el entorno natural y social. Incluso algunos van más allá y, siguiendo la tendencia de la economía colaborativa, usan sus competencias profesionales para ayudar a otros durante sus viajes, de ahí que haya tomado un impulso importante otra vertiente del turismo sostenible: el turismo social o de voluntariado.

A la par que el planeta se seguía deteriorando –y calentando aunque míster Trump diga lo contrario–, los que eran niños pequeños en los años 90 crecieron, y en el siglo XXI se convirtieron en los protagonistas de su tiempo y en el foco de las estrategias de mercado de toda industria. El turismo no sería la excepción.

Una ciudad como San Francisco, que vio nacer a las entonces pequeñas e innovadoras startups tecnológicas que hoy son los unicornios gigantes que cambiaron la economía para siempre desde Silicon Valley, también fue el origen de la empresa que cimbró los cimientos de la millonaria industria de la hotelería: Airbnb.

Esta empresa cuya valuación supera los 30 000 millones de dólares y que hoy en día se considera la que más “cuartos de hotel” tiene, sin ser propietaria siquiera de un hostal, realmente no nació como una solución a un problema de la industria turística, sino como un problema de subsistencia cotidiana que vivían dos estudiantes que no tenían para pagar ni su comida ni su alquiler, pues la ciudad de San Francisco se había encarecido demasiado. Así que decidieron apretarse un poco a fin de rentarle una habitación de su piso a un tercero, quien iba sólo de paseo. Entonces descubrieron que los hoteles también eran demasiado caros y que había un sector de jóvenes viajeros que se estaba perdiendo de conocer ese y otros destinos, por no poder pagar una habitación. Ya existía Coach Surfing, una plataforma web donde la gente intercambiaba estancias en los sofás de otros viajeros alrededor del mundo, pero esta era sin fines de lucro.

No han pasado ni 10 años desde que Airbnb apareció en el mercado y ya ha revolucionado toda una industria que ni siquiera pretendía tocar. Y van por más, pues en el primer trimestre de 2017 lanzaron la línea de “experiencias” en la que un anfitrión local lleva a los viajeros a vivir experiencias únicas que les permiten acercarse a los destinos desde una perspectiva más cercana, y donde principios como la economía colaborativa, el consumo local, la alimentación orgánica, la apropiación cultural y el respeto por el medio  ambiente son los que imperan. De hecho, el 8 de junio serán lanzadas las primeras experiencias de este tipo en México.

No obstante, tampoco es que Airbnb haya descubierto el hilo negro, pues existía ya Nomadizers en España y diversos prestadores de servicios turísticos lo han hecho en todo el mundo. Lo que Airbnb hace ahora es capitalizar lo que justo le dio toda la ventaja para apalear a la industria hotelera: la comunidad global que ha sabido crear.

Este unicornio innovador no está libre de críticas, de hecho en ciudades como París, Londres, Madrid o incluso la Ciudad de México ya se habla de que el modelo de negocio de Airbnb propicia la gentrificación de los barrios, el encarecimiento de los servicios y la especulación inmobiliaria, por lo que cada vez más resulta evidente que los gobiernos deben generar una normatividad acorde con el mundo empresarial colaborativo actual porque el turismo también debe ser sostenible en las grandes ciudades.

COMUNIDAD ES LO DE HOY

El turismo sostenible no sólo tiene que ver con la conservación de un determinado entorno natural. De hecho, la sostenibilidad debe ser transversal y cruzar los aspectos sociales, ambientales y económicos de todos los actores de la industria.

En una era en la cual las palabras social, colaborativo y comunidad son la regla y no la excepción, grave sería que el turismo siguiera apostando por un modelo de negocio individualista y hedonista. Y la economía mundial agradecerá este giro para que el sector turístico siga siendo lo que es, que no es poca cosa. Aquí algunas cifras lo muestran. Según la UNWTO, el turismo es responsable del 7 % de las exportaciones mundiales, de uno de cada once puestos de trabajo, y del 10 % del producto interno bruto mundial, es por ello que, si se gestiona debidamente, puede fomentar el crecimiento económico y la inclusión social al mismo tiempo que, como se buscaba desde los años noventa, garantiza la protección de los bienes culturales y naturales.

Para mayores informes:
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Fuente: www.revistacambio.com.mx/nacion/asi-nos-toca-viajar/

APRENDE A PRACTICAR DEPORTE DE FORMA ECOLÓGICA

Aprende a practicar deporte de forma ecológica

Practicar deporte es fundamental para llevar a cabo un estilo de vida saludable, pero sólo un número muy reducido de personas tiene en cuenta si la actividad que está realizando es sostenible o no con el medio ambiente.

Por ello, hoy les mostramos algunos consejos para aprender a practicar deporte de forma ecológica. ¡Es hora de ponerse en forma!

Adaptarte a la estacionalidad del deporte es muy importante para reducir el consumo energético. Los deportes acuáticos propios del verano tienen una mayor relación con la naturaleza, aunque en invierno también puedes practicar esquí y disfrutar al máximo de los recursos naturales que ofrece el planeta.

En estos casos resulta fundamental que no dañes el medio ambiente tirando objetos de plástico que no se destruyen hasta pasados cientos de años.

Aficionarte a deportes sencillos y carentes de emisiones contaminantes como el running o el ciclismo ayuda a cuidar el medio ambiente. El único problema es si estos se practican en recintos poco sostenibles, lo que se traduce en un aumento del gasto energético, de residuos o de ruptura con el entorno. Para evitar este problema y fomentar la práctica de estos deportes, muchas ciudades han creado los anillos o vías verdes.

Ponerte ropa deportiva reciclada natural ayuda a reducir la contaminación asociada a las actividades derivadas de la práctica del deporte. El hecho de conservarla en el tiempo y no estrenar constantemente nuevas prendas resulta muy beneficioso para el medio ambiente, ya que para elaborar dichas prendas se consumen recursos y energía.

También es importante que laves la ropa cuando tengas la lavadora llena porque, de lo contrario, estarás aumentando el consumo eléctrico de tu casa. Éste todavía será mayor si no lo haces en frío.

Utilizar material local y reutilizable cada vez que hagas deporte será muy útil para reducir el impacto sobre el medio ambiente, ya que estarás evitando los largos trayectos aéreos de los productos hasta llegar a tus manos. Una de las actividades contaminantes que puedes evitar consiste en renunciar a las bebidas rehidratantes embotelladas. Para ello, muchas marcas de bebidas isotónicas venden su producto en polvo, para que puedas mezclarlo en tu botella de varios usos en lugar de emplear envases de un solo uso.

Es aconsejable también que intentes arreglar tu bicicleta o esquís utilizando productos de segunda mano antes de comprar unos nuevos. Otra posibilidad, gracias a la moda colaborativa, consiste en el intercambio de material deportivo con tus amigos.

Siguiendo estos sencillos trucos estarás ayudando en el mantenimiento del planeta y aumentarás tu calidad de vida. ¡Ponlos en práctica y disfruta haciendo ejercicio!

 

http://www.elgranero.com/descubrir/aprende-a-practicar-deporte-de-forma-ecologica/

COMPLEJO ECOLÓGICO EN EL DESIERTO ESTARÁ TOTALMENTE ALIMENTADO POR ENERGÍA SOLAR

Complejo ecológico en el desierto estará totalmente alimentado por energía solar

Este nuevo complejo ecológico está programado para estar listo en el 2020 y al parecer se están esforzando mucho para que sea el más verde de su tipo en el mundo .

El Oasis Eco Resort, diseñado por  Baharash Architecture, en un sitio rodeado de dunas, contará con una serie de características sostenibles, incluyendo 1,570,000 pies cuadrados de paneles solares que se espera produzcan la energía suficiente para abastecer el 100% del complejo de 8,400 pies cuadrados.

Encargado por el Grupo Eco Resort, para un sitio remoto en el sur de Abu Dhabi, el complejo está definitivamente diseñado para un cliente de alto nivel, que no son nada raros en este país, por eso los diseñadores se están esforzando por crear una relación de armonía entre el complejo y el entorno existente.

“En las primeras etapas del proyecto, nos dimos cuenta de que podíamos extraer agua subterránea utilizando un pozo profundo. Esto nos dio la oportunidad de crear un manantial, que será de importancia crítica para las rutas comerciales y de transporte”, dijo Baharash Bagherian. Esta agua se utilizará para el riego de cultivos, la cría de peces, y las actividades recreativas, mientras que también proporciona un hábitat para la fauna local.

Baharash, se está asegurando que el agua sea utilizada con sensatez con un sistema de tratamiento de aguas negras y el reciclaje del agua para el riego pues se trata de un recurso escaso a lo largo de los EAU.

Los cultivos se utilizan para proporcionar los ingredientes frescos , locales y orgánicos para el restaurante del complejo, además de otros alimentos proporcionados por agricultores locales.

Los huéspedes tendrán la posibilidad de recolectar su propia comida, cultivando sus verduras y pescando, después el chef les ayudará a incorporar sus elecciones particulares en un platillo único y personalizado .

El complejo se desarrollará alrededor del manantial y contará con 84 suites de diversos tamaños que gracias a su organización todas tendrán vistas extraordinarias del espectacular y único paisaje.

Bagherian, afirma que el proyecto está diseñado para proporcionar beneficios económicos y socio- culturales.

“El complejo proporcionará oportunidades de empleo para la población local, la creación de una economía más diversificada, ayudará a preservar el patrimonio de la región y proporcionará una mayor interacción con los nativos del lugar” señalo.

Fuente: http://www.gstriatum.com/energiasolar/blog/2016/03/09/complejo-ecologico-en-el-desierto-estara-totalmente-alimentado-por-energia-solar/