Investigadores transforman microalgas en biodisel !!

La producción de biocombustible a partir de microalgas no es precisamente nueva, pero un grupo de investigadores mexicanos de Coahuila crearon una nueva forma de hacerlo que resuelve dos problemas a la vez.

El Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) desarrolló un proyecto de de producción de biodiesel a partir de la biomasa algal generada en el proceso de tratamiento de aguas residuales.

La nueva tecnología tiene el potencial de reducir los costos de la producción de biodiesel en México, ya que utiliza un proceso necesario -el tratamiento de las aguas- para obtener la materia prima necesaria para producir el biocombustible.

Esto se suma a una serie de mejoras de una técnica que continúa evolucionando a paso veloz. La producción de biodiesel a partir de microalgas es considerada la tercera generación de esta tecnología.

Primera generación: el biocombustible era producido a partir de materias primas destinadas a la alimentación humana.

Segunda generación: se empleaba tierra que podría utilizarse para cultivar alimentos.

Tercera generación: gracias a la utilización de microalgas, no es necesario ocupar recursos destinados a la alimentación.

Obtener las microalgas del proceso de tratamiento de aguas residuales es un paso más en la búsqueda por optimizar la eficiencia y sostenibilidad de esta tecnología.

Conoce todos los detalles en go to : https://goo.gl/VREt7a

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS CHIMENEAS CON BIOETANOL

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS CHIMENEAS CON BIOETANOL

Las estufas de bioetanol o bioalcohol, también conocidas como biochimeneas, son una buena opción si lo que queremos es conseguir calor y encanto a la vez, son una tendencia en cuanto a decoración de los últimos años, aunque ya han dejado de verse como una mera cuestión decorativa y ahora se tiene en cuenta como sistema de calefacción del hogar.  Además, también puedes situarlas en el exterior de tu casa para pasar una agradable velada cuando empiezan a bajar las temperaturas.

CHIMENEAS DE BIOETANOL | HISTORIA DE LAS CHIMENEAS DE BIOETANOL

Realmente las chimeneas de bioetanol nacen de los fuegos decorativos, pero estos fuegos eran eso, decorativos, luego su poder calorífico era muy reducido. Con el tiempo, los usuarios de este tipo de fuegos, comienzan a demandar el incremento del poder calorífico, es decir, ya no basta con que sea decorativo, sino además que actúe como foco de calor y es en este momento en el que las nacen las chimeneas de bioetanol. Chimeneas que año tras año, sigue aumentando en su demanda.

Las chimeneas en una casa, dan esa sensación de hogar que tanto valoramos, pero si vivimos en un piso, dentro de una enorme masa de hormigón, claro está, no preparado para tener chimenea, vemos muy complicado poder llegar más allá que una chimenea decorativa, realizada en escayola. El bioetanol da la posibilidad de poder tener una chimenea, en el chalet, piso o incluso en una habitación determinada.  Las chimeneas de bioetanol no necesitan ni tiro, ni extractor de humo, por lo que nos permite una total flexibilidad a la hora de elegir un modelo que se adapte a cada espacio.

Actualmente hay una gran cantidad de productos en el mercado, chimeneas de distintos estilos, desde chimeneas clásicas a chimeneas del más absoluto estilo minimalista, realmente en cuanto al diseño no existen límites.

Podemos elegir entre una gran variedad de modelos, chimeneas de bioetanol de llama abierta, con protección mediante cristal o chimeneas de bioetanol totalmente cerradas donde el calor sale por aperturas laterales o superiores. En las chimeneas podemos dividir los modelos en las siguientes variantes:

Modelos de pared, incluso se puede montar sobre la esquina

Modelos de encimera/mesa

Modelos de suelo

Modelos sobre pedestal

CHIMENEAS DE BIOETANOL | CÓMO SE OBTIENE EL BIOETANOL

El bioetanol, es el etanol fabricado a partir de grandes cantidades de vegetales (biomasa) que posibilitan la fermentación de los azúcares que dan lugar a este tipo de alcohol. Su aplicación como combustible, pretende disminuir en parte el uso de derivados del petróleo como la gasolina.

Por lo tanto el tipo de vegetal adecuado para su obtención, tienen que ser ricos en sacarosa, como son la caña de azúcar, la remolacha, el sorgo dulce, etc., obteniendo el etanol por su fermentación, o bien vegetales ricos en almidón como son el maíz, la patata o la yuca a los que se les añade agua y una enzima para conseguir la fermentación….

Fuente:  http://elblogverde.com/chimeneas-bioetanol/

NORUEGA PUEDE CONVERTIRSE EN LA NACIÓN MÁS ECOLÓGICA DEL MUNDO

Noruega puede convertirse en la nación más ecológica del mundo

Existen países que son un ejemplo para el resto, pero no hablamos de aquellos que tienen economías fuertes o que son grandes exportadores de materias primas, sino que de naciones que se han comprometido realmente con las cosas que importan, como el medio ambiente.

 

Nos referimos a países como Noruega. Y es que la nación europea es catalogada como una de las más verdes del planeta, por buscar opciones para mantener el bienestar de sus ciudadanos desde el punto de vista del medio ambiente.

Una de sus principales metas, es que aun siendo uno de los países esenciales en el mercado del petróleo, planea para el año 2030 ser una nación que consiga la neutralidad en su huella de carbono. Además han anunciado que el 98% de la energía que producen proviene de fuentes renovables.

De esta forma Noruega espera generar un impacto en la lucha para frenar el cambio climático.

El país ya se ha posicionado desde el 2014, como el segundo país más amigable con el medio ambiente.

Otro de los actos que están llevando al país nórdico a ser la nación más ecológica del mundo, es que en junio pasado se transformó en el primer país en eliminar la deforestación completamente y últimamente el gobierno ha comenzado a estudiar la idea de que al año 2025 se prohíba la comercialización de autos con motor de gasolina.

Realmente un ejemplo a seguir por la cantidad de medidas que se adoptan y que reflejan una preocupación real por el medio ambiente.

Fuente: http://www.lagranepoca.com/medio-ambiente/80332-noruega-energias-renovables-autosustentable-ecologica-cambio-climatico.html

LO NEGRO DE LO VERDE

Lo negro de lo verde

Por Gabriela Gutiérrez M.

La tierra tuvo fiebre. De acuerdo con lo publicado por el exclimatólogo de la NASA James Hansen, y otros expertos, en el Earth Systems Dynamics Journal, la temperatura en la superficie terrestre alcanzó el punto más alto en los últimos 115 mil años.

El mismo documento afirma que el planeta se ha calentado gradualmente a una media de 0.18 grados Celsius por década durante los últimos 45 años, en particular por las emisiones de gases de efecto invernadero.

Lo cierto es que la temperatura promedio global se mantiene en aumento y los científicos afirman que, para el año 2050, el planeta será un lugar peligroso para vivir. Una de las principales apuestas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero es el uso de biocombustibles, sin embargo, cada vez más voces alertan que, después de todo, estos no son tan amigables con el medio ambiente.

¿Remedio o enfermedad?

Los biocombustibles –fabricados a partir de materia orgánica, principalmente jatrofa, maíz y caña de azúcar– reducen más de 30  por ciento la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, en comparación con los combustibles fósiles. Sin embargo, esta bondad ambiental queda neutralizada –y muchas veces rebasada– cuando se analiza su balance energético global, es decir, los aspectos negativos contaminantes, inherentes a su producción.

La Alianza Global de Combustibles Renovables, establecida en Canadá, estima que la sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles evitó el envío de 169 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que representa la emisión total del mismo año de República Checa o la mitad de la de España. No obstante, el reporte no considera las emisiones generadas en la producción y distribución de los biocarburantes, es decir, solo contempla los puntos positivos, sin restar a ellos los negativos.

Para tener un análisis objetivo, es necesario poner en la balanza tanto las emisiones evitadas o reducidas, como los detrimentos provocados por la misma producción del biocombustible. A esto se le llama balance energético. Por ejemplo: la extensión de tierra destinada a su producción, el uso de agua y otros recursos, así como el combustible fósil utilizado para su producción y distribución.

Y es que para producir los biocombustibles se requieren grandes extensiones de tierra para siembra y cultivo de los insumos. Joe Fargione, científico de la organización Nature Conservancy, publicó a principios de este año en la revista Science, un informe donde anota que la conversión de hábitats naturales –como bosques y selvas– en campos de sembradío para biocombustibles libera más carbono a la atmósfera que lo que el uso de biocombustibles evita: “Si se trata de mitigar el calentamiento global, simplemente no tiene ningún sentido dedicar tierras vírgenes a la producción de biocombustibles”, explica.

La Amazonia, en Brasil, advierte Fargione, ha sido una de las zonas más dañadas en este sentido, pues el gigante sudamericano es uno de los líderes en la producción de biocombustible y ha transformado vastas regiones de tierra selvática en terreno para cultivo de caña de azúcar, el insumo principal del etanol.

A esto hay que sumar la contaminación del proceso de siembra (tractores, fertilizantes, agua), la liberación de carbono a la atmósfera al cosechar y el uso de energéticos en la distribución.

Al final, los biocombustibles son menos eficientes que los combustibles fósiles, explica Fernanda Figueroa Díaz Escobar, especialista en Recursos Naturales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para que los biocombustibles sean realmente benéficos para el medio ambiente, deben arrojar un balance energético positivo, es decir, que después de calcular el ahorro de emisiones contaminantes, se le resten los impactos negativos (energía gastada en su producción y distribución, deforestación provocada, principalmente), y su uso reporte ganancias medioambientales.

El reporte Biocombustibles: Perspectivas, riesgos y oportunidades, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), reconoce que si bien “el maíz destinado a la producción de etanol puede generar un ahorro de gases de efecto invernadero de 1.8 toneladas de dióxido de carbono por hectárea al año, la conversión de pastizales para producir estos cultivos puede emitir unas 300 toneladas por hectárea y la conversión de tierras forestales puede emitir entre 600 y 1 000 toneladas por hectárea”.

En ese mismo sentido, un estudio hecho por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, sobre 26 biocombustibles de los líderes en el campo (Estados Unidos, Brasil, Unión Europea y Malasia), descubrió que aunque 21 de ellos efectivamente reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, en comparación con la gasolina, 12 tienen mayores impactos ambientales agregados que los combustibles fósiles.

Los gobiernos del mundo comienzan a prestar oídos a las alarmas de los científicos y la producción de biocombustibles comienza a estancarse. Mientras que en 1990 solo dos países (Estados Unidos y Brasil) produjeron siete millones de barriles, para 2010 unos 30 países producían ya 61 millones de barriles al año. Entre 2014 y 2015, la producción de biocombustibles creció apenas 0.86 %, de acuerdo con estadísticas de la empresa BP Global.

Basura, la solución

El consenso internacional aboga por reducir paulatinamente el uso de combustibles fósiles. México es responsable de 1.4 % del total de las emisiones del carbono en el mundo –417 millones de toneladas de dióxido de carbono–, de acuerdo con un reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

Algunas opciones han volteado la mirada hacia los desechos, ya que “los biocombustibles producidos a partir de productos residuales, como desechos orgánicos o reciclado de aceite de cocina son más eficientes”, agrega el análisis de la FAO.

Erick Villagómez fundó en 2014 Green Energy Development, una empresa dedicada a convertir llantas desechadas en combustible. “Conocía la alta demanda del combustible y que constantemente está subiendo. Vi los biocombustibles con jatrofa, etanol y algas, pero no son tan redituables y casi debía convertirme en agrónomo. Además, no son tan convenientes porque hay que mezclarlos con diésel normal. A veces sale más caro producir el biocombustible que combustible fósil”, explica.

Entonces alguien le habló de la pirólisis, un procedimiento que a través de la incineración sin oxígeno podía ayudarle a convertir llantas desechadas y aceite quemado de motor, en combustible. En la planta piloto, fundada en Tijuana, Baja California, ya producen cerca de un millón de litros de biodiesel al año.

Aunque los métodos son variados, el consenso es uno: sustituir por completo el uso de combustibles fósiles. Algunas ciudades ya dan el ejemplo y los han eliminado de su vida o lo conseguirán durante los próximos 30 años: Estocolmo, Oslo, Berlín y Copenhague. Para México también vendrá el turno. ¿Cuándo?, es la pregunta.

Para mayores informes:
Montes Urales No. 425
Col. Lomas de Chapultepec México
Distrito Federal, C.P. 11000
Teléfono: (55) 30 99 3000

Fuente: www.revistacambio.com.mx/mundo/lo-negro-de-lo-verde/