Diez acciones para reducir nuestras emisiones de CO2

Los ciudadanos pueden hacer más de lo que creen para luchar contra el cambio climático

Por: Alex Fernández Muerza
EROSKI Consumer

Las excesivas emisiones de dióxido de carbono (CO2) que todos producimos están causando el cambio climático, una de las amenazas ambientales más importantes a las que se enfrenta el planeta de aquí a los próximos años. No obstante, los ciudadanos pueden hacer más de lo que piensan para reducir estas emisiones, y de paso ahorrar dinero y volverse más ecológicos.

Este post señala diez ideas para reducir nuestras emisiones de CO2.

1. Concienciarse del impacto de las emisiones de CO2

La comunidad científica subraya que el cambio climático es una realidad: vivimos en un calentamiento global causado por el dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos desde la revolución industrial. Los científicos advierten, además, de que el aumento global de temperaturas no debería superar los 2 ºC a final de este siglo en comparación con la época preindustrial. Dos grados pueden parecer insignificantes, pero a nivel terrestre supondrían consecuencias catastróficas. El Acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP 21), firmado por 195 países más la Unión Europea (UE), pretende ser el arranque definitivo para concienciar a la comunidad internacional y a los ciudadanos de que hay que tomar medidas.

2. Dejar el coche privado

Diversas medidas ayudan a reducir nuestras emisiones de CO2 y de paso ahorrar dinero

El uso masivo de combustibles fósiles es el principal responsable de las emisiones de CO2. Uno de sus mayores causantes es el transporte por carretera: en España produce el 25% de las emisiones domésticas totales (en Europa, el 20%). Por si fuera poco, el fraude de varias compañías automovilísticas en las emisiones de CO2 de sus modelos hace que el problema sea peor de lo que se pensaba. La ecuación es sencilla: a menos uso del coche, menos emisiones. Si no queda otra que utilizarlo, al menos aprovecharlo al máximo, compartiendo su espacio con otros ocupantes, y practicar un estilo de conducción “ecológico”.

3. Practicar una movilidad sostenible

Frente al empleo del automóvil, la opción pasa por usar el transporte público y exigir que haya más y que sea más ecológico. Siempre que sea posible, es preferible ir a pie o en bicicleta en todos los desplazamientos, tanto de ocio como para ir al trabajo e, incluso, la opción de no desplazarse gracias al teletrabajo.

4. Aumentar nuestra eficiencia energética

Mantener el confort y nuestras necesidades cubiertas, a la vez que reducimos el gasto en energía y, con ello, las emisiones de CO2. Esta acción es posible gracias a la eficiencia energética. Diversas medidas pueden conseguir esta mejora, como la rehabilitación de la envolvente térmica del edificio o el empleo de electrodomésticos de alta eficiencia (A+ y superiores).

5. Consumir energía renovable

Una de las ventajas ambientales de las energías renovables es que no emiten CO2. Los consumidores pueden hacer uso de ellas al instalar en su casa un sistema de autoconsumo con paneles solares o al contratar alguna de las cada vez más numerosas empresas comercializadoras de electricidad renovable.

6. Seguir una dieta con baja huella de carbono

Los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI. Este porcentaje podría ser incluso mayor si se tuvieran en cuenta las fuentes de emisión indirectas, según diversos estudios. Seguir una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al medio ambiente. Para ello, hay que evitar los productos que necesitan más energía o recursos naturales, se transportan desde lejos o requieren de un complejo envasado.

7. Convertirse en un consumidor sostenible

Los consumidores sostenibles ahorran dinero y son respetuosos con el medio ambiente y, por ello, también son importantes en la lucha contra el cambio climático. Una regla sencilla para convertirse en uno de ellos es asumir las tres erres: usar la menor cantidad posible de productos (reducción) y aprovecharlos más de una vez (reutilización) antes de depositarlos en el contenedor adecuado (reciclaje).

8. Plantar árboles

Los árboles actúan como “sumideros de carbono”, es decir, retienen el CO2. Por ello, apoyar medidas que eviten la deforestación de los bosques y los incendios forestales o impulsen la plantación de nuevos árboles, en especial de especies autóctonas, contribuye a reducir el exceso de CO2 en la atmósfera. Los ciudadanos pueden participar en las cada vez más diversas iniciativas para plantar árboles.

9. Apostar por productos de kilómetro cero

Los productos de “kilómetro cero”, también conocidos como de “proximidad” o de “cadena corta”, se elaboran y comercializan de forma local. Por ello, reducen las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales del transporte internacional, a la vez que son más frescos y favorecen la economía y los alimentos cercanos al consumidor.

10. Reclamar más implicación institucional en la lucha contra el cambio climático

Los ciudadanos pueden -y deben- tener una participación activa en las actividades que influyen en su vida cotidiana, y el cambio climático es una de ellas. Las líneas de acción para exigir actuaciones que contribuyan a ello son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para reducir las emisiones de CO2, pedir más infraestructuras para aumentar la sostenibilidad, solicitar más información, etc.

Fuente: www.consumer.es

Gobierno de Finlandia y SEMARNAT, por una inversión sustentable en México

Finlandia tiene mucho interés en fortalecer los vínculos comerciales y de cooperación con México.

Por: Crónica ambiental

El subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, Sergio Sánchez, la subsecretaria de Planeación y Política Ambiental, Katya Puga Corenjo, en conjunto con la titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales, Norma Munguía Aldarca, establecieron un diálogo con la ministra de Comercio Exterior y Desarrollo de Finlandia, Anne Mari Virolainen, en el que acordaron que la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), y el gobierno de Finlandia fortalecerán los vínculos de cooperación e inversión comercial sustentable, con el objetivo de crear una mejor gobernanza ambiental.

Finlandia tiene mucho interés en fortalecer los vínculos comerciales y de cooperación con México, destacó la ministra Virolainen.

México es un aliado estratégico para Finlandia debido a que comparten intereses de atención en común en materia ambiental, tales como el combate al cambio climático, desarrollo y uso de energías renovables, agua y saneamiento, basura cero y el uso sustentable de los recursos naturales.

Una de las prioridades de México es honrar el cumplimiento a la implementación efectiva del Acuerdo de París y de la Agenda 2030; bajo este contexto, la Gestión de la Protección Ambiental trabaja en las líneas de acción a seguir en el sexenio para combatir la pobreza extrema y reducir desigualdades.

Para lograr lo anterior es importante fortalecer las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental.

Al finalizar la reunión, la delegación finlandesa mostró las diferentes experiencias en cuanto a desarrollo de tecnologías sustentables, y cómo han ayudado a varios países a encontrar mejores soluciones para combatir sus retos ambientales.

Fuente: www.cronicaambiental.com.mx

ESTOS SON LOS ALIMENTOS DEL FUTURO, SEGÚN KNORR Y WWF

Knorr y WWF quieren diversificar el consumo alimenticio del ser humano, además de frenar el impacto ambiental

Por: Edna Odette González

PARIS, Francia.- En busca de promover una alimentación más diversa y saludable, la marca de alimentos Knorr, en alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y expertos en nutrición, agricultura y sustentabilidad lanzaron el informe Los 50 Alimentos del Futuro, una serie de cultivos seleccionados debido a su valor nutrimental, accesibilidad, sabor y bajo impacto ambiental.

Actualmente, el 75% del consumo humano proviene solamente de 12 plantas y cinco especies animales, situación que tiene un fuerte impacto ambiental.

En México tenemos Jícama, nopales y amaranto

La jícama, el amaranto, los nopales, la linaza, el ajonjolí, destacan entre 17 de los 50 cultivos en México. Esta iniciativa busca fomentar en las personas el consumo de alimentos que beneficien su salud y al planeta y propone una preparación de platillos basándose en cuatro principios:

Más vegetales, más color, menos desperdicios y más de lo bueno, es decir menos sal, azúcar y grasas dañinas.

Aquí te compartimos la lista completa de los 50 alimentos del futuro

Alga:

  1. Alga marina de Laver
  2. Alga Wakame

Cactus:

  • Nopales

Hortalizas de frutas:

  • Flor de calabaza
  •  Okra
  • Tomates anaranjados

Setas:

  • Setas Enoki
  • Setas Maitake
  • Níscalos

Raíces:

  1. Salsifí negro
  2. Raíz de perejil
  3. Rábano de carámbano blanco

Tubérculos:

  1. Raíz de loto
  2. UBE
  3. Jícama
  4. Camote

Frijoles y legumbres:

  1. Frijoles negros
  2. Adzuki
  3. Marama
  4. Mung
  5. De soja
  6. Habas
  7. Lentejas
  8. Vigna subterránea
  9. Vigna unguiculata.

Cereales y granos:

  • Amaranto
  • Quinoa
  • Arroz integral
  • Trigo sarraceno
  • Trigo Khorasan
  • Trigo espelta
  • Mijo africano
  • Mijo Fonio
  • Teff

Hojas verdes:

  • Hojas de remolacha
  • Grelo
  • Col verde
  • Moringa
  • Pak-choi
  • Hojas de calabaza
  • Col morada
  • Espinacas
  • Berros

Nueces y semillas:

  • Linaza
  • Semillas de cáñamo
  • Ajonjolí  
  • Junglans

Fuente: www.m.mundoejecutivo.com.mx

Las medallas de Tokio 2020 se harán con residuos electrónicos

Tokio 2020 será sede de las olimpiadas más ecológicas de la historia.

Por: Ecoosfera

Los Juegos Olímpicos más ecológicos de la historia tendrán lugar en Tokio en el 2020. El comité organizador ha revelado que las medallas otorgadas a los ganadores serán 100% recicladas. El metal de las preseas se hará con residuos de aparatos electrónicos, material que también se conoce como e-waste. La idea ha recibido el apoyo del público y los atletas.

El innovador proyecto presenta una solución ecológica a un problema que tiende a ignorarse: ¿qué hacer con la basura electrónica? Los residuos de los teléfonos, tablets y demás gadgets son muy tóxicos y se acumulan de forma impactante. Tan sólo para este plan, Japón reciclará 47, 488 toneladas de e-waste. Esta cantidad logró recolectarse gracias a una iniciativa que incluyó a todos los habitantes del país. 

La operadora japonesa NTT Docomo recibió donaciones de más de 5 millones de smartphones desechados. Además de abrir sus oficinas a empresas y atletas de renombre, se colocaron basureros especializados en las principales avenidas para que la gente depositara ahí sus residuos electrónicos. La eficiencia del plan es arrolladora: se extrajeron 2,700 kg de bronce desde junio del año pasado. Según el sitio oficial de las olimpiadas, las metas para el oro y la plata están a punto de lograrse.

El 90% de las autoridades municipales del país participaron en esta campaña masiva de reciclaje. Este nivel de compromiso es francamente admirable, considerando que muy pocos países tienen regulaciones para controlar este problema. No ayuda que los desechos de este tipo tienden a ser difíciles de reciclar. El fenómeno de la obsolescencia programada presiona a los consumidores para cambiar sus electrónicos cada 2 años y así seguir” en tendencia”. 

En México se producen aproximadamente 350 mil toneladas de e-waste, y sólo el 10% se recicla. Potencias mundiales como Estados Unidos y Canadá apenas consiguen reciclar un 20% de su basura electrónica. Ante estos hechos, el esfuerzo del comité organizador de Tokio 2020 es un enorme ejemplo de creatividad. Las estrategias de reciclaje deben adecuarse, como en este caso, a los usos cada vez más impredecibles de la tecnología.

Fuente: www.ecoosfera.com

Comprobado: las hamburguesas veganas llenan más que las hamburguesas de carne

Además, el costo ambiental de la producción de estas hamburguesas es, en promedio, 90% menor.

Por: Ecoosfera

Para muchos es imposible dejar de comer carne, por una poderosa razón: no se sienten satisfechos sin ella. Y es que está comprobado que la proteína es el elemento nutricional clave para sentirnos llenos; aunque más allá de la sensación de satisfacción, poco se sabe de los porqués físicos de estos efectos de la proteína en el organismo.

Lo cierto es que también podría haber mucho de psicológico en esa sensación, pues hace 50 o 100 años no se consumían las mismas cantidades de carne por persona que hoy se ingieren.

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Ahora, un estudio comprobó que las hamburguesas veganas de tofu llenan más que las hamburguesas de carne, lo que hace aún más difícil saber cuáles son los factores decisivos que contribuyen a sentirnos satisfechos tras una comida.

Para el estudio, publicado en la revista Nutrients, los investigadores registraron las respuestas fisiológicas de un grupo de participantes que comieron ambos tipos de hamburguesa, una un día y la otra al día siguiente. El grupo estaba compuesto por 60 hombres: 20 de ellos sanos, 20 obesos y 20 con diabetes tipo 2.

Todos los participantes coincidieron: 
la hamburguesa vegana les satisfizo más que la hamburguesa de carne.

Los investigadores aún no saben el porqué de este efecto en los participantes, pero tienen una hipótesis: que las comidas veganas producen niveles más altos de hormonas gastrointestinales beneficiosas, mismas que están involucradas en la regulación del metabolismo de la glucosa, la homeostasis energética, la saciedad y el control del peso.

Esto nos hace pensar que, definitivamente, las dietas con poca proteína animal son el futuro de la humanidad. No sólo por estos beneficios a nuestro organismo, sino porque comer menos carne realmente salva al planeta. Y es que la producción intensiva de carne está detrás de la deforestación, la extinción de especies y una altísima emisión de gases de efecto invernadero.

El imperativo de comer carne no siempre estuvo ahí

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De 1960 a 1990 el consumo anual de carne por persona aumentó 10 kilogramos, según una investigación coordinada por Andrés Barreda y Ana Esther Ceceña.

En el mismo período, el consumo anual de cereales por persona aumentó 31 kilogramos; sin embargo, hay que tomar en cuenta que los cereales han sido progresivamente ocupados para alimentar al ganado, y este tipo de estadísticas toman en cuenta ese “consumo indirecto”.

Además, el consumo no ha sido igual en todo el mundo: es en Occidente donde más se ha elevado el consumo de carne. Y esto no es casualidad, ya que esta tendencia fue exportada de Estados Unidos, pues fue en este país donde se vio el primer incremento en el consumo de carne durante la década de 1950, tras la comercialización de los frigoríficos que permitían congelar este alimento.

Pero antes de todos estos cambios estructurales, nuestros ancestros no comían tanta carne. En México, por ejemplo, la alimentación se basaba más en el consumo del maíz, el frijol y el chile, así como de semillas como el amaranto, la chía y el ajonjolí –que, por suerte, hoy forman parte de la canasta básica–. Incluso se tiene registro de que los aztecas producían y comían superalimentos como la espirulina.

¿Será que nuestros ancestros tenían otro metabolismo? ¿Necesitaban menos energía? 
¿O la carne no es tan necesaria como nos han hecho creer?

A estas dudas habría que añadir que quizá los antiguos tenían otra concepción de la alimentación y –como Confucio enseñaba– preferían practicar el arte de la moderación, evitando la saciedad para eludir los excesos.

Una cosa es segura: queda mucho por hacer para evolucionar nuestra alimentación. Pero iremos por buen camino si comenzamos a optar colectivamente por los platillos veganos: más ricos, más sanos y más ecológicos. Para producir una hamburguesa vegana se utiliza 99% menos agua, se ocupa 93% menos territorio y se emiten 90% menos gases de efecto invernadero.

Fuente: www.ecoosfera.com

Incremento histórico a favor del medio ambiente en el Estado de México

La 60 Legislatura del Estado de México aprobó un incremento de 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente.

Por: Crónica Ambiental

La noticia se dio a conocer durante el Tercer Foro Frente al Cambio Climático. La 60 Legislatura del Estado de México aprobó para este 2019 un incremento del 76.9% al presupuesto otorgado a la Secretaría de Medio Ambiente, el cual equivale a mil 412 millones 937 mil pesos.

Se espera que el presupuesto se destine al manejo y control de recursos hídricos, al aprovechamiento del agua y al manejo y conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.

Durante el foro se llevo a cabo la firma del Pacto hacia una Economía Circular, entre la Unión Social de Empresarios Mexicanos, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México; el objetivo principal es favorecer el desarrollo sostenible promoviendo un flujo en la extracción, transformación, distribución, uso y recuperación de materiales y energía de los productos y servicios disponibles en el mercado; en otras palabras, busca que los productos y recursos mantengan su utilidad y valor en todo momento. Se destaca la participación de agentes económicos y representantes de la sociedad civil y del gobierno en la firma del pacto.

David Pérez Castillo, de Negocios Verdes y uno de los conferencistas del Foro Frente al Cambio Climático, hizo ver que, en el sistema económico actual, hace falta cambiar el paradigma que propone la economía circular, con el fin de que el producto en lugar de ser desechado pueda ser reutilizado; para lograr el cambio sugirió a consumir productos de empresas socioambientales y rediseñar los productos para evitar que se vayan a la basura.

Por su parte, representantes de la empresa Eco Urban propusieron la creación de una recicladora de cascajo, como una alternativa de economía circular, con el propósito de darle un segundo uso a los materiales de construcción y así, generar un nuevo ladrillo ecológico. Los beneficios serían disminuir el impacto ambiental y generar fuentes de empleo.

Plástico o papel: ¿qué bolsas contaminan menos realmente?

Es una pregunta cuya respuesta puede parecer obvia pero no lo es: ¿son las bolsas de papel menos contaminantes que las de plástico?

Por: Tom Edgington
BBC Reality Check

La cadena de supermercados Morrisons, en Reino Unido, está haciendo un experimento: hace poco aumentó el precio de las bolsas de plástico reutilizables a 15 a 20 centavos, e introdujo una de papel que cuesta 20 centavos.

La prueba de dos meses en algunas de sus tiendas busca incentivar a los consumidores a reducir el uso de las bolsas plásticas en un esfuerzo por ayudar al medioambiente.

Pero ¿realmente las bolsas de plástico son más contaminantes?

Para responderlo, hay que considerar otras cuatro preguntas:

  • ¿Cuánta energía se utiliza para hacer la bolsa durante la fabricación?
  • ¿Qué tan duradera es la bolsa?, ¿cuántas veces puede reutilizarse?
  • ¿Qué tan fácil es reciclar?
  • ¿Qué tan rápido se descompone tras ser tirada a la basura?

Aquí hay algunas respuestas a esto.

“Cuatro veces más energía”

Un documento de investigación elaborado por la Asamblea de Irlanda del Norte en 2011 indicó que “se necesita cuatro veces más energía para fabricar una bolsa de papel que para una bolsa de plástico”.

A diferencia de las bolsas de plástico (que según el informe se producen a partir de los productos de desecho de la refinación de petróleo), el papel requiere que los bosques sean talados para producir las bolsas.

Personas cargan bolsas de papel

El proceso de fabricación, según la investigación, también produce una mayor concentración de productos químicos tóxicos en comparación con la fabricación de bolsas de plástico de un solo uso.

Las bolsas de papel también pesan más que el plástico, lo cual significa que el transporte requiere más energía, lo que se suma a su huella de carbono, agrega el estudio.

La compañía Morrisons, sin embargo, asegura que el material utilizado para hacer sus bolsas de papel se obtiene en un 100% de los bosques que se manejan de manera responsable.

Y si se cultivan nuevos bosques para reemplazar los árboles perdidos, esto ayudará a compensar el impacto del cambio climático.

Reutilizar es la clave

La Agencia de Medio Ambiente británica examinó en 2006 una gama de bolsas fabricadas con diferentes materiales para averiguar cuántas veces deben reutilizarse para ayudar al ambiente, en lugar de solo usarla una vez.

El estudio encontró que las bolsas de papel debían reutilizarse al menos tres veces, una menos que las bolsas de plástico reutilizables, es decir, las más resistentes que se conocen como “bolsas verdes”.

Una persona usa una bolsa reutilizable

En el otro extremo del espectro, la misma agencia encontró que las bolsas hechas de algodón requerían la mayor cantidad de reutilizaciones: 131.

Eso se debía a la alta cantidad de energía utilizada para producir y fertilizar el hilo de algodón.

Pero incluso si una bolsa de papel requiere la menor cantidad de veces para ser reutilizada, hay una consideración práctica: ¿la bolsa durará lo suficiente para aguantar al menos tres viajes al supermercado?

Las bolsas de papel no son tan duraderas como las bolsas reutilizables de plástico, ya que es más probable que se rasguen o se rompan, especialmente si se mojan.

En su conclusión, la Agencia de Medio Ambiente dice que “en general es poco probable que la bolsa de papel pueda reutilizarse el número de veces requerido debido a su baja durabilidad”.

Una persona sostiene bolsas de plástico

Morrisons insiste en que no hay razón para que su bolsa de papel no pueda reutilizarse tantas veces como la bolsa de plástico que reemplaza, pero depende de cómo se trate la bolsa.

Las bolsas de algodón, a pesar de que su fabricación deja una huella de carbono mayor, son las más duraderas y tendrán una vida mucho más larga.

A pesar de su baja durabilidad, una ventaja del papel es que se descompone mucho más rápidamente que el plástico y, por lo tanto, es menos probable que sea una fuente de basura y suponga un riesgo para la vida silvestre.

El papel también es más reciclable, mientras que las bolsas de plástico pueden demorar entre 400 y 1.000 años en descomponerse.

Entonces, ¿qué es lo mejor?

Las bolsas de papel requieren un poco más de reutilización que las bolsas de plástico reutilizables para que sean más ecológicas que las bolsas de plástico de un solo uso.

Una mujer compra vegetales

Por otro lado, las bolsas de papel son menos duraderas que otros tipos de bolsas.

Entonces, si los compradores tienen que reemplazar las de papel con mayor frecuencia, tendrá un mayor efecto ambiental.

Pero la clave para reducir el impacto ambiental de las bolsas, sin importar de qué estén hechas, es reutilizarlas tanto como sea posible, dice Margaret Bates, profesora de gestión sostenible de residuos en la Universidad de Northampton, Reino Unido.

Muchas personas olvidan llevar sus bolsas reutilizables en su viaje al supermercado y terminan por consumir más en la caja de pago.

Esto tendrá un impacto ambiental mucho mayor en comparación con la simple elección de usar papel, plástico o algodón.

Fuente: www.bbc.com

Crea tu propio recolector de agua de lluvia, paso a paso

Esta instalación podría marcar la diferencia entre la escasez de agua y un acceso digno y libre al líquido vital, para ti y tu familia.

Por: ecoosfera

Una idea de la que nadie puede prescindir es que el agua, más allá de toda creencia, es un elemento sagrado. Algo que sin duda es necesario meditar, y comprender que, como colectividad, requerimos preservarla a lo largo del tiempo. En este sentido, elaborar un recolector de agua de lluvia es una forma de mostrar esa consciencia, y una responsabilidad mínima ante la probable escasez de este líquido vital.

Quizá te resulte inspirador saber que mujeres en Sudáfrica han hecho ingeniosos sistemas de recolección para sobrevivir a las sequías. Recolectar agua de lluvia es fundamental para aprovechar al máximo este recurso en cualquier país, y la simple acción de construir tu propio recolector de agua de lluvia es una pequeña iniciativa que a la larga podría salvar a la región donde vivas de la escasez de agua.

recolector agua de lluvia

Es el caso de la Ciudad de México, una de las tres ciudades que se enfrentan a una temprana crisis de agua. Bajo el lema lluvia para todos, proyectos como el de Isla Urbana se dedican a la instalación de recolectores de agua en poblaciones de bajos recursos, asegurando que la crisis podría evitarse si cada casa tuviera su propio recolector de agua. Y sobre todo en México, donde abunda la lluvia.

De ahí que en Ecoosfera te enseñan a hacer tu propio recolector de agua de lluvia, de la manera más fácil. Haciéndolo contribuirás a evitar inundaciones, a extraer menos agua de los mantos acuíferos, ahorrarás la energía que se utiliza en los sistemas de bombeo y utilizarás agua librede cloro. ¿Y lo mejor? Es una forma de tomar este recurso natural con libertad y naturaleza, prescindiendo de su carencia.

Para elaborar tu recolector de lluvia necesitarás:

Materiales:

  • Barriles para almacenar agua
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Pueden ser incluso botes de basura grandes. Lo importante es que puedan contener entre 100 y 200 litros de agua. Puedes comprarlos en línea, o conseguir los que se usan en restaurantes para almacenar comida. Sólo asegurate de desinfectarlo perfectamente.

Lo demás lo consigues en cualquier ferretería:

  • Llaves para manguera, de 2.4cm, con roscas para tubos de 1.8cm. Se verían ya instalados como los de la foto de arriba, o por separado así:
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  • Juntas de 1.8cm x 1.8cm (el mismo número de barriles que vayas a tener)
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  • Bujes de 1.8cm x 1.8cm
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  • 1 rosca de tubo con adaptador para manguera de 2.5cm
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  • Contratuercas de 1.8cm
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  • 4 arandelas metálicas por cada barril
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  • 1 rollo de cinta de teflón
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  • 1 tubo de sellador de silicona
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  • 1 codo de bajante pluvial para conectar el desagüe al primer barril recolector
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  • Tela de mosquiteros de aluminio (pequeños rectángulos que funcionarán como filtro en la parte de arriba de tu recolector)
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  • 6 bloques de cemento por cada barril y un poco de grava  (como base)
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Herramientas:

Taladro con broca de 1.8 mm, sierra manual, tornillos, guantes y lentes de protección.

Instrucciones:

Antes que nada, debes tener instalado un sistema de caneletas y tuberías, aquellas que normalmente llegan directo al piso. Modificarás el camino del agua, ayudándote del bajante pluvial (o codo). Pero primero debes hacer esto:

1) Construye una plataforma para el sostén de los barriles con los bloques. Aplana la zona lateral del desemboque del bajante pluvial o el tubo de metal que va de las canaletas del techo al piso.

2) Coloca una copa de grava en un rectángulo que hayas cabado, de 10 a 15 cm de profundidad, llenándolo con una capa de grava y con los bloques de cemento, y luego coloca los barriles. 

3) Taladra o serrucha un hueco en el barril por donde caerá el agua, o en la tapa del bote de basura. Debe de ser del tamaño del bajante pluvial, para poder ajustarlo a él y no queden huecos. Realiza un agujero de 1.8cm en el costado para colocar la llave, a una altura que quepa un balde para tomar el agua posteriormente. Aplica sellador en el borde del hueco, tanto fuera como dentro del barril. Pon la llave, reuniendo la junta y la llave. Para hacerlo utiliza la cinta de teflón que envuelven los bordes enroscados, así quedará más hermético y evitarás cualquier fuga. Coloca una arandela en el tubo desde adentro, e inmediatamente después el buje para que fije la llave en el lugar.*

*Si tienes duda sobre esto, consulta antes a un experto en la tienda a la que acudas. Él sabrá orientarte sobre cómo colocar perfectamente todas estas piezas, que a fin de cuentas no son sino una llave cualquiera conectada a tu bote recolector.

4) Crea una válvula de desagüe taladrando otro hueco a unos centímetros de la parte superior del barril (esta te puede servir después para conectar todos tus barriles). Tras colocar el sellador, pon la arandela en el adaptador de la manguera metiéndola en el hueco desde afuera. Después, pon la otra arandela en las roscas de adentro, añadiendo algo de cinta de teflón y una tuerca para ajustar todo. Finalmente, coloca la manguera directamente sobre la válvula.

5) Monta el sistema de recolección armando el codo de bajante pluvial. Conectalo poniendo el barril en la plataforma, de manera que se ajuste el agujero de la tapa con el bajante para que el agua desemboque en el barril. Corta el canal con una sierra, fijándo el bajante con tornillos y asegurándote de que estén bien apretados. Recuerda que el codo debe desembocar dentro del barril; no es suficiente que quede encima de él.

Conecta el barril al codo usando la sierra para cortar un hueco en la tapa del barril, de manera que el borde del codo quede dentro. Finalmente, haz un pequeño filtro con el mosquitero, para filtrar el exceso de tierra que haya en el tejado.

Si pusiste más barriles, los puedes conectar mediante la válvula de desagüe, pero el segundo barril necesitará un tercer agujero que funcione como desagüe, y así sucesivamente. Este debes hacerlo con el taladro a la altura de la válvula de escape, siguiendo los pasos de arriba para colorar la llave: colocando sellador en el agujero, luego el adaptador de manguera, dos arandelas y cinta teflón para ajustar. Luego puedes conectar los barriles entre sí con una manguera, que puedes comprar por metros en cualquier ferreteria, o con tubos delgados de PVC, para que se reparta el líquido.

Fuente: www.ecoosfera.com

La CDMX instalará 10 mil sistemas para captación de lluvia

Se pretende que los primeros 10 mil sistemas de captación de agua se instalen en las alcaldías de Iztapalapa y Xochimilco.

Por: Crónica ambiental

La CDMX desea aprovechar el agua de lluvia; por lo tanto, el gobierno de la CDMX, a cargo de Claudia Sheinbaum, instalará 10 mil sistemas de captación de lluvia.

La Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT) estará a cargo de la instalación de estos sistemas de captación pluvial. Se ubicarán en las colonias, barrios y pueblos que presentan mayores problemas de suministro de agua potable.

La inversión destinada para el proyecto es de 200 millones de pesos durante 2019, segmentados de la siguiente manera:

  • 80% para compra de materiales.
  • 15% para la instalación y capacitación de las familias.
  • 5% para la unidad operativa, es decir promoción, monitoreo y seguimiento de las instalaciones.

Se pretende que los primeros 10 mil sistemas de captación de agua se instalen en las alcaldías de Iztapalapa y Xochimilco, aunque el plan es que estén presentes en toda la ciudad al finalizar la administración de Sheinbaum.

A partir del 15 de febrero de 2019, se lanzará la convocatoria para las organizaciones capacitadoras e instaladoras. La capacitación tendrá lugar en la primera quincena de marzo, y su instalación en la primera quincena de abril.

Fuente: www.cronicaambiental.com.mx

El impacto de la moda en el medio ambiente

Por: Diana
Conciencia Eco

La industria de la moda cada año crea nuevas prendas y complementos de usar y tirar, es decir, su duración es ínfima; para que la próxima temporada los consumidores tengan que volver a desembolsar su dinero para sustituir a esa prenda. Este fenómeno que se viene produciendo desde hace décadas, se denomina obsolescencia programada, y también afecta, claro está, a otras industrias. Porque la cuestión es consumir, mejor dicho, nunca dejar de consumir.

 industria de la moda

¿Podremos adquirir prendas realizadas con materiales reciclados de manera generalizada?

LAS CIFRAS DEL CONSUMO  DE ROPA EN LA INDUSTRIA DE LA MODA

En los últimos 15 años, la producción de ropa se ha multiplicado por dos y el tiempo de uso ha disminuido un 36%, según la Fundación Ellen MacArthur.  La industria produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo, mucho más que todos los vuelos internacionales y los barcos de carga combinados, según ha confirmado la ONU, en un informe presentado este año en el mes de julio. Utilizando casi 70 millones de barriles de petróleo cada año para fabricar fibras de poliéster, que pueden tardar más de 200 años en descomponerse.

No queda ahí todo, según recientes investigaciones de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, la ropa sintética realizada con materiales como el acrílico y el poliéster, desprenden en el lavado 6 kilos de tela, liberando unas 140.000 fibras de mezcla de poliéster y algodón, casi medio millón de fibras de poliéster y más de 700.000 fibras de acrílico.

Un problema que causa un grave daño ambiental en nuestros mares y océanos, porque contamina y termina siendo el menú diario de los peces que se pescan para el consumo humano. La cadena trófica lo lleva incorporado.

El algodón pese a ser uno de los mejores tejidos para vestir, el algodón que se usa normalmente en la industria de la moda no es ecológico, siendo el responsable del 24% de los insecticidas y del 11% de los plaguicidas, a pesar de que solo utiliza el 3% de la tierra cultivable del mundo, según informa la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE).

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EL NUEVO TEJIDO RECICLADO: LONCELL

Teniendo en cuenta estos datos, que son una micronésima parte de la realidad, no hace falta pensar que tenemos que poner fin a este desastre natural que está acabando con la vida de todos en el planeta (entre otros problemas). Por eso, numerosos científicos e investigadores se han propuesto echar una mano para acabar con esta barbarie.

La Universidad Aalto de Finlandia ha creado un nuevo tejido denominado loncell, fabricado a partir de madera, periódicos reciclados, cartón y textiles viejos de algodón que se pueden convertir en vestidos, chaquetas, bufandas o fundas iPad.

Increíble, pero cierto. Además, está todo pensado para que forme parte de una cadena sostenible, sin desperdicios, propio de la economía circular. En los bosques del este de Finlandia, hay un proceso de reducción de árboles , haciendo espacio para que otros crezcan. Estos abedules más pequeños se están convirtiendo en la materia prima de la ropa, entre otras. La ropa reciclada ha sido diseñada por estudiantes de la universidad.

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Los abedules de Finlandia forman parte de la industria de la moda más sostenible.

Aunque loncell fue desarrollado por químicos e ingenieros en las universidades de Aalto y Helsinki, el profesor Pirjo Kaariainen (una de las personas que han liderado el proyecto) dice que era importante que los diseñadores se comprometieran a diseñar vestidos para la gente que quisiera usarlos.

Después de que la primera dama de Finlandia, Jenni Haukio, ha usado un vestido de loncell, hecho de árbolesreciclados y diseñado por un joven estudiante de moda y diseño de Aalto, cuya filosofía era respetar la naturaleza finlandesa y la tradición del país de mujeres fuertes; la imagen que refleja el espejo está puesta en marcha. Si desaparecen en unas horas de las tiendas los modelos de muchas celebrities, es posible que la nueva tendencia cumpla con esas expectativas.

El profesor Kaariainen  afirma que la fibra funciona bien para la ropa porque es “suave al tacto, tiene un brillo encantador y cae maravillosamente”. Es realmente positivo que ejemplos de distintas mujeres con cierta repercusión social, luzcan creaciones con este tipo de tejidos. Igual que la gente se fija en lo qué se lleva, también se podrían interesar por cómo está confeccionado y con qué materiales, la moda sostenible es parte de la solución.

Las marcas sostenibles ya están haciendo sus cábalas para sacar nuevos modelos con este tipo de tejidos: ¿cuándo podremos verlos por la calle vistiendo a personas normales? 

Fuente: www.concienciaeco.com